Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Toassa

 

“ATRÁS DE LA CONSCIENCIA, ESTÁ LA VIDA”: EL ALEJAMIENTO TEÓRICO LEÓNTIEV-VYGOTSKI EN LA DINÁMICA DE LOS CÍRCULOS VYGOTSKIANOS

Gisele Toassa

Educ. Soc., Campinas, 37(135): 445-462, abr.-jun. 2016

DOI: 10.1590/ES0101-73302016144457

 

Traducción: Efraín Aguilar

 

La teoría de la actividad de Aliekséi Nikoláievich Leóntiev (1903-1979) ha ido creciendo en Brasil desde que comenzó a difundirse - poco después de Vygotski, con S.L.Rubinshtéin y A.R.Luria - entre los años 1975-1980 (FREITAS, 1994). En ese momento, la narrativa histórica “hagiográfica”, en la que se desarrolló la noción de que la psicología histórico-cultural fue desarrollada por la troika Vygotski-Luria-Leóntiev, ya se articulaba en la Unión Soviética (URSS), teniendo como fuente especialmente los informes testimoniales recogidos en la década de la muerte de Luria y Leóntiev (TOASSA, en prensa, 2016).

Las producciones del pedagogo Newton Duarte (1996; 2001) causaron revuelo entre los vygotskianos brasileños. Al refutar las interpretaciones constructivistas de la obra de Vygotski, el autor ha venido defendiendo una perspectiva marxista para sus lecturas, así como la continuidad entre Vygotski y otros autores soviéticos, con énfasis en la unidad de la troika Vygotski-Luria-Leóntiev y la teoría de la actividad de este último. Si bien reconozco el valor de la preocupación de Duarte por rescatar a Vygotski para el marxismo (compartido con varios autores no alineados con sus posiciones), considero que Duarte (2001, p. 161) se equivoca al asociar, a nivel teórico, la defensa del distanciamiento entre Vygotski y Leóntiev en un intento por neutralizar el carácter marxista de la teoría de Vygotski, buscando asimilarlo al universo ideológico del capitalismo contemporáneo.

Va más allá del alcance de este artículo analizar los orígenes y destinos de esta tesis, cuyo análisis me parece esencial para el futuro de una teoría vygotskiana de base marxista. A pesar de no estar del todo de acuerdo con la interpretación de algunos críticos del enfoque de Vygotski-Leóntiev, como van der Veer, Kozulin y González-Rey (bastante diferentes entre sí) -que no abogan por la construcción de una psicología/educación marxista stricto sensu-, nos parece un error promoverlos entre opositores que deseen colocar estalinistas en Luria y Leóntiev (como defiende SILVA, 2013), o incluso vincular la defensa de una desviación teórica de Vygotski-Leóntiev emprendida por ellos con el “énfasis en una lectura semiótica de la obra de Vygotski” (DUARTE, 1996, p. 24). Incluir en este grupo al genial David Joravsky (como Elhammoumi, mencionado por DUARTE, 2001), un historiador ineludible de la ciencia soviética (y de ninguna manera una figura hostil al marxismo), también me parece una idea a revisar.

Estas nociones sobre la relación Vygotski-Leóntiev ya se han convertido en una trivialidad identitaria que marca el espacio social y cognitivo de los lectores "marxistas" y "no marxistas" de Vygotski y Leóntiev en nuestro país, ignorando las complejas dinámicas de poder que constituía el sistema de ciencia estalinista en la década de 1930, sin que su estructura hubiera sido desmantelada incluso después de la muerte de Stalin en 1953 (como aclaran los trabajos de Nikolái Krementsov, ver TOASSA, en prensa, 2016).

Hoy en día, la versión “hagiográfica” es criticada en beneficio de un análisis más completo del trabajo de Vygotski y sus círculos de investigación por varios autores, entre los que destacan A. Yasnitsky y E. Záviershnieva. Incluso se argumenta que está en marcha una “revolución revisionista” sobre estas relaciones. Su núcleo es la investigación de archivos en las instituciones en las que trabajaron los autores, así como la apertura de los archivos del Partido Comunista de la Unión Soviética, desvelando de manera inédita la dinámica de la producción científica soviética.

