Elaboración de la psicología socio histórico cultural: Las
cartas vygotskianas
João Batista Martins y Nara Akemi H. P. Alves
Análise Psicológica (2013), 1 (XXXI): 69-86
Traducción: Efraín Aguilar
Este trabajo es
parte de un proyecto más amplio que tiene como objetivo comprender la trayectoria
que atravesó Vygotski para construir la teoría cultural sociohistórica.
Nuestros esfuerzos se han concentrado en leer la obra del autor de forma
cronológica, tratando de abarcar toda la obra y, siguiendo esta lectura, hemos
intentado identificar los momentos de construcción y deconstrucción teóricas,
así como las situaciones vividas por Vygotski, articulándolos con su tiempo.
Tal
perspectiva teórica se acerca a una propuesta señalada por el propio Vygotski,
cuando afirma que las explicaciones sobre los cambios y el desarrollo de nuevas
ideas en un determinado campo científico deben estar relacionadas:
1) Con el sustrato sociocultural de la época, 2) con las leyes y
condiciones generales del conocimiento científico, 3) con los requisitos
objetivos que la naturaleza de los fenómenos objeto de estudio impone al
conocimiento científico en la etapa actual de investigación . Es decir, en
definitiva, con las exigencias de la realidad objetiva que estudia la ciencia
en cuestión. (Vigotski, 1927/2004: 219)
Esta perspectiva, a
su vez, también se articula con un movimiento que viene apuntando a nuevas
formas de hacer historia, ya sea desde un punto de vista interpretativo o
metodológico. En este sentido, nos identificamos con la posición de Farr (2002)
quien, al explicar la historia de la psicología social, utiliza la historia de
los hechos, las instituciones y las investigaciones publicadas; situaciones que
cada una, a su manera, circunscribió la aparición y evolución de este campo de
investigación. El autor observa que tal opción deja de lado “hacer historia”,
que se basa en la identificación de los nombres de los autores o fundadores.
También
nos hemos identificado, con respecto a las obras desarrolladas en torno a la
obra de Vygotski, con las obras de Antón Yasnitski y Yekatierina Yu. Záviershnieva.
La primera, superando la "historia oficial" de la psicología
soviética de principios del siglo pasado, que sitúa en las figuras de Vygotski,
Luria y Leóntiev - la "troika" - los fundadores de la psicología
cultural sociohistórica, nos conduce a otra dinámica denominada la de los “Círculos Vygotskianos” (Yasnitsky, 2009,
2011). Yasnitski centra su estudio en grupos de investigadores que mantuvieron
algún tipo de contacto con Vygotski y que influyeron en él en la construcción
de sus propuestas teóricas.
Las
obras de Záviershnieva, a su vez, nos hacen mirar los contextos en los que se
construyó la obra de Vygotski, ya que organiza su investigación en torno a los
archivos de Vygotski que aún no han sido publicados, como notas, cuadernos ,
diarios, etc. (Zavershneva, 2010a, b, c).1
1 Yasnitski (2010) ubica
el trabajo de Záviershnieva en torno a la discusión de lo que se ha llamado
“Revolución archivística”.
A partir de estas
consideraciones iniciales, dirigimos nuestro trabajo a analizar un conjunto de
cartas escritas por Vygotski, desde 1926 hasta 1934, articulándolas con sus
propuestas teóricas. Este período corresponde al que trabajó en el Instituto de
Psicología de Moscú. Estas cartas se publicaron en 2004 en la revista Viéstnik
Moskóvskovo Univiersitieta, Serie 14, Psicología, en el idioma nativo de Vygotski:
ruso; y en 2007, en el Journal of Russian and East European Psychology,
traducido al inglés, material que utilizamos para elaborar estas reflexiones
(Vygotsky, 2007).
La
importancia de analizar estas cartas radica en la posibilidad de una mejor
comprensión del momento histórico en el que se insertó este autor, del universo
de relaciones que estableció, lo que nos permite ampliar nuestro conocimiento
sobre el contexto en el que construyó su obra.
También
entendemos que este trabajo nos permite poseer una interpretación más segura de
la teoría de Vygotski. Cabe recordar que no pudo completar su proyecto y que
gran parte de su obra fue reeditada luego de su muerte, tal situación ha
posibilitado varias interpretaciones sobre su teoría, que, en algunos casos,
trajo muchas distorsiones en su comprensión (Koshmanova, 2007).2
2 Ver también
Mainardes y Pino (2000) para un análisis de la situación de las apropiaciones
brasileñas en la obra de Vygotski.
Antes de comentar
las cartas, traemos algunos datos sobre el momento histórico que vivía Vygotski,
y sus posibilidades para la construcción de una nueva psicología.
DE LA PSICOLOGÍA SOVIÉTICA – LOS AÑOS
1920 Y 1930
En vista de las
demandas sociales experimentadas por el pueblo ruso, hay un rápido desarrollo
de la ciencia en la Unión Soviética después de la Revolución de 1917, llevando
el Zeitgeist de la transformación
revolucionaria a las próximas generaciones. Este período se caracterizó por el
crecimiento de la producción científica, basada en un ideal marxista y motivada
por la necesidad de construir una nueva sociedad y un nuevo hombre, tema recurrente
en algunas obras de Vygotski (Vigotski, 1926/2004; Vygotsky, 1930 / 1994).
En
el contexto de la doctrina filosófica marxista - doctrina oficial adoptada por
los dirigentes de la Unión Soviética - según Bakhurst (1991), la cuestión de la
relación entre el ser y el pensamiento - la cuestión de la conciencia - fue
respondida de dos formas: la idealista y la materialista. Mientras que el
materialismo afirmó que el ser es anterior y principal en relación con el
pensamiento, el idealismo aseguró lo contrario y argumentó que el mundo es (en
cierto sentido) idéntico o una consecuencia del pensamiento, la conciencia o la
idea. Los filósofos soviéticos fueron unánimes en respaldar el punto de vista
materialista.
Esta
forma de pensar también resuena en las complejidades de la psicología
soviética. Los psicólogos vivían en constante tensión entre ambas corrientes:
la idealista y la materialista, tensión que se evidencia en los debates que
tuvieron lugar durante el I Congreso Pan-Ruso de Psiconeurología, celebrado en
Leningrado en 1923. Los psicólogos que se identificaron con el ideal de la
Revolución de Octubre entendían que ni la psicología subjetiva propuesta por Chelpánov,
ni los intentos muy simplificados de reducir la complejidad de la actividad
consciente a simples esquemas reflejos, proporcionaban un modelo satisfactorio
de psicología humana (Teixeira, 2004).
Chelpánov
fue reemplazado en el cargo de director del Instituto por Kornílov, quien,
cuando asumió el cargo, presenta una posición diferente a la instituida hasta
entonces, identificándose con la filosofía marxista. Fue en este Instituto
donde los jóvenes Aleksandr Románovich Luria y Alekséi Nicoláievich Leóntiev
comenzaron a realizar sus estudios y, posteriormente, en 1924, se incorporó al
equipo Liev Siemiónovich Vygotski. Sobre este momento histórico, Luria comenta:
Encontré en Moscú una ciudad que, como Kazán, se dedicaba con
entusiasmo al trabajo de reconstrucción. Pero, a diferencia de mis condiciones
de trabajo en Kazán, los psicólogos de Moscú tenían objetivos bien establecidos
y medios adecuados para la investigación especializada. Me uní a un pequeño
grupo académico cuya tarea era reconstruir la psicología rusa para acercarla a
los objetivos revolucionarios. (Luria, 1979: 28)
Con la llegada de Vygotski,
otras perspectivas se abrirán para los investigadores:
Cuando Vygotski llegó a Moscú, yo todavía estaba realizando
estudios utilizando el método motor combinado con Leóntiev, quien había sido
discípulo de Chelpánov, con quien he estado asociado desde entonces.
