Funciones superiores y psicología de cumbres:
Vygotski
(ab)usa (de)a León Trotski y Friedrich Nietzsche
Anton Yasnitsky
Presentado en agosto 12, 2014 al 2º Congreso
Internacional sobre la Teoría Histórico-Cultural y a la 13ª Jornada del Núcleo
de Enseñanza de Marília, Brazil
Traducción: Efraín Aguilar
Aquellos que no saben quién es Vygotski
probablemente debieran saber que Liev Vygotski (1896-1934) es el psicólogo ruso
más popular, cuyas obras e ideas son ampliamente conocidas y activamente discutidas
en todo el mundo. Aquellos que saben quién es Liev Vygotski tal vez deberían
saber que él es el fundador de la psicología “cultural-histórica” o
“socio-cultural” o, peor aún, de la “teoría cultural-histórica de la actividad”
(conocida también por su abreviatura “CHAT”). En este punto comienzan los problemas
pues en realidad ninguna de esas expresiones ocurre en los escritos de Vygotski.
Algunos dirán que no es esencial cómo se refiera uno a la teoría de Vygotski. Quizá
es verdad, pero no lo suficiente. En cualquier caso, los problemas con el
legado de Vygotski no terminan aquí.
Buscar el nombre de la teoría y la metáfora guía
Así, más importante que el
nombre de la teoría es la cuestión de su objetivo primario y método de
investigación. En efecto, ¿qué hace a la teoría de Vygotski claramente “vygotskiana” y diferente de la gran mayoría
de otras teorías psicológicas antes de él? Hallar una respuesta a esta pregunta
parece igual a identificar el lugar del pensamiento de Vygotski no solo en la
historia de la psicología, sino en la erudición contemporánea y en la práctica
social también relacionada. Una pregunta fácil en apariencia, no tiene
respuesta evidente y fácil, y bastantes académicos —rusos y occidentales por
igual— a pesar de una serie de interpretaciones del legado “vygotskiano” por
ahí, siguen confesando que “no entienden”
a Vygotski, quien todavía parece un rompecabezas para ellos (Elkonin, 1989; Van
der Veer & Valsiner, 1991; Veresov, 2007).
Bajo
estas circunstancias, lo razonable sería regresar a los escritos de Vygotski y hallar
la solución ahí. Tan sorprendente como parezca, no hay solución a este problema
en los textos de Vygotski. Hay varias
razones para ello.
Primera,
Vygotski nunca publicó un libro que pudiera resumir su búsqueda intelectual y presentar su teoría (si tal
teoría existió alguna vez) en forma coherente y sistemática —como lo hicieron
sus contemporáneos estudiosos asociados a conductistas, gestaltistas y a otras
innovaciones teóricas de la psicología de la primera mitad del siglo 20.
Segunda,
en varios escritos Vygotski no se refirió a su teoría como esfuerzo distinto e innovador,
y durante diferentes periodos cambiaría de modo radical el nombre —más bien, la
auto identificación— de la teoría, que parece seguir su evolución intelectual,
la dramática “crisis” de su desarrollo teórico y la revisión radical de su
pensamiento que tuvo lugar entre 1929-1932. Así, los primeros escritos de Vygotski
del periodo mecanicista de los 1920 abundan de referencias a su teoría emergente
y su método como “instrumental” o teoría
del “desarrollo cultural”, pero toda la perspectiva y la terminología cambian
en los 1930. Así, de acuerdo con notas de archivo publicadas recientemente,
Vygotski en esta crisis mayor de los 1930 buscaba desesperadamente el nombre de
la teoría y contemplaba varias opciones.
“Carecemos de un nombre: No instrumental, no
cultural, no significativo, no estructural”
Un documento del archivo
privado de Vygotski publicado recientemente por Yekaterina Zavershneva bajo el
título “NB! Carecemos de un nombre” en lo particular parece interesante desde
nuestra perspectiva. Este documento, escrito en papel usado y fechado alrededor
de 1930-1931, nos da una idea del tremendo y en apariencia fructífero esfuerzo
de Vygotski por identificar y formular claramente el nombre de su teoría
psicológica. El documento dice:
NB!
Carecemos de un nombre, de una designación. No debería ser una [mera] etiqueta
([tal como] intuitivismo). No instrumental, no cultural, no
significativo, no estructural, etc. No solo por el [peligro] de la confusión
con otras teorías sino también por la falta interna de claridad, por ej., la
idea de la analogía con los instrumentos = solo andamios, la disimilitud
es más esencial. Cultura: ¿pero de dónde es la cultura misma (no es primordial,
y esto es oscuro)[?]. Así:
1) para
la designación del método
método
de la doble estimulación.
2) para
la teoría como un todo
а)
psicología de las funciones superiores, i.e.
b) psicología
histórica o
с) teoría
histórica de las funciones psicológicas superiores.
Como
el concepto central para nosotros es el concepto de la función superior:
contiene
una teoría
а) de
su desarrollo, b) de su naturaleza psicológica; с) de su método de
investigación (Zavershneva, 2010a, p. 30).
Hagamos una pequeña pausa aquí
y reflexionemos sobre lo que significa este documento.
Primero,
está claro que la atribución a esta teoría como “cultural” (peor aún: “social”)
está fuera de duda para el Vygotski de los 1930: él establece de modo explícito
esto —“no cultural”— y hasta da sus razones para denunciar la “cultura” como un
principio explicativo: la cultura no es primaria, no es primordial, su origen es
oscuro, surge de otra cosa y evoluciona históricamente, por lo tanto, es
cambiante, no lo suficiente sólida como herramienta conceptual que nos ayude a
comprender lo que somos ahora y, aún más, necesita ella misma ser explicada. Esto
es muy importante.
Segundo,
el documento muestra claramente que al momento de su composición Vygotski
estaba seguro de que varios conceptos no calificaban como los principales
objetos de su teoría. Estos eran:
1)
instrumento,
2)
cultura,
3)
signo y
4) estructura
(con esto Vygotski significaba el término alemán Gestalt y el famoso
movimiento conocido como psicología Gestalt).
Tercero,
es evidente que aproximadamente tres años antes de su muerte Vygotski todavía
estaba luchando por identificar el núcleo conceptual de su teoría y, así, todo
el marco conceptual estuvo en flujo constante durante los años posteriores. Como
hemos dicho en otro lugar,1 esta es la descripción adecuada del
pensamiento de Vygotski hasta su fallecimiento en junio de 1934.
1 Van der Veer R. & Yasnitsky A.
(2015) Vygotsky, the Published: Who wrote Vygotsky and what Vygotsky wrote? Capítulo 4, En: Revisionist revolution in
Vygotsky studies: The state of the art. London & New York: Routledge
Cuarto,
aún así, podemos ver que a inicios de los 1930 Vygotski es capaz, si no de definir,
sí de dar nombre a “su teoría” una vez identificado su objetivo, su “concepto central”.
Este concepto, de acuerdo con este documento,
es formulado como “función superior” o, una línea arriba, “función psicológica
superior”. Las tres palabras son interesantes y merecen nuestra atención.
¿“Superior”? ¿“Funciones”? ¿“Psicológicas”?
Función, como dice correctamente Zavershneva, es un concepto
muy vago que va perdiendo su significado e importancia para Vygotski: lo sigue usando
en los 1930, pero dramática y claramente pierde su estatus de “concepto central”.
Así, fue en octubre de 1930 cuando Vygotski
anunció un “nuevo curso”, es decir, un programa nuevo de investigación dirigido
al estudio de los sistemas complejos de las funciones muy interrelacionadas, en
oposición a las funciones aisladas como la memoria o la atención:
En el
proceso del desarrollo, y en el desarrollo histórico en particular, no son
tanto las funciones las que cambian (éstas las estudiamos antes de modo erróneo).
Su estructura y el sistema de su desarrollo permanecen igual. Lo que cambia y
se modifica son más bien las relaciones, los nexos entre las funciones. Emergen
nuevas constelaciones que eran desconocidas en el estadio precedente (Vygotsky,
1997a, p. 99).
La importancia de la salida radical
de la investigación de funciones aisladas hacia la investigación de los
sistemas de las funciones como un todo es confirmada más tarde por los
registros de los archivos privados. Así, en un documento titulado “Consciencia
sin palabra” que Vygotski escribió presumiblemente a mediados de 1932, critica
sin ambigüedades el enfoque previo sobre las funciones y se excusa de haber ignorado
el abordaje sistémico el cual —ahora lo sabemos (Yasnitsky, 2012)— tomó prestado
de las obras de los académicos germano-estadunidenses de orientación
gestaltista y holista:
Nuestra
deficiencia no es una de hechos, sino de insostenibilidad de la teoría: en el análisis de nuestra crisis esta es la
principal dificultad, pero no es un alejamiento de los hechos. Esto es contra
A[.]N.[Leontiev.] En consecuencia: la salvación no está en los
hechos sino en la teoría. Nosotros introdujimos el punto de vista
sistémico demasiado tarde... Ahora entiendo todo esto a mayor
profundidad (Zavershneva, 2010b, p. 54).
