Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

viernes, 1 de mayo de 2020

Toomela


Metodología de la psicología histórico-cultural
Aaro Toomela
En The Cambridge Handbook of Cultural-Historical Psychology (2014). A. Yasnitsky, van der Veer R., Ferrari M. (Eds.). United Kingdom: Cambridge University Press, pp. 101-125

Traducción: Efraín Aguilar


G. P. Zieliony señala correctamente, que con la palabra “método” [miétod] entendemos dos cosas diferentes: 1) un procedimiento [mietódika] de estudio, una acción técnica [priyom], y 2) un método de cognición [miétod poznania] que determina el objetivo del estudio, el lugar de  una ciencia y su naturaleza.
(Vygotsky, 1982b, p. 346)

Método es un término que tiene un complejo significado en la ciencia. Del griego  original méthodos – que significa búsqueda, seguimiento – el término  entró en el vocabulario inglés a través del latín methodus – que significa manera de enseñar o proceder. Después en la historia, el término entró en uso de modo extenso; método comenzó a referirse a cualquier procedimiento especial o modo de hacer las cosas (Barnhart, 1988).
Lo que se entiende por ‘método’ en la psicología científica hoy está razonablemente bien expresado en la estructura de los artículos empíricos que por lo común se aplica en la mayoría de las revistas psicológicas anglo-norteamericanas. De acuerdo con el Publication manual of the American Psychological Association (Asociación Psicológica Americana, 2001), la sección del Método puede ser divida en las siguientes subsecciones: participantes o sujetos, aparatos o materiales, y los procedimientos. En grupo, la sección del Método contiene información acerca de lo que fue hecho y cómo. Así, el método se refiere a quien es seleccionado para ser estudiado, qué aparatos o materiales son usados, y los pasos dados en la ejecución de la investigación. En principio, tal entendimiento de los métodos es aceptable también desde una perspectiva cultural-histórica, con una adición. Conceptualmente, el método científico como “cualquier procedimiento especial de hacer cosas” – desarrollar el conocimiento en este caso – también incluye procedimientos algorítmicos de la interpretación de los datos, sean métodos cuantitativos (usualmente estadísticos) o cualitativos del análisis de los datos donde los pasos del análisis están explícitamente definidos antes de éste.

¿Qué es la metodología y por qué la ciencia la necesita?

En psicología histórico-cultural, se entiende explícitamente que la actividad científica tiene otro aspecto: "Un investigador, por mucho que no sea técnico, registrador y ejecutor, siempre es un filósofo que, en el momento de un estudio y descripción, piensa sobre un fenómeno” (Vygotsky, 1982b, p. 365). En otras palabras, la ciencia siempre trata sobre hechos y sobre la forma en que se interpretan los hechos, sobre la forma en que un investigador piensa sobre los hechos científicos. Vygotski también explicó por qué es importante distinguir el método de investigación como un conjunto de procedimientos de investigación, del método de cognición científica. El problema radica en que el objetivo de la psicología no es experimentar de inmediato: "No es tarea de la ciencia conducir a experienciar1 [vesti k perezhivaniu], de lo contrario, en lugar de la ciencia, sería suficiente registrar nuestras percepciones" (Vygotsky, 1982b, p. 347). La ciencia apunta más allá de la experiencia directa (perezhivanie) para comprender los procesos que subyacen a las experiencias mentales. Sin embargo, en principio estos procesos subyacentes no pueden observarse directamente. Lo inconsciente, por ejemplo, no es accesible por definición para nosotros. La situación solo es superficialmente diferente con los procesos conscientes, porque, entre otras cosas, los procesos conscientes surgen sobre la base de ciertos procesos físico-químicos que tampoco son accesibles para la observación directa. Por lo tanto, Vygotski concluye:

La psicología como ciencia sobre la conciencia es imposible en principio; es doblemente imposible como ciencia sobre la psique inconsciente. (Vygotsky, 1982b, p. 349)

1 Las palabras rusas pieriezhivanie y opuit se traducen al inglés como experiencia. Estos dos términos rusos, sin embargo, se refieren a fenómenos psicológicamente muy diferentes. Pieriezhivanie es "unidad de personalidad y medio ambiente. . . Pieriezhivanie debe entenderse como una relación interna de un niño como ser humano hacia este o aquel momento de la realidad” (Vygotsky, 1984b, p. 382). Vygotski, antes de convertirse en psicólogo, estudió literatura, arte y teatro. Varios conceptos centrales que utilizó, como escenario y categoría, solo pueden entenderse en el contexto del teatro (Veresov, 2010). El concepto pieriezhivanie pertenece a esta lista; el significado complejo del término debe estar relacionado con el sistema de formación de actores de Stanislavski (cf. Vygotsky, 1984a). Opuit, a su vez, se refiere al conocimiento y las habilidades que se desarrollan en la interacción con el entorno. Traduzco ambos como experiencia; para distinguirlos, proporciono el original ruso correspondiente entre paréntesis.

Entonces, la psicología debe ir más allá de las experiencias mentales directas:

La necesidad de ir fundamentalmente más allá de los límites de la experiencia inmediata [opuit] es una cuestión de vida o muerte para la psicología. (Vygotsky, 1982b, p. 347)

La experiencia inmediata es lo que experimentamos directamente, a través de nuestros órganos sensoriales. Vygotski deja en claro que la psicología debe ir más allá del conocimiento del mundo basado directamente en lo sensorial. Solo hay una forma en que los humanos pueden hacerlo:

¿Cómo se comportan las ciencias al investigar lo que no está disponible de inmediato? En términos generales, lo construyen, recrean un objeto de estudio por el método de construir o interpretar sus huellas o influencias, es decir, indirectamente. (Vygotsky, 1982b, p. 344)

El mundo que nos rodea se caracteriza por principios, leyes y regularidades que la ciencia pretende comprender. Algunos de estos principios, etc. se pueden registrar directamente a través de los sentidos. Los otros, sin embargo, pueden conocerse solo indirectamente, mediante la construcción del objeto de estudio con herramientas mentales. Según Vygotski, estas herramientas mentales son "lenguaje, diferentes formas de numeración y aritmética, símbolos algebraicos, obras de arte, escritura, cuadros, diagramas, mapas, figuras, todo tipo posible de signos convencionales, etc." (Vygotsky, 1982a, p. 103).
El problema de la relación entre la realidad y las herramientas psicológicas, especialmente el lenguaje que se utiliza para describir, recrear y construir esa realidad, ha sido analizado a fondo por varios académicos y en varias escuelas de pensamiento. La explicación relevante del problema en este contexto se puede encontrar en la llamada escuela de semiótica Tartu-Moscú, creada por Yuri Lotman. Según él, está claro que hay significados que no son introducidos por la "realidad objetiva". La moda es un ejemplo (Lotman y Uspenskii, 1993). En otras palabras, hay significados culturales que emergen de procesos puramente semióticos. Al mismo tiempo, sin embargo, también surgen nuevos significados como "resultado de las perturbadoras influencias de las condiciones materiales de existencia humanas en el sistema de concepciones ideales del individuo" (Lotman y Uspenskii, 1993, pp. 339-340).
La idea central de la semiótica de Lotman es que la información nueva emerge solo cuando la información se "traduce" de un mecanismo de procesamiento de información a otro, es decir, en la interacción de al menos dos sistemas de procesamiento de información diferentes (Lotman, 1992a, 1992b, 1993; Lotman y Uspenskii, 1993). Aquí es importante que para los individuos humanos, estos dos mecanismos sean mecanismos sensoriales y semióticamente mediados, respectivamente (véase, para un análisis detallado de estos temas, Toomela, 1996a, 1996b, 2003a, 2003b). Toda la ciencia se basa en la interpretación de experiencias basadas en los sentidos. La comprensión científica, por lo tanto, surge exactamente cuando las experiencias inmediatas se transforman en interpretaciones semióticas y las interpretaciones semióticas, a su vez, se transforman en estudios científicos con resultados teóricamente esperados disponibles para la percepción inmediata.
El hecho de que sea posible construir significados completamente dentro del sistema semiótico, como la moda, el humor o la psicología posmoderna, demuestra que el sistema semiótico no refleja pasivamente el sistema no semiótico basado en experiencias inmediatas (opuit), sino que representa un mecanismo de procesamiento de información cualitativamente diferente.
El problema para cualquier ciencia es que los humanos perciben solo aspectos muy limitados del mundo a través de los sentidos. Por lo tanto la información sensorial, nuestra experiencia inmediata, es fundamentalmente limitada. Nuestra interpretación semiótica de la realidad depende de los sistemas sensoriales, porque el contacto con la realidad se establece solo a través de los sentidos. Al mismo tiempo, los procesos semióticos nos permiten procesar información para que el resultado, el significado creado, no se corresponda con la realidad en absoluto. La ciencia, por lo tanto, tiene que lidiar con dos posibles fuentes de error, una relacionada con las distorsiones y limitaciones de los sistemas sensoriales, y la otra relacionada con la apertura interpretativa de los procesos semióticos. De ello se deduce que un científico debe tener en cuenta los hechos sobre el fenómeno en estudio y comprender simultáneamente las formas de pensar sobre el hecho; este último comprende la metodología de la ciencia:

Vemos, de esta manera, que el estudio científico es simultáneamente un estudio de un hecho y un estudio de la forma de cognición del hecho; en otras palabras, vemos que el trabajo metodológico se lleva a cabo en la propia ciencia, tanto como avanza o comprende sus conclusiones. (Vygotsky, 1982b, p. 368)

Aquí surge una paradoja interesante: el científico puede conocer la realidad más allá de las experiencias inmediatas solo construyendo, recreando, el objeto de estudio con herramientas psicológicas, con el lenguaje. Para hacerlo, necesitamos interpretar nuestras experiencias inmediatas; pero esta interpretación puede salir muy mal si no entendemos los mecanismos de interpretación:

Entonces, la interpretación para la psicología no es solo una necesidad amarga, sino también liberadora, en principio [la] más productiva forma de conocer, el salto vitale, que en saltadores malos se convierte en salto mortale. La psicología debe armar su propia filosofía de aparato, ya que los físicos tienen su propia filosofía de termómetro. (Vygotsky, 1982b, p. 349)

Por lo tanto, la metodología o filosofía de los métodos de cognición científica es necesaria para una ciencia. Superficialmente puede parecer que la ciencia también puede proceder sin filosofía. De hecho, lo contrario es cierto, cada hecho científico -es importante, dado que la ciencia trata de la interpretación, que los hechos científicos están codificados en el lenguaje- es simultáneamente filosófico: "una palabra, al nombrar un hecho, da junto con ella la filosofía del hecho, su teoría, su sistema” (Vygotsky, 1982b, p. 358, énfasis original).
El papel de la metodología es central en la investigación científica. Es bastante común creer que los datos o hechos científicos "hablan por sí mismos". Nada puede estar más lejos de la verdad porque los hechos científicos nunca son neutrales. Cualquier observación inmediata por sí misma carece de sentido científico. Además, el mismo conjunto de observaciones inmediatas puede fundamentar incluso teorías mutuamente excluyentes:

Los sistemas de Ptolomeo y Copérnico, después de todo, se basaban en los mismos hechos. Resulta que los hechos, obtenidos con la ayuda de diferentes principios cognitivos, son hechos inherentemente diferentes. (Vygotsky, 1982b, p. 352, énfasis original)

Entonces, todos los hechos científicos son necesariamente filosóficos o metodológicos al mismo tiempo. Sin embargo, muy a menudo los científicos parecen no confiar en ninguna metodología.
Tomemos un ejemplo de psicología hoy. La psicología convencional se basa en gran medida en los procedimientos de análisis de datos cuantitativos. Podemos encontrar amplias discusiones y desarrollos en esta rama de métodos. Se desarrollan nuevos procedimientos matemáticos; se aplican al análisis de todo tipo de datos con preguntas como, por ejemplo, ¿cuántos factores podemos descubrir en los datos? ¿Cuál es el tamaño del efecto estadístico en las comparaciones grupales? ¿Los números nos permiten retener el modelo estadístico creado? Y así sucesivamente. Sin embargo, rara vez se hacen preguntas metodológicas. Antes de preguntar cuáles son los resultados de la estadística o cualquier otro método de análisis de datos matemáticos y qué podrían significar estos resultados, debe aclararse si estos procedimientos pueden responder en principio al tipo de preguntas formuladas.
Vygotski propuso que la psicología debería ir más allá de las experiencias inmediatas; la psicología trata sobre procesos ocultos de la observación directa. Entonces, la pregunta metodológica debe hacerse: ¿Podemos descubrir con la ayuda de los procedimientos matemáticos el proceso que está oculto a la observación directa y que subyace al comportamiento observado? ¿Por qué creemos que los métodos matemáticos de interpretación de datos son apropiados en principio para responder a estas preguntas? Hoy no encontramos extensas discusiones sobre tales cuestiones metodológicas. Una posibilidad es que estos problemas metodológicos se hayan discutido y resuelto antes. La física no necesita crear una filosofía del termómetro nuevamente porque esta filosofía aún corresponde a teorías y observaciones. No hay necesidad de revisar esta filosofía o metodología que subyace a la interpretación de las observaciones de un termómetro. Lo mismo también puede ser cierto sobre la metodología de los procedimientos de interpretación de datos matemáticos.
La metodología de los procedimientos de interpretación de datos matemáticos sí existe. Las preguntas metodológicas fueron discutidas por los académicos que introdujeron estos procedimientos en la ciencia. Sin embargo, sus conclusiones pueden parecer sorprendentes para los psicólogos cuantitativos de hoy: los procedimientos matemáticos no pueden responder preguntas sobre mecanismos directamente no observables que subyacen a los eventos observables (ver, por ejemplo, Pearson, 1903-1904, 1904; Spearman, 1930; Thurstone, 1935, 1948). He discutido la metodología de los métodos matemáticos con más detalle en otra parte (Toomela, 2008b, 2010c). Aquí presento solo una cita, que caracteriza la esencia metodológica de los procedimientos de análisis de datos cuantitativos:

Este volumen se refiere a los métodos para descubrir e identificar categorías significativas en psicología y en otras ciencias sociales. . . Es la fe de toda la ciencia que se puede comprender un número ilimitado de fenómenos en términos de un número limitado de conceptos o construcciones ideales. . . Las construcciones en términos de las cuales se comprenden los fenómenos naturales son invenciones hechas por el hombre. Descubrir una ley científica es simplemente descubrir que un esquema hecho por el hombre sirve para unificar y, por lo tanto, para simplificar, la comprensión de una cierta clase de fenómenos naturales. No se debe considerar que una ley científica tenga una existencia independiente que algunos científicos tienen la suerte de encontrar. Una ley científica no es parte de la naturaleza. Es solo una forma de comprender la naturaleza. . . Si bien las construcciones ideales de la ciencia no implican la realidad física, no niegan la posibilidad de algún grado de correspondencia con la realidad física. Pero este es un problema filosófico que está bastante fuera del dominio de la ciencia. (Thurstone, 1935, p. 44, énfasis agregado)

Dos ideas importantes se expresan en esta cita. Primero, queda claro qué se puede hacer con los métodos cuantitativos: son invenciones hechas por el hombre que ayudan a crear un número limitado de construcciones ideales para comprender un número ilimitado de fenómenos. ¡Estas construcciones ideales no implican realidad física! Vemos que los procedimientos cuantitativos son, en otras palabras, procedimientos semióticos para crear significados que no necesariamente son introducidos por la realidad objetiva.2 Por lo tanto, desde una perspectiva semiótica, dichos significados no son diferentes de la moda. Segundo, la correspondencia de tales construcciones ideales con la realidad física es un problema filosófico. El enfoque histórico-cultural de la metodología está totalmente de acuerdo con esta afirmación y, sin embargo, no está de acuerdo con la sugerencia de Thurstone de que este problema filosófico está fuera del dominio de la ciencia. Por el contrario, la idea vygotskiana es que no puede haber ciencia sin una metodología o filosofía subyacente. Más bien, la pregunta es si se entiende o no el papel de la filosofía:

Los naturalistas [yestiestvoispuitátieli] imaginan que se liberan de la filosofía cuando la ignoran, pero resultan ser esclavos en cautiverio del peor tipo de filosofía, que consiste [en] una mezcolanza de opiniones fragmentarias y no sistemáticas, ya que los investigadores sin pensar no pueden moverse incluso un paso, pero pensar requiere operaciones lógicas. (Vygotsky, 1982b, p. 369)