En este contexto, creo que la investigación histórica investida de rigor académico y base marxista debe buscar integrar varias fuentes epistemológicas, privilegiando documentos, textos y análisis que se centren en la historia de la ciencia como historia social y política. Así escribe Mironenko:

 

Discrepancias teóricas entre A.N. Leóntiev y L.S. Vygotski, A.N. Leóntiev y S.L. Rubinshtéin difícilmente pueden ser evaluados y entendidos por separado de la historia de sus relaciones personales, esta última siendo fuertemente impactada por el desarrollo de la vida política en el estado totalitario, haciendo de la historia de la psicología soviética lo que A.V. Pietrovski llamó "una historia política de la psicología" ... En realidad, no hubo una discusión libre y abierta en la ciencia soviética. (2013, p. 381, traducción nuestra)

 

Como señala Martins (2013, p. 81), las proposiciones teóricas de Vygotski dejaron huellas que no necesariamente se articulan con la teoría de la actividad de Leóntiev, especialmente en lo que respecta a las dimensiones semióticas de los fenómenos psicológicos. Sin embargo, constituyen una fuente para una psicología arraigada en los supuestos del materialismo histórico y el materialismo dialéctico. Para eso, es fundamental analizar las diferencias entre los autores, profundizando en la discusión sobre el tipo de marxismo desarrollado por cada uno en relación a la coyuntura en la que vivieron (como he intentado hacer en esta serie de trabajos).

Este artículo compone mi investigación postdoctoral, cuyo corpus consta, hasta el momento, de los dos libros más famosos de Leóntiev (1978a; b), más unos 22 artículos del autor, análisis de la bibliografía recopilada por DA Leóntiev (2004), al menos 8 textos biográficos sobre Leóntiev y Luria, así como comentaristas con interpretaciones divergentes en la historia y teoría de la psicología soviética.1

 

1. El foco de mi investigación está en el campo conceptual de los estudios sobre síntesis psíquica: las nociones de conciencia, reflejo, personalidad, persona y otros términos que contribuyen a la condición de objeto de la psicología histórico-cultural. Tuvo un impulso con una pasantía postdoctoral en Canadá, apoyada por la Coordinación para el Perfeccionamiento del Personal de Educación Superior (CAPES).

 

Frente a este conjunto de referencias investigado, creo que no es razonable apoyar la existencia de una estricta continuidad Vygotski-Leóntiev fundada, especialmente, en las comunalidades de su marxismo. Además, como afirma Mironenko (2013), la distancia entre los autores es reconocida por todos los biógrafos, aunque hay desacuerdo sobre sus razones exactas. Incluso el hijo de Leóntiev (Aliekséi Alieksiéievich, principal responsable de la articulación teórica de la narrativa hagiográfica en 1983), y su nieto (Dmitri Alieksiéievich) lo admiten en textos publicados en ruso e inglés. Sin embargo, una traducción reciente de su trabajo lo niega (ver LEONTIEV; LEONTIEV, 2009), generando falsas impresiones en el lector de habla portuguesa sobre las posiciones de la familia Leóntiev.

En mi opinión, la información proporcionada por la familia sobre A.N. Leóntiev es más precisa que la interpretación de dicha información y, en muchos puntos, es consistente con otras fuentes históricas. La familia oscila entre presentarlo como una víctima heroica de la política estalinista o un autor cuyo desarrollo teórico llena los vacíos de la psicología vygotskiana. Con eso, se deja a un lado su posición concreta: la de un importante / administrador insertado en un régimen político autoritario.2 En general, la biografía de Golder (2004) -influyente en portugués, a pesar de presentar serias deficiencias en el campo de la historia política y científica de la Unión Soviética- está en línea con la versión de continuidad, estructurada por la familia Leóntiev en los años ochenta.

 

2. Utilizado por autores no marxistas desde la década de 1920, algunos marxistas respaldan la idea de un estado totalitario (en el que encajaría el Soviet) como sinónimo de la subordinación de todos los procesos sociales importantes al poder estatal. En la famosa definición de Friedrich, se presenta a sí mismo con “una ideología totalizadora, un partido único comprometido con esta ideología, una policía secreta completamente desarrollada, y tres tipos de control monopólico: de las comunicaciones masivas, de las armas operativas y de todas las organizaciones, incluidas las económicas” (BOTTOMORE, 1983, p. 535-536, traducción nuestra). Sin embargo, preferí usar el término "régimen autoritario" o "estalinista" en este artículo porque el "totalitarismo soviético" es una discusión controvertida en el campo de la teoría política marxista.

 

* * *

 

Este artículo consta de una serie de tres artículos en portugués y tres en inglés (ya publicados o en prensa: TOASSA, 2014; 2015a; 2015b; en prensa, 2016. El segundo y tercer artículo en inglés también tienen una versión corta en portugués. El primero de la serie en portugués está dedicado a las críticas estalinistas a Vygotski en el contexto de la ciencia soviética (TOASSA, en prensa, 2016). El presente trabajo es el segundo de la secuencia en portugués (el quinto en orden cronológico) proponiendo una breve revisión del viaje de Leóntiev dentro de los círculos de LS Vygotski (LSV) desde 1924 hasta aproximadamente 1936, sumado a las primeras críticas que AN y los jarkovitas dirigieron a LSV en el contexto del régimen estalinista. El sexto artículo, aún en evaluación, explora las ideas de Leóntiev sobre la materia y la conciencia entre 1936-1940 en relación con sus críticas a LSV. La serie de obras se concentra, por tanto, entre 1927 y 1940.