Su pensamiento se desarrolló de
modo notable y dos años más tarde, luego de la introducción del “punto de vista
sistémico”, a inicios de diciembre de 1932 Vygotski abiertamente y sin
ambigüedades rechazó su primera distinción estricta entre las funciones “superiores” e “inferiores”. Así, en sus notas
que bosquejó para la preparación de una reunión de investigación con sus
asociados más cercanos (documento de archivo titulado “Symposium, diciembre 4, 1932”)
Vygotski expresó su auto-crítica de este modo:
1. La
necesidad de un nuevo estadio de búsqueda no surge del hecho que se me ha
ocurrido un pensamiento nuevo o que una nueva idea ha captado mi interés, sino
de la necesidad de desarrollar la investigación misma —nuevos hechos me llevaron
a buscar nuevas y más intrincadas explicaciones. La estrechez, el sesgo y el
esquematismo de la vieja mentalidad nos llevaron a una evaluación equivocada de
los principios esenciales que los confundimos con los secundarios: las
conexiones inter funcionales. Pusimos la atención en el signo (en la
herramienta) en detrimento de la operación
con él, al representarlo como algo simple que pasa por tres fases: mágica—externa—interna.
Pero el nudo es externo y el diario de la adolescente es externo. De ahí tenemos
un mar de hechos pobremente explicados y un deseo de profundizar aún más en los
hechos, es decir, evaluarlos teóricamente en diferentes modos.
Aún más importante, él continúa
su auto-crítica como sigue:
2. Las
funciones superiores e inferiores no están construidas en dos niveles: su
número y nombres no coinciden. Pero nuestra comprensión previa no estaba bien, sea:
la función superior domina a la inferior (la atención voluntaria subordina a la
atención no voluntaria) porque esto significa exactamente —en 2 niveles
(Zavershneva, 2010b, pp. 41–42)
Psicológico/psíquico (también traducido como “mental”,
“intelectual”) es una muy curiosa palabra en el discurso “vygotskiano”.
La historia de la recepción y construcción social de esta pareja terminológica
presenta un caso interesante y un objeto de estudio en sí mismo para un historiador
de la ciencia. Por ejemplo, el título del segundo libro de Vygotski de 1960 publicado
en la post guerra se refería a las “funciones psíquicas superiores” justo en la
portada de la publicación (Vygotskii, 1960). Así, se cree por lo común —al
menos entre los psicólogos rusos contemporáneos—que Vygotski postuló las “funciones psíquicas superiores” (vuisshie psijícheskie
funktsii) como la noción central de su teoría. Tal como ahora sabemos a partir
de nuestra discusión de la noción de las funciones, esto no es correcto. Aún
menos correcto es el atributo usado en esta frase: “psíquico” como aquello
relacionado con la psique (psíjika). El académico alemán Peter Keiler fue el
primero en investigar a fondo y meticulosamente este problema terminológico y llegar a una conclusión
bastante sorprendente, que Vygotski de hecho nunca usó esta expresión en sus escritos. En
su lugar, constantemente usaba otra, ligeramente diferente frase: “funciones
psicológicas superiores” (vuisshie psijologuícheskie funktsii). Debemos descartar
la diferencia entre “psíquico” y “psicológico” como algo menor e irrelevante. Al
hacerlo, estaríamos en desacuerdo con Keiler, el cual con firmeza insiste en la importancia
de esta distinción terminológica para Vygotski e incluso da una interpretación
algo cuestionable del significado de esta distinción (para la discusión ver
Keiler, 2012). Y sí, la diferencia entre “psíquico” y psicológico” por una u otra razón era de hecho
bastante crucial para Vygotski, quien dio clara indicación de la importancia de
esa distinción para él. Así, en una de sus notas de archivo de 1933-34 (titulada
“NB! Sobre Zaks y Kogan. Intelecto y Dinámica”) Vygotski sin ambigüedades
distingue entre las dos nociones:
La consciencia determina la vida…, pero ella misma deriva de
la vida, y forma su componente: ergo la vida determina la vida [a sí misma] a
través de la consciencia. Tan pronto como separamos el pensamiento de la vida (de
[su] dinámica) —[i.e.,] lo consideramos como un concepto de la psique más
que de lo psicológico—nos bloqueamos la vía para investigar y explicar
su característica suprema: determinar el modo de vida y de conducta, actuar,
influir (Zavershneva, 2010b, p. 48)
Esta distinción parecía crucial
también para los editores de las publicaciones de Vygotski, empezando con su colección de obras póstumas
que salió a fines de 1934 e inicios de 1935
bajo el título “Pensamiento y habla” (Vygotskii, 1934a). En estas publicaciones
soviéticas —aquellas de la preguerra y la mayoría de la posguerra, esto es, del
periodo de la Guerra fría— la frase original de Vygotski “funciones
psicológicas superiores” era de modo consistente (aun que no en todos los casos)
reemplazada por la frase “funciones psíquicas superiores”. De modo subsecuente,
esta frase fue postulada para presentar el objeto central de la teoría de
Vygotski la cual, como vemos, es completamente errónea. Este tema, tan interesante
como es, se relaciona con la historia de la recepción y construcción social de
la teoría de Vygotski; por lo tanto, está claramente más allá del objetivo de
la presente discusión de las ideas propias de Vygotski.2 Así, no divaguemos
y regresemos el tema principal.
2 Basta con subrayar que la confusión entre “psíquico”
(alternativa: “mental”, “intelectual”) y “psicológico” en la llamada literatura
“vygotskiana” es mucho más persistente, a pesar de toda la literatura crítica que
se ha acumulado a la fecha. Así, por ejemplo, la más reciente traducción
francesa del manuscrito de Vygotski programado para salir en 2014 todavía lleva
la palabra “psíquico” en su portada: http://ladispute.atheles.org/individualitepsychologie/histoiredudeveloppementdesfonctionspsychiquessuperieures
“Superior/(lo) más alto”
En suma, lo que queda de lo comúnmente
se cree es un conjunto en la frase de piedra “funciones psicológicas/psíquicas superiores”
al parecer no resiste la prueba del análisis histórico de los textos de Vygotski.
Así, lo que nos queda es una palabra de las tres —ni “funciones” ni “psicológicas”,
sino “superior” —la cual, por extraño que sea,
parece calificar como candidata para el concepto central aunque muy vago
del pensamiento de Vygotski a lo largo de su vida. La palabra ocurre en los
textos de Vygotski muchas veces y en diferentes ocasiones. Pero no carece de
problemas. La palabra rusa que Vygotski usa —vuísshiy (singular) o vuísshie
(plural)— no nos permite determinar sin ambigüedades la forma gramatical y,
por lo tanto, cuál es el significado de esta palabra. Así, comparada con vuisókiy,
es decir ‘alto’, gramaticalmente la palabra puede significar ya sea algo comparativo,
esto es, ‘más alto’, o un superlativo, es decir, ‘lo más alto’. Nuestro
análisis del uso de la palabra en los escritos de Vygotski sugiere que pudo
usarla con ambos significados de modo intercambiable, dependiendo del contexto,
lo cual también complica nuestra tarea de comprender el significado de la
palabra y la verdadera idea detrás de ella.
Por ejemplo,
vuísshie (es decir, superiores o los más altos) en los textos de Vygotski
puede ser dos tipos de “conducta
superior” (o “formas superiores de conducta”) tales como
(1) los “procesos de dominar los medios externos del
desarrollo cultural y el pensamiento” 3 (Vygotski incluyó en esta categoría:
lenguaje, escritura, cálculo, dibujo, etc.) y, por otro lado,
(2) los “procesos del desarrollo de las funciones psíquicas
superiores especiales que no son ni distintas ni claramente determinadas” 4
(de acuerdo con Vygotski, esta categoría incluyó atención voluntaria, memoria lógica,
formación de conceptos, etc.).
3
Original: “процессы овладения внешними средствами культурного развития и
мышления”
4
Original: “процессы развития специальных высших психических функций, не отграниченных
и не определенных сколько-нибудь точно”
A inicios de los 1930 Vygotski
reconoció la vaguedad, inconsistencia y heterogeneidad de estos dos subgrupos, pero
aún decía que podría explicar su aparente incompatibilidad con ayuda de los
esquemas de la mediación instrumental y, luego, de la ayuda con el signo (Vygotskii,
1983, p. 24).
La multitud
y diversidad de los diferentes tipos de “superior” no están limitados por esta
muy general distinción categorial y en muchas ocasiones en los textos de Vygotski
nos encontramos con expresiones algo
oscuras como:
a) acerca
de la palabra (y generalmente del lenguaje):
“estadio superior (¿o el más alto?) en el desarrollo del hombre” («высшая степень
в развитии человека»), “signo superior” («высший знак») y “estadio superior del
desarrollo humano en comparación con la más alta expresión de la acción” («высшая
ступень развития человека по сравнению с самым высшим выражением действия»),
b) acerca
del concepto: “la más alta forma de generalización” («высшая форма обобщения»),
“la forma superior/más alta del pensamiento” o del “intelecto” («высшая форма мышления»
или «интеллекта»,
c) acerca
del pensamiento: “el plano superior del pensamiento”(«высший план мысли»), “el
tipo superior e idiosincrático de actividad y consciencia” («высший и своеобразный
тип деятельности и сознания») (específicamente, acerca del pensamiento como
opuesto a la percepción y la memoria),
d) acerca
del monólogo que históricamente se desarrolló más tarde que el diálogo: la “forma
superior, más compleja del habla”) («высшая, более сложная форма речи»),
e) en varias otras ocasiones: “formas superiores del
desarrollo” («высшие формы развития»), “el piso superior del desarrollo” ( «высший
этаж поведения»), “estructura superior” («высшая структура»), “nivel de mayor
edad del desarrollo” («высшая возрастная ступень развития»), “punto superior en
el desarrollo animal” («высший пункт животного развития»; esta es la frase
usada para describir “el habla fonéticamente muy parecida a la humana” de los antropoides),
etc.5
5 Todos
estos ejemplos de lo “superior/lo más alto” pueden ser hallados en las páginas
de solo un libro —“Pensamiento y habla” de la edición de 1934— que de ningún
modo presenta una lista comprehensiva y completa de todos los usos posibles de
esta palabra en los textos de Vygotski.
