Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

miércoles, 20 de marzo de 2019

Kotik-Friedgut



Las semillas que brotan: una visión general de los primeros ensayos periodísticos de L. S. Vygotskiy (1916-1923)
B. Коtiк-Friedgut
Psijologuícheskiy zhurnal “Dubná”.  № 4, pp. 188-197, 2011

Traducción: Efraín Aguilar

A Liev Siemiónovich Vygotskiy, con la mano ligera de Stephen Toulmin, le llaman el  "Mozart de la psicología", y esto no solo señala su talento especial e influencia en el desarrollo de la psicología, sino también porque su talento como pensador e investigador apareció bastante pronto. Al mismo tiempo, en numerosas biografías de L.S. Vygotskiy a menudo se repite lo mismo: después de su trabajo de graduación, durante un largo período L.S. Vygotskiy "dejó  la actividad creativa" en general, por lo que varios autores a menudo comienzan a analizar su trabajo científico a partir de 1924, cuando se mudó de Gómiel a Moscú y se dedicó por completo a la psicología, y luego, en 1925, cuando defendió su tesis "La psicología del arte". Sin embargo, ignorar el período temprano de L.S. Vygotskiy es del todo equivocado: en los años previos al traslado a Moscú en 1924, Vygotskiy escribió más de ochenta artículos y notas publicados en 1916-1917 en publicaciones como "Nueva vía" (una revista semanal de izquierda dedicada a la vida judía, salió de 1916 hasta octubre de 1917 en Moscú bajo la dirección del editor S. Kogan) y "Crónica" (la revista se publicó en Petrogrado en 1915-17 bajo la dirección de M. Gorkiy), y en el período de Gómiel, en los periódicos "Nuestro lunes" (de 1922 a septiembre de 1923) y "La verdad de Polesia" (desde septiembre de 1923, cuando "Nuestro lunes" fue abolido y fusionado con la "La verdad de Polesia"). Así se forman sus notas literarias y teatrales, que parecen madurar como se refleja más tarde en “Psicología del arte”.
La tarea de este trabajo es proporcionar un análisis general de solo algunos de los primeros trabajos periodísticos que se publicaron en 1916-1923, así como el importante ensayo "Los judíos y la cuestión judía en las obras de F.M. Dostoievskiy", que no se publicó en vida de L.S. Vygotskiy. Por lo que sabemos, estas revisiones literarias y teatrales aún no han sido apropiadas por los investigadores en idioma ruso. Tampoco hay traducciones al inglés u otros idiomas. 
"La psicología del arte" comienza con la formulación de la metodología de análisis científico del arte. Así, después del análisis crítico de los enfoques existentes, escribe: "... se puede presentar ese nuevo método de la psicología del arte, que se llama "método objetivo-analítico"... Se debe tratar de tomar como base no al autor ni al espectador, sino a la obra de arte en sí misma. (1, p. 38). Podemos asegurar que este principio se convirtió en el centro de sus primeras obras, así como en las revisiones teatrales donde, junto con el análisis del drama, inevitablemente también hay una evaluación de la actuación, la contribución del director y los actores.
Cabe señalar que L.S. Vygotskiy comenzó a pensar y escribir sobre la "Tragedia de Hamlet Príncipe de Dinamarca", que es la parte central de "Psicología del arte", cuando todavía estaba en la escuela secundaria, y luego se convirtió en su tesis en la Universidad Shaniavskiy de Moscú. Comenzamos con este ensayo porque da una idea de sus primeros intereses y porque es en este capítulo del libro "La psicología del arte" que se formulan sus ideas básicas sobre lo que distingue el arte del no arte, lo que convierte el texto en una obra de arte, provocando una respuesta estética. Otras secciones del libro permanecerán más allá de nuestra atención. Nos centraremos principalmente en las fuentes menos conocidas.
Al resumir el análisis de la tragedia, L.S. Vygotskiy afirma: “... hemos encontrado la triple contradicción subyacente a la tragedia: la contradicción de la historia y de la trama y de los personajes. Cada uno de estos elementos está dirigido, por así decirlo, en direcciones completamente diferentes... Al leer "Hamlet", movemos nuestros sentimientos en dos planos... él (el héroe trágico) une estos dos planos en un momento dado y es la unidad más alta y constantemente dada de la contradicción que reside en la tragedia... Sentimos dos planos opuestos de la tragedia como unidad, ya que están unidos en el héroe trágico con el que nos identificamos (1, pр. 242-243).
L.S. Vygotskiy ve una dualidad mucho más profunda e importante en la tragedia, porque "... nosotros, por un lado, vemos toda la tragedia a través de los ojos del héroe, y por el otro, vemos al héroe con nuestros propios ojos" (1, p. 243).
Además, enfatiza que "... todo el arte se basa en la unidad del sentimiento y la fantasía" (p. 271). Y en todo el texto de "Psicología del arte", el concepto de contradicción es central y uno de los criterios más importantes para definir el arte: donde hay una contradicción, ésta despierta emociones y hace que el pensamiento funcione. En otro lugar, incluso dice que la base de la fábula, por ejemplo, es el "sentimiento contrario" [1, p. 157].
Por lo tanto, vemos que conceptos como contradicción, conflicto y diversidad son clave en el enfoque de L.S. Vygotskiy a la psicología del arte. Intentemos demostrar que los criterios para evaluar estas ideas están implícita y explícitamente contenidos en sus primeros ensayos y reseñas literarias y teatrales.
La juventud de Vygotskiy es un momento de intensa reflexión sobre la cultura judía, sobre el destino de su pueblo, sobre su lugar en la sociedad que limita las posibilidades de crecimiento personal de la vida sedentaria, y no es sorprendente que el tema judío también fuera fundamental para el grupo de historia que dirigió en los años de secundaria. Incluso en estos años, el joven Liev Vygotskiy escribió un ensayo titulado “Los judíos y la cuestión judía en las obras de F.M. Dostoievskiy", que no vio la luz durante su vida, pero partes de este texto se incluyeron más adelante en sus artículos del periódico judío “Nueva vía”, publicado en ruso en 1916-1917.1 Por primera vez, este ensayo con abreviaturas se publicó en Israel en el periódico “Vesti” en 1997, y en 2000 se publicó un texto más completo con una descripción detallada del original2 como anexo a las memorias de S. Dobkin, quien copió el texto del original de la hermana de L.S. Vygotskiy, Zinaida [2].

1 Para leer más sobre estas y otras publicaciones de L.S. Vygotskiy sobre temas judíos, ver: Kotik-Friedgut B.S., y T.H. Friedgut, (2008). A Man of His Country and His Time: Jewish Influences on the Personality and Outlook of Lev Semionovich Vygotsky, History of Psychology. V.11, (1), pp.15-39.
2 La primera parte del original del autor está escrita en cuaderno de estudiante y ocupa todas sus 32 páginas, con amplios campos a la izquierda. Casi no hay correcciones en la parte principal del manuscrito, pero se hacen varias inserciones significativas en los márgenes, que, a juzgar por los tonos de color de la tinta, se escriben más adelante. La segunda parte está escrita en nueve hojas estrechas (18 páginas). Además, en el original hay un folleto en el que se describe un plan de dos partes del trabajo, con sus títulos temáticos: "I Antisemitismo artístico" y "II Antisemitismo de hogares", que faltan en el manuscrito principal. Después del final del texto principal hay palabras separadas por "Cont. sigue". Sin embargo, la "continuación" probablemente no fue escrita, en cualquier caso, no fue conocida por Z.S. Vygódskaya, que guardó todo el material.