 

AN Leóntiev en los círculos de Vygotski.

 

Según Yasnitsky (2009), la idea de una troika oscurece el proceso histórico de formación de círculos o grupos, o más bien, de una red inestable (y numerosa) de investigadores en torno a Vygotski, que el autor denomina “Círculo de Vygotski”. También debo usar la idea de "círculo" con referencia a ciertos grupos en esa red.

Los frecuentes cambios en las bases institucionales dificultaron el desarrollo continuo de un programa de investigación. Los informes de investigación y las conferencias internas, que generaron textos para los que no se solicitó publicación, fueron de fundamental importancia intelectual. Los textos de circulación restringida se redactaron en un idioma bastante diferente del "publicable" (véase Yasnitsky, 2009). Lamentablemente, entre los traducidos al portugués y al español predominan los escritos filtrados por la censura (como Leontiev, 1978a; b).

En la periodización de Yasnitsky (2009), tenemos las siguientes formaciones:

1. Primera Fase (1924–1927): “pre-historia” del Círculo de Vygotski;

2. Segunda Fase (1927–1931): formación del Círculo de Vygotski-Luria;

3. Tercera Fase (1931–1934): Círculo de Vygotski-Luria e inicio de la especialización y separación;

4. Cuarta Fase (1934–1936): los círculos vygotskianos y la desintegración del programa de investigación original;

5. Quinta Fase (1936–1941): formación de un nuevo centro y el inicio de la Escuela de Járkov de psicología, y la Escuela Vygotski-Luria-Leóntiev.

 

En determinados períodos hay incluso constantes evidencias de conflictos entre estos grupos de investigación (caso Zankov versus Leóntiev), pero carecemos de fuentes historiográficas sobre los diferentes participantes y sus perspectivas sobre los hechos. La investigación fue relativamente autónoma, aunque Vygotski y Luria mantuvieron el liderazgo intelectual. Especialmente hasta 1931, el papel de Leóntiev fue más bien modesto (YASNITSKY, 2009).

Nacido en 1903, este autor se licenció en ciencias sociales en la Universidad de Moscú en 1923 (GOLDER, 2004, p. 17). Llegó al Instituto de Psicología Experimental de Moscú incluso antes que Vygotski. A partir de enero de 1924, formó parte del equipo del Laboratorio de Reacciones Afectivas, dirigido por Luria en el mismo instituto (LEONTIEV et al., 2005).

Esta agregación tuvo lugar en la Primera Fase del Círculo, que Yasnitsky interpreta como la “prehistoria” del Círculo Vygotski, caracterizada por múltiples interconexiones. Estuvo marcada por la búsqueda de un nuevo programa de investigación y un grupo.

La Segunda Fase se caracterizó por la formación de círculos que, en algún momento, convergieron y se cruzaron. El término "psicología histórico-cultural", identificado por muchos autores (como Golder) como un producto teórico del encuentro de la troika desde 1925, ni siquiera es exacto como el término elegido por Vygotski y Luria para definir su psicología (ver KEILER, 2012), habiendo sido atribuido a ellos por los críticos estalinistas de Vygotski y Luria.

El único texto escrito conjuntamente por Vygotski y Leóntiev (1931/2005) fue el segundo prefacio escrito al libro de Leóntiev, "El desarrollo de la memoria". Es una autocrítica breve y densa, de inestimable valor histórico. Señala que la obra pecó por su contenido exclusivamente experimental, que terminó por nivelar las diferencias de edad (signo de diferencias biológicas) y vivencias culturales (como las que se dan entre adultos y niños analfabetos), sacrificando la concreción de la memoria en favor de un cierto “idealismo” inmerso en preocupaciones solo estructurales y funcionales. Esto ocurrió a expensas de valorar el desarrollo de significados - el nivel simbólico de la comunicación (VIGOTSKI; LEONTIEV, 1931/2005, p. 204).

Para Leóntiev et al. (2005), la obra juvenil de Leóntiev ya traspasaba los límites de la psicología histórico-cultural, pavimentando la noción de que el signo adquiere su importancia en el proceso de memorización a través del significado. Si los comentaristas señalan que "a principios de la década de 1930, ambos investigadores comenzaron a darse cuenta de que sus caminos futuros divergían en psicología" (LEONTIEV et al., 2005, p. 15), guardan silencio sobre el contenido de las críticas públicas a Vygotski y Luria, y la naturaleza de los cambios político-ideológicos de esa época, con las divergencias Vygotski-Leóntiev sólo en el campo de la historia de las ideas.