2 Puede parecer cuestionable si la interpretación de datos matemáticos es un fenómeno semiótico, cuyo resultado no implica necesariamente la realidad física. Superficialmente, al parecer, lo que se interpreta en tales procedimientos son observaciones inmediatas de estudios científicos. Pero no son las observaciones las que se ingresan en el análisis matemático. Son las variables, que son conjuntos de símbolos (generalmente pero no necesariamente numéricos) que codifican aspectos seleccionados de las observaciones. El hecho de que se trate de variables que se interpretan matemáticamente tiene consecuencias fundamentales (véase el análisis detallado, Toomela, 2008b). El problema principal es que las variables codifican comportamientos observados externamente similares por el mismo símbolo, independientemente de si los comportamientos se basaron en las mismas o diferentes estructuras subyacentes que no son directamente observables. La información que es más crucial, sobre procesos no observables, ya se perdió antes del análisis. Ningún procedimiento matemático puede traerlo de vuelta. El "contacto" con la realidad se pierde aún más en el análisis matemático real. Los procedimientos matemáticos son algoritmos semióticos en los que se determina a priori qué tipo de relaciones pueden existir entre las variables. Por lo general, se supone que la covarianza es suficiente para comprender la relación. Sin embargo, puede haber relaciones covariativas cualitativamente diferentes; estas no se tienen en cuenta en los análisis. Sin embargo, no hay prueba alguna de que las diferencias cualitativas en las relaciones (por ejemplo, enlace químico versus solo proximidad física de oxígeno e hidrógeno que dan como resultado diferentes sustancias) no sean importantes en las estructuras no observables que subyacen a los comportamientos observados. Lo que obtenemos de los análisis matemáticos son construcciones puramente semióticas, invenciones hechas por el hombre, que accidentalmente pueden tener alguna correspondencia con la realidad directamente no observable, pero sin forma de demostrar si tal correspondencia realmente existe.

En resumen, en la psicología histórico-cultural vygotskiana, la actividad científica se entiende como el estudio del mundo que se basa simultáneamente en el método y la metodología. El método es el procedimiento de estudio, las acciones técnicas realizadas. El método contiene la base de la selección de los sujetos, aparatos y materiales, la descripción de cómo se utilizan los materiales y los procedimientos de interpretación de datos. La metodología, a su vez, es el estudio del método de cognición científica que determina por qué se realiza el estudio, cuál es el lugar de una ciencia y su naturaleza; Es una filosofía de la cognición científica. La ciencia, por lo tanto, trata sobre hechos acerca del objeto de estudio y, simultáneamente, sobre el proceso de cognición científica. La metodología es una parte esencial de la ciencia porque la ciencia apunta a comprender procesos y estructuras que no son directamente observables en principio. La única forma de conocer el mundo más allá de los límites de nuestros sentidos es construir el fenómeno estudiado semióticamente, recrearlo en el proceso de interpretación de las observaciones. Un científico debe tener metodología, filosofía de la cognición científica; porque los mecanismos semióticos de interpretación permiten la creación de significados que corresponden a la realidad estudiada y significados que no tienen correspondencia con ella. La única forma de eliminar interpretaciones inapropiadas es comprender la esencia de esos mecanismos semióticos.

Problemas metodológicos en psicología histórico-cultural

La metodología, por lo tanto, subyace a toda la ciencia. Comprender todos los problemas metodológicos relacionados con la teoría histórico-cultural, por lo tanto, significaría discutir todo lo que la teoría ha propuesto hasta ahora. Esta tarea está claramente más allá de los límites de un capítulo de libro.
En principio, algunos problemas metodológicos afectarían a todos los aspectos de la teoría, mientras que otros estarían relacionados con algunos problemas relativamente locales. Discutiré, a continuación, ejemplos de problemas metodológicos en diferentes niveles de análisis.

¿Qué es la explicación? Algunas notas sobre la correspondencia de métodos y metodología.

La pregunta ¿qué es la explicación? pertenece claramente al ámbito de la metodología. No hay explicación fuera de la mente, y a lo que apunta la ciencia es a la explicación. Por lo tanto, lo que tenemos aquí es un aspecto de la cognición científica. Si la ciencia apunta a la explicación, entonces los criterios para decidir si la explicación se ha logrado están determinados por qué explicación es, cómo se define. Se necesita metodología, filosofía de qué es la explicación, porque de lo contrario no es posible decidir si la investigación logró su objetivo o no. La situación se complica aún más por el hecho de que a lo largo de los siglos, se han propuesto muchas formas diferentes de definir la explicación. Según Vygotski, la explicación se logra con la descripción estructural-sistémica3 del fenómeno estudiado; es necesario descubrir cuáles son las partes distinguibles del todo estudiado, cómo se interrelacionan estas partes para que resulte un todo con cualidades específicas, y cómo ha surgido la estructura estudiada, cómo se ha desarrollado (cf. Vygotsky, 1994; ver para discusión detallada de la cuestión de explicación Toomela, Capítulo 13 sobre neuropsicología en este volumen, y Toomela, 2009, 2010d, 2011, 2012).

3 Uso el término estructural-sistémico para distinguir este enfoque de otros enfoques sistémicos. Existen otros enfoques sistémicos como la teoría de sistemas dinámicos, que están en desacuerdo fundamental con algunos principios centrales de la teoría estructural-sistémica (ver Toomela, 2009, sobre los problemas relacionados con el enfoque de sistemas dinámicos).

En el contexto de los temas discutidos anteriormente, vemos que el objetivo de la psicología histórica cultural es describir estructuras psicológicas directamente no observables que subyacen al comportamiento manifiesto. Deben elegirse métodos apropiados para lograr este objetivo. Claramente, solo mirar o registrar el comportamiento observable no puede ser suficiente, porque el comportamiento observable no está en correspondencia directa con los procesos psicológicos no observables que subyacen. Esta no correspondencia se reconoció claramente en la psicología histórico-cultural (Vygotsky, 1996; Vygotsky y Luria, 1994),4 así como en otras escuelas basadas en el pensamiento estructural, como la psicología de la Gestalt (Koffka, 1935; Lewin, 1935). Necesitamos métodos donde se creen condiciones artificiales de observación:

Puede parecer que el análisis, al igual que el experimento, distorsiona la realidad, crea condiciones artificiales para la observación. De eso surge el requisito de la cercanía a la vida real [zhízniennost] y la naturalidad del experimento. Si este requisito se extiende más allá de los límites del imperativo procesal para no perder de vista lo que se busca, se convierte en un absurdo. El poder del análisis está en la abstracción como el poder del experimento está en la artificialidad (Vygotsky, 1982b, pp. 406–407; véase también Lewin, 1997, 1999, para una idea similar de otra escuela basada en metodología estructural)

4 Véase, para un análisis detallado desde la perspectiva de la psicología cultural-histórica de un ejemplo de estructuras psicológicamente diferentes que subyacen a un comportamiento externo similar, Toomela, Capítulo 13 sobre neuropsicología, este volumen.

Vygotski nunca usó ningún método cuantitativo de análisis e interpretación de datos; desde el punto de vista metódico, toda su teoría se basaba en métodos cualitativos. Curiosamente, Vygotski por esta declaración también rechaza prácticamente todos los enfoques de investigación cualitativa tan populares hoy en día porque los enfoques cualitativos de hoy rechazan situaciones de estudio artificial (Toomela, 2011).5 Las situaciones de estudio artificial, por ejemplo los experimentos, no solo están permitidos sino también promovidos por esos psicólogos hoy que confían en procedimientos de interpretación cuantitativa de datos. Sin embargo, Vygotski también rechazaría estos:

La transferencia a ciegas de las ciencias naturales de un principio biogenético, experimento, método matemático, creó en psicología una apariencia de cientificismo [naúchnost] bajo el cual en la práctica se encuentra la impotencia completa frente a los fenómenos estudiados. (Vygotsky, 1982b, p. 354, énfasis original)

5 Entre paréntesis, es interesante observar que hoy existen varios enfoques teóricos que, por un lado, se basan en métodos cualitativos que rechazan las situaciones de estudio artificiales y, por otro lado, afirman que están enraizados en la teoría de Vygotski. Entre estos se encuentran, por ejemplo, diferentes versiones de teoría de la actividad. Como estos enfoques modernos rechazan uno de los principios metodológicos fundamentales de la psicología histórico-cultural vygotskiana, la relación de esas teorías con la teoría vygotskiana es cuestionable.