Este ensayo comienza con un análisis de la tradición del antisemismo en la literatura rusa y europea: "Es extraño e incomprensible: al presentar los principios de la humanidad, desarrollarse bajo el signo de la humanidad, la literatura rusa ha contribuido tan poco a la imagen humana de un judío". Además, el autor señala que "... el grave pecado de la literatura rusa (no ante los judíos, por supuesto, ¡sino ante la verdad artística!) no es exclusivamente inherente a ella...". En este trabajo escribe que "la literatura rusa aportó tan poca visión psicológica a la imagen del judío, al presentar a un cómico "judío despreciable" a la luz como "personificación de vicios humanos".
Podemos ver que el joven L.S. Vygotskiy ya está aplicando de manera realista los criterios estrictos al análisis de la literatura y el "método objetivo-analítico", en el que se encuentran las raíces del futuro libro "La psicología del arte". Así, escribe: "... En las obras de Dostoievskiy encontramos un ejemplo vívido de cómo la verdad artística se venga a sí misma". Dostoievskiy describe detalladamente cómo Isái Fómich "llena su día de reposo" bajo las miradas burlonas de los demás en “Las notas de la casa muerta”. L.S. Vygotskiy comenta:

"El lector ruso se asombrará mucho después de esta descripción si se entera de que los judíos nunca en las tardes y nunca los sábados imponen la filacteria ("tefilín"), por lo que Isái Fómich no podría dos veces por la noche, e incluso el viernes, la víspera del sábado, cuando según las creencias judías ya era sábado, imponer "esposas y cajas".
Además, el "tefilín" no se impone en ambas manos, como lo hizo el héroe de Dostoievskiy, sino solo en la izquierda; sí, y no se le impone las "esposas", sino la misma "caja" como en la cabeza.
Esto es un absurdo, impensable en realidad (¡los judíos ni siquiera tienen tefilín para ambas manos y cabeza!) La oración de Isái Fómich es muy significativa. Caracteriza la veracidad artística de la imagen de Dostoievskiy. Oh, ahora puede que no creas en la descripción de la oración, en el hecho que, rezando, "de repente entre sollozos, comienzas a reír".
La némesis del arte no perdona la imagen de lo desconocido: no crees en el judío de Dostoievski, es ficticio".

Partes de este texto aparecieron más adelante en el análisis de los motivos xenófobos en la novela "Petersburgo" de A. Biely; y en un ensayo sobre el 75 aniversario de la muerte de Y. Liérmontov, L.S. Vygotskiy habla de la postura especial de Liérmontov, que viola esta tradición:

"La tradición suaviza todas las diferencias, iguala todas las características: siempre y en todas partes el judío es la personificación de los vicios humanos ... y graciosa es la calidad indispensable de esta imagen ... Mientras ... Gógol se dio cuenta de lo gracioso incluso en el pogrom judío, Dostoievskiy ridiculizó la oración del judío, y Turguéniev tuvo la última palabra y se rió con gracia del judío condenado a muerte ... en este momento Liérmontov dedica la tragedia a los judíos, elige a los judíos como su objetivo, su vida como su tema, el judío como su héroe ("Los españoles" de 1830). ... En la luz sombría, pero majestuosa de la tragedia, vio imágenes de judíos, escuchó lágrimas en las que los demás solo vieron risas, vio rostros donde todos los demás solo vieron "caras pobres distorsionadas por el miedo" con la mano ligera de Gógol. ... En la tarea misma de la tragedia sobre los judíos, radica esa nueva palabra que dijo Liérmontov y que aún no se ha escuchado "[4: 7-8].

Se sabe que en el período que Gómiel fue ocupada por tropas alemanas durante la guerra civil, L.S. Vygotskiy estaba atareado en asuntos familiares; parte del tiempo estuvo en Kíev donde su hermano menor recibía tratamiento. En este momento, publicó dos ensayos menos conocidos que, según el profesor R. Timiénchik, quien encontró estos trabajos, pueden ser interesantes "para estudiar la génesis y evolución del sistema de evaluaciones estéticas del gran psicólogo”. [5].
Uno de estos trabajos es la revisión del drama “La rosa y la cruz” de A. Blok3 [6]. Cabe señalar que en las revisiones literarias y de teatro anteriores y posteriores L.S. Vygotskiy está dominado por un enfoque claramente crítico, pero en este análisis su autor no escatima expresiones positivas que indiquen su gran aprecio por el trabajo de A. Blok. Así él escribe:

"Las cosas verdaderamente hermosas que vienen al mundo, generalmente pasan desapercibidas... La reciente aparición del nuevo drama de Al. Blok “La rosa y la cruz” fue completamente imperceptible para el público en general y casi no estuvo aprobada por la crítica. Mientras tanto, la aparición de este drama constituye un evento importante en el mundo del arte, un evento tan gratificante como el que la literatura moderna rara vez nos complace... Como todo lo verdaderamente hermoso, “La rosa y la cruz”, sin causar conversaciones turbulentas y ruidosas, ganará a la indiferencia y la falta de atención de los lectores y ganará un lugar honorable y legítimo en nuestra literatura. La estrella de  primera magnitud subirá (sic) este drama al cielo de nuestra poesía...
Pese a la trama medieval y a un contenido romántico tan lejano, "La rosa y la cruz" solo es una página nueva en la obra de Blok y está conectada por hilos irrompibles con sus letras ansiosas del alma inquieta y moderna".

3 Firmado por L.___skiy y, en opinión del profesor R. Timiénchik, está escrito por Vygotskiy. Nota del editor: Nos reservamos el derecho de cuestionar la conclusión del profesor Timiénchik sobre la autoría de Vygotskiy, y consideramos abierta a discusión la cuestión de la autoría de esta revisión (Antón Yasnitskiy).

Luego se describe la trama, donde se presta atención principal a diferentes planes, líneas y contradicciones en el desarrollo de los eventos, conflictos entre el sueño y la realidad, la trágica colisión entre el romance y el erotismo del amor. Aquí se trazan claramente los "granos" o "raíces" del enfoque que se formulará claramente en la "Psicología del arte". Aquí hay algunos ejemplos:

“En dos canciones, la canción de Aliskan sobre el ruiseñor y la rosa, saturada por la felicidad lánguida del amor terrenal, y la canción de Gaetán sobre la alegría de la renunciación, sobre la inmutable ley del corazón, Alegría-Sufrimiento, acerca de la  cruz, revelan el significado simbólico del drama. Estos dos signos, la rosa y la cruz, y dos destinos relacionados, dos relaciones con el mundo, se materializan en las imágenes de los actores y en la acción dramática".

Vemos que aquí, como en el análisis de “Hamlet”, el autor de la reseña muestra  las oposiciones de las líneas de la trama y los símbolos, dando dramatismo a toda la obra. También señala el alto nivel de la poesía de A. Blok, como si justificara su profecía sobre el gran futuro del drama:

“No quiero hablar sobre la profundidad de las imágenes simbólicas, sobre los tesoros de la poesía de este drama. Estricta y mezquina (¡ni una sola palabra superflua!), una forma de drama escrita casi en su totalidad en hermosos poemas... En la canción de un vagabundo, la magia de la palabra alcanza su límite más alto, está llena de un encanto irresistible".

El artículo analítico "Teatro y revolución" (firmado por L. Vygodsky) [7] no está incluido en ninguna de las listas bibliográficas de L.S. Vygotskiy.4 Vale la pena recordar que fue escrito en 1919 durante la guerra civil y la devastación. El texto muestra que, en general, acepta la revolución,5 aunque la ambivalencia de los sentimientos es claramente visible y está profundamente preocupado por el futuro destino de la cultura, especialmente del teatro:

“El teatro ruso no tiene mérito antes de la revolución. Para vergüenza o para honra, se puede discutir, pero es así... No solo... el teatro ruso no dio nada en sus aspiraciones creativas, ni siquiera reveló la sombra pálida del presagio de esa cosa fatal y terrible que se acercaba, ya en camino, eso que estaba llamando a la puerta, y que muy pronto fue más allá de los estrechos límites de la política y capturó todos los límites de la vida humana y el espíritu creativo...
Pero la revolución que causó cambios tan profundos en toda la estructura de la vida, ¿qué le dio al teatro?
Nada todavía. O casi nada.
En primer lugar, le trajo la emancipación y la libertad de prohibiciones de censura. Y la primera que se aprovechó de esta libertad fue la nudista Lieda, de Kamienskiy".6

4 La colección "Poemas y prosa de la revolución rusa" (Kíev, 1919) está escrita en ortografía antigua y ahora es una rareza anticuaria, porque durante la lucha con los "enemigos del pueblo" fue eliminada de todas las bibliotecas y se le destruyó (ver Herencia Literaria. - M., 1993. - T. 92, libro 5. - p. 633-826).
5 Después de la revolución de febrero en la primavera de 1917, publica un artículo titulado “Avodim Joinu” (Éramos esclavos), en el que el júbilo por la abolición del acuerdo del Rasgo (es decir, la ley que restringe los derechos de los judíos a elegir su lugar de residencia y profesión) se mezcla con una sensación de ansiedad sobre  el curso futuro para para la judería rusa.
6 A.P. Kamienskiy (1876-1941). En 1906 publicó la historia "Lieda", donde la bella heroína caminaba desnuda por "razones ideológicas". "Lieda" retumbó en toda Rusia, se convirtió en una obra de teatro y después de la revolución de 1917 estaba en Moscú y en provincias con éxito considerable.