Reconociendo las inusuales habilidades de Vygotski, Leóntiev y yo estuvimos
encantados cuando fue posible incluirlo en nuestro grupo de trabajo, al que
llamamos "troika".3 Con Vygotsky como líder reconocido,
emprendimos una revisión crítica de la historia y la situación de la psicología
en Europa, Rusia y el resto del mundo. Nuestro propósito, súper ambicioso como
todo en ese momento, era crear una forma nueva y más completa de estudiar los
procesos psicológicos humanos. (Luria, 1979: 39-40)
3 Yasnitski (2009)
problematiza la organización del grupo Vygotski-Luria-Leóntiev, deconstruyendo esa articulación.
Ese mismo año, tras
la muerte de Lenin (Vladímir Ílich Ulianov), José Stalin (Iósif Vissariónovich Zhugashvili)
asume el cargo de Secretario General del Partido Comunista de la Unión
Soviética (PCUS). Su gobierno estuvo marcado por la violencia, según afirmó, en
defensa del socialismo. Aquellos que no estaban de acuerdo con sus posiciones
fueron arrestados, torturados o asesinados y todavía obligados a confesar
públicamente sus "crímenes" contra el pueblo soviético. Sin embargo,
fue a partir de 1929, con la consolidación de su gobierno, que la libertad
científica en la Unión Soviética fue objeto de un gran ataque. El objetivo era
eliminar de la ciencia socialista las influencias pequeñoburguesas de
Occidente, como las escuelas psicológicas occidentales: Gestalt y Conductismo
(Teixeira, 2004).
Vygotski
nunca dejó de reconocer la importancia de estas escuelas para la psicología,
sus obras tienen gran influencia de ambas tendencias, sin embargo, no hay forma
de negar el carácter marxista de sus obras; a nivel ontológico su tesis sobre
el desarrollo de la conciencia humana encuentra resonancia con la tesis elaborada
por Marx y Engels en La ideología alemana;
en el plano filosófico su obra tiene sus raíces en el materialismo histórico y
dialéctico, en la medida que operacionaliza las leyes de la dialéctica en la
comprensión del desarrollo humano.
DE LAS CARTAS VYGOTSKIANAS
Las cartas de Vygotski
que utilizamos para realizar este trabajo fueron escritas entre 1924 y 1934.
Este material es sumamente importante porque, con él, accedemos a los
entresijos del laboratorio creativo de Vygotski, sus inquietudes intelectuales,
su rutina profesional, sus tareas, etc.
Cuando
nos propusimos analizar estas cartas -tras su publicación en 2007 en el idioma
inglés- tuvimos la primera tarea de traducir el texto y, luego de una lectura
más refinada, enumeramos algunos temas que abarcan todo su contenido.
Por
lo tanto, identificamos algunas preocupaciones con: 1) su situación de salud y
los impedimentos para realizar su trabajo, 2) una reflexión crítica sobre la
psicología, con miras a crear las condiciones para el surgimiento de nuevos
parámetros para la creación de una psicología general, 3) la consolidación del
grupo de trabajo en torno a temas relacionados con la psicología y sus
desarrollos teóricos y metodológicos.
La
salud y los compromisos con el trabajo
Según algunos datos
biográficos disponibles sobre Vygotski (Leontiev, 1991; Luria, 1976, 1979;
Shuare, 1990), contrajo tuberculosis en 1920 y, a lo largo de su vida, se
sometió a tratamiento por la enfermedad, falleciendo en 1934.
En
opinión de Puzyrei (2007), su enfermedad se vivió de una forma muy prometedora.
Según él
La integridad con la que Vygotski controlaba su propia vida y la
subordinaba a su trabajo y carrera era tal que aún podía, incluso, poner su
propia enfermedad (tuberculosis crónica y progresiva) al “servicio” de sus
metas generales de vida y sus valores, que se han mantenido firmes durante toda
su vida adulta. Quizás no sea casual que la redacción de las obras más
importantes de Vygotski [...] coincidiera en ocasiones con la exacerbación de
su enfermedad, pero parece que, para Vygotski, esta enfermedad era un reflejo
constante de su percepción de la vida, su “memento mori” no tanto como una
especie de “dopaje” que le ayudaba a “sublimar” constantemente sus facultades
intelectuales y le obligaba a apresurarse y no esperar el después, sino también
como una forma existencial de “aumentar la perspectiva de la situación”. Ante
una muerte inevitable, [...] Vygotski adquirió la capacidad de “ver
correctamente la situación” y evaluar adecuadamente los hechos y situaciones, y
así adquirió la capacidad de “superarlos”, para lograr la libertad de ellos
[...]. La enfermedad de Vygotski le sirvió como un medio para controlar su
mente y agudizarla, "ayudándolo" a mantenerse firme en situaciones
críticas, no solo como científico, sino también como ser humano. (Puzyrei 2007:
13)
Después de su
primer y único viaje al extranjero, para una conferencia en Londres (ver algunos
detalles de ese viaje en Van der Veer & Zavershneva, 2011), Vygotski tuvo
que ser hospitalizado durante varios meses entre 1925 y 1926, debido a una
crisis de tuberculosis. En la carta a Sájarov del 15 de febrero de 1926, relata
a su amigo el difícil momento que atravesaba:
He estado [en el hospital] durante una semana en salas grandes,
con seis pacientes gravemente enfermos cada uno, con ruidos y gritos, sin mesa,
etc. Las camas están dispuestas una al lado de la otra sin ningún espacio entre
ellas, como en un cuartel. Además, me siento muy mal físicamente y estoy
deprimido y psicológicamente desmotivado. (Vygotsky, 2007: 15)
Debido a su
situación, estaba desanimado con la perspectiva de su futuro y trabajo y,
especialmente, con la psicología de la época. Sin embargo, sigue produciendo y
animando a amigos y colaboradores a favor del proyecto común más amplio:
reformular la teoría psicológica, a través de un sesgo marxista (como veremos más
adelante).
Los
destinos de la psicología
En un arrebato, en
la carta a A. R. Luria del 5 de marzo de 1926, mientras aún se encontraba en el
sanatorio, es decir, en medio de un proceso de recuperación, muestra
preocupación por el destino científico de la psicología y sus interlocutores:
Querido Aleksandr Románovich, quería escribirte desde hace algún
tiempo, pero la situación a mi alrededor, en esos tiempos, ha sido tal que es
extraño y difícil tomar un bolígrafo y no he podido pensar con calma. Me alegró
mucho recibir tu artículo en alemán. Me enorgullece que hayas ido más allá de
los estrechos límites del profundo provincialismo en el que se encuentra
nuestra literatura psicológica. Por supuesto, esto es solo un
"síntoma", no estoy sobreestimando la importancia del trabajo, pero
este es un síntoma muy, muy importante, un intento de encontrar un lector que
esté realmente interesado en el problema científico. ¿Quién nos lee aquí? Chelpánov,
para contar los errores y luego gritar de alegría; Frankfurt para evaluar la
confiabilidad y definir un índice sobre estas bases. [...] Cuán seriamente
debemos pensar en nuestro destino (científico) y el destino de la causa, que hemos
emprendido si K. N. [Kornílov] y otros "líderes" no están dispuestos
a pensar en ello. Me siento en algún lugar fuera de la vida o, más
precisamente, entre la vida y la muerte; no estoy desesperado todavía, pero he
perdido la esperanza. Por esta razón, mis pensamientos de alguna manera no se
enfocan en temas relacionados con mi vida futura y mi trabajo...” (Vygotsky,
2007: 17).
Este extracto de la
carta dirigida a Luria deja claro que Vygotski consideraba su trabajo en
psicología como una “causa”, veía la necesidad de reestructurar radicalmente la
psicología, que luego se develaría en el programa metodológico delineado en “El
significado histórico de la crisis de la
psicología: una investigación metodológica” (finalizada en 1927 y publicado hasta
1982).