¿Cómo es eso? ¿Por qué rechazar el método matemático en psicología? En parte, la pregunta ya se ha respondido anteriormente: la interpretación de datos matemáticos es un proceso puramente semiótico que podría no tener correspondencia con la realidad que subyace a los comportamientos observados codificados como variables. Esto, sin embargo, no es la única razón. La pregunta es, en esencia, la matemática como tal. La ciencia vygotskiana tiene como objetivo comprender la mente tal como es, pero las matemáticas no estudian objetos en absoluto: “Los matemáticos no estudian objetos, sino las relaciones entre objetos; para ellos es una cuestión de indiferencia si estos objetos son reemplazados por otros, siempre que las relaciones no cambien. La materia no llama su atención, les interesa la formal” (Poincaré, 1905, p. 20). Poincaré también dejó en claro que las matemáticas son, de hecho, útiles en física pero no en otras ciencias donde no se cumplen las condiciones bajo las cuales son válidas las generalizaciones matemáticas. El método matemático no se puede transferir a otras ciencias:

No es suficiente que cada fenómeno elemental obedezca leyes simples: todos los que tenemos que combinar deben obedecer la misma ley; entonces solo la intervención de las matemáticas es de alguna utilidad. . . Es por lo tanto, gracias a la homogeneidad aproximada de la materia estudiada por los físicos, que la física matemática surgió. En las ciencias naturales ya no se encuentran las siguientes condiciones: homogeneidad, independencia relativa de las partes remotas, simplicidad del hecho elemental; y es por eso que el estudiante de ciencias naturales se ve obligado a recurrir a otros modos de generalización. (Poincaré, 1905, págs. 158-159)

En conjunto, tanto los psicólogos estructural-sistémicos como los matemáticos que se preocupan por cuestiones metodológicas están de acuerdo en que los métodos matemáticos no son apropiados para estudiar la estructura de observación oculta de la cosa o fenómeno estudiado; se necesitan otros métodos para eso. Como todos los métodos cuantitativos pueden ser rechazados metodológicamente, la única alternativa es utilizar métodos cualitativos. En este punto, creo, es seguro concluir que la metodología estructural-sistémica rechaza tanto los métodos cuantitativos de interpretación de datos como los métodos cualitativos que rechazan situaciones de estudio artificiales (significa que casi todos los enfoques cualitativos utilizados hoy en psicología son rechazados). El análisis exhaustivo de la metodología estructural-sistémica y los requisitos que se derivan de él en cuanto a los métodos de investigación científica está más allá del alcance de este capítulo. Se puede hallar abundantes ejemplos específicos de métodos apropiados en los trabajos de Vygotski y Luria. Algunas cuestiones metodológicas sistémicas estructurales relacionadas con los métodos de investigación en psicología se han discutido en otros lugares (Toomela, 2009, 2010a, 2010d, 2012).

Hacia la teoría unificadora

El pensamiento estructural-sistémico vygotskiano está conceptualmente relacionado con la filosofía dialéctica; en ambos se entiende que las cosas y los fenómenos con cualidades novedosas surgen de la síntesis de elementos de nivel inferior (cf. Engels, 1907, 1987, 1996; Hegel, 1969). Vygotski sugirió que la aplicación directa de los principios del materialismo dialéctico al estudio de la psicología es imposible (Vygotsky, 1982b, pp. 419–420). Con esa afirmación quería decir que las teorías que resultan de la aplicación de los mismos principios dialécticos fundamentales al estudio de la historia o la sociología no pueden transferirse directamente a otros campos de la ciencia, incluida la biología y la psicología. Cada ciencia necesita su propia "teoría intermedia" que conecta las leyes abstractas del materialismo dialéctico con el campo específico de estudio: "La dialéctica cubre la naturaleza, el pensamiento, la historia: es la ciencia más general y extremadamente universal; la teoría del materialismo psicológico o la dialéctica de la psicología es eso, lo que yo llamo psicología general” (Vygotsky, 1982b, p. 420). Con esta cita, se introduce otro principio metodológico subyacente a la psicología histórico-cultural: Vygotski insistió en que la psicología necesita psicología general. Este general, también se puede llamar unificador, surge de la necesidad de organizar el conocimiento caótico de campos separados de la psicología:

De tal crisis metodológica, de una necesidad reconocida de disciplinas separadas para la orientación, de una necesidad -en un nivel dado de conocimiento- para armonizar críticamente datos heterogéneos, para incorporar a un sistema leyes dispersas, para comprender y verificar resultados, para limpiar métodos y nociones principales, para establecer los principios fundamentales, en una palabra, para hacer que el principio y el final del conocimiento se encuentren; a partir de todo esto se convierte en ciencia general. (Vygotsky, 1982b, p. 292)

Vygotski caracterizó esta teoría general que se necesita con urgencia como "una filosofía de disciplinas especiales" (ibid., P. 310). Esta disciplina no interpreta experiencias inmediatas, como lo hacen las disciplinas especiales. Más bien, la ciencia general interpreta conceptos creados en las ciencias especiales. Es importante que la disciplina general no se convierta en una empresa puramente semiótica de esa manera; la conexión con la realidad se preserva porque los objetos de estudio, los conceptos de disciplinas especiales, se crearon en contacto directo con la realidad estudiada. Entonces, la psicología general no se convierte en lógica donde solo se crean nuevas formas de relaciones entre conceptos. En cambio, se obtienen hechos completamente nuevos:

[A]prendemos sobre evolución, sobre herencia, sobre inercia. ¿Cómo descubrimos, de qué manera llegamos al concepto de evolución? Asociamos hechos como datos de anatomía y fisiología comparadas, botánica y zoología, embriología y foto y zootecnia, etc., es decir, nos comportamos de la misma manera que se hace en una ciencia especial con hechos singulares; y sobre la base de un nuevo examen de los hechos desarrollado por ciencias separadas, establecemos nuevos hechos, es decir, todo el tiempo, tanto en el proceso de investigación como en los resultados de la misma, operamos con hechos. (Vygotsky, 1982b, págs. 317–318)