Se queja de que el repertorio del teatro moderno es antiguo y se alimenta de la dramaturgia de la revolución francesa:

“El arte solo es una parte de la vida, y el artista se nutre de la modernidad como nosotros — ‘espectadores de grandes espectáculos — fatídicos minutos del mundo’.7 Mientras tanto, la vida de la escena no está en absoluto imbuida de aquello de lo que el arte vivo no podía escapar... "El viejo y resentido repertorio del teatro dramático resultó ser completamente inaccesible y prohibido de cualquier golpe por parte de la ciudadela... Y la cobertura satírica y trágica de la revolución encontró al teatro en obras extranjeras".

7 Del poema "Cicerón" (1836) de F. I. Tiutchev (1803-1873):
Bendito es quien visitó este mundo.
¡En sus minutos fatales!

Y solo el "Misterio bufo"8 de V. Maiakovskiy mereció la atención especial y bastante favorable de L.S. Vygotskiy, no sin un ojo crítico:

“’Misterio bufo’ es una representación heroica, épica y satírica de nuestra época... ¿No es esta la modernidad más contemporánea?... Y todo lo que está en el juego del misterio  -la revolución social mundial desde el principio hasta la apoteosis- no tiene éxito, de la mente se escribe una tesis, alegórica-transparente. No todo está bien, tampoco lo bufo. Pero se recordará mucho:
Prometieron y dividieron a partes iguales.
           Un panecillo, otro agujero
                                          de una rosca.
                                Esto es la república
       democrática".

8 Escrito para el primer aniversario de la Revolución de octubre, e incluido por la Oficina central  para la organización de una serie de celebraciones en honor al aniversario de la revolución. El estreno de la representación tuvo lugar en el teatro del drama musical el 7 de noviembre de 1918.

La elección de lo que será recordado también es interesante.
Cuando L.S Vygotskiy regresó a Gómiel y la vida en la ciudad comenzó a mejorar, finalmente pudo trabajar. Su trabajo es multifacético: trabaja en la sección provincial de educación política, en el colegio técnico pedagógico, en empresas públicas y privadas de la industria editorial de Gómiel, donde se dedica a esta actividad; enseña literatura, psicología y lógica al mismo tiempo en diferentes instituciones educativas, y organiza un laboratorio psicológico [9].
En el artículo sobre el aniversario de A.S. Serafímovich, Vygotskiy aprecia mucho el trabajo de este autor, considerándolo un gran escritor popular: “Serafímovich es un realista consistente y sobrio. Escribe como ve, pero ve tal como es". Sin embargo, comienza un artículo sobre Serafimovich [10] con la mención de la historia de Garshin:

“... El héroe de esta historia va al seminario de maestros: le parece más digno ser  maestro nacional que artista. Pero no todos fueron a los seminarios de maestros, no todos se negaron al arte. Algunos continuaron escribiendo tanto en lienzos como en libros, y gritaron y golpearon grietas de madera como un martillo. De esos había unos pocos... ".

Parece que L.S. Vygotskiy ante todo reflexiona sobre sí mismo (después de todo, esto solo es un preámbulo del ensayo sobre Serafímovich): él es un maestro y es activo en su actitud hacia el arte. Pese a todo, encuentra tiempo para asistir al teatro y publica reseñas literarias y de actuaciones casi semanalmente en las que, junto con el análisis de las obras, inevitablemente hay una evaluación de la dirección y la actuación.
Así en el análisis de la obra "El barbero del rey" de A. Lunacharskiy [11] vemos el mismo abordaje que en el análisis de "Hamlet", la búsqueda de contrastes y contradicciones, pero al mismo tiempo de una manera algo más crítica:

“Usando la antigua forma literaria del drama, Lunacharskiy lo ilumina con rayos X y hace visibles sus fuentes internas, sus raíces sociales. Dos líneas: la línea ascendente del desarrollo de la pasión personal, cegadora por el poder y la autoridad, y la segunda, la línea descendente de exponer la insignificancia de ese poder; se ejecutan en paralelo, de manera armoniosa y convincente, hermosamente, alcanzando el punto más alto (más bajo) en la resolución total: el choque, la interrupción, el desgaste burlonamente afilado, de carácter prosaico-vulgar. La desventaja de la obra es su excesivo carácter literario, la multiversión,  es más simple la verbosidad, lectura explicativa por los propios actores de breves conferencias sobre ellos mismos y sobre el significado de la obra".

A veces L.S. Vygotskiy analiza la contradicción entre el material dramático y su encarnación en el escenario. “La pieza de gran ironía se jugó con falso patetismo” [11]. “¡Tolstói es el poder de la oscuridad!” Este es uno de los dramas rusos más hermosos. En ella, en todo caso, todo es del arte y nada de la vulgaridad. Por el poder de la generalización artística, por el brillo y la audacia de los colores, esta tragedia campesina fue y sigue siendo un modelo insuperable... Hay un héroe en ella: lo verdadero... "Mostrar lo universal y lo grande en la rebelión de las pasiones oscuras campesinas es una experiencia aún no probada por la literatura...". Pero hacer del campesino en toda su verdadera esencia un portador de lo heroico en el drama interno, es decir, mostrar lo universal y lo grande en la rebelión de las pasiones oscuras campesinas es una experiencia aún no probada por la literatura...". Y una apreciación tan alta del drama contrasta con la evaluación de la actuación: “En la producción de Bardeen con toda la minuciosidad y seriedad, a la que no se puede negar un gran respeto, se organizó el lado etnográfico externo. Y, sin embargo, tengo la falsa impresión de una falsificación" [12].
Su crítica es aguda y exigente, y no ignora los detalles finos, incluidos los positivos. Así que a la reseña de la obra "Valor inesperado" la tituló "Alegría inesperada" [13], porque

“... Este es el mejor espectáculo de la temporada y, en general, el primero bastante bueno. No tengo ninguna duda de que será el punto culminante de la temporada, que se centrará en la atención y el amor del espectador... Nuestra escena anhela la tragedia del verdadero heroísmo, pero también la farsa de un heroísmo falso e inflado que estalla como una burbuja de jabón. Heroico y divertido, todavía lo necesitamos... La puesta en escena está realmente resuelta en términos de una broma..."

Sin embargo no fue sin reproche a los artistas: "... una pequeña mezcla de tonterías de vodevil en el juego: el sombrero de un viejo oficial y una reverencia debajo de la barbilla, notas en el discurso, etc., un poco de broma... En el tercer acto, se rieron más en el escenario que en el salón" [13].
El análisis psicológico sutil por L.S. Vygotskiy de la dramaturgia de Hugo [14] la define como relacionada con el romanticismo pero de un tipo especial:

"Si el romanticismo es inherente al aislamiento de la tierra, al entrar en el mundo de los sueños, la penetración mística en algo inexpresable, entonces el patetismo de Hugo se define por los rasgos opuestos: la lealtad a la naturaleza y la vida, hasta las tendencias políticas y sociales, la heroización de los movimientos más elementales del alma, llama la atención; los efectos e imágenes subrayados son gruesos y no densos para poder tocarlos.
Su romanticismo es especial: en los efectos melodramáticos, en la recitación patética, en el fuego bengalí, en el potencial de la realidad. Como los salvajes y los niños, él ama lo brillante, colorido y ruidoso. La descripción de lo ordinario, enseña él, es un error de los poetas que sufren de miopía y falta de aliento. Considera que la combinación de lo sublime y lo grotesco es la base principal de sus dramas... porque de lo grande a lo ridículo hay un paso, y todos sus dramas se reproducen en este espacio limitado a un solo paso. Para los grandes en ellos, el pathos: la tensión de un gran sentimiento, el poder de las imágenes y los movimientos, “transformando el débil parpadeo en luz brillante y la luz, en llama”. A retóricas ridículas, frases pomposas, lugares comunes, flores de elocuencia estudiantil, efectos de melodrama".

Además, escribe sobre el significado del melodrama para el repertorio de transición de ese tiempo, al citar la observación del comportamiento de la audiencia en la actuación de “Reina y mujer” de Hugo:

“Antes del final, cuando el espectador permanece en lo desconocido, cuya ejecución tuvo lugar tras bambalinas: un héroe obrero o un gran pícaro. El melodrama tiró de todas las cuerdas en la sala. La aparición del trabajador fue recibida con aplausos e incluso con exclamaciones: "Correctamente" no aplaudieron al actor que interpretó el papel, no aprobaron al actor, sino que se regocijaron por el melodrama, que acertó los deseos del público. Tales experiencias (en general, no infrecuentes) en el teatro dan testimonio con certeza de que el disparo dio en el objetivo, la obra llegó a la audiencia. Y para el teatro es mucho”.