Un
punto que nos llamó la atención en este pasaje es aquel en el que evalúa que la
psicología rusa tiene sus raíces en el "profundo provincialismo". Dos
cuestiones pueden respaldar esta afirmación. La primera es su opinión de que la
superación de la crisis de la psicología no puede resolverse exclusivamente
dentro de los límites de la psicología soviética. Esto se hace explícito en el
artículo: “Sobre el artículo de K. Koffka 'La introspección y el método de la
psicología' – A modo de introducción”, publicado en 1926, material que fue
publicado como introducción a un artículo de Kofka, insertado en el libro de
Kornílov titulado: "Problemas de la psicología actual".
Vygotski
lo expresa de este modo:
Cuando los compiladores de esta obra seleccionaron el artículo
de K. Koffka “La introspección y el método de la psicología», les estaba
guiando la consideración de que para construir un sistema psicológico marxista
es necesario orientarse correctamente entre las actuales corrientes
psicológicas. Hace mucho ya que la ciencia y su desarrollo han salido del
estado en que cada país podía elaborar sus problemas por separado, de forma
aislada y relativamente independiente. No puede haber mayor error para
comprender la actual crisis de la psicología que reducirla a los límites y
fronteras del pensamiento científico ruso. Y ese es el modo en que reflejan la cuestión
los representantes de nuestra psicología empírica: si les diéramos crédito, en
la psicología de Occidente todo permanecería tan inmutable y tranquilo como “la
mineralogía, la física y la química”, mientras que nosotros los marxistas hemos
emprendido nada menos que la reforma de la ciencia. Volvemos a repetir: no se
puede presentar el estado real de las cosas bajo un aspecto más falso y
tergiversado. (Vygotski, 1926/1997:61)
La otra cuestión
que puede vincularse a esta afirmación de Vygotski, se refiere a la forma en
que los estudiosos de su época articulaban la psicología con el marxismo, es
decir, introduciendo conceptos marxistas en sus teorías, sin una reflexión más
epistemológica y metodológica.4 Vygotski, oponiéndose a estos
autores, señala que la psicología marxista, la subvencionada en el materialismo
dialéctico, aún no se ha construido, pero
Más bien, es necesario crear la teoría del materialismo
psicológico y, mientras tanto, todavía no es posible escribir manuales sobre
psicología dialéctica. Pero, en nuestro caso, también carecemos de un criterio
fundamental a nivel de razonamiento crítico. La forma en que hoy se establece,
como si fuera la oficina de marcas y patentes, si una determinada doctrina
concuerda con el marxismo, no va más allá del método del “traslape lógico”, es
decir, contrastar la coincidencia de formas, de rasgos lógicos (monismo, etc.).
Pero es necesario saber qué puede y debe buscarse en el marxismo. No se trata
de adaptar al individuo al sábado, sino el sábado al individuo; lo que
necesitamos encontrar en nuestros autores es una teoría que ayude a conocer la
psique, pero de ninguna manera la solución al problema de la psique, la fórmula
que contiene y resume la totalidad de la verdad científica. (...) Lo que se puede buscar de antemano en los maestros del marxismo no es la
solución a la cuestión, ni siquiera una hipótesis de trabajo (porque estas se
obtienen a partir de la ciencia misma), sino el método de construcción [de
hipótesis - RR]. No quiero descubrir de un par de citas, pescando aquí y allá,
qué es la psique, lo que quiero es aprender de
la totalidad del método de Marx cómo se construye la ciencia, cómo enfocar
el análisis de la psique. (Vigotski, 1927/2004: 395)
4 Esta misma
evaluación se encuentra en Leóntiev, 1991.
Las preguntas que
presenta Vygotski en esta carta, que se refieren al proceso de construcción de
una psicología basada en el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, también se pueden ver en otras dos
cartas. Ambas fueron dirigidas a Leóntiev, una el 15 de abril de 1929 y la otra
el 23 de julio del mismo año.
En
la primera carta, Vygotki escribe a Leóntiev señalando la necesidad de
considerar teóricamente las relaciones entre las funciones psicológicas
superiores, tarea aún por hacer:
Estimado Alekséi Nikoláeivich, muchas gracias por la carta. En
primer lugar, debemos conquistar la percepción, debemos conceptualizar y
comprender la naturaleza de la percepción
de los hombres educados, de la percepción voluntaria intencional (compare
el excelente artículo de Jaensch sobre por qué los verbos ven, escuchan y otros
son seguidos por acusativo, es decir, como con los verbos de movimiento). En su
mayor parte, la forma en que escribes es correcta, pero el 1.001 por ciento lo
cuestiona y reina una falta de claridad en las consideraciones hasta la fecha,
aunque esto es básicamente lo que tendremos que aclarar teórica y
heurísticamente en el verano. Lo más importante es que todavía no tenemos la
conexión; la integración de funciones en el sentido cultural no es lo mismo que
en el sentido natural: atención + memoria + percepción, etc. El camino en sí,
repito, es correcto y la idea es correcta, tanto en la teoría como en la
práctica: o Montessori o cultura sistema S[enso] M[otor] en el
sentido propio de la palabra (c-u-l-t-u-r-a). (Vygotsky, 2007: 22)
La solución a la
cuestión planteada en esta carta con Leóntiev -la de la conexión e integración
de funciones psicológicas superiores- la dio Vygotski en su obra “Sobre los
sistemas psicológicos”, presentada en 1930 en la Clínica de Enfermedades
Neurológicas (publicada hasta 1982). En este trabajo Vygotski articula la idea
de una estructura sistémica de funciones mentales superiores y una génesis
social de estas funciones y coloca la tarea de estudiar los sistemas
funcionales y sus resultados (ver Vigotski, 1930/2004).
En
una carta dirigida a Luria el 11 de julio de 1931, Vygotski retoma esta
cuestión, indicando a su interlocutor el significativo avance que representa
esta propuesta para la comprensión de los fenómenos psicológicos.
Estimado Aleksandr Románovich, te escribo, literalmente, [no]
enfatiza, con una especie de fervor que rara vez experimento. Recibí el informe
número 3 y los registros de los experimentos. No recuerdo la última vez que
tuve un día tan brillante y feliz. Esto es, literalmente, como una llave que
abre las cerraduras de una serie de problemas psicológicos. Esa es mi
impresión. Para mí, la importancia del primer ranking de los experimentos es,
sin duda, nuestro nuevo rumbo que ahora ha sido conquistado (por ustedes) no
solo en la teoría, sino en la práctica, de manera experimental. (...) Se nos
abre ahora un nuevo capítulo en psicología, un capítulo concreto; las
operaciones mismas, respectivamente, las funciones individuales aparecen ahora
bajo una nueva luz en el contexto del todo entendido. Tengo un sentimiento de
gratitud, alegría y orgullo. (...) No es la psicología de las operaciones
individuales, sino la psicología de los sistemas. (Vygotsky, 2007: 41-42)
La euforia de Vygotski
también está expresada en la carta del 1 de agosto de 1931:
Estimado Aleksandr Románovich, te escribo una postal, porque
aquí es imposible conseguir un sobre o goma arábiga para hacer uno.
Anteriormente envié cartas a Samarkanda y Fergana sobre la enorme y totalmente
incomparable impresión que me dejaron tus informes y registros. Este es un gran
paso decisivo, fundamental en nuestra investigación hacia un nuevo punto de
vista. Pero incluso en cualquier contexto de investigación europea, dicha
investigación sería un acontecimiento. Este estudio será el viaje a Tenerife.