Ocupándose predominantemente la troika, Leóntiev et al. (2005) informan que Leóntiev, Vygotski y Luria recibieron, del Comisionado de Salud de Ucrania, S. I. Kantoróvich, una invitación para desarrollar la investigación psicológica en la capital, Járkov. Ese momento coincidió con los recortes de empleo en Moscú; cítese el ejemplo de la llamada piatiorka (Zaporózhets, Bozhóvich, Liévina, Morózova y Slávina), un grupo con sede en la Segunda Universidad de Moscú. Los investigadores recibieron indicaciones obligatorias para trabajar en otras ciudades, lo que disolvió uno de los círculos formados alrededor de Vygotski en el centro del poder soviético (ver también YASNITSKY, 2009).

Según Yasnitsky (2009) en Járkov, en junio de 1931, ocurrió el informe de Talankin (TOASSA, en prensa, 2016), en defensa de una crítica marxista de la psicología histórico-cultural de Vygotski y Luria. ¿Influyó esto en la crítica ambivalente de Járkov a Vygotski? Sin duda. Años más tarde, Leóntiev (1991) muestra que conocía y estaba de acuerdo con la crítica de Talankin, así como con una más importante, la de Razmuíslov, una crítica legítima de la que debió ser consciente en la década de 1930. En versión de Vygódskaya y Lifánova (1999, p. 9) una ruptura total entre Leóntiev y Vygotski ocurriría entre 1933 y 1934. Como ya he dicho, la familia de Leóntiev también admite un alejamiento (LEONTIEV et al., 2005), refiriéndose a los conflictos entre ambos al inicio de 1930.

En esa época, Leóntiev et al. (2005) describen la formación de un nuevo círculo alrededor de Leóntiev en Járkov, con A.V. Zaporózhets, P.Ya. Galpierin, P.I. Zinchenko, L.I. Bozhóvich, V.I. Asnin, G.D. Bows, O.M. Kontsievaya y T.O. Guinievski.3

 

3. La composición del Círculo de Járkov según Yasnitsky (2009) diverge ligeramente, pues no incluía a Bows, Kontsievaia y Guinievski, sino a Lúkov y Zinchenko. Leóntiev y col. (2005) informan que, en vísperas de su partida de Moscú a Járkov, Leóntiev escribe a Vygotski reprochándole su actitud indecisa y la de Luria. Habla de su deseo de preservar las bases de su investigación así como las relaciones personales. Además, describe a Zaporózhets, Bozhóvich y Morózova como un grupo maravilloso y devoto que había pasado el examen de precisión y resistencia. Enigmáticamente, agrega: "¡Es imposible que no podamos soportar el examen!" (pág.232).

 

Járkov impulsó la carrera de Aliekséi Nikoláievich: allí obtuvo sus primeros puestos administrativos de mayor quilate. Hasta la década de 1950 (con la posible excepción del período nebuloso entre 1936-1937) ascendió a puestos en la psicología soviética que, para imitar el vocabulario militarizado de esa época, también representaba liderazgo en el frente intelectual. Según los informes, fue despedido de la Academia de Educación Comunista el 1 de septiembre de 1931 (LEONTIEV; LEONTIEV, 2009), siendo admitido por el Instituto de Neuropsicología de Járkov el 15 de octubre del mismo año. Se mudó a Ucrania el 6 de febrero de 1932 (LEONTIEV et al., 2005). Allí, se convirtió en director de la sección de Psicología Experimental y vivió hasta aproximadamente octubre de 1934, cuando regresó a Moscú (YASNITSKY, 2009). En general, el mes de trabajo tenía 20 días, tras los cuales los profesionales podían regresar a la capital soviética (YASNITSKY; FERRARI, 2008a, p. 123). Yasnitsky y Ferrari (2008b, p. 106) apuntan a la autorregulación y cierta descentralización como características organizativas del grupo, en lugar del estricto liderazgo de Leóntiev.

En un período que terminó con la Segunda Guerra Mundial, la década de 1930 fue una época de cambios traumáticos en la Unión Soviética. Existía una necesidad dramática de romper con cualquier signo de la psicología occidental que suscitase acusaciones de eclecticismo, contrarrevolución, fascismo y similares (TOASSA, en prensa, 2016).