Cabe destacar la publicación de la entrevista que L.S. Vygotskiy tomó del director del Teatro de Odessa "Antorcha Roja" V.K. Tatíshchev. Después de que hace un análisis muy crítico de las actuaciones, señala que “estas son actuaciones históricas para una ciudad que no ha visto la obra en su conjunto como una obra teatral; e incluso una sola tarea ilustrativa que el teatro realiza de manera brillante: estas son las lecciones ilustrativas del teatro moderno...” [15]. Por lo tanto, una clara simpatía por el director del teatro no es accidental y parece que L.S. Vygotskiy podría suscribir cada palabra de V.K. Tatíshchev:

“Somos un grupo de fanáticos que estamos enamorados del teatro, en su elemento. Surgimos cuando el hambre y la ruina llevaron al teatro a un colapso completo... Intenté, en la medida de lo posible, diagnosticar las causas de la piratería y el deterioro del teatro. Habiendo definido eso, al organizar el teatro, me opuse a los principios completamente opuestos. Aquí están en palabras cortas. Conocimiento absoluto de la forma. Conexión mental completa de todo lo que sucede en el escenario. La penetración y el amor en el teatro, en el negocio, en la obra, en el papel. Aquí nadie juega un papel, todos juegan una obra". Al final L.S. Vygotskiy espera que continúe la conversación: "Si tengo éxito, seguiré publicando, iluminando las intenciones creativas más cercanas, las ideas, los métodos de las producciones individuales y todo el trabajo del teatro". [16].

Otra idea que L.S. Vygotsky desarrolló en "La psicología del arte", es acerca de los criterios relativamente sutiles para distinguir el arte genuino de lo que no es: "El arte comienza donde comienza un poco -es como decir que el arte comienza donde la forma comienza. [1, p. 52]. Y esta idea está presente en muchas publicaciones. Por ejemplo: "El minus de una obra es su carácter literario excesivo, la multiversión, es más simple la verbosidad" [11]. En una nota sobre la opereta judía, tiene la misma ironía que en las respuestas al teatro ruso y bielorruso. “Las tonterías eran pesadas, con el peso de todos. Silva fuertemente agitado..." [17]. O: “la opereta judía no se contenta con una broma; ella quiere ser al mismo tiempo una tragedia y una farsa, un poco de filosofía doméstica y una sinagoga" [18]. Y al mismo tiempo, muestra su conocimiento y respeto por la tradición: "El material lírico de la danza judía doméstica no se ha utilizado por completo" [17]. En otro ensayo sobre el teatro judío: “una farsa es un teatro puro en su germen. Pero la farsa, además del drama, es insoportable y se refiere también a la farsa pura y al teatro como una vulgarización de la nacionalidad... Debemos ir por otro camino" [19] Y en otro lugar:

“Toda comedia tiene el derecho de ser una tontería, pero algunas personas abusan de este derecho. "Caballero" es precisamente de esas... La comedia doméstica es siempre una lucha con la vida, la superación de la vida, la ejecución, el rodaje de la vida. Simplemente no fue una excusa para la comedia (sic). Pero si una comedia pierde la risa, es como la sal que ha perdido su salinidad” [20].

De las citas anteriores se puede ver que es precisamente lo opuesto, el exceso, la redundancia en el teatro, especialmente en la actuación del director-actor, lo que irrita al autor y se convierte en el objeto de su ingeniosa crítica.
En publicaciones de periódicos de 1922 a 1923, escribe sobre literatura, compañías locales y ambulantes, sobre el teatro judío, ruso y bielorruso. Aquí asumió el papel de esclarecedor: su crítica está dirigida a formar un público cultural exigente, por un lado, y, por otro lado, a la literatura y al teatro, que con razón podrían llamarse arte.
Entonces, al hablar del papel del teatro bielorruso, escribe: "... para la población campesina de nuestras localidades, el potencial educativo de este teatro es enorme... El discurso literario bielorruso es la clave para todos en la literatura mundial y rusa". Sin embargo, está en contra del teatro, donde "... la etnografía azucarada da un espectáculo para los niños" [21].
En el ensayo “Sobre el teatro infantil”, el pedagogo L.S. Vygotskiy se pregunta si esto debería ser "un teatro para niños o un teatro de niños" [22].
Al hablar sobre la literatura bielorrusa, ve su tarea en elevarla a un nivel tal que pueda ocupar un lugar digno en la literatura mundial: “Es hora de que la literatura bielorrusa lleve las melodías al piano. Al mismo tiempo, la tarea principal debería ser: no perder el aroma del querido aciano y dominar la compleja música de la poesía moderna en sus temas y cuerdas” [23].
Le queda claro que el teatro provincial no tiene que ser provincial:

“No se debe pensar que solo los teatros grandes y sutiles pueden tener patetismo. Está donde hay vida... Como la electricidad, no solo está donde hay un rayo, sino donde hay una luz de 25 velas, así también la poesía y el arte no solo están donde hay grandes creaciones, sino también en 16 velas de la escena provincial..." [24].

Como vemos, sus artículos, por regla general, terminan con recomendaciones prácticas, deseos, llamados, en los que se manifiesta claramente la posición activa del constructor de la nueva cultura, la nueva sociedad y la nueva persona. Solo pasarán algunos años, y Vygotskiy se mudará a Moscú y comenzará a escribir sobre una nueva ciencia: una nueva psicología del desarrollo cultural y biosocial, desde el niño hasta el superhombre.
Sin embargo, esta es una historia completamente diferente.

Literatura:
1. Vygotskiy L.S. Psicología del arte. Моsкvá, «Isskustvo» 1986.
2. Feigenberg I.M. (compilador y editor). De Gómiel a Moscú, el comienzo del viaje creativo de Liev Vygotskiy, de las memorias de Siemión Dobkin. Primeros artículos de L.S. Vygotskiy. Lewiston: Edwin Mellen Press, 2000.
3. Vygotskiy L.S. Notas literarias (“Petersburgo”, novela de А. Biely. 1916). // Nueva vía. 1916. № 47.
4. Vygotskiy L.S. М.Yu. Liérmontov (Por el 75 aniversario de su muerte). 1841-1916 //
Nueva vía. 1916. № 28.
5. Timiénchiк R.D. Artículo olvidado de L.S. Vygotskiy. // Revista “22”, 96, 1995, 209-211.
6. L ____sкiy. “La rosa y la cruz” Boletín teatral musical.
7. Vygotskiy L.S. “Теаtro y revolución” // “Poesía y prosa de la revolución rusa”.
(Кíev, 1919).
8. Vygotskiy L.S. Avodim joinu // Nueva vía. 1917. № 11-12.
9. Vygódskaya G.L., Lifánova Т.М. Liev Semiónovich vida, actividad, esbozos de un retrato. М., 1996.
10. Vygotskiy L.S. Gran escritor popular. Para el aniversario de Serafímovich. //
La verdad de Polesia. 12.09. 1923.
11. Vygotskiy L.S. El barbero del rey // La verdad de Polesia. 17.10. 1923.
12. Vygotskiy L.S. El poder de la oscuridad. // La verdad de Polesia. 29.09. 1923.
13. Vygotskiy L.S. Alegría inesperada. // La verdad de Polesia. 27.11. 1923.
14. Vygotskiy L.S. Reyna y mujer. // La verdad de Polesia. 30.10. 1923.
15. Vygotskiy L.S. Giras de Antorcha roja. Bufón en el trono. Juego de intereses. //  Nuestro lunes. 18. 06. 1923.
16. Vygotskiy L.S. Entrevista con el director de Antorcha roja. // Nuestro lunes. 06. 04. 1923.
17. Vygotskiy L.S. Teatro hebreo. // Nuestro lunes. 16. 04. 1923.
18. Vygotskiy L.S. Al cierre de la temporada. // Nuestro lunes. 12. 03. 1923.
19. Vygotskiy L.S. Teatro hebreo. // Nuestro lunes. 23. 04. 1923.
20. Vygotskiy L.S. Caballero // La verdad de Polesia. 28. 09. 1923.
21. Vygotskiy L.S. Giras del teatro bielorruso. // Nuestro lunes. 25. 06. 1923.
22. Vygotskiy L.S. Sobre el teatro para niños. // Nuestro lunes. 07. 05. 1923.
23. Vygotskiy L.S. Sobre la literatura bielorrusa. // La verdad de Polesia. 16. 12. 1923.
24. Vygotskiy L.S. Al cierre de la temporada. // Nuestro lunes. 12. 03. 1923.