Estoy experimentando una sensación de euforia, en el sentido literal de la palabra,
de estar al borde de un gran éxito interno. Recibí el informe No. 5, y además,
como todo lo demás (estaba menos entusiasmado con el Informe No. 1), marca un
evento: un estudio sistemático de las relaciones sistémicas en la psicología
histórica, en la filogenia de la vida, algo que nadie había hecho antes, desde
cualquier punto de vista. Para nuestra clínica y nuestras experiencias con los
niños, este es un capítulo nuevo e inesperado (para mí, lo admito) alegre y
brillante. (Vygotsky, 2007: 42)
En la carta del 23
de julio de 1929, escrita para Leóntiev, Vygotski aborda algunas cuestiones metodológicas
que afectan, de cierta forma, la ruta de sus investigaciones en el ámbito del grupo
de investigadores que coordina.
Estimado Alekséi Nikoláievich, gracias por la carta. Estoy
totalmente de acuerdo con tus sentimientos. Hay algún beneficio en una
situación en la que la p[sicología] i[nstrumental] termina en la categoría de
actividades no rentables. En particular, no puedo decir con suficiente fuerza
cuánto valoro (también en términos éticos) que la idea debe ser lo más pura y
rigurosa posible. Esta es nuestra principal tarea: luchar contra las ideas
confusas y “ponernos cómodos”. Estoy revisando la parte del "simio".
¡Ahí! El p[rimer] capítulo fue escrito enteramente según los freudianos (y ni
siquiera según Freud, sino según V. F. Schmidt (sus materiales), M. Klein y o[tras]
estrellas de segunda magnitud); luego el impenetrable Piaget se transforma en
algo absoluto sin medida; el instrumento y la señal se mezclan aún más, y así
sucesivamente. Esto no es culpa de A. R. [Luria] personalmente, sino de toda
una “época” de nuestra mentalidad. (...) Las cosas que, desde nuestro punto de
vista, aún no están claras en términos de cómo
deben ser refinadas para convertirse en una parte orgánica de nuestra teoría,
no deben incluirse en el sistema. Pospongámoslo. Sea el régimen de pensamiento
monástico más riguroso; aislamiento ideológico, si es necesario. Y exigiremos
lo mismo a los demás. Explicaremos que estudiar psicología cultural no es una
broma y no es algo para hacer en momentos extraños o, entre otras cosas, no es
motivo de conjeturas propias de cada nueva persona. Asimismo, el propio esquema
de organización externa. Tenemos que abordar las cosas de tal manera que los
errores del “mono”, en el artículo de A. R. [Luria], en el paralelismo de
Zankov, etc., se vuelvan imposibles. Seré feliz si podemos lograr la máxima
claridad y precisión en este asunto. Cuento firmemente con tu iniciativa y tu
papel para prevenir esto. (Vygotsky, 2007: 25-27)
En este extracto de
la carta, Vygotski vuelve a expresar su preocupación por el destino de la
psicología. Una se refiere a los aspectos teóricos y metodológicos utilizados
por los miembros del grupo coordinado por Vygotski, que exigen un mayor
refinamiento y una elaboración menos confusa. Es el caso del “mono”, libro que
Vygotski escribió con Luria, titulado “Estudios sobre la historia del comportamiento:
el mono, el hombre primitivo y el niño” (Vygotski & Luria, 1930/1996). En
la carta, Vygotski reconoce el carácter contradictorio de su propia teoría, así
como la interpretación dada por Luria e indica el camino de la investigación y
la reflexión para superar las dificultades teóricas en la comprensión de los
fenómenos psicológicos (ver también Akhutina, 2003).
Expresa
también la necesaria seriedad con la que los miembros del grupo deben afrontar
la tarea que les corresponde, a saber: la de construir una nueva psicología.
Por lo tanto, sugiere que los miembros del grupo se involucren en las
actividades del régimen monástico y en el aislamiento ideológico, si es
necesario.
Como
hemos señalado en otro lugar (Martins, 2010), la teoría de Vygotski es una
teoría del devenir. En las cartas que estamos analizando, podemos ver este
movimiento, tanto en la elaboración de su teoría, que se consolida en el
tiempo, como en sus intereses de investigación.
Hasta
aquí, hemos visto en las cartas analizadas las inquietudes de Vygotski respecto
a los aspectos teóricos y metodológicos de la psicología en el devenir. Pero
las cartas también nos hablan del surgimiento de nuevos intereses, nuevas
perspectivas de investigación, que serán cruciales para el desarrollo de su teoría.
Esto se evidencia en la carta escrita a Leóntiev, del 23 de julio de 1929.
Aquí, Vygotski, refiriéndose a las posibilidades de trabajar con Leóntiev,
comenta: “Si vas a postularte para ser asistente, lo haría. Hablaremos de ello
en otoño. Aquí tengo mi propio interés
(por ejemplo, delirios del habla sobre el problema del significado)” (Vygotsky,
2007: 27).
En
una carta a Luria, fechada el 12 de junio de 1931, siente aprensión por los
estudios sobre el significado de las palabras, especialmente en los aspectos
metodológicos:
Todos se alegraron de ver que volviste a trabajar de nuevo en
mente y corazón e investigando. Ese es el aspecto más importante, y eso es
todo. En contra de mi voluntad, mi consejo sobre el estudio del significado de
las palabras es muy seco y pobre: ¿qué puedo decir antes de haber pensado en
las cosas? Sin embargo: 1) una prueba selectiva se llama algo y tal, porque (1)
... (2) ... (3) ... (4) ... - Puede ser bastante
interesante, y ( 1), (2), (3) y (4) deben incluir menciones ...
(Me siento a continuar esta carta, por tercera vez, el 16 de
junio, con la firme intención de concluir, aunque de forma algo abreviada)... -
las causas de la similitud del sonido - los atributos, las conexiones con otros
cosas, razones aleatorias, tal vez, "así es como la gente lo llama".
2) conversaciones clínicas a la Piaget, con el fin de aclarar el cuadro clínico del pensamiento sobre las
palabras y los nombres de los objetos. 3) cambios de nombre y cambio de
discusión con estos significados. 4) Finalmente, los significados - un juego,
como con [NG] Morózova. Eso es todo lo que puedo decir al respecto ahora.
(Vygotsky, 2007: 35)
En otra carta, también
dirigida a Luria, datada el 20 de junio de 1931, retoma las posibilidades de los
estudios referentes a los significados de las palabras:
Te escribí anteriormente sobre los significados de las palabras:
Esto es inmensamente valioso, lo mismo es verdadero para las metáforas. Conseguí exactamente la misma cosa con sordomudos hace algunos días: ellos
pueden comprender frases y proverbios conocidos, mas no pueden entenderlos en la
traducción. (Vygotsky, 2007:41)
El interés de Vygotski
por la cuestión del significado es entendido, por algunos autores (Minick,
1987; González Rey, 2007), como la etapa final de su trabajo, donde se consolida
la noción de mediación semiótica.