Los círculos de Vygotski pasaron por un proceso de reconfiguración en sintonía con la estructuración de la ciencia soviética desde una jerarquía bastante rígida en los institutos de investigación, que incluyó la promoción de “investigadores portavoces” (voceros) que hablaban a nombre de áreas del conocimiento completo (ver GILGEN, GILGEN, 1996; YASNITSKY, 2009). Poco a poco se fue constituyendo el sistema de producción científica estalinista y los investigadores se fueron adaptando, aprendiendo a sobrevivir (e incluso a promocionarse) en el interior (ver KREMENTSOV, 1997). La práctica de informes de investigación no dirigidos a la publicación se había vuelto aún más común, la mayoría de los cuales se han perdido en el vacío de la historia.

Desde Lenin, la apelación de los científicos a los mecenas del partido se había convertido en una rutina: esto era un expediente para que los investigadores buscaran recursos y promovieran a sus aliados y su ciencia, en una lógica particularista que difícilmente sintonizaba con la construcción de una ciencia fundada en la libertad, el universalismo y la solidaridad como valores fundamentales de un ethos socialista (basado en KREMENTSOV, 1997).4

 

4. Como afirman Yasnitsky y Ferrari (2008a; b), la naturaleza de la investigación en Járkov es un desafío importante para los historiadores de la psicología, ya que ha sido pobremente documentada. Según dichos comentaristas, el texto “Materiales sobre la conciencia” (1940-1941 / 2003) de A.N. Leóntiev parece ser el único que reporta los ciclos de trabajo que allí se desarrollaron, buscando esbozar los resultados de un programa de investigación grupal. La publicación prevista de un volumen que contenga los informes de investigación, lamentablemente, nunca podrá tener lugar.

 

Sin embargo, las dificultades también fueron significativas. Tras las críticas de los estalinistas a la investigación en Uzbekistán (brevemente analizada en TOASSA, en prensa, 2016), surgida tras el verano de 1932, Luria atravesó el período más adverso de su carrera, según informa Jómskaya, su colaboradora y biógrafo. En ese momento, según Leóntiev et al. (2005), los jóvenes alumnos de A.N. Leóntiev vieron, en la orientación de este último, una alternativa a Vygotski. El propio AN habría afirmado, en su “Filosofía y Psicología”, que el surgimiento de un nuevo programa científico comenzó con “un análisis crítico de las posiciones teóricas de L[iev] S[iemiónovich]” (apud LEONTIEV et al., 2005, p. 17). De manera similar, el jarkovita Galpierin (1984, p. 58) señala que en la década de 1930, no sabemos exactamente cuándo, Leóntiev habría identificado una brecha en el sistema vygotskiano en lo que respecta a la relación entre conceptos espontáneos y científicos. Vale la pena señalar la coincidencia de que este fue también un tema privilegiado para la dura crítica estalinista de Rudnieva (1937) durante la campaña para deconstruir la paidología, el decreto “Sobre las tergiversaciones paidológicas en el sistema Narcompros” el 4 de julio de 1936.

Yasnitsky (2009) considera que la crítica de los jarkovitas fue leve, y la estructuración de los laboratorios mostró influencia de algunos de los frentes metodológicos fundamentales de la psicología histórico-cultural. Sin embargo, en mi evaluación, ya ha expresado pérdidas significativas en el campo de la psicología social y cultural (TOASSA, en prensa, 2016). El estrechamiento de las teorías y prácticas psicológicas también estuvo relacionado con el hecho de que, en 1931, el Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) dictó una resolución que exigía la concentración de la psicología en los problemas educativos (WORTIS, 1953), que limitaba el ambicioso programa de psicología de Vygotski. Una "poda" similar se impuso a la psiquiatría, que se limitó al tratamiento de psicopatologías más graves, como la esquizofrenia.

Contrariamente a la noción común de que estaba siendo perseguido sin piedad por la burocracia estalinista (aunque, de hecho, ya fue criticado públicamente), Vygotski resistió las críticas publicadas entre 1931-1934 y trabajó en los últimos meses de su vida en el prestigioso Instituto de Medicina Experimental (el popular VIEM), diseñando una sección de psicología clínica para esta institución, con la intención de invitar a Soloviov, Zankov, Vieriesótskaya, (M. o R.) Liévina, Slávina y Shif (ver YASNITSKY, 2009; VYGODSKAIA; LIFANOVA, 1999, pág.10). Entre 1934-1936, Yasnitsky (2009) tampoco halló evidencia de contacto directo entre Luria y Leóntiev, aunque en 1934 ambos regresaron a Moscú: Luria en marzo, pasando a trabajar como Jefe del Departamento de Psicología Clínica en VIEM, donde Vygotski ya estaba allí. En ese enorme instituto, Leóntiev se convirtió en Director del Laboratorio de Psicología Genética (es decir, Psicología del Desarrollo) en octubre.