Máltsiev



El teatro de la década de 1920 en la evaluación de L.S. Vygotskiy1
V.V. Мáltsiev
Psijologuícheskiy zhurnal “Dubná” № 1, pp. 145-153, 2012

Traducción: Efraín Aguilar

"La pequeña poesía, el pequeño arte de nuestra escena, lo efímero, dulce, ajeno, recibieron mis palabras olvidadas".2 Así pensaba, al resumir sus actividades periodísticas, Liev Siemiónovich Vygotskiy en 1923. En parte debido a nuestra falta de curiosidad durante muchos años, sus palabras fueron ciertamente olvidadas. Pocas personas saben que el eminente psicólogo fue un brillante crítico literario y teatral. Ni las notas literarias ni las reseñas teatrales fueron incluidas en la colección de sus obrasen seis volúmenes, publicada en la década de 1980 por la editorial “Prosvieshchenie” [Iluminación] de Moscú. En ese tiempo sus compiladores no las conocían, aunque fueron publicadas a principios de la década de 1920 en los periódicos de la ciudad bielorrusa de Gómiel, en donde L.S. Vygotskiy vivió la mayor parte de su vida.

1 Este artículo, de la colección "Vanguardia rusa de los años 1910-1920 y el teatro", se publica en este número con el amable permiso y apoyo del autor.
2 Vygotskiy L.S. Al cierre de la temporada // Nuestro lunes. 1923. 12 de marzo.

En 1919 (después de graduarse en la Facultad de Derecho de la Universidad de Moscú y en la Facultad de Historia y Filología de la Universidad Popular Shaniavskiy), L.S. Vygotskiy regresó a su ciudad natal y estuvo estrechamente asociado con el teatro.3 De 1919 a 1924 fue jefe del departamento de teatro de la sección de educación popular de Gómiel, y luego jefe del departamento de arte del Comité Provincial de educación política. Participa en el desarrollo de la política teatral del condado. En una ocasión se reunió con el ex director del Teatro de la Sátira Revolucionaria de Vitiebsk, A.A. Sumarókov, para crear un estudio teatral, pero con la cabeza puesta en los asuntos  editoriales. En 1922 comenzó a dirigir el departamento de publicaciones “Gompiechat” y dirigió la sección teatral del periódico “Poliésskaya Pravda” [La verdad de Polesia]. Al mismo tiempo, crea y edita la revista sobre literatura y teatro "Brezo", cuyo primer número salió en 1922, y el periódico semanal literario y artístico "Nuestro lunes" (1922-1923). Y en "Brezo" y "Nuestro lunes" L.S. Vygotskiy siempre escribe sobre teatro.

3 Comentario del editor: Vygotskiy se graduó de sus estudios en Moscú y regresó a Gómiel a fines de 1917. Sin embargo, fue solo después del establecimiento del gobierno bolchevique en la ciudad a principios de 1919 cuando comenzó su activa vida social y cultural. A. Yasnitskiy.

A veces firma sus artículos solo con las iniciales "L.V.", "L.S.", "L.", y algunos son publicados sin atribución, como editorial; supongo que otros bajo el seudónimo de "Observador". En el periódico "Nuestro lunes", introduce una nueva columna, "No del todo reseñas", donde una revisión de la última actuación se convierte en una razón para pensar en las tendencias escénicas más amplias, y pueda presentar sus propios puntos de vista sobre el arte. El propio L.S. Vygotskiy considera cualquier fenómeno de la escena en una amplia gama de problemas estéticos generales y demuestra la brillante combinación de un talentoso escritor, historiador del arte y psicólogo. Por supuesto, no pudo ver muchas representaciones históricas de los teatros metropolitanos de aquellos años. Su experiencia es en cierto sentido limitada, escribe sobre los artistas invitados y las actuaciones de compañías locales. Sus artículos son interesantes principalmente como respuesta viva y momentánea de un contemporáneo del teatro de los años veinte. Algunas ideas que se expresan en ellos luego se formularon teóricamente en el libro “La psicología del arte”, cuyo manuscrito L.S. Vygotskiy trabaja esta vez en Gómiel. Al analizar las actuaciones, el científico aplica el "método objetivo-analítico", formulado concisamente en "La psicología del arte", "desde la forma de una obra de arte a través del análisis funcional de sus elementos y estructura hasta la recreación de una respuesta estética...".4 Al cortar aquí la cita, es necesario poner fin, ya que el "establecimiento de leyes generales" de la reacción estética no es parte de las tareas de la crítica teatral operacional.

4 Vygotskiy L.S. Psicología del arte.  М.: Piedagóguika, 1987. P. 28.

Llegó al trabajo de crítico de teatro enriquecido por la experiencia de la crítica literaria de revistas. En 1916–1917, L.S. Vygotskiy combinó sus estudios con el trabajo de secretario técnico de la revista “Nueva vía” (Moscú), donde publicó varias notas literarias y críticas sobre la novela de A. Biely "Petersburgo", el libro de V.I. Ivanov "Surcos y límites”, la obra de D.S. Merezhkovskiy, "Habrá alegría", el poema erótico de I.S. Turguéniev, “Pop” y otros. Los simbolistas fueron para él un campo de atracción y repulsión espiritual. En ellos, encontró a escritores y pensadores que eran cercanos en su percepción del mundo y la percepción del "fin de los tiempos", usó su vocabulario, imágenes, el deseo de identificar inicios no personales y atemporales en la vida y el arte. Pero lo fundamental para los simbolistas, la tesis de V.I. Ivanov sobre la "personalidad viva del poeta", que entró en interacción con la personalidad del lector, comenzó a replantearse, después de establecer otro objetivo: "estudiar psicología pura e impersonal independientemente del autor y el lector".5

5 Ibídem. P. 9.

En sus años de estudiante, L.S. Vygotskiy estuvo fuertemente influido por uno de los más destacados representantes de la crítica impresionista, Yu.I. Eichenwald, en cuyo seminario escribió la famosa obra sobre “Hamlet” de William Shakespeare. El impresionismo, en el que la inmediatez de la percepción sensorial del mundo prevalecía sobre generalizaciones y sistemas abstractos, en Rusia no se convirtió en un movimiento artístico independiente. En la crítica literaria impresionista de L.S. Vygotskiy ésta se siente atraída principalmente por su sensibilidad nerviosa a todo lo que se estaba volviendo inestable, el devenir y la libertad de expresión del autor. Los representantes de la crítica impresionista buscaron contagiar al lector con su propia excitación estética, revivirla en la palabra, al considerar sus actividades como una esfera de creatividad independiente y no científica. Esta, como diría más tarde L.S. Vygotskiy, fue una crítica a la "autoexpresión" del lector, a la "crítica amateur". No declaró su "visión privada" como la única verdadera y completa, sino que defendió el derecho a su existencia, como una de las formas de conocer el arte.
Como crítico de teatro L.S. Vygotskiy conserva la postura ética de la crítica impresionista: cualquier trabajo escénico es más amplio que el entendimiento humano subjetivo, es invariante, contiene posibilidades de varias lecturas. Por lo tanto, una evaluación crítica de cualquier producción teatral no es lo más importante para él en una revisión. "En las líneas volátiles y desbocadas siempre quise no dejar huella: buena o mala, no dar diplomas en talento y mediocridad, sino ayudar al lector crítico a desarrollar su juego en la imaginación".6 En la escritura de Vygotskiy, cuando las sensaciones del mundo figurativo de la obra parecen nacer de la emancipación emocional del autor, hay mucho en común con el impresionismo. Sin embargo, la actitud hacia la crítica lírica subjetiva en Gómiel se afirma categóricamente: "El tipo de crítica más fácil e innecesaria es la lírica de la lírica. Para la crítica solo existe la forma. Esto es lo único tangible y preciso que se puede hablar con claridad, sin charlatanes ni lirismo".7 El contenido de la forma escénica es el tema de conversación de L.S. Vygotskiy con el lector.

6 Vygotskiy L.S. Al cierre de la temporada.
7 Vygotskiy L.S. Las giras de "Antorcha Roja " // Nuestro lunes. 1923. 4 de junio.