Creo que también podemos explicar la necesidad de una teoría unificada desde otra perspectiva. De acuerdo con los principios estructural-sistémicos mencionados en la sección anterior, surgen formas novedosas en la síntesis de formas existentes. Con la síntesis, surge toda la novela. Es importante que en este proceso las propiedades de los elementos cambien; las propiedades de los elementos se convierten en parte en propiedades del todo. Todo el mundo que nos rodea está lleno de ejemplos: una piedra en una pared tiene propiedades parcialmente diferentes en comparación con una piedra que yace en el suelo; un cigoto que emerge en la síntesis de un óvulo femenino y un espermatozoide masculino es un todo donde el óvulo y el espermatozoide perdieron sus propiedades individuales, etc. Este principio era bien conocido por los psicólogos de diferentes escuelas estructuralistas antes de la Segunda Guerra Mundial, incluido Vygotski (Koffka, 1935; Köhler, 1959; Vygotsky, 1982c, 1994).
Los científicos estudian cosas y fenómenos extremadamente complejos; tarde o temprano en la historia de una ciencia, se diferencia en un conjunto de ciencias especiales que se acercan esencialmente al mismo objeto de estudio desde diferentes perspectivas. Los organismos, por ejemplo, se estudian hoy en zoología, botánica, genética, anatomía, fisiología, etc. El estudio de la mente humana también se segrega en ciencias especiales; hay psicología de la memoria, psicología de la percepción, psicología de las diferencias individuales, psicología del desarrollo, psicología comparada, etc. Ya esta lista de ciencias psicológicas especiales demuestra que algo debe estar mal: todos estos campos estudian la mente humana. Pero, ¿por qué hay, por ejemplo, psicólogos del desarrollo y psicólogos de la memoria? El desarrollo mental estudiado por los psicólogos del desarrollo también se trata de la memoria. ¿No debería ser el desarrollo de la memoria un problema también para un psicólogo de la memoria? También se deben esperar diferencias individuales en la memoria. La situación es realmente más confusa; hay algunos campos de la psicología que se distinguen por el método, por ejemplo, la psicología matemática y la psicología de métodos mixtos que intenta sintetizar métodos de estudio cuantitativos y cualitativos. Los métodos deben seguir las preguntas cuyas respuestas se buscan a través del estudio científico. Los campos de estudio distinguidos de acuerdo con los métodos de estudio vuelven la ciencia al revés; los métodos comienzan a determinar las preguntas que se hacen. Esta es una forma bastante clara de llegar a un callejón sin salida para cualquier ciencia. La confusión no termina con esto; hay otro motivo para distinguir las psicologías: tenemos escuelas psicológicas de pensamiento, como el psicoanálisis, la teoría de la actividad, la psicología humanista, la psicología positiva, etc.
Cada uno de los campos mencionados está segregado por límites organizativos casi impenetrables; muchas ciencias psicológicas especiales tienen sus propias sociedades, sus propias revistas, sus propias conferencias. Si tratamos de darle sentido a esto, probablemente acabaríamos descubriendo que no hay decenas y decenas de enfoques diferentes para el estudio de la misma mente humana. Tendríamos que concluir que tenemos decenas y decenas de mentes humanas completamente diferentes que son estudiadas por esas disciplinas.
En conjunto, el fenómeno estudiado, la mente, parece desaparecer en este desorden conceptual y organizativo. La razón es que ninguna de las ciencias especiales por sí sola es capaz de distinguir las propiedades que caracterizan el conjunto de las propiedades que caracterizan sus elementos. Es inevitable que estos diferentes campos no puedan determinar exactamente qué están estudiando, qué aspecto del mismo fenómeno estudiado es exactamente su enfoque, porque para definir eso, el fenómeno estudiado en su conjunto debe entenderse. Pero no se puede entender desde el comienzo de los estudios; esencialmente, toda la investigación trata sobre descubrir qué es el todo y cuáles son las partes y las relaciones específicas entre las partes que fundamentan la aparición de un todo.
Vygotski fue el primero en definir el problema que enfrenta cualquier ciencia en el curso de su historia: un aumento adicional en el número de hechos aislados ya no es productivo. La salida del desastre (crisis, en términos de Vygotski) es el desarrollo de la teoría unificadora. Esta teoría apunta, en mi opinión, a la comprensión clara de lo que caracteriza al fenómeno estudiado en su conjunto y qué características pueden atribuirse a sus partes. De lo contrario, los psicólogos solo aumentan la confusión al atribuir propiedades de las partes al todo y viceversa. Doy algunos ejemplos a pesar de que todos los subcampos de psicología de hoy tienen el mismo problema.
Por un lado, la diferenciación en campos especializados y el aislacionismo lleva a atribuciones de las propiedades de un todo a una parte estudiada. Los psicólogos de la memoria de hoy, por ejemplo, parecen estudiar la memoria, pero cuanto más estudian, más se convierte la psicología de la memoria en psicología de la mente humana en general. La memoria debe ser sobre almacenamiento y recuperación de experiencias. Hay otro campo, bastante independiente de la psicología de la memoria, que estudia el pensamiento. Según Vygotski, el pensamiento es una organización interna de experiencias (Vygotsky, 1926). Hay una buena razón para sugerir que el pensamiento y la memoria son procesos distintos (pero, por supuesto, no separables), pueden ser entendidos como partes distinguibles de la mente como un todo; memorizar y pensar también dependen de diferentes estructuras cerebrales (Luria, 1969, 1973).
La psicología de la memoria, al estar aislada de otros campos especiales de la psicología, no sorprende que haya confundido el pensamiento y la memoria per se por mucho tiempo. Los psicólogos de la memoria hablan sobre sistemas distinguibles de memoria: de procedimiento, semántica y episódica (por ejemplo, Medin, Ross y Markman, 2005). Estos sistemas de memoria se distinguen según su contenido y organización. Pero la organización de las experiencias, del conocimiento, se trata de pensar. No es la memoria la que piensa; los resultados del pensamiento simplemente se almacenan en la memoria. Ahora resulta que la memoria cambia cuando opera en relación con el pensamiento. Esto es exactamente de lo que se trata en los principios estructural-sistémicos: la memoria episódica completa, novedosa, por ejemplo, surge cuando se sintetiza un nuevo todo a partir de partes distinguibles (memoria y pensamiento en este caso). Hoy, sin embargo, en lugar del estudio de las formas en que distintas partes de la mente conforman la mente como un todo, cada parte continúa siendo estudiada como una representación autosuficiente del todo. Existe un nuevo campo de estudios de memoria dedicado al problema de la vinculación, el proceso de integración de información relacionada con la memoria (por ejemplo, Zimmer, Mecklinger y Lindenberger, 2006). Este campo trata de muchas cosas, pero no de pensar.
Por otro lado, las propiedades de una mente completa a veces se atribuyen a partes hipotéticas de ella. La psicología de la personalidad de hoy, por ejemplo, trata de conceptualizar la personalidad como una parte, una facultad especial de la mente (véase, por ejemplo, Allik y McCrae, 2002; McCrae y Costa, 1999), pese a que la personalidad obviamente puede surgir solo como una propiedad de la mente como un todo: la personalidad requiere memoria y percepción y emociones y pensamiento y motivación y planificación. Si mapeamos todos estos procesos cognitivos mencionados en el cerebro, entonces todo el cerebro está cubierto, no queda lugar para una facultad de personalidad que emerge directamente bajo el control de genes de personalidad especializados, como sugiere la teoría moderna de la personalidad de los Cinco Grandes.
En el campo de los estudios de inteligencia se realiza un intento igualmente desesperado por atribuir una propiedad de toda la mente a una parte especializada. Spearman, quien creó el factor g (¡las generalizaciones matemáticas son invenciones hechas por el hombre!), fue muy claro sobre su estado ontológico:

Por lo tanto, la prudencia recomendó que los nombres de "inteligencia general" o "habilidad general" se reemplacen por la letra del alfabeto sin compromiso g. Una razón adicional para preferir la letra simple es que los términos "inteligencia general" o "habilidad general" pueden sugerir algún poder mental separado capaz de existir por su propia cuenta, mientras que en verdad nunca se ha encontrado tal "habilidad general" aparte de alguna "habilidad especial", que constituye el otro factor y ha sido denotado por s. Los dos factores son, para la teoría general en cualquier caso, nada más que dos valores derivados de una misma cosa real; esto en sí mismo es la puntuación total obtenida por cualquier individuo para el conjunto de alguna operación mental concreta. (Spearman, 1930, p. 343)

Entonces, solo hay una invención hecha por el hombre, una generalización que de alguna manera caracteriza a la mente como un todo. No existe una "inteligencia general" como una verdadera facultad humana distinguible, parte de la mente. Los psicólogos de la inteligencia, al igual que los psicólogos de la personalidad, han dedicado mucho esfuerzo al estudio de una construcción semiótica de "inteligencia general" en lugar de estudiar la mente. Podría ser que muchas tonterías, introducidas durante los últimos cincuenta o sesenta años del desarrollo de subcampos de estudios mentales cada vez más aislados (ver, para numerosos ejemplos, Toomela, 2007a, 2007b, 2010b; Toomela y Valsiner, 2010), desaparecerían de la psicología con la creación de la teoría unificadora general.

Interiorización: ¿qué significa?