Así, vemos que “vysshee” como “superior”
o “lo más alto” abunda en el discurso de Vygotski como una palabra muy importante,
es más, como una idea guía, pero no como una noción estricta y claramente definida,
sino como una imagen difusa y vaga, reminiscencia de aquellas que discute en su
“Pensamiento y habla” con relación al “pensamiento complejo” (o pensamiento en
“complejos”) (ver, por ej., capítulo 5 del libro de Vygotski).
Se necesita
distinguir estas instancias —vagas y esencialmente “vygotskianas” de vuísshiy–
de otros usos importantes de la palabra en el discurso de Vygotski, prestados de otros contextos y disciplinas científicas. Así,
en varios lugares de los escritos de Vygotski uno pasa a través de expresiones
como “actividad nerviosa superior” («высшая нервная деятельность»), “primates
superiores” («высшие приматы»; típicamente, en el contexto de la discusión de
los experimentos de Wolfgang Köhler con antropoides) y similares. Estas frases son
expresiones establecidas muy usadas en el discurso académico que están más allá
de los confines del complejo campo semántico de “superior/lo más alto” en su
significado claramente vygotskiano. En efecto, “actividad nerviosa superior” es
la expresión que pertenece por completo a, y se asocial con, el programa de
investigación del fisiólogo ruso, premio Nobel Iván Pávlov (1849-1936). A su
vez, “primates superiores” es la designación de los simios humanos o antropoides.
Y todavía
hay una expresión en los textos de Vygotski de los últimos dos-tres años de su
vida que es claramente distinta de la lógica de su teorización sobre de las “formas
superiores de la conducta” etc. y, al mismo tiempo, tiene algo —aunque distante—
de parecido a ella. Esta es la frase de Vygotski “centros superiores” («высшие центры»)
que usó en sus reflexiones acerca de la estructura
y funcionalidad de la corteza cerebral de los humanos y “animales superiores”. En
estos contextos, vemos cómo Vygotski revisa las primeras y bastante ingenuas
visiones mecanicistas “reflejológicas” y “reactológicas” de las bases
fisiológicas de las “formas superiores de la conducta” e incluye los “centros
superiores en las relaciones funcionales” («высшие в функциональном отношении центры»)
en sus análisis teóricos (Vygotskii, 1934c, p. 38).
La
expansión de Vygotski hacia los temas tradicionalmente asociados con la
investigación y práctica fisiológica, psiquiátrica y neuropsicológica y, así, la
todavía mayor expansión del campo semántico de la palabra “superior” (y sus derivados),
son características de sus últimos textos sobre paidología, defectología y psiconeurología
de 1933-1934. Estos temas, junto con su
busca de los modos de investigar los procesos de crear significado y cognición
constituyen de modo acumulativo el centro del más avanzado y último periodo de formación
de la teoría de Vygotski hasta su muerte en junio de 1934 (ver, por ej., capítulo
7, “Las leyes del desarrollo del sistema nervioso” en Vygotskii, 1934b; ver también
Vygotskii, 1934c, 2001, pp. 132–151). Y así, estos desarrollos tardíos del
pensamiento de Vygotski son solo adiciones periféricas a la principal línea de
su pensamiento sobre los fenómenos y procesos “superiores”. Entonces, ¿cuál es
esta línea principal? Vamos a discutirlo después.
“Genios” y otras personas extraordinarias
Muy temprano en su vida Vygotski
se interesó en los temas de lo inusual, extraordinario, lo que supera las
capacidades y habilidades naturales, promedio, de una persona “normal”. Muchos
trazos de este interés en lo excepcional pueden hallarse en sus primeros escritos
sobre crítica literaria, como sus ensayos de 1916 sobre el Hamlet de Shakespeare
(Vygotskii, 1965) o su ensayo de 1920 sobre la interpretación rebelde y
prometeica de León Tolstói sobre el secreto de la genialidad de Shakespeare en
su desarrollo social.6 Quizás la evidencia más clara y franca de este
interés en los poderes humanos súper-normales es el artículo de Vygotski
titulado “Genialidad” (esto es, la cualidad de ser un genio, gueniálnost)
que escribió para la Gran Enciclopedia Médica (Vygotskii, 1929). Según esta nota
de enciclopedia, la cualidad de ser un genio es “el grado más alto de competencia
que se revela en la máxima productividad creativa que tiene importancia excepcional
en la vida social”.7 En este artículo Vygotski reflexiona sobre la “estructura
idiosincrática de la personalidad de un genio, la increíble fuerza y tensión de
su creatividad que sobrepasan las de la norma”8 y, refiriéndose al
psiquiatra italiano Enrico Morselli (1852-1929), expresa la opinión que “en apariencia,
el genio es una variación evolutiva y progresiva de la especie humana”.9
6 Ver
en línea la re publicación en la revista PsyAnima
de 2013 el original y la traducción a varios idiomas: http://www.psyanima.su/journal/2013/1/index.php
7
Original: «высшая степень одаренности, проявляющаяся в максимальной творческой продуктивности,
имеющей для соц[иальной] жизни исключительное историческое значение» (РЕФ, ЛСВ,
1929, с. 612)
8
Original: о «своеобразной структуре личности гениального человека, поразительной
сила и напряжении творчества, превосходящих в огромной мере нормальные»
9
Original: «повидимому (sic), гений—эволюционирующая, прогрессивная вариация человеческого
типа»
Esta “variación progresiva de
la especie humana” es de considerable interés para Vygotski, y no solo desde el
punto de vista teórico. Así, por ejemplo, las capacidades humanas superiores a
lo normal devinieron objeto de un proyecto de investigación longitudinal en el
laboratorio de investigación práctica de Vygotski-Luria cuando, a mitad de los 1920,
toparon con Solomón Shereshevski (1886—1958). Shereshevski, corresponsal de un
periódico local de la época, buscó a Luria y Vygotski con la solicitud de
consulta sobre su extraordinaria memoria que le permitía recordar una considerable
cantidad de información —verbal o visual— sin siquiera tomar notas o usar medios
auxiliares. Después, Shereshevski ideó técnicas y estrategias específicas para
recordar, lo cual aumentó aún más sus habilidades mnemónicas y eventualmente
llegó a ser un mnemonista profesional. La fenomenal memoria de Shereshevski disparó
el agudo interés de Vygotski en los fenómenos del eidetismo y la sinestesia, lo
que fue descrito en el último capítulo, el sexto, del libro de A.N. Leóntiev
“Desarrollo de la memoria. Investigación experimental de las funciones
psicológicas superiores” (Leontiev, 1931) y después, en el famoso libro de Luria
La mente de un mnemónico que resumió varias décadas de investigación y
observaciones (Luria, 1968). Shereshevskii al parecer causó bastante impresión
en Vygotski. Así, por lo que sabemos de los recuerdos de infancia de sus hijas,
Vygotski desarrolló una mnemotecnia que le permitió recordar más de cien
palabras no relacionadas y bajo petición las reproducía en orden aleatorio
durante sus reuniones familiares privadas y en conferencias públicas
(Vygodskaya & Lifanova, 1996, pp. 312–313).
Otro
personaje con habilidades psicológicas extraordinarias que mucho atrajo a Vygotski
fue Román Arrago (1883-1949), un fenomenal calculista mental quien, como
Shereshevski, participó en varios shows, conciertos y eventos públicos durante los
cuales realizó la mayor parte de las complicadas operaciones matemáticas en su
mente, esto es, sin ningún medio y ayuda auxiliar visibles.10 Vygotski conoció a Arrago en
abril de 1934 —justo un par de meses antes de morir. El cuaderno con el
registro detallado de su conversación ha sido preservado en el archivo privado
de Vygotski (Zavershneva, 2010b, p. 53).
10 Sobre
Arrago ver en la revista soviética Science and Life, No. 5, 1968, el artículo
titulado "Actor-mathematician" por Arcady Gromov; traducción en línea:
http://stepanov.lk.net/mnemo/arraarte.html
Otra fuente de inspiración de Vygotski
durante el periodo de 1932-1934 fue el brillante y excéntrico poeta futurista Vielimir Jliébnikov
(1885-1922). Tal como queda claro en la publicación de Yekatierina Zavershneva de
la libreta de Vygotski, Octubre 1932, él estaba planeando dedicar a Jliébnikov y
su creatividad artística toda la sección de su libro no escrito sobre la consciencia
que estaba planeando alrededor de 1932. Así, Zavershneva dice: “Respecto al
caso Jliébnikov (que también aparece en Pensamiento y habla), éste
pertenece no a una versión “normal” sino más bien a una versión del desarrollo
súper normal del “genio”, a cómo la poesía y la creatividad verbal abren nuevas
posibilidades, una nueva libertad para el hombre” (Zavershneva, 2010c, p. 64). El
tipo de libertad aquí significada es la libertad de pensar desde los confines del
lenguaje. Como poeta futurista, Jliébnikov a menudo expresaba su insatisfacción
con las existentes “herramientas” lingüísticas fácilmente disponibles en
cualquier idioma y se aventuró a crear desde cero nuevas “herramientas” propias.