No tiene sentido, cree L.S. Vygotskiy, buscar en el teatro de los primeros años posrevolucionarios lo que Hamlet, en un discurso a los actores, llamó "el almacén, la forma y la huella de la era". No hubo grandes obras literarias y escénicas que expresaran los "abismos del espíritu" del hombre en los poros de los trastornos sociales globales, del período 1917-1919. Además, las formas teatrales que surgieron en los tiempos pre-revolucionarios claramente llegaron a ser inconsistentes con el pensamiento, el espíritu y la psicología del ser humano de la década de 1920, y no requieren renovación, sino ruptura y cambio. "Un nuevo espíritu está buscando nuevas formas para su encarnación", escribe en un artículo publicado en 1919 en la colección de Kíev. "Un vino nuevo no se puede verter en botellas viejas".8 Aquí es necesario hacer reservas sustanciales y aclaraciones, ya que la posición de L.S. Vygotskiy es ambivalente, no aclarada. A primera vista, parece que en un artículo sobre el tema del teatro y la revolución, el crítico emite representaciones bastante comunes del marxismo vulgarizado sobre el nuevo sistema social, que inevitablemente da lugar a un arte cualitativamente nuevo. La revolución para L.S. Vygotskiy es solo un catalizador, y no la causa de la crisis en el teatro. La revolución solo agravó la "erradicación y colapso de las antiguas formas de arte teatral, que se manifestó con más fuerza durante la guerra".9 La búsqueda artística más interesante de principios de la década de 1920, como lo demuestran los estudios modernos, tiene una ascendencia pre-revolucionaria y se remonta a la década de 1910. Vygotskiy, sin embargo, nunca escribe sobre la génesis de los fenómenos teatrales en consideración. Sin embargo, los nombres de los directores, los nombres de las representaciones, que él cita como un modelo de nuevo pensamiento teatral, están relacionados tanto genética como cronológicamente con los tiempos pre-revolucionarios del desarrollo del "teatro convencional".

8 Vygotskiy L. Теаtro y revolución // Poesía y prosa de la revolución rusa. — Кíеv, 1919. P. 20.
9 Ibídem. P. 13.

Al igual que muchos artistas de los primeros años postrevolucionarios, la aparición del nuevo teatro, el teatro del futuro, L.S. Vygotskiy se asocia con el festival, el espectáculo de la zona, la rampa de barrido. "El teatro heroico de los grupos humanos" - "esto es algo que no existía, pero lo que debería ser, lo que es y lo que será".10 Es cierto que la práctica de los próximos años mostró la naturaleza utópica de estos pronósticos: los intentos de abolir la rampa son ajenos a la naturaleza del teatro, así como la sustitución de la representación con un acto teatral. No es casual que la idea de un teatro popular masivo de L.S. Vygotsky en artículos posteriores no vuelva a ponerse de moda en 1918-1919, aunque no cambia su patetismo: la naturaleza de la cámara, la detallada psicología de las relaciones interpersonales no está en consonancia con la modernidad de voz alta; requiere para su expresión un gran patetismo, movimientos exagerados, una apariencia pintada, una inmensidad majestuosa. Ve formas genuinas de actualizar la escena moderna y su profunda conexión con la modernidad en busca de nuevos medios de influencia artística para el espectador.

10 Ibídem.

La dramaturgia podría, por supuesto, "contar" al teatro las nuevas formas escénicas. Pero en este período "de transición", el drama no parecía mantenerse al día con el teatro, consciente de sus propias capacidades específicas. Los futuristas, que se anunciaron como innovadores revolucionarios, no expresaron el espíritu de la época (desde el punto de vista de L.S. Vygotskiy). Dos obras que se destacan de la corriente general, el "Misterio bufo" de V.V. Maiakovskiy y el poema "Stienka Razin", reelaborado para el escenario, de V. Kamienskiy, no lo aceptan. "Stienka Razin" - por la deliberación, la artificialidad, "Misterio bufo" - por la primitiva ideología burda del contenido, la actualidad periodística, la alegoría y la tendencia, siempre insoportablemente aburridas en el escenario. Al debatir con N.N. Lunin, quien calificó a “Misterio bufo" como la cosa más divertida después de "Ay de ingenio" en la literatura rusa, L.S. Vygotskiy lo describe como una creación sin éxito. El intento innovador de conectar lo bufo con el misterio podría ser significativo para el teatro, pero el misterio en la obra de V.V. Maiakovskiy se desarrolló demasiado débilmente, no hay espíritu trágico en ello. Ni el acento de los periódicos sobre las ideas modernas, ni la vinculación burda de las técnicas teatrales estampadas con el "momento político" él no los  acepta: "... el lazo rojo es el tributo que la vulgaridad rinde a la revolución".11

11 Vygotskiy L.S. La comedia del patio // La verdad de Polesia. 1923. 21.

La escena no se actualiza desde la literatura. En el campo del teatro "para crear una producción teatral tan autónoma como una sinfonía o una estatua",12 L.S. Vygotskiy tomó la tendencia general de la época. Muestra su propia sensibilidad al lenguaje teatral del escenario, al analizar el "texto escénico", la "estructura del espectáculo" y relaciona la poética de la obra, el género con el estilo de la actuación.

12 Vygotskiy L.S. Antorcha roja // Nuestro lunes. 1923. 28 de mayo.

Cualquier forma de escenario (y la forma se entiende ampliamente: recepción, diseño de escenografía, plástica del dibujo, etc.) para L.S. Vygotskiy aparece como un lenguaje artístico específico, cuyo valor reside en el hecho de que es posible expresar en él qué capas profundas de la conciencia del espectador (lector) se ven afectadas. Asocia la consonancia del teatro de la época con la creación de un nuevo vocabulario teatral.
Considera la excentricidad como una de las manifestaciones más vívidas de la innovación del teatro en los años posrevolucionarios. "El relleno, es decir, un movimiento inesperado, malabarismo, acrobacia, una monstruosa hipérbole, un truco excéntrico, ahora se introduce en el teatro con dosis reforzadas. Refresca la sangre del teatro que se ha vuelto decrépita en una chaqueta. Devuelve al actor un cuerpo libre, flexible y diestro con todos sus medios expresivos, saltos y caídas. Revive un gesto jugoso, agudo, audaz y fuerte, introduce elementos saludables de payasos, acróbatas y arlequines en la obra".13 Es cierto que el "Taller" de N.F. Foregger no mostró en Gómiel lo mejor de lo que se preparaba dentro de sus muros, y una idea tardía de la ola excéntrica en sus programas de concierto la dieron solo bailes con gestos mecánicamente precisos y líneas de movimiento muy tensas. Los bailes destacan para L.S. Vygotskiy como la parte más llamativa del programa del "Маstfor" [El taller de Foregger]. "Basados en la contabilidad más estricta de la mecánica del cuerpo humano, ellos", escribe el crítico, "dan la vuelta a la impresión habitual de la danza. Aquí, el cuerpo femenino en plexos crueles y espeluznantes, curvas, caprichos se tira por encima del hombro, se aprieta en un bucle, se rompe, se cae, se tira, se arrastra por el cabello. No hablar de amor, no es una palomilla que baila, sino un escalofriante paso y el curso de cuerpos humanos de mecanismos, lucha y desafío, peleas, un grito de danza, gemido, tormento, erotismo...".14 El nuevo lenguaje del gesto, que absorbió los tempo-ritmos de la "vida americanizada", todavía no es un estilo puro en los programas del “Mastfor” y está lleno de incrustaciones de dadaísmo, que, como todo un movimiento artístico, L.S. Vygotskiy no acepta, por su "ausencia de sentido en el arte", "el triunfo de las formas idiotas y sin sentido",15 generado por el aburrimiento ocioso de personas bien alimentadas y fuertemente condimentadas con un erotismo cínico.  

13 Vygotskiy L.S. Las giras de "Antorcha roja " // Nuestro lunes. 1923. 28 de mayo.
14 Vygotskiy L.S. De lunes a lunes // Nuestro lunes. 1923. 23 de julio. S.Z.
15 Ibídem.