Según la psicología histórico-cultural, existen las llamadas funciones psicológicas superiores que se desarrollan sobre la base de conexiones cerebrales adicionales, sobre la base de regularidades creadas en el entorno sociocultural (Vygotsky, 1982c; véase también Toomela, Capítulo 13 sobre neuropsicología, este volumen). Si el entorno humano, la cultura, es la base de ciertas funciones psicológicas, podría parecer que hay algo "allá afuera" (en el ambiente) que "entra" (a la mente individual). Este proceso a menudo se llama internalización o interiorización. Un enfoque popular en el que se implica este tipo de relación ambiente-individuo es la teoría de la actividad. Según este enfoque, la aparición y el desarrollo de la mente están determinados por la actividad en la que participa un animal o un ser humano (Leontiev, 1981). Varios académicos han adoptado esa opinión y afirman, por ejemplo, que "la forma de pensar está determinada por el tipo de actividad" (Tulviste, 1988, p.127; véase también Cole, 1996, para un enfoque análogo). Entonces, hay una actividad externa que determina la forma de pensar. Este punto de vista, sin embargo, es metodológicamente compatible con la psicología histórico-cultural vygotskiana (ver una crítica histórica cultural de Activity Theory, Toomela, 1996a, 1996b, 2000a, 2008a).
Como base para la siguiente discusión, proporciono la comprensión de Vygotski de lo que es la internalización:

El proceso de "interiorización" de las formas culturales de comportamiento, que acabamos de mencionar, está relacionado con cambios radicales en la actividad de las funciones psicológicas más importantes, con la reconstrucción de la actividad psicológica sobre la base de las operaciones de signos. Por un lado, los procesos psicológicos naturales tal como los vemos en los animales, en realidad dejan de existir como tales, incorporándose a este sistema de comportamiento, ahora reconstruido sobre una base cultural-psicológica para formar una nueva entidad. Esta nueva entidad debe, por definición, incluir estas funciones elementales anteriores que, sin embargo, continúan existiendo en formas subordinadas que actúan ahora de acuerdo con las nuevas leyes características de todo este sistema. . . Como resultado del proceso de interiorización de la operación psicológica superior, tenemos una nueva estructura, una nueva función de los métodos aplicados anteriormente y una composición completamente nueva de los procesos psicológicos. (Vygotsky y Luria, 1994, pp. 155-156, énfasis agregado)

Varias ideas teóricamente importantes se expresan en esta cita. Primero, definitivamente no es un error que el término interiorización se ponga entre comillas. La metodología sistémica estructural rechaza cualquier forma unidireccional de causalidad como simplificación excesiva; no puede haber movimiento exterior → interior.
En segundo lugar, Vygotski usó un lenguaje que muestra inequívocamente que el proceso de desarrollo cultural se entiende como un cambio estructural. Se forma una nueva entidad en el proceso de desarrollo cultural; esta entidad emerge en el proceso de reconstrucción de las funciones elementales anteriores: tenemos una nueva estructura. Las estructuras se construyen a partir de algunos elementos más elementales (que, a su vez, pueden ser estructuras de elementos de otro nivel de síntesis jerárquica). Creo que la pregunta central es ¿qué se sintetiza en el aprendizaje, en el proceso de aparición de funciones psicológicas más complejas? Vygotski sugirió que las formas culturales de comportamiento se desarrollan sobre la base de los llamados procesos naturales que son formas innatas de comportamiento (Vygotsky, 1960, 1983b, 1984c; Vygotsky y Luria, 1994). En principio, los procesos psicológicos culturales surgen en el proceso de síntesis jerárquica de los procesos psicológicos naturales: 6 “Aunque cada método de comportamiento cultural consiste, como lo muestra el análisis, en procesos psicológicos naturales, sin embargo, ese método no los une de forma mecánica, sino de manera estructural” (Vygotsky, 1994, p. 61).

6 La idea vygotskiana de distinguir la línea de desarrollo natural y cultural ha sido criticada por muchos estudiosos (por ejemplo, Abulhanova-Slavskaja y Brushlinskii, 1989; Leontiev y Luria, 1956; Wertsch, 1985; Wertsch y Tulviste, 1992). Según la crítica, Vygotski introdujo el dualismo cartesiano con esta distinción. Es de destacar que toda la crítica se origina en escuelas de pensamiento que se basan en la comprensión unidireccional de causa → efecto cartesiano de las relaciones entre el medio ambiente y el individuo en el desarrollo cultural. Estos académicos han atribuido su propio pensamiento cartesiano a una cosmovisión estructural-sistémica vygotskiana incompatible y tergiversan la teoría de Vygotski. No puede haber dicotomía cartesiana en síntesis estructural; la idea de síntesis y surgimiento de un nuevo conjunto jerárquicamente de orden superior excluye esta interpretación. La distinción vygotskiana de las líneas de desarrollo natural y cultural se defiende con más detalle en otros lugares (véase Toomela, 1996a).

Hoy es posible ir más allá y definir con mayor precisión qué procesos "naturales" se organizan jerárquicamente en el desarrollo mental. Los únicos 'elementos' psicológicos que pueden sintetizarse en el entorno individual (es decir, elementos que pueden estar relacionados con eventos de la realidad que nos rodea) son los atributos sensoriales (ver Toomela, 2000b, 2003b, para una descripción completa de las etapas de desarrollo mental desarrollo esta perspectiva). Ejemplos de atributos sensoriales en el sistema visual son el contorno, el color y la orientación, que se distinguen en canales paralelos y no interactivos a nivel de los ojos; esta información se sintetiza en experiencias de objetos y eventos solo en etapas posteriores del procesamiento (ver, por ejemplo, Levine, 2000; Livingstone y Hubel, 1988; Treisman, 1988; Treisman et al., 1990).
Si los atributos sensoriales son los únicos elementos que pueden sintetizarse, y lo son, entonces todo el desarrollo psicológico es "interno"; no hay nada que entre en la mente directamente. Más bien, el entorno entra en relación con la mente individual a través de, y solo a través, de órganos sensoriales que transforman los eventos ambientales en señales neuronales. Desde la perspectiva estructural-sistémica, todo el proceso se trata esencialmente de totalidades de orden superior que emergen en la síntesis individual del entorno; el medio ambiente y el individuo constituyen elementos básicos en el sistema mental en desarrollo, y cada uno de ellos se divide en subestructuras en varios niveles de síntesis. La mente individual cambia en este proceso debido a la plasticidad del sistema nervioso, cuya estructura cambia (relativamente) de modo permanente después de contactos temporales basados en los sentidos con el medio ambiente. Este cambio permanente se llama memoria.
Siguiendo la metodología estructural-sistémica que subyace a la psicología histórico-cultural, la esencia del desarrollo mental se vuelve clara. Las propiedades de un todo dependen de las cualidades de sus elementos. De diferentes elementos obtenemos diferentes totalidades. Por lo tanto, las características específicas de un individuo en desarrollo junto con las características específicas de su entorno de desarrollo determinan las cualidades de la mente individual que se desarrolla.
Vygotski agregó un punto muy importante: sugirió que hay un tipo especial de ambiente: cultural. Las funciones psicológicas superiores o culturales solo pueden desarrollarse en el entorno cultural. También fue muy claro sobre lo que hace que el entorno cultural sea específico: es porque los signos se utilizan allí.7 En teoría, es extremadamente importante que los signos tengan una naturaleza dual. Por un lado, se utilizan socialmente, en actividades externas. Por otro lado, los signos tienen un papel psicológico interno cuando se incluyen en la estructura psicológica de los procesos psicológicos culturales. Es por eso que el desarrollo cultural es al mismo tiempo social (por ejemplo, Vygotsky, 1983a, 1983d); Este es el trasfondo en el que se puede entender la siguiente cita:

Esta ley se puede expresar de la siguiente manera: en el proceso del desarrollo del niño, cada función psicológica superior aparece dos veces, primero como una función de comportamiento colectivo, como una organización de colaboración de un niño con otros, luego como una función individual de un comportamiento, como una capacidad interna de la actividad de un proceso psicológico en el sentido estricto y preciso de la palabra. (Vygotsky, 1983c, p. 124)

7 Una descripción coherente de la relación cultura-individuo requiere una definición específica de qué signo es. El signo o símbolo puede tener un papel especial en las operaciones psicológicas, cuando se define con cuatro características individualmente necesarias y colectivamente suficientes: 1) un símbolo debe ser un objeto, acto conductual o fenómeno que pueda percibirse directamente a través de los órganos sensoriales; 2) el significado de los símbolos debe ser compartido por los organismos; 3) los símbolos se refieren a objetos, eventos y fenómenos; y 4) debe ser posible utilizar un símbolo en formas o en contextos que son diferentes de formas o contextos de utilización de referentes de símbolos (ver definición y justificación, Toomela, 1996a, 1996b).