En sus notas, Vygotski discutía los intentos de Jliébnikov “de fusionar
palabras, al crear nuevas vías del pensamiento a las palabras, a través de
nuevos significados de las palabras” y subrayó que “el mismo Jliébnikov comparó
este trabajo con pavimentar una carretera de un valle a otro; él hablaba de una
nueva ruta (más) directa de Moscú a Kíev sin pasar por Nueva York, y se llamó a
sí mismo un ferroviario de la lengua” (Zavershneva, 2010c, p. 65). La “genialidad
de Jliébnikov”, desde el punto de vista de Vygotski, está en la rebelión
creativa del poeta que se permite generar nuevas formas cultural—estéticas—lingüísticas
a través de la destrucción de las viejas, tradicionales. El mundo poético de Vielimir
Jliébnikov está densamente poblado de un amplio rango de neologismos —nuevas
palabras que el autor creó deliberadamente para expresar nuevas, únicas y específicas
imágenes, ideas y emociones. Entre estos neologismos uno podría encontrar la
palabra “suprahombre” (en ruso: “zachieloviek”) significando aproximadamente al
“hombre del futuro” que posee ciertas habilidades todavía no disponibles en el
ser humano actual.
A su
vez, no tenemos evidencia de que Vygotski alguna vez discutiera sobre un “suprahombre”.
Pero algunos de sus textos son ricos en referencias al “superhombre” usado en
sentido bastante similar. Parece que esta palabra, su contexto cultural y las
imágenes detrás de ella son demasiado importantes en nuestra busca del
pensamiento de Vygotski sobre los “procesos superiores” y, generalmente, el núcleo
de toda su teoría inconsistente y dramáticamente cambiante como lo fue durante
la década más productiva de su vida, desde el inicio de la carrera de Vygotski
en Moscú de 1924 hasta su fallecimiento en 1934.
El superhombre de Friedrich Nietzsche
Las referencias a un “superhombre”
pueden ser halladas en una serie de textos de
Vygotski y, a juzgar por el contexto, esta idea pareció bastante importante
para él. Así, por ejemplo, en una de sus cartas de 1927 a su más cercano colaborador
Alexander Luria, Vygotski escribió sobre su emoción por un nuevo contrato para
un libro que le daría oportunidad de “bosquejar la teoría psicológica desde el
punto de vista de la cultura y el superhombre”.11
11
Original en la carta de Vygotski a Luria del 26 de julio, 1927: «изложить в общих
чертах психологию в аспекте культуры и сверхчеловека» (Ref. Выготский, письма,
2004, p. 11).
Las referencias al “superhombre”
abundan en los diferentes textos de Vygotski destinados a ser libros, capítulos
de libro y otras publicaciones relativamente menores que abarcan no menos que
de 1923 a 1930.12 Aún más, tenemos datos para creer que en una serie
de ediciones póstumas del periodo soviético, estas referencias fueron
reemplazadas por razones políticas con la frase “hombre nuevo”, que Vygotski
usó en esencia con el mismo sentido de “superhombre”.13 La fuente de
esta idea del “superhombre” y, en última instancia, el agudo interés de
Vygotski por esta idea es bastante obvio, y Vygotski en varios lugares de sus
obras escritas indica el autor. Así, por ejemplo, en su versión original del
manuscrito del “Significado (histórico) de la crisis en psicología” —antes de
ser censurado sin piedad en la publicación soviética editada por Mijaíl
Yaroshevski (Zavershneva & Osipov, 2012a, 2012b)— Vygotski escribió:
<Aquí tenemos el único ejemplo donde las palabras psicólogo
paradójico —quien definió la psicología
como la ciencia del superhombre— están justificadas>: en la sociedad del futuro, la
psicología será sin duda la ciencia del <superhombre>. Sin esto, la perspectiva
del marxismo y la historia de la ciencia estarían incompletas. Pero esta
ciencia del <superhombre> sin embargo será la psicología; ahora tenemos
en nuestras manos el hilo que nos lleva a ella (énfasis agregado; tomado de Zavershneva & Osipov, 2012a, p. 82; todas
las supresiones editoriales restauradas están entre paréntesis angulares, todas
las sustituciones de “superhombre” por “hombre
nuevo” son restauradas aquí).14
12 Una
media docena de textos de Vygotski con referencias al “superhombre” ha sido identificada.
Estos textos incluyen ‘Psicología pedagógica”
(Ref. 1926), “La psicología del arte” y “El significado (Histórico) de la
crisis en psicología” (todos son obras extensas), “La ciencia de la psicología”
[Psijologuícheskaia nauka] (1928); “La transformación socialista del hombre”
[Sotsialistícheskaia pieriedielka chelovieka] (Vygotsky, 1930) (ambos capítulos
de libro), así como el artículo “Psicología en nuestra escuela: cómo debería
ser enseñada la psicología” [Psijológuia v nashei shkolie. Kak nado seichás
prepodavat psijológuiu], que Vygotski presentó
al Segundo Congreso Psiconeurológico de toda Rusia en una sesión conjunta
dedicada a la psicología, la reflejología y la paidología el 9 de enero de 1924.
Para la discusión de estos textos ver Zavershneva (2012).
13 Así,
por ejemplo, la comparación del libro publicado con la versión original del
texto escrita a máquina reveló que las referencias al “superhombre” fueron
cambiadas por “el hombre nuevo” en “La psicología del arte” de Vygotski, que
salió primero en la Unión Soviética en 1965 (ver Zavershneva, 2012, p. 61, pie
de página 15).
14
Original: “<Здесь единственный раз оправдываются слова парадоксального психолога,
который определял психологию, как науку о сверхчеловеке:> в будущем обществе
психология действительно будет наукой о <сверхчеловеке>. Без этого перспектива
марксизма и истории науки была бы неполна. Но и эта наука о <сверхчеловеке>
будет все же психологией; мы теперь держим у себя в руках нить от нее” (Zavershneva
& Osipov [PsyAnima], 2012, p. 71)
Este “psicólogo paradójico” es el
pensador alemán —filólogo, psicólogo y filósofo— Friedrich Nietzsche
(1844-1900), cuyo impacto en Vygotski y en toda la generación de intelectuales
rusos del primer tercio del siglo 20 fue tan profundo como diverso y, en muchos
casos, discreto.15 Para la discusión extensa y muy detallada del nietzscheanismo
ruso de la época uno debería ver la serie de obras publicadas por y bajo la
edición de Bernice Glatzer Rosenthal.16 Para nuestros propósitos
actuales será suficiente señalar varias de las más importantes ideas y rasgos
del nietzscheanismo ruso. Así, de acuerdo con Rosenthal,
Las obras del “filósofo con martillo” tocaron profundas
cuerdas culturales, al reverberar, reforzar y reactivar ideas propias de Rusia.
Sus llamativos slogans e imágenes memorables permanecían en la gente mucho tiempo después de haberlo leído. Nietzsche fue
la chispa que fundió elementos discretos, en apariencia contradictorios, en nuevas
amalgamas tales como el marxismo nietzscheano y la cristiandad nietzscheana. Algunas
de éstas fueron inestables y transitorias.
Otras resistieron y evolucionaron, pero una idea permaneció constante: el arte
puede crear una nueva consciencia, un nuevo ser humano, una nueva cultura y un
nuevo mundo. Nietzsche imbuyó a los radicales de varias convicciones con visiones
de total transformación ante las cuales el liberalismo y el marxismo evolutivo
palidecieron (Rosenthal, 2002, p. 2).
15 La
literatura académica sobre Friedrich Nietzsche es simplemente enorme y muy
diversa. Como punto de partida para leer a Nietzsche, su vida, pensamiento y
legado quizás una de las elecciones es el clásico libro que abre los ojos de
Walter Kaufmann característicamente titulado “Nietzsche: Filósofo, Psicólogo,
Anticristo” (Ver ref.).
16 Ref.: Rosenthal, Bernice Glatzer (Ed.)
(1986). Nietzsche in Russia. Princeton, N J: Princeton University Press. Ibídem
(1994). Nietzsche and Soviet Culture: Ally and Adversary. Cambridge: Cambridge
University Press. Rosenthal, B. (2002). New myth, new world: From Nietzsche to
Stalinism. University
Park, PA: Pennsylvania State University Press.
Más adelante Rosenthal continua
así sobre el marxismo nietscheano:
Los intelectuales bolcheviques no confinaron su lectura a las
obras marxistas. Ellos conocían la literatura y filosofía rusa y europea y se
mantenían al día de las tendencias actuales en el arte y las ideas. Aspectos del
pensamiento de Nietzsche eran sorpresivamente compatibles con el marxismo o
trataban temas que Marx y Engels habían descuidado. Nietzsche sensibilizó a los
bolcheviques comprometidos con la razón y la ciencia de la importancia de los
aspectos no racionales de la psique humana y de la utilidad psico-política del
símbolo, el mito y la cult... La obsesión soviética de crear una nueva cultura surgió
primero de Nietzsche, Wagner y sus divulgadores rusos. Marx y Engels nunca desarrollaron
una teoría detallada de la cultura porque ellos la consideraban parte de la superestructura
que cambiaría para seguir con los cambios de la base económica (Rosenthal,
2002, pp. 2–3).
Eventualmente, el núcleo de las
ideas nietzscheanas también migró al estalinismo de los 1930 y, de acuerdo con Rosenthal,
“el pensamiento de Nietzsche afectó los aspectos del estalinismo que las explicaciones
basadas en el conflicto de clases, el cálculo
racional del ‘hombre económico’, o la teoría de la modernización no
pueden explicar” (Rosenthal, 2002, p. 3).