Las
cartas consideradas hasta ahora nos revelan los movimientos de Vygotski en
torno a la construcción de la psicología cultural sociohistórica. En este
sentido, coincidimos con Záviershnieva, quien identifica, a partir de sus
estudios sobre archivos inéditos pertenecientes a la familia Vygotski, la
siguiente organización de la obra vygotskiana:
Las premisas del enfoque, por supuesto, están contenidas en
todos los primeros trabajos de Vygotski, pero fue solo en 1926 cuando se
unieron y se creó un núcleo sólido para la teoría, es decir, una serie de postulados
sobre los cuales todo el programa de investigación descansa, y que
posteriormente se aclararon y dieron nuevas formulaciones. En 1930 se
complementaron con el principio sistémico y en 1932 con el principio de
estructura semántica de la conciencia. Proponemos precisamente este criterio
para el inicio de la teoría histórico-cultural, en el sentido estricto de la
palabra: la síntesis de dos ideas, que hasta 1926 se fueron elaborando sin un
vínculo claro entre ellas (el principio de mediación semiótica, que luego
sufrió cambios significativos y disminuido al fondo de la teoría y la idea del
desarrollo cultural de la psique). Anteriormente se suponía que la fase crítica,
el año de transición, era 1927; la correspondencia de Vygotski con sus colegas
sugirió que la investigación experimental sobre la nueva metodología de doble
estimulación ya estaba en marcha en el verano de 1927,5 pero no se
estaba publicando. Ahora sabemos que los principios teóricos de esta
investigación se formularon un año antes. (Zavershneva, 2010c: 27)
5 En la carta de Vygotski
a Luria del 26 de julio de 1927, afirma: “El único comentario serio es que
todos deben trabajar en su campo según el método instrumental. Estoy
invirtiendo el resto de mi vida y toda mi energía en ello” (Vygotsky, 2007: 20)
La
consolidación de los grupos de investigación – Los Círculos Vygotskianos
Antón Yasnitski, al
abordar la historia de la psicología soviética a principios del siglo XX,
durante el período de 1924 a 1941, identifica varios grupos que participaron en
la vida de Vygotski, lo que llamó Círculos vygotskianos. Este autor organizó
dichos Círculos teniendo como apoyo a algunos autores que participaron en las
redes informales de personas que convivían con Vygotski. Entiende que tal
enfoque aporta nuevos elementos para comprender los procesos de desarrollo de
la ciencia. En este sentido, Mark B. Adams, quien introdujo la noción de redes
informales en la historiografía del discurso científico, aclara:
Aquí no me refiero a nada arcano o técnico (...) sino al
significado más flexible, más evocador que llegó a tener la palabra en el
lenguaje cotidiano, algo familiar a todo tipo de historiadores: las redes personales.
Una red personal es más flexible, una "estructura" menos coherente
que una institución o disciplina. Desarrolladas fuera de la familia extensa,
las lecciones de la vieja escuela, la experiencia mutua, los pasatiempos, las
pasiones privadas y los intereses compartidos, estas redes involucran ramas de
contactos que son múltiples y complejas, al igual que todas las asociaciones
libres que impregnan la sociedad civil. También pueden formar 'nodos' o
'ganglios' donde se realizan varias conexiones nuevas e interfaces de red, a
veces en forma de círculos informales, sociedades privadas, clubes, salones,
veladas, etc., a veces en formas más organizadas que van desde lo que podríamos
llamar 'movimientos' para grupos de interés, organizaciones políticas e incluso
'mafias'. Y algunos de estos, a su vez, pueden eventualmente ganar aún más
estructura como posibles disciplinas o proto instituciones. (Adams citado por
Yasnitsky, 2011: 426)
A partir de las
redes personales, Yasnitski identificó cuatro fases en la inserción de Vygotski
en el campo de la psicología soviética desde 1924 hasta 1934 (Yasnitsky, 2009,
2011).
La
primera fase (1924-1927) comienza con el traslado de Vygotski de Gómiel a
Moscú, donde comienza sus actividades en el Instituto de Psicología y en varios
institutos de defectología y comienza a trabajar con Luria y Leóntiev. Se
caracteriza por la búsqueda de una nueva definición de programa y tema de
investigación. La mayoría de los participantes de su círculo social y
profesional, durante este período, fueron sus primeros estudiantes de pregrado:
Zankov, Soloviov, Sájarov, Varshava y colaboradores del Instituto de Psicología
de Moscú: Artiómov, Dobruinin, Bernshtéin, Guellershtéin y Luria.
Al
proponer la segunda fase de esta trayectoria (1927-1931), el autor cuestiona la
narrativa histórica tradicional donde se afirma que la psicología socio
histórico cultural fue desarrollada por vez primera por la troika (el trío: Vygotski, Leóntiev y Luria). Yasnitski cuestiona
esta historia al señalar que, desde el punto de vista de la articulación
teórica y la producción conjunta, existe una mayor aproximación entre Vygotski
y Luria, y no entre Vygotski y Leóntiev.
La
tercera fase (1931-1934) se caracteriza por la variedad de grupos de
investigación involucrados con la teoría de Vygotski, grupos que trabajaron, en
paralelo, en diversas instituciones de Moscú, Járkov y Leningrado. Vygotski y
Luria desempeñaron el papel de mediadores de estos grupos, coordinando la
investigación clínica, patológica y del desarrollo.
La
cuarta fase (1934-1936) se identifica como un momento de desintegración de los
grupos, así como del programa de investigación original propuesto por Vygotski.
En
las cartas que estamos considerando, observaremos un gran esfuerzo de Vygostski
por la constitución de estos grupos, al estimular un trabajo colectivo y
colaborativo entre las personas que compartían sus intereses.
Como
resultado, en la introducción del texto "Herramienta y signo" -
publicado por Vygotski y Luria en 1930 (ver Vygotsky y Luria, 1930/1994) - Anna
Stetsenko, afirma:
Vygotski escribió "Herramienta y signo" en estrecha
colaboración y en animadas discusiones con varias personas... Formaron el
llamado Círculo Vygotski, que incluía a varias mujeres brillantes, y llevaron a
cabo proyectos de investigación colectivamente. Esto es bastante revelador, en
este sentido, que incluso la autoría de “Herramienta y signo” es impugnada; hay
razones para creer que Vygotski lo escribió junto con Luria... Cualquiera que
sea el caso de la autoría de este trabajo específico, la naturaleza
colaborativa omnipresente del proyecto Vygotski en general debe ser enfatizada,
especialmente porque esto a menudo ha sido subestimado o incluso ignorado en
consideraciones anteriores de su equidad. (Stetsenko, 2004: 502-503)
Esto significa
decir que el enfoque de Vygotski a las cuestiones de la psicología encarna, “en
su historia de la vida real, los principios teóricos centrales, tales como la inseparabilidad
del conocimiento y la acción, la teoría y la práctica y la naturaleza
colaborativa de la cognición” (Stetsenko & Arievitch, 2004: 58).
La
carta de Vygotski del 5 de abril de 1929 al grupo titulado “los cinco”,
demuestra este carácter colaborativo de su obra:
Mis queridos amigos, perdónenme por escribir en prosa la
respuesta a su verso y por ser demasiado serio y profundo en respuesta a su
broma: después de todo, cada broma tiene un trasfondo de seriedad. [...] Leí su
folleto [...] con enorme satisfacción, espero que mi Colección de Obras les traiga
la misma satisfacción a todos algún día. En serio, permítanme decirles
brevemente que su última línea dice algo que para mí es ahora el lema principal
de mi completo estado de salud y “estado de vida”: El camino es largo... [...]
Nunca me permitiría hablar con tanta franqueza (me he guardado este lema) si no
sintiera que ustedes también estás
empezando, desde cierto ángulo, a apreciar la enormidad del camino que se abre
ante el psicólogo que busca reconstruir los pasos de la historia de la mente.
Este es un territorio nuevo. Cuando me di cuenta de esto, quedé muy
sorprendido: ese día me pareció sorprendente que, dadas las circunstancias y
considerando que muchos bocetos aún no están claros, personas que apenas están
eligiendo su camino hayan iniciado este viaje tan especial. Experimenté un
sentimiento de enorme sorpresa cuando A. R. [Luria] fue el primero en emprender
este viaje, cuando A. N. [Leóntiev] lo siguió, y así sucesivamente. Ahora, para
mi sorpresa, existe la alegría añadida de que, en base a las pistas que se
descubrieron, no solo yo y no solo nosotros tres, sino otras cinco personas
vean la gran avenida. (Vygotsky, 2007: 21-22)
Una vez más, la
posición de Vygotski sobre la psicología es evidente. Tiene un largo camino por
recorrer en la construcción de una nueva psicología, con la perspectiva de
superar el cataclismo en el que se encontraba la disciplina a principios del
siglo XX. En su carta, también es evidente su sorpresa en relación al grupo que
comienza a ocuparse de las tareas que se presentaron en la construcción de una
nueva psicología; esta sorpresa estuvo acompañada de cierto optimismo en la
consolidación de este trabajo.