Una imagen más grande comienza a emerger de las partes discutidas hasta ahora. Las funciones culturales son funciones que están mediadas semióticamente, es decir, las operaciones de signos se incluyen como partes de la estructura de la función psicológica. Por otro lado, estas funciones psicológicas culturales o superiores se desarrollan solo en la interacción de un individuo con el entorno especialmente organizado, la cultura. La interiorización como surgimiento de estructuras psicológicas mediadas semióticamente, por lo tanto, es posible porque hay un vínculo cultural entre el medio ambiente y la mente individual: el signo.
Creo que lo que hace que los signos o símbolos sean especiales es que pueden ser producidos por individuos sin necesidad de ningún material externo adicional. El uso de materiales externos para crear signos (por ejemplo, sistemas de escritura) surgió mucho después de la aparición del lenguaje hablado y de signos. En consecuencia, los signos pueden representarse psicológicamente para que se pueda establecer una correspondencia uno a uno entre la expresión conductual de un signo a través de la planificación y ejecución de las actividades y la percepción de los mismos signos creados por uno mismo o por otros. En breve, el uso externo e interno de los signos puede coordinarse perfectamente. Las herramientas externas no pueden representarse en una correspondencia interna-externa tan completa porque el uso de herramientas externas solo requiere saber cómo usar una herramienta, pero no es necesario saber cómo hacerla. El uso de signos, sin embargo, se basa en la unidad de hacer y usar. Es por eso que el conocimiento de cómo usar alguna herramienta externa no puede fundamentar el desarrollo de funciones psicológicas culturales con propiedades cualitativamente nuevas, con formas cualitativamente nuevas de funcionamiento psicológico. La única herramienta que puede ser "internalizada" es la herramienta que está bajo control individual completo, la herramienta que se puede crear psicológica y conductualmente o externamente de la misma manera.
Para concluir el análisis metodológico del proceso de interiorización, se necesita una cosa más. Necesitamos una definición de lo que es la cultura. Esta definición se deduce naturalmente de las ideas discutidas hasta ahora. La cultura es un ambiente de signos, una semiosfera (Toomela, 2003a); la cultura es información socialmente compartida que está codificada en símbolos (Toomela, 1996a, p. 298; tenga en cuenta que uso símbolos y signos como sinónimos en esta discusión). Esta es una definición que corresponde a la teoría psicológica sobre el desarrollo cultural.
Hoy en día, los psicólogos culturales suelen confiar en una definición diferente de cultura. Por ejemplo, según Cole (1996), "Cultura. . . puede entenderse como el conjunto completo de artefactos acumulados por el grupo social en el curso de su experiencia histórica” (p. 110; ver también Cole, 2005, para una definición similar). Sin embargo, esta y otras definiciones similares relacionan el desarrollo psicológico cultural con productos culturales que no pueden ser internalizados psicológicamente. Ningún artefacto externo puede convertirse en un elemento de una estructura psicológica a menos que ese artefacto se pueda crear completamente tanto mental como conductualmente. Solo los signos tienen tales propiedades. En conjunto, el análisis metodológico permite la definición de una relación de desarrollo entre el entorno cultural y el individuo, la interiorización, de esta manera:

La interiorización es un proceso mediante el cual dos mecanismos diferentes de procesamiento de información, el pensamiento no verbal ("sensorial") y el lenguaje convencional, que se han diferenciado de los procesos "naturales" en el curso del desarrollo se unen dentro de una nueva estructura mental. El resultado de la interiorización es el desarrollo de operaciones mentales "culturales" semióticamente mediadas. (Toomela, 1996a, p. 286)

Creo que la reconceptualización muy interesante del desarrollo psicológico, la educación y muchos otros campos de la ciencia y las actividades culturales pueden surgir junto con el análisis metodológico explícito de conceptos superficialmente simples como la internalización.
Podemos entender lo que realmente significa decir que una persona es activa en todo aprendizaje cultural; hacen signos que se incluirán en la estructura de las operaciones psicológicas. Los maestros, a su vez, se detienen para "dar" conocimiento; la actividad no "determinará" la mente; el entorno8 no "ingresará" en nuestra cabeza unidireccionalmente, etc. En una palabra, la ciencia sin metodología es ciega.

8 He dicho repetidamente que la teoría de la actividad no se puede defender teóricamente (Toomela, 2000a, 2008a). Es interesante cómo los enfoques teóricamente indefendibles continúan floreciendo. Engeström (2008) presentó una estrategia interesante en el contexto del presente capítulo. No estuvo de acuerdo con mi sugerencia de que la teoría de la actividad es un callejón sin salida para la psicología histórico-cultural. En lugar de un análisis metodológico para refutar mis argumentos sobre la base de los cuales hice esta declaración, muestra que la teoría de la actividad es fuerte porque el número de citas de artículos sobre tal teoría está creciendo. Rechaza mis argumentos metodológicos al sugerir que expresé una forma peculiar de autismo científico al no citar estudios teóricos de actividad concretos. Vale la pena recordar aquí, siguiendo a Vygotski, que los hechos relacionados con diferentes metodologías son hechos diferentes. Si la metodología puede ser rechazada teóricamente, los hechos concretos, que son inseparables de su interpretación o metodología, también son lógicamente rechazados. El hecho de que Engeström ignorara por completo mis argumentos metodológicos demuestra que una razón por la cual a la teoría de la actividad le está yendo tan bien podría ser que su fundamento metodológico está subdesarrollado. La teoría de la actividad se basa en una teoría psicológicamente inverosímil de que el entorno determina de alguna manera el desarrollo de la mente. Sigo insistiendo en que la teoría de la actividad es un callejón sin salida. O tal vez no. He citado varios trabajos teóricos de actividad en este capítulo. La calidad de la teoría no está en los argumentos, sino en el número de citas. Aparentemente, yo mismo refuté mis argumentos teóricos citando la teoría criticada.

Pensamiento no mediado y mediado semióticamente: ¿qué hay en la distinción?

Finalmente, discutiré brevemente un ejemplo que se deriva de la aplicación de principios metodológicos del enfoque histórico-cultural en el nivel relativamente local de construcción de teorías. La psicología histórico-cultural es estructural-sistémica. Las partes y sus relaciones se estudian para comprender un todo emergente. Vygotski, particularmente, sugirió que una mente cualitativamente nueva emerge con la aparición de la mediación semiótica, es decir, con la inclusión de las herramientas semióticas como una parte nueva en la estructura de las operaciones mentales. Las conclusiones muy importantes con respecto a muchas teorías psicológicas se derivan de la comprensión de que los mecanismos de procesamiento de información basados en sensores y los semióticos son cualitativamente diferentes. Por ejemplo, se deduce que la suposición léxica según la cual todas las diferencias individuales importantes están codificadas dentro del lenguaje natural (por ejemplo, McCrae y Costa, 1996, 1999; Saucier y Goldberg, 1996) no es necesariamente correcta.
Este capítulo ya contiene varios ejemplos para demostrar que no existe una correspondencia uno a uno entre el mundo sensorial y la realidad, y menos aún entre representaciones sensoriales y semióticas. Algunos significados en el sistema semiótico, en el lenguaje, se crean en correspondencia con la realidad; hay otros significados que no tienen tal relación. Por lo tanto, no todo lo que se puede experimentar de inmediato está codificado en lenguaje; también varios significados codificados son "invenciones hechas por el hombre". No hay evidencia ni fundamento teórico para suponer que el léxico de la personalidad es una excepción. De hecho, lo opuesto es verdad; hay evidencia que sugiere que el supuesto léxico podría estar equivocado. Dicha evidencia se puede encontrar, entre otros lugares, en el análisis del inventario de personalidad quizás más popular actualmente, NEO-PI-R (Costa y McCrae, 1992).
Si el vocabulario de la personalidad realmente refleja la esencia humana y, por lo tanto, este vocabulario es realmente tan importante como aquellos que apoyan el deseo de suposición léxica, las palabras que codifican las dimensiones de la personalidad deberían aparecer en el lenguaje al principio de su desarrollo. Sin embargo, el análisis del vocabulario utilizado para la descripción de las dimensiones de la personalidad en NEO-PI-R sugiere que no es así. Muchas palabras y significados resultan ser muy jóvenes en términos de evolución cultural. El término personalidad tal como se usa hoy en día es bastante joven. Según el diccionario de etimología de Chambers (Barnhart, 1988), la palabra personalidad en referencia a "un carácter personal o individual distintivo" se registró por primera vez solo en 1795. ¡Curiosamente, la personalidad tenía otro significado antes de ese momento! Ya antes de 1425, personalidad significaba "calidad o hecho de ser una persona". Entonces, el significado moderno de "personalidad" es nuevo; el significado de la palabra ha cambiado en la historia del lenguaje. Si los significados de las palabras están cambiando, no hay garantía de que todas las palabras de la personalidad de repente comenzaron a codificar correctamente las dimensiones de las diferencias individuales en la personalidad, ya que los psicólogos decidieron realizar análisis factoriales con datos recopilados con inventarios de personalidad.
Muchas otras palabras en el vocabulario de la personalidad también son muy jóvenes. Por ejemplo, han pasado menos de dos siglos desde la primera mención o uso en el sentido moderno de las siguientes palabras:9 altruismo (1853, nombre para la faceta A3), actitud (1862, elemento A6), compulsivo (1902, elemento C2), depresión (1905, elemento N3), egoísta (1825, elemento A3), emocional (1834, elementos N2 y E1), nerviosismo (1931, elemento N1), impulsivo (1847, nombre N5), confiable (1624, no de uso común antes de 1850, artículo C3), sencillo (1806, nombre A2), adicto al trabajo (1968, artículo C4). Muchas otras palabras en NEO-PI-R no tienen más de tres o cuatro siglos. Se puede conjeturar que el vocabulario de la personalidad se ha desarrollado considerablemente durante los últimos siglos. No hay garantía de que todas las palabras y significados necesarios ya sean parte de la cultura actual. Además, todos los que han realizado análisis factoriales saben que la adición o extracción de incluso un solo elemento a, o desde una lista de variables ingresadas en el análisis factorial puede conducir a una estructura factorial completamente diferente. Cualquier nueva palabra de personalidad que pueda aparecer en el lenguaje puede conducir a una estructura de factores diferente. El hecho de que los significados de las palabras cambien en la historia también es importante: el mismo inventario de personalidad puede dar datos con una estructura factorial muy diferente cuando los significados de las palabras cambian nuevamente.