Yasnitsky (2009) señala que entre 1936-1941 comienza la Quinta Fase de los "círculos vigotskianos", con la formación de un nuevo centro y el inicio del "Círculo de Járkov", así como la Escuela de Vygotski-Luria-Leóntiev (por tanto, la idea de una troika habría sido creación de Luria y Leóntiev tras la muerte de Vygotski, encajando en la nueva configuración de poder en la que se encontraban los exalumnos de LSV). El Decreto contra la Paidología fue la pala sobre la posibilidad de una referencia directa a los textos de paidología de Vygotski, así como a la “Psicología pedagógica”, que contenía citas de Trotski (ver FRASER, YASNITSKY, 2015). Sin embargo, su obra nunca fue completamente prohibida, como lo demuestran las referencias que le dedica Rubinshtéin, además de la nota “Psijologuia” escrita en 1940 por los propios Luria y Leóntiev.

 

Leóntiev y el “palabracentrismo” de Vygotski

 

Yasnitsky (2009) señala que, a pesar de la escasez de fuentes (debido al miedo a las represalias la práctica de la destrucción de documentos era común), este fue un momento crucial en la historia de la psicología soviética. Siguiendo a Shchedrovitski: “Yo diría que la clave para comprender lo que realmente logró la Escuela de Vygotski es la comprensión de lo que sucedió a mediados de la década de 1930” (apud YASNITSKY; FERRARI, 2008b, p. 112, traducción nuestra). Después de discusiones públicas sobre el Decreto contra la Paidología, en 1936, se lanzó el folleto de Rudnieva "Distorsiones paidológicas de Vygotski" (1937), inaugurando una campaña de difamación contra el legado de Liev Siemiónovich, cuyo trabajo paidológico ganó cada vez más popularidad. Entre los críticos de Vygotski que analicé antes, ella es la única que cita a Leóntiev con otros vigotskianos (como Luria, Sájarov, Shif, Zankov) (TOASSA, en prensa, 2016).

Alguna evidencia indica que tanto Luria como Leóntiev renunciaron o fueron removidos de sus trabajos entre 1936-1937. Sin embargo, ya en 1939 ambos recibieron posiciones de liderazgo en instituciones de investigación y educación de Moscú, lo que demuestra, de acuerdo a la lectura de Krementsov (1997), que, como muchos otros científicos, ya habrían establecido nuevas conexiones dentro del partido, sin el cual era imposible prosperar en la ciencia (ver YASNITSKY, 2009; KREMENTSOV, 1997). Ambos obtuvieron codiciados puestos durante la guerra. Leóntiev (como Luria, ya mucho más conocido en la década de 1930) escribió importantes notas para la prestigiosa Gran Enciclopedia Soviética, un honor para quien, hasta entonces, había sido una estrella de segunda en los centros más importantes de la psicología soviética: Moscú y Leningrado.

Según Yasnitsky, desde finales de 1936 hasta principios de 1937 (tras el decreto "Sobre las tergiversaciones paidológicas en el sistema Narcompros"), el Sector de Psicología de la Academia Psiconeurológica de Ucrania sufrió una gran contracción. Tomando como fuentes al propio Leóntiev y a su familia, el autor informa que A.N. habría regresado al Instituto de Psicología de Moscú en 1936 o 1937, momento en el que habría preparado su crítica de Vygotski, "Estudio del medio ambiente en las obras paidológicas de Vygotski" (LEONTIEV, 193?/2005a), posiblemente la base para una presentación oral. Según Yasnitsky, este texto fue encontrado en los archivos del Instituto de Psicología (Moscú) y, por razones desconocidas, no fue incluido en la lista de A.N. Leóntiev en su propia bibliografía (ver LEONTIEV et al., 2005).

La información de AA Leóntiev y D.A. Leóntiev (2009) está desactualizada en que Alekséi Nikoláievich nunca desafió a Vygotski. Los propios autores admiten la crítica en otro texto originalmente publicado en ruso el mismo año (LEONTIEV et al., 2005), habiendo reconocido la autenticidad del “Estudio del Medio Ambiente...” para su publicación en los Rannie Raboti, organizado por ellos.5 Otras observaciones críticas de Leóntiev a Vygotski se dispersaron en la década de 1930.

 

5. "El mito de la ruptura: AN Leóntiev y LS Vygotski en 1932" [Миф о разрыве: А.Н.Леонтьев и Л.С.Выготский в 1932 году] por AA y DA Leóntiev aparece en la bibliografía de DA Leóntiev como texto publicado en 2003 en Psijologuícheskiy Zhurnal. Sin embargo, en Leóntiev et al. (2005 - texto también escrito en 2003), comentan que la crítica de Leóntiev (193?/2005a) fue descubierta en 1997. En otras palabras: es indudable que AA y DA LEONTIEV (2009) ya conocían tal crítica, aunque la ignoren completamente en esa publicación.