Sobre
la relevancia del trabajo colectivo, Vygotski lo expresa en una carta dirigida
a Natalia Grigórievna, fechada el 29 de julio de 1930. Esta correspondencia se
refiere a una situación de retirada de Natalia, debido a un estado de desamparo
y tristeza. En respuesta a cómo Natalia está frente al grupo, Vygotski dice:
Creo que fue en este tipo de estado donde escribiste la carta. Y
también creo que sabes que tienes que luchar contra estos estados y que puedes
superarlos. Un hombre conquista la naturaleza fuera de sí mismo, pero también dentro
de sí mismo, ahí radica nuestra psicología y nuestra ética, ¿no es así? Como
puedes ver, no me opongo a tu carta, aunque tal vez tenga una objeción. Tiene
que ver con el colectivo. ¿Cómo puedes decir que "lo arreglaremos"
sin ti, que el colectivo "también lo arreglará", que tú eres una
individualista en el colectivo, etc.? Todo esto es fundamentalmente falso. No
viviremos sin ti, no podemos prescindir de ti, el colectivo no lo hará sin ti.
Nuestro colectivo, como cualquier colectivo, en el verdadero sentido de la
palabra, no niega el individualismo, sino que depende de él para apoyarse. Así
como un organismo depende de la cooperación organizada de cuerpos
especializados y diferenciados (es decir, individualizados). De hecho, el
colectivo consiste en la cooperación de individuos. Cuanto mayor es el número
de estos individuos y más llamativos son, más llenos de autoconocimiento, es
decir, cuanto más conscientes de sí mismos, como personalidades (y eso es
individualismo, por supuesto), mayor es la colectividad. Entonces, no importa
cuán molesta estés, no importa cuán “una cosa tras otra”, siempre sabe y
recuerda esto: la firmeza y la inflexibilidad son cosas que todos deberían
tener en este esfuerzo, una conexión con otros y la causa. Aquí estoy, como dijo
Lutero. Todo ser humano debe saber dónde está. Tú y yo también lo sabemos y
debemos mantenernos firmes. (Vygotsky, 2007: 27)
En un tono casi
paternal, finaliza esta carta diciendo:
[...] Y ahora, si estás de acuerdo conmigo, te pido que escribas
de manera concreta, completa, detallada, sin miedo y sin vergüenza, sobre lo
que estás enfrentando, lo que te molesta, lo que no va bien , qué pasó y cómo,
qué te trae desesperación. Realmente espero esto y tienes toda mi atención.
(Vygotsky, 2007: 27)
En esta carta - así
como en varias otras - se enfatiza fuertemente un aspecto de las relaciones que
Vygotski establece con sus colaboradores: la de aceptación, la de respeto, la
de compañerismo.
Entre
las cartas destacan dos que apuntan a la ruptura teórica entre Vygotski y Leóntiev.
Sabemos que este tema es bastante controvertido6 en el campo de la
historia de la psicología cultural sociohistórica, pero documentos publicados
recientemente nos dirigen a tal situación (ver Yasnitsky, 2009, 2011;
Zavershneva, 2010a, b, c).
6 Ver el texto de
Tunes y Prestes (2009), donde defienden la idea de que no hubo una ruptura
entre las ideas de Vygotski y Leóntiev.
La primera está
fechada el 13 de julio de 1932 y está dirigida a Luria. La carta se refiere al
enfoque sistémico y la necesidad de investigación experimental que se
desarrolla con este enfoque. Vygotski, al analizar la participación de Luria y
Leóntiev con tal perspectiva, afirma:
Espero mucho de ti (no importa cuán ciegamente procedan los
experimentos, por así decirlo), porque pensar en la experimentación es pensar
de manera más productiva, incluso cuando cometes errores. Y tú estás en el
camino correcto, como yo y como AN [Leóntiev], él no comprende, en parte, ni
siquiera deliberadamente, la nueva distinción en los experimentos, pero está
trazando esta distinción en su investigación sobre el intelecto práctico
comenzando con conexiones con el habla y sus cambios, sobre los cambios desde
el final hasta el principio, que es una dinámica sistémica. (Vygotsky, 2007:
44)
Con esta carta,
podemos percibir, quizás, el inicio de las divergencias teóricas que se
establecieron entre estos autores, ya que aquí Vygotski evalúa la deliberada
desviación de Leóntiev de su compromiso con los procedimientos experimentales
subsidiados por la visión sistémica establecida. La ruptura entre ellos se hace
explícita en la carta del 2 de agosto de 1933:
Estimado Alekséi Nikoláievich! Mantuve la intención de enviar
una carta a través de A. R. [Luria], pero nunca nos vimos antes de que se
fueran. De ahí el retraso. Sentí en más de una ocasión que nos encontrábamos,
por así decirlo, al borde de algún tipo de discusión muy importante para los
dos y que, al parecer, todavía no estamos preparados y por lo tanto tenemos un
malentendido en lo que ella debe consistir. Pero ahora hemos visto el rayo de
verano de esto muchas veces, incluso en tu última carta. Por esta razón, no
puedo evitar responderte con el mismo tipo de relámpago de verano, algo
parecido a una (vaga) premonición de una conversación futura. Tu destino
externo aparentemente se decidirá en el otoño, durante unos años. Y al mismo
tiempo, nuestro (y el mío) destino, es en parte el destino de nuestra causa.
Sin embargo, subjetivamente debes soportar tu "exilio" a Járkov,
independientemente de las alegrías que pueda ofrecer en compensación (en el
pasado y aún más en el futuro); tu salida final, objetivamente, en términos de
su significado interno real, es grave, y quizás un revés irreparable para
nosotros, un revés derivado de nuestras ilusiones y del puro y simple descuido
de la tarea que se nos confía. Parece que lo sucedido una vez nunca se
repetirá, ni en tu biografía ni en la mía, ni en la historia de nuestra
psicología. Aún así, estoy tratando de entender todo esto a la manera de
Spinoza, con tristeza, pero como algo necesario. En mis propios pensamientos,
empiezo con esto como un hecho existente. El destino interno de una persona
solo puede decidirse en asociación con el destino externo, pero, por supuesto,
no lo decide por completo. Por eso, no me queda claro, es confuso, mi visión
está oscurecida y me preocupa con la mayor preocupación que he experimentado en
los últimos años. Pero dado que tu posición interna, como escribes, ya está
cristalizada en un sentido personal y científico, la decisión externa también
está predeterminada en cierta medida. Tienes razón al decir que primero debes
deshacerte de la necesidad de actuar engañosamente. Sería posible hacer esto a
través de "abstraer" (a la Járkov) o "fisionar" (a la Moscú),
independientemente de las condiciones externas de cualquiera de nosotros. Creo,
por tanto, que tienes razón, a pesar de que evalúo todo lo que le sucedió a A.
R. [Luria] de manera diferente (y no en un sentido favorable). Pero hablaremos
de ello por separado en algún momento.
Sé y considero apropiado que interiormente has cruzado el camino
(final) hacia la madurez en los últimos dos años. Desde el fondo de mi corazón,
como deseo mucha suerte a un amigo muy cercano en momentos decisivos, te deseo
fuerza, coraje y claridad de pensamiento ahora que te enfrentas a una decisión
respecto a tu camino en la vida. Lo más importante es tomar esa decisión
libremente. Tu carta se rompe con esa nota, por lo que también romperé la mía
con esta nota, aunque sin ninguna razón externa. Aprieto firmemente tu mano.