9 El año del primer uso registrado y la dimensión o faceta de personalidad respectiva en NEO-PI-R se informa entre paréntesis. N = neuroticismo; E = Extraversión; O = apertura a la experiencia; A = amabilidad; C = Conciencia.

La situación se complica aún más por la posibilidad de que varias de las palabras denoten significados que no se refieren a ninguna característica de personalidad "biológicamente determinada"; estos significados pueden ser invenciones hechas por el hombre o construcciones puramente semióticas sin relevancia en términos de esencia psicológica humana. Por lo tanto, hay muchas razones para concluir que los resultados de los análisis factoriales que fundamentan el modelo y la teoría de la personalidad moderna de los Cinco Grandes no pueden interpretarse de manera significativa porque, entre otros problemas, 10 la suposición léxica que subyace a la teoría es muy probable que sea errónea.

10 La teoría de los cinco factores se basa completamente en el análisis de datos matemáticos; las dimensiones de la personalidad que se supone que caracterizan las estructuras psicológicas se distinguieron únicamente sobre la base de análisis matemáticos. Esto sería suficiente para cuestionar la teoría, como también se muestra en este capítulo.

La suposición léxica subyace hoy en la mayoría de las teorías de las diferencias individuales en psicología. Si una suposición léxica resulta ser incorrecta, todas las teorías psicológicas que se basan en esta suposición también resultan ser inaceptables. El análisis metodológico del supuesto léxico lleva a la conclusión de que este supuesto es incorrecto. Podemos conjeturar que muchas teorías modernas en psicología sobreviven solo porque su base metodológica no ha sido resuelta.
Finalmente, repito la cita que proporcioné anteriormente como recordatorio de que no hay ciencia sin filosofía. Si preferimos tener teorías de mezcolanza en lugar de teorías sistemáticas y fundamentadas, debemos continuar ignorando la filosofía o la metodología de nuestra ciencia. Después de todo, podríamos tener el libre albedrío para elegir lo que queramos.

Los naturalistas [yestiestvoispuitátieli] imaginan que se liberan de la filosofía cuando la ignoran, pero resultan ser esclavos en cautiverio del peor tipo de filosofía, que consiste en una mezcolanza de opiniones fragmentarias y no sistemáticas, ya que los investigadores sin pensar no pueden moverse ni siquiera un paso, pero pensar requiere operaciones lógicas. (Vygotsky, 1982b, p. 369)

Resumen y conclusiones

El hecho de que los métodos subyacen a cualquier actividad científica se entiende por todos los enfoques para el estudio de la mente. Sin embargo, se reconoce mucho menos que la ciencia se basa en la metodología, no menos que en los métodos. En la psicología histórica cultural de Vygotski, tanto los métodos como la metodología se estudiaron y desarrollaron explícitamente. Los métodos cubren todos los aspectos de cómo se realiza el estudio; cubren la selección de participantes, aparatos o materiales, los pasos dados en la ejecución de la investigación y los procedimientos de interpretación de datos algorítmicos. La metodología, a su vez, estudia las formas en que el científico piensa en su actividad científica. La ciencia debe confiar en la metodología porque el objetivo de la ciencia es comprender la realidad más allá de nuestros sentidos, más allá de las posibilidades de percepción directa. La comprensión del mundo fuera de los límites de nuestros órganos sensoriales solo es posible cuando el objeto de los estudios se construye o recrea mentalmente. El proceso de tal construcción es, según Vygotski, posible solo con el pensamiento semióticamente mediado, con operaciones mentales que incluyen signos en su estructura. El problema es que las operaciones semióticas permiten la construcción de significados que corresponden a la realidad externa, así como también significados que no tienen relación con ella. Para distinguir entre ellos, debe entenderse el pensamiento científico mismo.
Vygotski también demostró que el hecho científico, que puede parecer más mutable y "objetivo" para muchos científicos, no puede separarse de la metodología que subyace a la interpretación del hecho. Por lo tanto, la metodología subyace a toda la ciencia, cada aspecto de la misma puede entenderse solo en el contexto de la metodología del enfoque científico particular. En este capítulo solo se analizaron algunos problemas metodológicos a diferentes niveles. En el nivel de análisis más general, se analizó el problema de lo que constituye una explicación científica. La psicología histórico-cultural se basa en la definición estructural-sistémica de la explicación científica. Según esta comprensión, cada objeto de estudio es un todo diferenciado. La explicación del todo significa el descubrimiento de los elementos que lo componen, las relaciones específicas entre los elementos y las propiedades del todo que emergen en la síntesis de los elementos. Los estudios del desarrollo en situaciones creadas artificialmente son necesarios para revelar la estructura psicológica que subyace a los comportamientos observables. Resulta que algunos métodos, como todos los métodos matemático-cuantitativos, son inapropiados para comprender la mente porque en matemáticas se pierde la relación directa con la realidad; solo se crean construcciones semióticas hechas por el hombre que pueden no tener relación con las estructuras externas inmediatamente no observables. Los métodos cualitativos que son muy comunes hoy en día también son inapropiados porque rechazan las condiciones de estudio artificiales.
En el siguiente nivel de análisis, se discutió el problema de la teoría unificadora de la psicología. Esta psicología general o unificadora es esencialmente una teoría intermedia entre principios estructurales-sistémicos generales, por un lado, y fenómenos psicológicos específicos, por el otro. En un sentido más específico, la teoría general es necesaria para distinguir las cualidades que caracterizan a la mente como un todo de las cualidades que caracterizan sus elementos o componentes.
Finalmente, se discutieron dos temas a un nivel más local, el de la interiorización y el de la suposición léxica. La metodología cultural-histórica estructural-sistémica rechaza la explicación unidireccional "ambiente (cultural)-determina-la mente" del desarrollo de la mente. La interiorización es la reorganización estructural de la mente individual que emerge en el proceso de interacción del entorno individual-cultural. Además, se rechaza el supuesto léxico, según el cual todas las diferencias individuales importantes están codificadas dentro del lenguaje natural. De ello se deduce que todas las teorías psicológicas de las diferencias individuales que se basan en el principio metodológico del supuesto léxico también deben ser rechazadas. El futuro de nuestra ciencia -psicología- necesita urgentemente el desarrollo de metodología.

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