 

La extinción de la paidología, entre las diversas características del momento político (que también analicé en TOASSA, en prensa, 2016), representó una exigencia objetiva de cambios importantes en la psicología dentro del sistema científico estalinista, siendo ingenuo creer que sería posible para los antiguos alumnos simplemente “desarrollar” el proyecto de psicología vygotskiana en esta nueva coyuntura, llenando sus vacíos. Leóntiev asumió una posición de liderazgo allí en un momento de fuerte jerarquía de la psicología entre los laicos (los "peones" del juego, los investigadores comunes) agrupados bajo los portavoces (representantes autorizados para hablar por el (los) grupo (s) de investigadores, con poder sobre los laicos). Yasnitsky (2009) observó esta diferencia jerárquica en los archivos de Járkov en textos escritos colectivamente que, sin embargo, se publicaron solo en nombre de uno de ellos, en particular, el portavoz, cargo que asumió Leóntiev en la década de 1930. Para eso pudo haber contribuido a la observación, consensuada entre los informes biográficos, de que era muy comunicativo, sociable y ardiente en la defensa de sus opiniones (por ejemplo, ver Bratus, 2005), algo que pudo haber facilitado su interacción con la censura y también los tomadores de decisiones del partido.

Este es un momento extremadamente delicado para analizar los textos soviéticos: los marxistas actuales pueden incluso reconocerse en los argumentos, citas o tareas definidas en ellos. Sin embargo, en textos que debían satisfacer la censura, los autores tendían a permanecer en un nivel superficial - y, no pocas veces, autocontradictorio - de desarrollo argumentativo, elaborando prácticas discursivas casi incomprensibles para los lectores actuales. Dado el temor de que los cambios políticos repentinos trajeran severos castigos, los textos no se esforzaron por ser claros.

Por ejemplo, veamos ese breve diálogo entre A.N. Leóntiev y su nieto:

 

“Alekséi Nikoláievich, ¿por qué escribes de una manera tan complicada y sinuosa, usando frases tan largas que son extremadamente difíciles de desenredar y entender? ¿Por qué no puedes expresarte de una manera más sencilla, directa y clara?" Él replicó: "Hace mucho tiempo, la vida me enseñó a escribir para que nadie pudiera sacar deliberadamente una cita mía de su contexto original y usarla como evidencia para enviarme a prisión". (apud YASNITSKY, 2009, p. 104, traducción nuestra)  

 

El estilo oscuro incluso de los textos más maduros de Leóntiev (1978a; b) aparece así como una consecuencia directa de la situación política inestable de su tiempo - lejos de ser un defecto imputado por sus detractores, es una característica admitida y explicada por él mismo en el diálogo anterior. El análisis de Vladímir Zinchenko de las notas personales de Leóntiev identifica una lucha por reconciliar sus propias prioridades científicas con las dificultades de la política científica (ver YASNITSKY, 2009, p. 95-96). Para no ser juzgada en términos de ética personal, la respuesta de Leóntiev, previamente transcrita, simboliza el impacto del estalinismo y su “vinculación pragmática con las tendencias inmediatas de la realidad, que configurarán vueltas, retrocesos; la intervención de Stalin siempre tendrá un carácter manipulador” (Netto, 1982, p. 8).

Mis propios estudios de la obra de Leóntiev en la década de 1930 muestran la crítica recurrente de ese autor del papel de la palabra en el sistema vygotskiano, que estaría plagada de “palabracentrismo” (slovotsentrizm, ver LEONTIEV, 1933/2005a, p. 232). Como señaló más tarde (LEONTIEV, 1991), las críticas de Talankin, Razmuíslov y otros (TOASSA, en prensa, 2016) también señalaron como un fracaso que Vygotski colocara la conciencia en el mundo del signo y el significado. Esta crítica no le hace justicia, si consideramos el abordaje de las funciones psíquicas superiores como procesos caracterizados por el dominio de los medios externos del desarrollo cultural y pensamiento (que contempla el uso combinado de signos e instrumentos).