Con
respecto al concepto de “superhombre” (Übermensch) de los escritos y
pensamiento de Nietzsche aparentemente auto-contradictorios y ambiguos, uno
queda invitado a familiarizarse directamente con las obras de Nietzsche, tales
como “Así hablaba Zaratustra” (Also
sprach Zarathustra). El “superhombre
de Nietzsche” —que tal vez debería ser traducido más correctamente del alemán “Über-mensch”
como “supra-hombre”— hace su primera aparición en “Así hablaba Zaratustra” con
palabras dirigidas al hombre común (como todos nosotros):
Te enseño al Übermenschen. El hombre es algo que
debería ser superado. ¿Qué has hecho para superarlo?... ¿Qué es el mono para el
hombre? Una risa o una dolorosa vergüenza. Y el hombre será justo eso para el
suprahombre… El hombre es una cuerda, atada entre la bestia y el suprahombre —una
cuerda sobre un abismo (tomado de Kaufmann, 1974, pp. 309–310).
En otro lugar Nietzsche advirtió
a sus lectores de los peligros de la sobre-simplificación, la trivialización y la incomprensión de lo que él quería decir con
su “suprahombre” y confundirlo con “los mejores hombres” conocidos por la gente,
todos muy distante del ideal de un suprahombre y de “lo demasiado humano”, al
gusto de Nietzsche:
La palabra “suprahombre” como designación de un tipo de logro
supremo, opuesto al hombre “moderno”, al hombre “bueno”, a los cristianos y
otros nihilistas… ha sido entendida casi
en todas partes con la máxima inocencia en el sentido de aquellos mismos
valores cuyos opuestos Zaratustra tenía que representar —esto es, un tipo “idealista” de
un tipo superior de hombre, mitad “santo”, mitad “genio”. Otros bueyes
académicos me han imaginado como darwinista por esa razón (citado en Kaufmann,
1974, p. 313).
Vygotski no era la excepción
para sus contemporáneos, y las diferentes influencias de Nietzsche en él pueden
ser trazadas tan temprano como en sus primeras obras escritas: aquellas sobre
la cultura, historia y tradición judía, crítica literaria y de teatro. Y así,
la concepción de Vygotski del superhombre y su efecto sobre su pensamiento
acerca de la psicología humana pareció derivar no directamente de Nietzsche, sino
más bien de uno de aquellos nietzscheanos marxistas llamado León Trotski
(1879-1940).
El superhombre de Vygotski como la voz de León
Trotski
Trotski fue quizás uno de los
más prominentes y brillantes autores que expresaron la versión bolchevique de
las ideas nietzscheanas del “superhombre” como alguien libre de los límites de
la sociedad de clases y las leyes biológicas (por ej. las genéticas, las fuerzas
sexuales e impulsos subconscientes profundos). Las referencias al mismo
fragmento de la cita del capítulo 8 del libro de Trotski “Literatura y revolución”
(1923) pueden ser halladas en por lo menos tres libros de Vygotski de los 1920.
Estas citas invariablemente concluían la discusión en obras tales como “Psicología
pedagógica”, “La psicología del arte” y “El significado (histórico) de la
crisis en psicología”. Vygotski citó este fragmento de Trotski casi
literalmente, así tenemos todas las razones para creer que el autor lo
consideró muy importante y fundamental para su propio pensamiento. Este es el
fragmento algo largo del texto de Trotski:
El hombre al fin comenzará a armonizarse en serio. Hará su
empresa lograr la belleza al dar al movimiento de sus propios miembros la
máxima precisión, propósito y economía en su trabajo, su paseo y su juego. Tratará
dominar primero los procesos semiconscientes y luego los subconscientes de su
propio organismo, tales como la respiración, la circulación de la sangre,
digestión, reproducción y, dentro de los límites necesarios, tratará
subordinarlos al control de la razón y la voluntad. Hasta la vida puramente
fisiológica será objeto de experimentos colectivos. La especie humana, el
coagulado Homo sapiens, una vez más entrará en estado de radical transformación
y, con sus propias manos, devendrá objeto de los más complicados métodos de
selección artificial y entrenamiento psico-físico. Esto va de acuerdo con la
evolución [...]
El hombre hará su propósito dominar sus propios sentimientos,
elevar sus instintos a la altura de la consciencia para hacerlos transparentes,
extender los alambres de su voluntad hacia huecos ocultos, y por lo tanto
elevarse a sí mismo a un nuevos plano para crear un tipo biológico más social
o, si lo prefieren, un superhombre.
Es difícil predecir el grado de auto-gobierno que el hombre
del futuro pueda alcanzar o las alturas a las que pueda llevar su técnica. La
construcción social y la auto-educación psico-física devendrán dos aspectos de
uno y el mismo proceso. Todas las artes – literatura, drama, pintura, música y
arquitectura darán a este proceso una
forma hermosa. Más acertadamente, la capa con la que se cubrirá la construcción
cultural y la auto-educación del hombre comunista, desarrollará todos los
elementos vitales del arte contemporáneo al punto más alto. El hombre se
volverá sin medida más fuerte, más sabio y sutil; su cuerpo se volverá más
armonizado, sus movimientos más rítmicos, su voz más musical. Las formas de la
vida devendrán dinámicamente dramáticas. El promedio del tipo humano crecerá a
las alturas de un Aristóteles, un Goethe, o un Marx. Y por encima de esta
cresta se elevarán nuevos picos.17
17 Ver
en línea la fuente: https://www.marxists.org/archive/trotsky/1924/lit_revo/ch08.htm. Cf. original: Человек примется, наконец,
всерьез гармонизировать самого себя. Он поставит себе задачей ввести в движение
своих собственных органов – при труде, при ходьбе, при игре, - высшую отчетливость,
целесообразность, экономию и тем самым красоту. Он захочет овладеть полубессознательными,
а затем и бессознательными процессами в собственном организме: дыханием, кровообращением,
пищеварением, оплодотворением – и, в необходимых пределах, подчинит их контролю
разума и воли. Жизнь, даже чисто физиологическая, станет коллективно-экспериментальной.
Человеческий род, застывший homo sapiens, снова поступит в радикальную переработку
и станет – под собственными пальцами – объектом сложнейших методов искусственного
отбора и психологической тренировки. Это целиком лежит на линии развития. [...]
Человек поставит себе целью овладеть собственными чувствами, поднять инстинкты на
вершину сознательности, сделать их прозрачными, протянуть провода воли в подспудное
и подпольное и тем самым поднять себя на новую ступень, – создать более высокий
общественно-биологический тип, если угодно – сверхчеловека.
До каких
пределов самоуправляемости доведет себя человек будущего – это так же трудно предсказать,
как и те высоты, до каких он доведет свою технику. Общественное строительство и
психо-физическое самовоспитание станут двумя сторонами одного и того же процесса.
Искусство словесное, театральное, музыкальное, архитектурное – дадут этому процессу
прекрасную форму. Вернее сказать: та оболочка, в которую будет облекать себя процесс
культурного строительства и самовоспитания коммунистического человека, разовьет
до предельной мощности все жизненные элементы нынешних искусств. Человек станет
несравненно сильнее, умнее, тоньше; его тело – гармоничнее, движения ритмичнее,
голос музыкальнее. Формы быта приобретут динамическую театральность. Средний человеческий
тип поднимется до уровня Аристотеля, Гёте, Маркса. Над этим кряжем будут подниматься
новые вершины.
Las referencias directas a Trotski
dejaron de existir en la obra de Vygotski alrededor de 1927, cuando Trotski
perdió su poder dentro del Estado y de las autoridades del Partido Comunista y
después se exilió en Kazajstán, y luego en el extranjero. Pero las ideas
centrales sobre el “superhombre” del futuro que Vygotski presentó en oposición a
Nietzsche, permanecieron prácticamente sin cambios y bastante en línea con la
profética descripción de Trotski del “hombre nuevo” del futuro socialista.
Así,
la más temprana discusión conocida del “superhombre” corresponde a 1923 y se ha
conservado como un artículo, “Psicología en nuestra escuela: Cómo debería
enseñarse la psicología” [Psilológuia v nashei shkolie. Kak nado seichás
prepodavat psijológuiu], que Vygotski presentó al Segundo Congreso
Psiconeurológico de toda Rusia en una sesión de psicología, reflejología y
paidología el 9 de enero de 1924. Así es como terminaba este trabajo:
[T]odos dicen, por otro lado, que la psicología está
realmente ahora en el camino hacia el logro de una racionalización de las
fuerzas más elementales y ciegas del cuerpo y del dominio de todo el aparato consciente
y subconsciente de la mente y que lo subordinará del mismo modo que el mundo de
las fuerzas externas está subordinado. Aquí,
los sueños más audaces palidecerán en comparación con la realidad en el curso
de, tal vez, unos cuantos años. Trotski a este respecto habla de la consciencia
del hombre nuevo, del superhombre, pero no en el sentido nietzscheano de la
palabra, no de una nueva raza biológica, sino de un superhombre socialmente
organizado, iluminado a través de, en cada escondrijo, las más elementales
fuerzas del cuerpo, liberado de la más aterradora esclavitud —la esclavitud de
sí mismo— y de la más amarga dependencia —de sus propios nervios y mente— subordinándose
a sí mismo del juego de las fuerzas interiores del cuerpo como lo hace de las
fuerzas externas de la naturaleza (tomado de Zavershneva, 2012, pp. 55–56).