Ante N.M. Foregger, L.S. Vygotskiy ve al maestro de un teatro publicitario, el creador de un clip teatral, pero el arte excéntrico en sí mismo, que anuncia a las masas, declina y es vulgarizado. Es importante que el oscurecimiento y el rápido declive del arte excéntrico no estén conectados con la evolución creativa personal del artista, sino con las leyes internas del desarrollo de la dirección artística, que "camina" a lo largo de la tabla de su historia. "El teatro excéntrico -según L.S. Vygotskiy- subió, mientras arrastraba elementos del arte excéntrico actual, los arrancó de la música vulgar, de la sala de música, donde estaban los números de programa adjuntos al menú. Incapaz de soportar la carga, bajó con su carga - y él mismo se convirtió en el número del programa en algún café".16 Por lo tanto, la aparición "en las ruinas de la excentricidad" de la cantante del elemento de Odessa de la vida de L.O. Utiósov, que actuó en el programa del “Mastfor” con versos y parodias, resultó ser extremadamente orgánica. L.S. Vygotskiy relaciona los orígenes de su trabajo соn los elementos de la anécdota del oficial judío y la "vida odessiana" universal, que proviene de la Nueva Política Económica, ve en él a un virtuoso que trabaja con la precisión de un mecanismo de reloj, pero no de un artista sutil: "es insoportable en grandes dosis".17

16 Vygotskiy L.S. Giras de Utiósov y Foregger // Nuestro lunes. 1923. 30 de julio.
17 Vygotskiy L.S. De lunes a lunes.

De interés son las reflexiones indirectas de L. S. Vygotskiy sobre la estética teatral de A.Ya. Táirov, cuyas actuaciones probablemente vio en Moscú. El crítico capta con agudeza las características distintivas del nuevo sistema de dirección. Este se basa en los orígenes musicales y plásticos del trabajo creativo del actor, acercando el movimiento escénico a la danza y la música (“los movimientos humanos están compuestos de melodía como los sonidos gamma y crean una gran música llena de significados inmensos”18). Esta es la "asimilación" de los sentimientos, manifestada en la estructura declamatoria del discurso, planteada solemnemente, y en la arquitectura del espectáculo escénico, construida como un despliegue de emociones globales, que capturó a los personajes de la representación. Y esto, finalmente, es una función de una decoración cubista, que no es solo un fondo decorativo, sino que participa en la creación del escenario y se convierte en uno de los elementos de la partitura del escenario. Incluso los rostros de los actores se perciben como una continuación del "motivo arquitectónico" de la escena, fusionados con él.

18 Vygotskiy L.S. Antorcha roja.

Todos los elementos primarios del teatro —la palabra, el movimiento, el entorno, la acción— se liberan del significado psicológico estrecho, doméstico y cotidiano, y artísticamente realizado, se convierten en el material del arte autosuficiente de la escena. Esta línea común y genérica, de acuerdo con las observaciones del crítico, subyace a toda la variedad de búsquedas creativas innovadoras de los años veinte. Respondiendo a la pregunta de su propio artículo en 1919: "¿Qué aportó la revolución al teatro?", L.S. Vygotskiy encuentra una respuesta amplia: le dio una poderosa oleada de sangre al organismo del teatro en rápida disminución, evitando que se estancara. Apoya todo lo nuevo, que aleja los gustos de la cultura secular del siglo pasado y, a veces, prefiere los productos imperfectos de la empresa provincial a los espectáculos de las principales figuras de la capital.
La impresión de un museo muerto, una melodía bastante molesta de un disco obsoleto se deja en su recorrido por un conjunto de maestros del antiguo Teatro de Alejandría, que mostró actuaciones en el rango habitual de la vida real. Y la actuación de М. J. Rubin en el grupo hebreo provincial "Dibbuk" ("Гаdibuk" de Аnskiy. — V.М.) y el torpe recuento escénico por "Antorcha roja" de Járkov del "Salomé" de Tairovskiy son bienvenidos como las primeras golondrinas congeladas en la escena provincial, que buscan dominar un nuevo lenguaje teatral. Para Gómiel, que rara vez vio actuaciones artísticas completas, la gira de “Antorcha roja” parece ser un momento "histórico": incluso sin tener su propia cara brillante, la compañía bajo la dirección de V. К. Tatishchev copia con éxito los diferentes estilos teatrales —"Cámara", "Excéntrico", "F.F. Коmissarzhevskiy", — y en esta versión para estudiantes presenta al público varias áreas de las búsquedas del arte moderno.
En una serie de artículos L.S. Vygotskiy plantea el problema de la correlación de la búsqueda innovadora, que requiere pureza de estilo y su reproducción, replicación, con la escena provincial moderna. Los ecos de las últimas tendencias teatrales fueron asimilados mecánicamente por la escena provincial conservadora: solo se transfirieron, se copiaron métodos externos, sin asimilar los principios generales del sistema de juego. Esto dio lugar a un eclecticismo increíble en las actuaciones. L.S. Vygotskiy entiende la mezcla original y vanguardista de "francés con nizhegorodskiano" como un costo natural del proceso artístico: los intentos de romper en un estilo no residencial se ven obstaculizados por el "hábito de la chaqueta" en general, "ajuste de roles de salón mediano". Al responder a casi cada una de las numerosas producciones de la compañía judía de М.J. Rubin, la compañía rusa de А.А. Sumarókov y А.Ya. Аzаgárоva, el crítico busca vislumbrar un teatro significativo, no amateur y, al revelar una serie de migajas de la "verdad escénica", demuestra al lector que el arte es inherente no solo a las criaturas de las luminarias, sino que "reverdece" en la pequeña escena provincial.
La renovación de formas teatrales obsoletas y la eliminación de la disonancia creativa son consideradas por L.S. Vygotskiy la tarea principal de la escena provincial, que aún debe respirar larga y profundamente. Y él ve el enfoque del "lenguaje de la modernidad" en el brillo de la residencia momentánea del papel del actor y la integración de las técnicas teatrales. Esta idea se convierte en el leit de muchos artículos. De las encarnaciones de las baratijas teatrales tradicionales, espera la gracia y la elegancia, "jugando en la plaza". De la comedia familiar - una saludable risa, "la ejecución de la vida", su vida. En ausencia de una dirección distintiva y profesionalmente fuerte en el teatro provincial, L.S. Vygotskiy pone sus esperanzas en la actualización del actor, de quien espera una habilidad excepcional, una presión decidida, una actitud personal activa hacia el texto de la obra, el papel, la recepción. Acoge con agrado la aparición de un actor de nuevo tipo, que, en sus palabras, "no muestra la cara que el autor retrató, no es una persona viva, sino una imagen escénica creada por él, que no se fusiona con él, no se disuelve en él, sino que permanece sobre él todo el tiempo".19 Las relaciones dialógicas significativas del intérprete con el héroe de la escena son uno de los signos de un cambio de la conciencia social en movimiento, que se ha depositado en el contenido de la técnica de la escena. Es cierto que esta  "nueva técnica escénica", que observa en "Dibbuk" ("Гаdibuk". — V.М.) y el desempeño del papel de Chechkov en el "Gentleman" de A.I. Sumbátov del artista Vershinin, probablemente estén asociados solo con el estilo del espectáculo.

19 Vygotskiy L.S. Primera golondrina // Nuestro lunes. 1923. 9 de abril.

A través de las capas y la mezcla de diferentes estilos artísticos L.S. Vygotskiy considera la peculiaridad de los teatros nacionales.
La ola de renacimiento de la cultura bielorrusa, que ganó fuerza a principios de la década de 1920, casi no tocó a Gómiel. La ciudad, ubicada en la frontera entre Ucrania, Rusia y Bielorrusia, fue finalmente anexada a Bielorrusia en 1926. La influencia de la cultura bielorrusa en la formación de la singularidad de la vida cultural de esta ciudad fue muy insignificante. Debido a la política oficial de rusificación de la región noroeste y las prohibiciones administrativas sobre el uso del idioma bielorruso en el escenario, el arte teatral bielorruso antes de la revolución era extremadamente limitado en cuanto a posibilidades de desarrollo. Por lo tanto, no es sorprendente que el primer teatro profesional bielorruso estatal (BGT, ahora Teatro nacional académico ‘Y. Kupala’ en Minsk) recorriera el público de Gómiel en 1923 y no se convirtiera en un evento de temporada. Para el gomeliano y moscovita L.S. Vygotskiy, el BGT sigue siendo "un teatro para la población campesina de nuestras regiones".20 Lo mira como un observador preocupado, curioso, pero casual. En un pequeño artículo ‘Sobre la literatura bielorrusa’, el crítico notó algunas de las características importantes de la literatura nacional joven, comparándola con una pipa campesina, que es “fuerte y resistente, principalmente porque está hecha del mismo material que el hombre mismo. Todavía no se ha separado completamente de la poesía popular y, como el feto en el útero, todavía se alimenta de los mismos jugos que la canción popular común. Esto lo hace primitivo, sus motivos no se refinan y no se hallan, su contenido no es magnífico y no es rico, los pensamientos universales en otras literaturas se piensan más profundos y más brillantes. Pero en el coro de voces humanas, ella tiene su propia voz insustituible, común y  fuerte".21 A L.S. Vygotskiy el teatro bielorruso le parecía modesto y tenue. El BGT, que abrió sus puertas en 1920 como un teatro verdaderamente profesional —сreía él con razón— aún está por nacer, porque en la formación de su propia poética, no proviene de un drama escénico, sino de pinturas vivas, ilustraciones, una canción etnográfica y un concierto de disfraces. Tanto en el melodrama "Masheka" de E.A. Mirovich, como en la fabulosa opereta de folclore "En el mural" de M. Charot, y en la escena cotidiana; el "concierto etnográfico en las caras" domina por todas partes. Al sonreír con indulgencia a la elegancia barata, el brillo y la extravagancia —"bajo la etnografía endulzada se da un espectáculo de niños", 22 — L.S. Vygotskiy ve el significado más importante de este teatro en la creación del discurso literario y teatral bielorruso, y el lenguaje es la base para el desarrollo del colectivo hasta ahora solo para sí mismo.