Con todo mi corazón, tuyo, L. Vygotski. (Vygotsky, 2007: 46-47)
Las cartas indican
que la ruptura entre Vygotski y Leóntiev tuvo lugar en torno al despliegue de
la visión sistémica (como nos referimos anteriormente y como él propone en el
texto Sobre los sistemas psicológicos
de 1930). Tal indicación se puede confirmar en el texto de Záviershnieva, donde
se identificaron duras críticas a las proposiciones de Leóntiev ya que el
análisis de sus estudios implicaba una reducción en el nivel de generalización
teórica, y por no tener en cuenta plenamente los procesos psicológicos
superiores. Para Záviershnieva
Vygotski criticó a Leóntiev por perder el centro de la
investigación y por adoptar un enfoque espontáneo. El paso hacia el lado que
estaba dando Leóntiev era para él no solo una desviación del objetivo general
--la teoría de la conciencia-- sino también un paso atrás hacia el análisis de
las funciones psicológicas, que fue dominante en el Círculo Vygotski entre 1928
y 1931. Cada componente de la conciencia en ese momento se investigó por
separado, sin un enfoque sistémico: A.N. Leóntiev estudió la memoria; L.S. Sájarov,
Yu.V. Kotielova y E.I. Pashkóvskaya estudiaron el pensamiento, etcétera.
Vygotski puede haber visto la investigación de Leóntiev solo como un intento de
estudiar la dinámica de la acción como una función psicológica más. Sin
embargo, había llegado el momento de reunir todos los resultados, sintetizarlos
y reinterpretarlos. (Zavershneva, 2010b: 83)
Záviershnieva
indica tal ruptura apoyándose en las notas de Vygotski escritas en 1934, notas
que fueron escritas en función de la presentación del trabajo de Leóntiev en el
grupo de investigación. En una de las
notas él dice:
Hay dos unidades de actividad
dinámica: pensamiento y actividad real. Ambos tienen su aspecto dinámico, es decir, existe un
sistema dinámico sui generis, de
cierto tipo y variedad. Los dos tipos de
dinámicas no existen in abstracto, sin actividad. Este es el punto más
importante y fundamental... De hecho, el
papel del pensamiento en la actividad consiste en introducir nuevas
posibilidades dinámicas para la actividad. Decir que el pensamiento está
alterado es decir que los sutiles y complejos procesos dinámicos de actividad
están alterados. (Nota "Sehr wichtig.
La unidad de afecto e intelecto" [Sehr
wichtig. Yedinstvo affiekta i intielliekta], Archivo familiar) (Vygotski
citado por Zavershneva, 2010b: 83)
Complementando esa nota
del archivo, la autora presenta otras dos notas:
"¡NB! AN", Vygotski escribe sobre Leóntiev (el ítem
está marcado "!!!!!!") que "mira hacia atrás y no da un paso
decisivo hacia un nuevo nivel de trabajo: el análisis semiótico. - ¿Cuál es el
significado de una acción significativa?” (Vygotski citado por Zavershneva,
2010b: 89, n. 35)
"¡Cómo inspirar al camarada Leóntiev a la luz del problema
de la conciencia!" (Vygotski citado por Zavershneva, 2010b: 89, n. 37)
De las referencias
anteriores, podemos decir que la divergencia entre los autores se basa
fundamentalmente en una dimensión metodológica, sin embargo, Záviershnieva
afirma:
Los argumentos en contra de Leóntiev no fueron más allá del
debate científico. En ninguna parte, ni siquiera en notas para él mismo,
encontramos ataques personales contra Leóntiev, aunque Vygotski definitivamente
estaba empezando a perder la paciencia. “Cada persona da su paso de forma independiente después de partir de un punto de
partida común. ¿Pero él dónde puso su
pie? (Zavershneva, 2010b: 83)
Más adelante ella
continúa
Es difícil no darse cuenta de que hablaban diferentes idiomas.
Vygotski no pareció darse cuenta de que, además de los argumentos científicos,
lo que estaba detrás de la decisión de Leóntiev de disociarse de la
investigación de la conciencia eran aparentemente factores ideológicos. Al
centrarse en la teoría de la actividad ideológicamente más acomodaticia, AN Leóntiev
sobrevivió en el complejo entorno de la "ciencia reprimida" (un
término de MG Yaroshevskiy) y más tarde se convirtió no solo en el creador de
un gran movimiento, sino también en el fundador de la Departamento de Psicología
de la Universidad Estatal de Moscú. Debemos señalar, sin embargo, que la
psicología estuvo mayormente privada de su trabajo [de Vygotski] hasta la
década de 1980, mientras que Leóntiev asumió posiciones de liderazgo en la
ciencia soviética. (Zavershneva, 2010b: 83-84)
Las cartas también
nos revelan que, durante las décadas de 1920 y 1930, Vygotski atravesó momentos
difíciles, lo que hizo que el rumbo de su investigación estuviera bajo la
influencia de varios factores: las presiones políticas del régimen dictatorial
estalinista; su enfermedad, tuberculosis: la sobrecarga de compromisos que
estableció (traducciones, publicaciones de artículos, prólogos de libros,
participación en congresos, discusiones académicas entre grupos, etc.).
El
extracto de la carta a Luria, fechada el 12 de junio de 1931, demuestra este
momento que vivía Vygotski. Luria y Leóntiev se habían trasladado a Járkov,
mientras él permanecía en Moscú. Comenta cómo la sobrecarga de trabajo extra
estaba afectando su investigación científica:
Nuestro trabajo no es ni bueno ni malo, es mediocre. Ha sido muy
difícil concentrarse después de lo ocurrido (desde la disolución). Pero estamos
trabajando y vamos a completar nuestras pequeñas tareas. Liévina está contenta
en Kursk. Todavía estoy involucrado en miles de pequeñas tareas. Me aflige
mucho la inutilidad de lo que hago. Mi pensamiento científico está saliendo al
reino de la fantasía y no puedo pensar en las cosas de manera realista hasta el
final. Nada funciona: estoy haciendo las cosas incorrectas, escribiendo las
cosas incorrectas, diciendo las cosas incorrectas. Una reorganización es
fundamental y esta vez la llevaré a cabo. (Vygotsky, 2007: 35-36).
En esta carta,
Vygotski experimentó las consecuencias de la disolución del grupo de seguidores
que incluía una parte de la troika
(Luria y Leóntiev) y una parte de la piatiorka
(los cinco) (Zaporózhets y Bozhóvich) que fueron a Járkov, entonces capital de
la Ukrania soviética, a comenzar a trabajar en una nueva unidad organizativa, el
sector de psicología, de la Academia de Psiconeurología de Ucrania (UPNA).
Además,
la situación política vivida por Vygotski es sumamente compleja, como podemos
ver en el siguiente comentario de van der Veer:
Para ser y seguir siendo un psicólogo profesional en la Unión
Soviética de las décadas de 1920 y 1930, se requería mucha suerte, flexibilidad
y habilidades. En todos los libros de historia de la psicología soviética [...]
podemos leer sobre los debates orquestados que dominaron la agenda científica
(por ejemplo, sobre reduccionismo, dialéctica, dualismo, práctica). Los
psicólogos individualmente tenían que tomar la posición correcta sobre estos
temas o arriesgarse a asumir las consecuencias. En 1930, en particular, la
presión ideológica se convirtió en auténtico terror de Estado y ningún
estudioso podía estar seguro de haber expresado el punto de vista
"correcto" sobre un tema determinado. Desafortunadamente, las
opiniones oficiales infalibles sobre estos temas cambiaron repetidamente. Por
eso muchos intelectuales estaban preparados para lo peor y siempre tenían la
maleta preparada, por si venía la policía secreta a arrestarlos (venían
invariablemente de noche). (van der Veer, 2000: 3)
Podemos imaginar
que su situación se vuelve más tensa en la medida en que tenemos en cuenta que,
a partir de 1930, los debates en torno a las ideas vygotskianas comienzan a
hacerse públicos, sobre todo por su vinculación con la paidología,7
motivo de crítica y cuestionamiento (algunas de estas críticas fueron
realizadas por Abels'kaia y Opikhonova, 1932/2000; Feofanov, 1932/2000;
Talankin, 1930/2000).