En 1930, en el artículo de Vygotski
titulado “La alteración socialista del hombre” el tono, las referencias y la fraseología
cambian un poco, pero la voz del no citado Trotski aún puede ser fuertemente
discernida:
Cuando la alteración del hombre y la creación de un nuevo nivel
superior de la personalidad y la conducta humana están bajo discusión, es
inevitable que las ideas de un nuevo tipo de ser humano conectadas con la
teoría de Nietzsche del superhombre sean mencionadas. Procediendo de la
suposición perfectamente verdadera que la evolución no se detuvo con el hombre
y que el tipo moderno de ser humano representa nada más un puente, una forma
transicional que lleva a un tipo superior, que la evolución no agotó sus
posibilidades cuando creó al hombre y que el tipo moderno de personalidad no es
el mayor logro ni la última palabra del proceso del desarrollo, Nietzsche
concluyó que una nueva creatura puede surgir durante el proceso de la
evolución, un superhombre, que tendrá la misma relación con el hombre contemporáneo,
como el hombre contemporáneo la tiene con el mono.
Sin embargo, Nietzsche imaginó que el desarrollo de este tipo
superior de hombre estaba sujeto a la misma ley de la evolución biológica, la
lucha por la vida y la selección basada en la sobrevivencia del más apto, que
prevalece en el mundo animal. Es por esta razón que el ideal de poder, la
autoafirmación de la personalidad humana en toda la plenitud de su poder
instintivo y ambición, el tosco individualismo y los hombres y mujeres
excepcionales, formaron, según Nietzsche, el camino para la creación del
superhombre.
Esta teoría es errónea, porque ignora el hecho que las leyes
de la evolución histórica del hombre difieren fundamentalmente de las leyes de
la evolución biológica y que la diferencia básica entre estos dos procesos
consiste del hecho que un ser humano evoluciona y se desarrolla como un ser histórico,
social. Solo un alzamiento de la humanidad hacia un nivel superior de la vida social,
la liberación de toda la humanidad, puede llevar a la formación de un nuevo
tipo de hombre.
Sin embargo, este cambio de conducta humana, este cambio de la
personalidad humana, lleva inevitablemente
a una mayor evolución del hombre y a la alteración del tipo biológico del
hombre. Al haber dominado el proceso que determina su propia naturaleza, el
hombre que lucha contra la vejez y las enfermedades, indudablemente crecerá
hacia un nivel superior y transformará la propia organización biológica de los
seres humanos. Pero esta es la fuente de la más grande paradoja histórica del
desarrollo humano, que esta transformación biológica del tipo humano llevada a
cabo mediante la ciencia, la educación social y la racionalización de todo el
modo de vida, no representa un prerrequisito sino que es el resultado de la
liberación social del hombre. En este sentido Engels, que había examinado
el proceso de la evolución del mono al hombre, dijo que es el trabajo el que
creó al hombre. Partiendo de esto, uno podría decir que las nuevas formas de
trabajo crearán al nuevo hombre y que este nuevo hombre se parecerá al viejo
tipo de hombre, ‘el viejo Adán’, solo en el nombre (Vygotsky, 1994, pp.
182–183).18
En suma, la futura “psicología
del superhombre” que Vygotski ambiciosa y triunfalmente anunció a inicios de
los 1920 como su primer y más inmediato objetivo en la ciencia, permaneció en su agenda a partir de 1930. Es
interesante y bastante instructivo ver cómo se desarrolló después durante la
primera mitad de los 1930 —hasta su muerte en 1934.
La psicología “de cumbres” (Viershínnaia psijológuia)
Como sabemos, a mediados de 1932
Vygotski estaba desesperado al buscar el nombre de su teoría psicológica que le
permitiría distinguirla con claridad de una serie de otras teorías psicológicas
contemporáneas. Todavía no estamos seguros si tal nombre fue acuñado
eventualmente, aunque hay algunas razones para creer que Vygotski estaba
bastante cerca de la solución definitiva del problema de la auto-designación. En
diciembre de 1932 durante una reunión de investigación con sus colaboradores y
asociados Vygotski finalmente pronunció la frase clave:
Nuestra palabra en psicología: lejos de la psicología superficial
—en la consciencia, el ser y el fenómeno no son iguales. Pero también nos
oponemos a la psicología profunda. Nuestra psicología es una psicología de
cumbres (no determina las "profundidades" de la personalidad sino sus
"cumbres") 19 (Vygotsky, 1997b, p. 137)
19
Original: Наше слово в психологии: от поверхностной психологии — в сознании явление
не равно бытию. Но мы себя противопоставляем и глубинной психологии. Наша психология
— вершинная психология (определяет не «глубины», а «вершины» личности).
La referencia a “cumbre”
(alternativamente: “altura”, “cima de la montaña”) en este contexto es muy
reminiscente del pronunciamiento programático de Nietzsche de “quien pueda
respirar en el aire de mis escritos sabrá que es el aire de las alturas” (ver
de Nietzsche “Ecce Homo”, vii). Por otro
lado, se parece mucho a las palabras de Trotski sobre el futuro tipo humano
promedio de los socialistas (y comunistas) que “crecerá a las alturas de un Aristóteles,
un Goethe, o un Marx” y, además, a la profecía bolchevique de Trotski de que “sobre
la cresta se elevarán nuevos picos” (ver arriba). En este caso parece que
tenemos un formidable testimonio del principal autor de la teoría que confirma ser
de origen nietzscheano-trotskiano y núcleo inmutable centrado en el conjunto de
ideas que giran alrededor de las nociones de un “superhombre”, al superar la
naturaleza humana, las habilidades supernormales y extraordinarias y la
evolución humana bio-social controlada.
El
programa de investigación de Vygotski sobre la “psicología de cumbres” de
1932-1934— a pesar de su similitudes fundamentales con sus primeros
pronunciamientos revolucionarios a inicios de los 1920— en varios aspectos es
bastante diferente de toda su obra de los 1920. En contraste con el “periodo instrumental”
de los 1920, el del Vygotski de los 1930 es el periodo de un cambio dramático de
la investigación de las conductas y actividades mediadas por herramientas a los
intentos de comprender los mecanismos más profundos que están detrás de esas
conductas. Así, a lo largo de estas líneas en su presentación programática de
diciembre de 1932 Vygotski mencionó “el camino hacia desarrollos ocultos internos
como una tendencia de la ciencia moderna” (Vygotsky, 1997b, p. 137). Los dos
últimos años de su vida Vygotski se acercaba a la gran teoría de la consciencia
que debía poner orden a la multitud de ideas, hipótesis y hallazgos, pero esto
nunca se cumplió. Vygotski nunca materializó su “psicología de cumbres” ni en
teoría ni en la práctica: permaneció a nivel de mero esbozo y pensamiento ilusorio
de un grupo de “soñadores” de los tiempos post-revolucionarios.
La
evaluación sumatoria de la contribución general de Vygotski a la psicología y específicamente a la teoría de la consciencia con
la que estaba más intensamente comprometido durante los últimos dos años de su
vida, puede ser hallada en una de las notas personales descubierta entre los
documentos de su archivo. Zavershneva presenta esta cita en su publicación de 2010
en inglés:
La serie “Progreso del manuscrito” incluye una nota que
aparentemente puede ser considerada como la última que hizo él antes de salir
del hospital. La nota “Conferencia (Zaks)” [Konferentsia (Zaks)] comienza con
las palabras de alguien más: Vygotski cita a algún funcionario de la ciencia
que pregunta por qué él necesita un auditorio grande, de qué va a hablar; luego
vienen notas fragmentarias de un simposio (una discusión de los casos clínicos
de Kogan y Zaks) y después el texto cambia de dirección, ya no corre
longitudinalmente hacia abajo de la página sino que se hace a través de ella. Es
una nota muy personal que de hecho va en ángulos rectos por todo el texto, arriba
de él. Refleja el modo como Vygotski se despide de lo que había sido el
propósito de su vida:
NB! Pro domo suo
Esto es lo último que he hecho en psicología —y moriré igual
que Moisés en la cumbre, habiendo vislumbrado la tierra prometida sin poner los
pies en ella. Adiós, queridas creaciones. Lo demás es silencio (Zavershneva,
2010b, p. 58)
Para dar luz sobre esto —bastante
pesimista y algo críptico— sugerimos comparar la auto-evaluación de la
contribución de Vygotski a la psicología con las declaraciones que hizo él en el
primero y último capítulos de su último libro publicado póstumamente, “Pensamiento
y habla”, donde igual de modo pesimista afirmó:
Entendemos perfectamente bien la inevitable imperfección de
aquel primer paso en la nueva dirección que buscamos hacer en este trabajo. Pero
vemos su justificación en el hecho que, en nuestra firme creencia, nos lleva hacia
adelante en la investigación del pensamiento y el habla en comparación con el
estado de este problema que se había formado
en psicología cuando comenzamos nuestro trabajo. No cubre el problema del
pensamiento y el habla como el problema clave de toda la psicología del hombre
y lleva directamente al investigador a una nueva teoría psicológica de la
consciencia. Sin embargo, tocamos este problema solo en las pocas palabras
finales de nuestra obra y se interrumpe la investigación en su mismo umbral20
(Vygotskii, 1934a, p. 3, traducción nuestra del ruso).
20
Original: Мы отлично сознаем все неизбежное несовершенство того первого шага в
новом направлении, который мы пытались сделать в настоящей работе, но мы видим
его оправдание в том, что он, по нашему убеждению, продвигает нас вперед в
исследовании мышления и речи по сравнению с тем состоянием этой проблемы,
которое сложилось в психологии к моменту начала нашей работы, раскрывая
проблему мышления и речи как узловую проблему всей психологии человека,
непосредственно приводящую исследователя к новой психологической теории
сознания. Впрочем мы затрагиваем эту проблему лишь в немногих заключительных словах
нашей работы и обрываем исследование у самого ее порога.