20 Vygotskiy L.S. I Gira del teatro bielorruso // Nuestro lunes. 1923. 25 de julio.
21 L.V. [Vygotskiy L.S.] Sobre la literatura bielorrusa // La verdad de Polesia. 1923. 16 de diciembre.
22 Vygotskiy L.S. I Gira del teatro bielorruso. P. 3.

La cautelosa y tímida entonación de L.S. Vygotskiy -es necesario alejarse de las formas arcaicas, ingenuas-primitivas del teatro nacional- en el contexto de las ideas generales del renacimiento nacional-cultural bielorruso suena controversial. Muchas figuras de la cultura bielorrusa, que aceptaron con entusiasmo estas producciones del BGT, solo en la declaración y el desarrollo de la orientación folklórico-etnográfica ven, no sin razón, el modo natural y verdaderamente nacional de la escena bielorrusa, pero Vygotskiy no identifica la identidad nacional con aquellas formas teatrales etnográficas a nivel nacional a través de las cuales se revela el colectivo bielorruso. Las escenas idílicas con las campesinas moviendo un rastrillo, así como las alegorías monumentales del Trabajo y el Capital, no son aceptables no solo para el gusto refinado. En estas bellezas etnográficas se ha perdido una conexión viva con la psique y la conciencia artística del hombre urbano de los años veinte.
Respondiendo a las actuaciones del grupo de M.J. Rubin, L.S. Vygotskiy captura el atraso terrible del teatro judío de las necesidades de la época: la mezcla más mecánica y áspera de los estilos antediluvianos. Al igual que la bielorrusa, la cultura judía en Bielorrusia (a través de cuyo territorio ha tenido un rasgo de asentamiento) a principios de la década de 1920 entra en un período de rápida recuperación nacional y cultural. El teatro judío se enfrenta a tareas similares: enriquece y amplía sus propias posibilidades artísticas, renueva la estética teatral anticuada y preserva los cimientos de la identidad nacional. En busca de nuevas formas de teatralidad, también siente la urgente necesidad de volver a sus propias fuentes: las formas tempranas y rudimentarias del teatro, como material para la creación de un lenguaje moderno. Muchas compañías móviles judías ven la dramaturgia popular folclórica de la fundadora de la escena judía, A. Goldfaden, como una especie de trampolín para saltar a los tiempos modernos. Vygotsky no idealiza el pasado, duda claramente de la originalidad de las fuentes, de la firmeza del apoyo para el salto. El actor de un teatro judío errante, crecido profesionalmente en la opereta y el melodrama sentimental, perdió históricamente la jugosidad y el brillo del juego, el teatro de feria ha degenerado en una bufonada grosera. Todo lo increíble y fantástico del teatro de A. Goldfaden, según las observaciones del crítico, se transfiere  al escenario mediante las máscaras teatrales modernas más estereotipadas. El propio autor es en parte culpable de esto: la poética del arte dramático de A. Goldfaden está mezclada con el mismo teatro de feria. El teatro judío se encontraba en un callejón sin salida: no pueden, a través de la banalidad y la vulgaridad, los "crecimientos históricos"  llegar a sus propios orígenes refrescantes.
Solo los solitarios talentosos logran preservar el espíritu de creatividad genuina en un teatro judío agonizante. A tales actores autodesarrollados, en los cuales está el futuro y el presente de la escena judía, L.S. Vygotskiy relaciona con S.I. Eidelman, la cual "hacía tiempo había perdido todas las claves del juego cotidiano, jugoso y naturalista”, convirtiéndose en actriz "del teatro semi-realista que se originó en las ruinas de Gordin y fue adelgazado por los venenos de la decadencia temprana".23 Tanto el salto general en el "teatro de la modernidad" como la renovación general de las tradiciones nacionales pasan por el trabajo de tales actores, con quienes vive el teatro judío. "Creo, escribe L.S. Vygotskiy, que a la luz de los lienzos de Shagal y con la sofisticación de la tecnología teatral moderna, se puede ver mucho a través de Goldfaden, tanto en el sentido del folklore como en el teatro puramente judío".24

23 Vygotskiy L.S. Teatro judío. Beneficio. S.I. Eidelman // Nuestro lunes. 1923. 14 de mayo.
24 Vygotskiy L.S. Teatro judío // Nuestro lunes. 1923.

A mediados de la década de 1920,25 L.S. Vygotskiy se mudó a Moscú, donde rápidamente ganó fama como psicólogo. El trabajo editorial y la crítica teatral literaria son solo una de las direcciones de sus versátiles actividades en Gómiel. Además, enseña en el colegio pedagógico local donde imparte clases sobre todo tipo de disciplinas, desde la historia de la literatura hasta la lógica, desde la estética hasta la psicología general y experimental. También crea un laboratorio psicológico, y una nueva pasión por la psicología está desplazando gradualmente todos sus otros intereses. L.S. Vygotskiy nunca volvió a lidiar con la crítica del teatro operacional. Posteriormente dedicó al teatro sólo dos artículos teóricos. Uno, "Sobre la cuestión de la psicología de la creatividad del actor", fue publicado por P.M. Yakobsón después de su muerte en 1936.26 En él, L.S. Vygotskiy justificó la falacia de identificar el sistema de K.S. Stanislavskiy con su práctica teatral y estilística del Teatro de Arte de Moscú. El otro, "La creatividad teatral en la infancia (capítulo del libro sobre pedagogía escolar "La imaginación y la creatividad en la infancia"), se publicó en 1930. Lo escribió basado en el artículo "Sobre el teatro infantil" publicado en "Nuestro lunes".

25 Nota del editor: más precisamente, Vygotskiy se mudó a Moscú a inicios de 1924. —А. Yasnitskiy.
26 Nota del editor: Parece que el artículo de Vygotskiy, en el libro de P.M. Yakobsón "Psicología de los sentimientos escénicos del actor", fue publicado muy probablemente por iniciativa del editor del libro V.N. Kolbanovskiy. —А. Yasnitskiy.

Después de la partida de L.S. Vygotskiy no hubo cambios drásticos en la vida teatral de Gómiel, pero como si se volviera más pobre, más monótona y más tenue. Sin sujetos brillantes que establezcan el tono para ello, la cultura de la ciudad se promedia, se adelgaza, pierde algo que no siempre se entiende, pero tangible, como la astringencia  de la cereza.
No hubo sucesores y seguidores de L.S. Vygotskiy en la crítica teatral bielorrusa. Por el contrario, en general, a fines de la década de 1920, se estableció lo  que él no aceptó categóricamente: la inspiración crítica es reemplazada por la obsesión, el análisis artístico es una repetición interminable de los mismos "mandamientos". La crítica teatral asume las funciones de custodiar, aproximadamente "sociologiza" las experiencias escénicas y, sin explicárselas al lector, las lleva a la expresión de principios públicos poco interesantes. Esas conexiones abiertas, emocionalmente libres entre el escenario y el espectador, el crítico y el lector, de las que L.S. Vygotskiy habló constantemente como la primera y necesaria condición para la percepción del arte, se violan y se deforman. En términos de la expresión de su mentalidad y profundidad de la búsqueda espiritual y teatral de la década de 1920, el crítico de teatro L.S. Vygotskiy, como si atravesara largas distancias de tiempo, resultó ser comprensible y cercano al tiempo histórico posterior. Sus notas "provinciales" operativas sobre el teatro no están desactualizadas, y hoy se las lee con mucho interés.

Bibliografía:
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12. Vygotskiy L.S. Psicología del arte. - М.: Piedagóguika, 1987.
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