7 Sobre la
participación de Vygotski en este campo de investigación, ver Schneuwly y
Leopoldoff-Martin (2011).
En 1936, tras su
muerte, su trabajo fue rechazado por la inteligencia soviética por esta
conexión, ya que los estudios de los paidólogos se volvieron ideológicamente
sospechosos, considerados como una pseudociencia reaccionaria y burguesa (van
der Veer & Valsiner, 1991). El decreto del Comité Central del Partido
Comunista de la Unión Soviética (PCUS), el “Decreto de Paidología” de 1936,
determinó la abolición de la enseñanza de la paidología como ciencia en las
academias soviéticas y la censura de los trabajos sobre esta área publicados
hasta julio de 1936 (Teixeira, 2004).
Sin
embargo, esto no impidió que la investigación en psicología infantil continuara
avanzando, los científicos tuvieron que crear subterfugios o no revelaciones
del lenguaje, para que pudieran continuar su trabajo (cf. Golder citado por
Teixeira, 2004).
Las
obras de Vygotski fueron censuradas en 1936, junto con materiales relacionados
con la paidología. Durante 20 años, sus ideas fueron transmitidas oralmente por
sus discípulos, quienes las difundieron clandestinamente. En 1956, sus textos
comenzaron a recuperarse y fueron relanzados.
CONSIDERACIONES FINALES
A lo largo de este
trabajo pudimos constatar la importancia de tener en cuenta el contexto social
y personal de Vygotski para una comprensión ligeramente mejor de su trabajo en
la construcción de su teoría.
La
información puesta a disposición en sus cartas permitió retratar a Vygotski no
como un genio solitario adelantado a su tiempo y distante de la realidad
social, no académica, sino inscrito en un proyecto basado en los ideales
políticos de igualdad, justicia y cambio social y sobre todo en la práctica
colectiva de la misma (Stetsenko, 2004; Stetsenko & Arievitch, 2004).
También
nos hicieron posible ver las diversas dimensiones de la vida intelectual de Vygotski,
pero más aún, pudimos ver cómo estas dimensiones se mezclan y se mueven dentro
de las relaciones y su vida. Hay una aproximación de la dimensión profesional y
particular, intelectual y emocional, privada y pública; donde podemos ver que
estableció una relación amistosa con sus colaboradores de trabajo, crecieron
juntos, se preocuparon y se animaron como grupo articulado en torno a un ideal
común.
Como
indican algunos trabajos (Stetsenko 2004; Stetsenko & Arievitch, 2004),
podemos considerar que la práctica profesional desarrollada por el grupo de Vygotski
era compatible con las ideas marxistas: vivían y se inspiraban en el espíritu
comunista en su vida diaria. Buscaron soluciones que respondieran a las
demandas del proceso revolucionario, mientras se articulaban en la creación de
una nueva psicología; esa era la causa del grupo.
Vygotski
demuestra en su obra que es un hombre de inmenso conocimiento cultural,
involucrado en temas relacionados con la literatura, el teatro, las artes, la
música, etc. Recitaba pasajes de poemas, novelas y obras de teatro a amigos y
colaboradores. Tal conexión se presenta en la carta dirigida a N. G. Morózova,
fechada el 7 de abril de 1930, donde se solidariza con su amiga, recitando un
fragmento de un poema de F. I. Tiútchev, que coincide con el difícil momento
por el que atraviesa:
En el peor de los casos, envíe una señal de socorro por radio,
como el SOS (Salven nuestras almas) de los barcos que se hunden, y salvaremos
sus almas".
No importa lo opresivo que sea
Es la mano del destino,
¿Qué puede resistirse al soplo?
Y ese primer encuentro con la primavera...
Tiútchev
(Vygotsky,
2007: 26-27)
El análisis de las
cartas permitió vislumbrar una dimensión de la vida de Vygotski que fue muy
afirmada entre sus comentaristas, pero poco explorada, que se relaciona con su
posición humanista ante el mundo. Tal posición es inherente a la forma en que
veía la vida y la forma en que se relacionaba profesional y personalmente. A
pesar de todas las dificultades del contexto en el que vivía, siempre estuvo
atento y preocupado por las personas que lo rodeaban. Tal forma de ver la vida
está presente en la carta enviada a R. E. Liévina, el 16 de junio de 1931,
donde aconseja a su amiga que vea la vida de una manera más profunda de lo que
se expresa en el exterior; en continua evolución, dándole importancia y
atención a ésta y obteniendo una filosofía que la sustente y fundamente:
[...] Tenías tantas ganas de ir a algún lugar donde la vida
misma, no solo tu trabajo, fuera nueva, educativa y estimulante. Pero Kursk no
está mal. Pronto podrás abandonar el sitio, habiendo completado tu tarea
laboral institucional. Las cosas que escribes sobre tu trabajo me han dado
pensamientos tristes sobre lo que se está haciendo actualmente, dónde te
encuentras, en nombre del desarrollo infantil. El problema no es el
distanciamiento ni el primitivismo, el problema radica en la falsedad, en la
mentira, en el trabajo fraudulento. Pero eso no es todo, por supuesto. Hay
núcleos de honestidad y verdad en cualquier trabajo, y tenemos que mirarlos por
encima de todo. Estos núcleos también están indudablemente presentes en tu
trabajo en Kursk. Además, es necesario, por supuesto, continuar la
investigación que te nutrirá e instruirá, y te dará algo para vivir y respirar,
y que sería necesario objetivamente, es decir, que lleve la verdad.
[...] Sobre los problemas internos y las dificultades de la
vida. Acabo de volver a leer (casi por accidente) “Tri goda” [Tres años] de
Chéjov. Deberías leerlo también. Esa es la vida. Es más profunda y más amplia
que su expresión exterior. Todo está evolucionando. Todo evoluciona. Lo más
importante, ahora y siempre, es no equiparar la vida con su expresión externa,
punto. Entonces, cuando prestes atención a la vida (y esta es la virtud más
importante, una actitud bastante pasiva al principio), te encontrarás a ti misma,
fuera de ti y en todas las cosas de tal manera que ninguno podríamos contenerla
dentro de nosotros mismos. Por supuesto, es imposible vivir sin tener un
concepto de vida en un sentido intelectual. Sin filosofía (una filosofía
personal de la vida) puede haber nihilismo, cinismo, suicidio, pero no vida.
Pero el hecho es que todo el mundo tiene una filosofía. (Vygotsky, 2007: 37-38)
La tarea de
reconstruir el alcance de la historia de la psicología cultural sociohistórica
está todavía abierta. El artículo que termina aquí nos dio un vistazo a esta
historia, que nos mostró que su teoría está íntimamente relacionada con el
trabajo colaborativo que ejercía Vygotski con sus compañeros, personas con
grandes cualidades, que juntos compartían un camino común, ya sea en el ámbito
profesional como en el ámbito personal, un proyecto que se reflejó tanto en la
forma en que entendían la psicología como en sus vidas.
En
este sentido, coincidimos con Souza Jr., Cirino y Gomes (2010) cuando enfatizan
la necesidad de profundizar en el análisis histórico del proceso de
construcción de la obra del autor bielorruso, que puede competir para
incrementar la comprensión actual de su pensamiento, además de ayudar al
desarrollo de aplicaciones más alineadas con los significados originales de la
producción intelectual vygotskiana.
REFERÊNCIAS
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development in german psychology and its influence on soviet pedology and
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