Esta afirmación se refleja en y
se aclara más adelante por las palabras finales en la última página del libro
donde Vygotski claramente afirma:
En la conclusión de nuestra investigación, no podemos quedarnos
con unas cuantas palabras sobre aquellas perspectivas que se despliegan más
allá de su umbral. Nuestra investigación nos lleva cerca del umbral de otro, aún
más vasto, incluso más profundo, más grandioso problema que el del pensamiento —es
el problema de la consciencia (Vygotskii, 1934a, p. 318, traducción nuestra del
ruso) 21 (para la discusión de la teoría de Vygotski sobre la
consciencia ver Zavershneva, 2014).
21
Original: Мы не можем в заключение нашего исследования не остановиться в
немногих словах на тех перспективах, которые раскрываются за его порогом. Наше исследование
подводит нас вплотную к порогу другой, еще более обширной, еще более глубокой, еще
более грандиозной проблемы, чем проблема мышления — к проблеме сознания.
La similitud y paralelo entre estos
fragmentos y sus imágenes son tan sorprendentes como obvias: escritos en el
mismo periodo, nos proporcionan la percepción de Vygotski sobre su obra como
inconclusa, abandonada en el “umbral” del último objetivo de su vida. Así, la
historia de la teoría de la consciencia de Vygotski (y de sus colaboradores) es
la recreación de la vieja trama bíblica, cuando el héroe, que llevó a su pueblo
de la esclavitud a la Tierra Prometida, debe morir sin poner sus pies en la
nueva tierra. Y aunque los escenarios y las metáforas que guían estos dos relatos
—uno el de Vygotski (y su equipo de investigación) y el otro de Moisés (y “su
gente”)— son bastante diferentes, en ambos casos la misión no fue del todo
completada y el héroe muere trágicamente.
El tratamiento de Nietzsche y Trotski por Vygotski:
Uso o Abuso?
Hemos demostrado la transformación
de la idea central del pensamiento de Vygotski desde sus primeras proclamaciones
de la necesidad de la “psicología del superhombre” hasta la más madura “psicología
de cumbres” y luego, el reconocimiento documentado de Vygotski de su falla en crear tal psicología. La
pregunta, entonces, sigue siendo qué tan consistente fue Vygotski en desarrollar
esta proclamada “psicología de cumbres” tras los pasos de Nietzsche y Trotski en
su investigación, teoría y práctica académica. Esta pregunta general puede ser dividida
en dos: ¿Qué tanta fe tenía Vygotski en Nietzsche? ¿Qué tan cerca seguía a Trotski?
En lo que sigue, primero discutiremos las interrelaciones de Vygotski con las
ideas de Nietzsche y, después, con las de Trotski.
Vygotski y Nietzsche
Vygotski sostuvo siempre que
solo a través del esfuerzo deliberado y consciente es posible lograr los
niveles más altos del ser humano y la existencia. Esta base axiomática y punto
de vista teórico sugiere por necesidad la unidad indivisible de la teoría y la
práctica sistemática dirigida hacia la perfección de los humanos, y requiere
consciencia y, aún más importante, auto-consciencia o, para usar un
término que está algo comprometido desde el punto de vista de la corriente
psicológica contemporánea, introspección y auto-observación. A pesar
de su tardía denuncia objetivista del método de la introspección y la auto-observación,
el Vygotski del primer periodo del arte y la crítica literaria (aproximadamente
1916-1923) demostró un dominio bastante impresionante de su variante del método
de la auto-observación —al que se refería como el método de la crítica del
lector— que incluía una exploración completa y objetiva de la obra de arte con base en su encuentro personal y directo con
una forma artística (Marques, 2012). Este punto de vista profundamente personal
e individualista tiende a eludir la antigua tradición y confiar en la
auto-observación e intuición personal que Vygotski ejercía en sus obras
literarias y elogiaba en su temprana revisión juvenil del ensayo crítico de León
Tolstói sobre Shakespeare —aquel en que su autor criticó toda la tradición de
la erudición shakespeareana, todos los “once mil volúmenes” de obras laudatorias
sobre éste, en la evaluación de Tolstói, más bien mediocre autor.22 Aquí
el enfoque de Vygotski es muy reminiscente
del llamado militante de Nietzsche para la "reevaluación de todos los valores" que, a su vez, en cierto grado
tiene lugar en el manuscrito inconcluso de Vygotski sobre la crisis en la
psicología contemporánea y algunos de sus derivados publicados en vida de Vygotski
(ver la discusión en Zavershneva, 2012).
Y
sin embargo, el pensamiento de Vygotski en su “periodo instrumental” de los 1920
demuestra notables desviaciones de la psicología de Nietzshe y su llamado original
hacia el superhombre. Como Nietzsche, Vygotsky es del todo teleológico y
entiende al superhombre no como una entidad disponible, sino solo como un tipo
humano potencialmente evolutivo. Por lo tanto, la “psicología en términos del
superhombre” de Vygotski no puede ser comprendida sino como un proyecto por
hacer, donde el objetivo final de este proyecto aún no se conoce y solo puede
ser pensado como una posibilidad deseada. Sin embargo, a diferencia de Nietzsche,
quien no deja dudas que el superhombre es una empresa exclusivamente
individual, para Vygotski esta idea es transformada a través de la lente de la idea
del “hombre nuevo” de la futura sociedad socialista. Así, la noción de Vygotski
del “superhombre” se aplica a una mayor población de gente común que requiere una
masiva y colectiva “alteración socialista”.
Al
seguir la visión utópica de Trotski, que “la especie humana, el coagulado Homo
sapiens, una vez más entrará en estado de radical transformación y, con sus
propias manos, vendrá a ser objeto de los más complicados métodos de selección artificial
y entrenamiento psico-físico” y que es “auto-evidente que los más grandes
esfuerzos del pensamiento investigativo e iniciativa creativa serán en esa
dirección”, Vygotski proclamó el advenimiento de la “nueva psicología” que
intentó crear y relacionar “a la luz del superhombre” (Vygotskii & Puzyrei,
2004; Vygotsky & Puzyrei, 2007). Pero Vygotski parece haber perdido totalmente
la dimensión psicológica del superhombre nietzscheano, y se desvió aparentemente
en sueños especulativos, demagogia propagandista y teorización objetivista
equipado con el vocabulario de “reflejo”, “estímulo” y “reacción”. En suma, la
crítica de Vygotski a Nietzsche parece ser una ilustración perfecta de la queja
de Nietzsche que “la palabra ‘suprahombre’ como designación del logro de un
tipo supremo, opuesto a los hombres ‘modernos’, a los hombres ‘buenos’, a los
cristianos y otros nihilistas… ha sido comprendida casi en todas partes con la
máxima inocencia en el sentido de aquellos mismos valores cuyos opuestos
Zaratustra estaba destinado a representar”.
Vygotski y Trotski
Por otro lado, Vygotski no
parecía seguir ni de cerca las pautas de Trotski para la nueva psicología del
futuro. De acuerdo con Trotski, el hombre nuevo superará lo inconsciente, someterá
a su voluntad no solo la fisiología, sino también la mente, y eventualmente, a
través del experimento colectivo sistemático se creará a sí mismo como una
nueva especie —la primera artificial auto-creada—. Esto será posible, de
acuerdo con Trotski, solo como resultado de la inseparable unidad del trabajo
teórico, la investigación experimental y la práctica social. Como resultado, la
nueva generación de gente brillante y extraordinaria —a juzgar por nuestros
estándares contemporáneos— emergerá. En apariencia, la teoría y práctica de Vygotski
en efecto estaba bastante lejos de esta muy optimista “psicología de cumbres” de
Trotski.
Así,
en su práctica de investigación de los 1920, Vygotski seguía usando el
vocabulario de procesos psicológicos “superiores”, pero los definió en términos
de funciones “culturales” o “volitivas” tales como atención voluntaria o memoria
lógica, las que evolucionan durante el curso del desarrollo del niño al final
de su adolescencia con una escolaridad relativamente mínima. Para demostrar
cómo el desarrollo de tales funciones “superiores”, “culturales” tienen lugar,
Vygotski y asociados organizaron una serie de estudios en los cuales, de modo
bastante mecanicista, modelaron el proceso del “desarrollo cultural” con ayuda de
herramientas auxiliares que permitieron a los sujetos de sus estudios ejecutar
ciertas tareas mentales. Estas “herramientas psicológicas” fueron equiparadas
con el impacto de la cultura en el desarrollo psicológico, expresado en términos
de un modelo conductista de “estímulo-reacción” algo avanzado, actualizado en
la triada “estímulo—signo- (‘herramienta’- o ‘instrumento’-) basada en la mediación—reacción”.
Otro
ejemplo de la investigación empírica de Vygotski —la investigación al inicio de
los 1930— es su estudio con Luria del afecto y el cambio rápido de la formación
económica sobre el funcionamiento psicológico de la gente. Así, Luria y Vygotski
en 1931-1932 trataron formalmente demostrar que la transición del “feudalismo” al
“socialismo” que se decía tuvo lugar en Asia Central durante el proceso de la
colectivización forzada estalinista de la población local, llevó a la ejecución
psicológica mejorada de estos pueblos originalmente “primitivos” y culturalmente
subdesarrollados. La participación de académicos extranjeros en estos estudios
reveló gruesos errores metodológicos y
terminó en la crítica masiva de los errores académicos y políticos (Lamdan,
2013; Proctor, 2013; Yasnitsky, 2013; Ясницкий, А. / Yasnitsky, A., 2013). Por
cierto, la investigación en las etnias consideradas como “primitivas” o psicológicamente
subdesarrolladas sería considerada como políticamente incorrecta hasta en
nuestros días. Algunos tratados teóricos fueron redactados en este periodo, prácticamente
ninguno de estos fue terminado y preparado para publicación por Vygotski y su
equipo. De modo muy obvio, ninguna viabilidad del “nuevo tipo de hombre” potencial
se dio en la teoría y el anticipado superhombre del futuro comunista se perdió
por completo en estos experimentos.
En
suma, a pesar de las frecuentes referencias directas a Nietzsche y Trotski o alusiones
indirectas a sus ideas, ninguna de las ideas de estos autores fue desarrollada
lo suficiente en la investigación empírica, obra teórica o práctica social de Vygotski.
Hacia la “psicología de cumbres” del “suprahombre”
El principal problema con el
intento de Vygotski de la “psicología de alturas” está en la profunda confusión
terminológica directamente relacionada con la falta de claridad en su
interpretación del concepto fundacional de esta “nueva psicología” en ciernes. Una
radicalmente “nueva psicología” parece
requerir necesariamente una nueva referencia conceptual. Por extensión, una nueva teoría
psicológica general requiere un original e idiosincrático juego de herramientas
metodológicas, esto es, un sistema de método de investigación específicamente
diseñado para los fines de esta teoría distinta. De acuerdo con sus varios
escritos, Vygotski estaba consciente de esto como se deduce, por ejemplo, de su
nota de archivo “NB! No tenemos un nombre”, en la cual discutía la falta de
nombre no solo de su teoría, sino del principal método de investigación. Y sin
embargo, a pesar de darse cuenta de la importancia de un aparato terminológico
distinto claramente definido, Vygotski no lo hizo en su obra teórica. Así, como
lo hemos demostrado, la noción de “funciones psicológicas superiores” nunca fue
definida, permaneció vaga y nunca logró rigidez terminológica, y se mantuvo en
evolución hasta que Vygotski eventualmente la rechazó. Peor aún, mientras aún
la usaba, Vygotski nunca resolvió la ambigüedad de la palabra rusa “vuísshiy” y
continuamente confundía los dos significados bastante distintos implicados en
ella: el comparativo “superior” y el superlativo “lo más alto”. Así, por ejemplo,
al anunciar al estilo de Trotski el “hombre nuevo” o la “nueva ciencia” Vygotski
tenía en mente el superlativo “lo más alto”, como en el contexto de su proclama
de diciembre de 1932 que su psicología, al ser distinta de otras corrientes
teóricas, se centra en las “cumbres de la personalidad”. Muy en contraste con tales afirmaciones maximalistas y esencialmente
nietzscheanas, Vygotski en apariencia usa el ruso “vysshie” con relación a las
funciones psicológicas, procesos, sistemas, etc. en el sentido del comparativo “superior”, esto es,
aquellos que son más avanzados que otros —presumiblemente “naturales”, innatos
y, por lo tanto, no culturales— fenómeno y procesos. No hace falta decir que
estos procesos y fenómenos “inferiores” nunca fueron definidos claramente y sin
ambigüedades en los escritos de Vygotski. Por lo tanto, como resultado de esta
sustitución y ambigüedad terminológica que ahora conocemos bajo la bandera de “psicología
vygotskiana”, se ha perdido la “cima”, o la “cumbre”, la dimensión superlativa
de la ambiciosa propuesta original de Vygotski y así, al seguir su distinción
entre psicología “profunda”, “superficial” y de “cumbres”, puede ser descrita
como , psicología superficial —precisamente
aquella de la que pidió alejarse a sus asociados. Por otro lado, es exactamente
por esta razón que la psicología de Vygotski —quien identificó “funciones
superiores” tales como la “memoria lógica” o la “atención voluntaria” de un adulto
típico de la sociedad occidental desarrollada industrialmente— a pesar de su enorme
potencial revolucionario, fue ‘apropiada’ con éxito por una amplia gama de
psicologías cognitivistas o culturales que totalmente ignoraban la base superlativa “suprahombre” de su propuesta
original.
El caso
de la proclamada busca de Vygotski de la “psicología del superhombre” o de la “psicología
de cumbres” y su eventual falla en establecer tal psicología, es tan dramática
(si no trágica) como instructiva. De hecho, esta historia suscita una serie de
preguntas interesantes y estimulantes. Así, uno debe preguntarse cómo y por qué
la creencia de Vygotski en el “superhombre” y las declaraciones repetitivas de
una psicología radicalmente nueva del futuro, se realizó de hecho en una serie
de experimentos que prácticamente no tenían nada que hacer con sus proclamas ambiciosas
y nunca resultaron en una teoría que
pudiera tener algún parecido con los escritos enardecedores de Nietzsche o
Trotski. Esta es una pregunta y, posiblemente, una tarea interesante para la
investigación futura de los especialistas en historia de la ciencia, específicamente,
en el campo de los llamados “estudios vygotskianos”. Así, el “caso Vygotski”
posee aún más preguntas de interés para los psicólogos y practicantes contemporáneos,
como en el campo de la educación.
Un
psicólogo contemporáneo interesado en seguir la línea de investigación
originada en las ideas de Nietzsche—Trotski—Vygotski podría plantear una serie
de preguntas específicas que necesitan ser respondidas primero, antes de que
inicie cualquier investigación. Así, antes que nada uno debe querer definir
estas “cimas” que, de acuerdo con Trotski y Vygotski, necesitan ser superadas. Podríamos
pensar acerca de instancias de
rendimiento supremo de individuos dotados física, intelectual, o emocionalmente
como los atletas de alto nivel, los más prominentes académicos, pensadores e intelectuales,
y artistas famosos respectivamente. Estos podrían cubrir los tres dominios
relativamente diferentes de los seres humanos, es decir, cuerpo, cognición e
intelecto, y la esfera emocional. A este otro grupo se podría añadir el que incluiría
a las personas de voluntad fuerte como los políticos más votados y, así, el
cuarto dominio mayor, la voluntad, podría ser incluida en la investigación de
la futura “psicología del suprahombre”. Aparentemente, hay una notable
superposición de estos grupos. Y sin embargo, es obvio que cada uno de los representantes
está bastante lejos del futuro ideal de un “suprahombre”, cuyas habilidades, nivel
de desarrollo y fuerza de consciencia sobrepasa aquellos del hombre contemporáneo.
Entonces surge la pregunta: ¿cómo podemos estudiar algo que no existe?
Otra
pregunta relacionada es la del aspecto práctico de la “psicología de cumbres”,
más notablemente, su aplicabilidad en educación. El anuncio de Vygotski de la “psicología
de cumbres” es en principio práctico y aplicado, aunque en realidad nunca fue
de ese tipo. Sin embargo, la unidad de
teoría y práctica es un requisito esencial para este propósito ambicioso. La consecuencia más directa de este
requisito es una cuestión práctica. Sabemos que el descubrimiento de varios
procesos psicológicos puede ser posible en virtud de la auto-observación y la práctica
deliberada auto-dirigida. Esta es una condición que parece ser necesaria, pero
difícilmente suficiente. Así, emerge un problema todavía más complejo: ¿cómo se
puede dominar los propios procesos psicológicos? Por ejemplo: ¿cómo aprender a controlar
nuestras emociones? Esto es particularmente problemático cuando pensamos acerca de las emociones
negativas básicas y cotidianas tales como
irritación, enojo, miedo, ansiedad,
frustración, que hallamos en nuestra comunicación con los miembros de nuestra
familia inmediata o con nuestros amigos. Luego, ¿cómo puede uno aprender a controlar
el propio flujo de pensamiento circular, repetitivo y molesto como suele ser? ¿Cómo
superar la procrastinación y la pérdida de la voluntad? Por último, ¿cómo es
posible dominar impulsos y deseos espontáneos y no deseados como, por ejemplo,
los sexuales? Las preguntas permanecen abiertas.
Aquí
debemos afrontar otro problema. La práctica de la “psicología de cumbres” es difícilmente
concebible por el esfuerzo individual voluntario y consciente de auto-mejoría. Sin
embargo, el papel del otro no es obvio. Trotski mencionaba experimentos colectivos
y en colaboración. Si suponemos que estaba en lo cierto, entonces, aquí hay
otra pregunta: ¿Cuál es el papel del otro en el desarrollo de tales —incluso
las más básicas— habilidades psicológicas del súper humano? Por otro lado, la
cuestión opuesta es bastante válida: ¿Cómo se supone que uno va a educar a un
ser humano con poderes súper humanos sin ser uno mismo un súper humano? Parece
que se requiere un practicante —investigador o profesor— que participe en esta
práctica no solo como un forastero del proceso de crecimiento y desarrollo de
alguien más, sino también necesita permanecer siempre como sujeto de una constante
auto-mejoría de sí mismo. Es posible. Pero, ¿cómo se puede lograr esta constante
auto-mejoría?
Así,
como vemos, las preguntas y problemas siguen creciendo. La teoría y práctica de
la “nueva psicología” permanecen en su estadio inicial. Pero es inevitable que
solo la psicología vygotskiana se materialice. El futuro mostrará si tal
psicología vygotskiana eventualmente llegará como unidad inseparable de la teoría
y la práctica concreta.
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