El estado de las “Conversaciones con Vygotski”, de fecha 12 de octubre de 1933, aunque reducido al de meras notas personales tomadas por Leóntiev sobre los diálogos con LSV, corrobora la información de Vygódskaia y Lifánova (1999) sobre las divergencias entre los autores en ese momento:

 

Preguntas: 1) Palabracentrismo del sistema. ¿Qué, sujeto del desarrollo? ¿Dónde está la persona, el mundo? ¿Dónde está la relación real de la persona con el mundo? 2) La relación: significado - conciencia, conciencia - personalidad no se aclara. 3) Pensamiento - palabra. ¿Dónde está el pensamiento? (LEONTIEV, 1933 / 2005b, p. 232, traducción nuestra con Yulia Kodalieva)

 

En la traducción de parte de “Conversaciones con Vygotski”, en Golder (2004, p. 24), no existe tal pasaje en el que Leóntiev señale el “Palabracentrismo” vygotskiano, que resulta, para el lector brasileño, solo en la reproducción de contenido más neutral. Sin embargo, según Leóntiev et al. (2005), los psicólogos de Járkov, desde principios de la década de 1930, criticaron en Vygotski la tesis de que el significado era el demiurgo de la conciencia y, a su vez, la comunicación era el demiurgo del significado (una idea presentada en diferentes décadas de carrera del autor, como puede verse en LEONTIEV, 1935/2005c, p. 55; 1978a, p. 85). En este sentido, Vygotski y los jarkovitas estaban en oposición teórica, como observan Leóntiev et al. (2005). Un problema científico planteado por el grupo de Járkov exigía la apertura de relaciones reales con el mundo en toda su concreción y riqueza (LEONTIEV et al., 2005, p. 17).

Observamos una preocupación recurrente en el trabajo de Leóntiev con el tema de la causalidad de la conciencia; relaciones “reales” que lo explican y desarrollan. La respuesta de Vygotski, que "la vida está detrás de la conciencia", habría sido considerada muy abstracta por A.N. y los jarkovitas (LEONTIEV et al., 2005). Pero, ¿cuál sería el significado concreto de esta denuncia?

Es extraño porque, como exploré en un artículo anterior (TOASSA, 2016, en prensa), la condena de la psicología étnica después de la Gran Ruptura (período de cambio dramático del régimen de Stalin, aproximadamente entre 1929 y 1932) desalentó cualquier iniciativa seria para un análisis de la cultura concreta de los pueblos soviéticos. Esto incluía su lenguaje y pensamiento, o incluso diferencias de edad y experiencia de vida, como también habían argumentado VYGOTSKI y LEONTIEV (1931/2005).

Décadas más tarde, al informar sobre este momento, Leóntiev habría declarado: “La alternativa del 30-31 no era una alternativa, sino una línea necesaria para el movimiento de investigación psicológica” (LEONTIEV et al., 2005, p. 18). En esta línea de problematización, Zinchenko (2004, p. 30-31) afirma que Rubinshtéin y Leóntiev consideraron el concepto de actividad como un medio de supervivencia para la psicología, frente a la dura normatización científica implantada en el estalinismo.

En el camino a esta reflexión, me doy cuenta de que, a la pregunta abstracta sobre la causalidad de la conciencia, respondida por Vygotsky, Leóntiev y los jarkovitas dieron una respuesta no menos abstracta. Esto es lo que se observa en las notas personales “Materiales sobre la conciencia” (LEONTIEV, 1940-1941 / 2005c). El autor observa que Vygotski había intentado resolver en Spinoza el problema de lo que está “detrás” de la conciencia, valorando la conexión entre el afecto y el intelecto. Esta respuesta - ya esbozada en “Pensamiento y habla” (ver VYGOTSKI, 1982) - muestra al autor buscando una lectura sistémica de la personalidad, un modelo psíquico que contempló el desarrollo de las más diversas motivaciones desde bases impulsivas muy simples, que la sociedad diversifica / humaniza. Leóntiev (2005d), aunque admite no saber mucho sobre los estudios que entonces realizó Vygotski, se muestra escéptico sobre los resultados obtenidos, afirmando que el problema "no podría resolverse" (LEONTIEV, 2005d, p. 345) por esta vía. En oposición a Vygotski, observa que el afecto no es tanto la fuerza que guía (dviyúshaia sila), así como que es insuficiente considerar las actividades prácticas solo como una imagen externa, algo que, desde el exterior, controla la conciencia. Esto siempre transformaría la conciencia en un problema psicológico, drenando su materialidad.

Lo curioso es darse cuenta de que, años después, habría atribuido erróneamente su propia idea de actividad práctica a Vygotski. Al abordar la condición del lenguaje como instrumento psicológico y su carácter de pos-acción, afirma: Liev Semiíonovich expresa aforísticamente esta idea, parafraseando el locus proverbial de "Fausto". En lugar de la expresión bíblica "En el principio estaba la palabra", escribe Goethe:

 

“Primero fueron los actos”. Para Vygotski, en el problema de los géneros de pensamiento, el centro lógico se despliega en la palabra “primero”. Por tanto, primero fueron los actos (la actividad práctica), que actuaron de manera mediada a través de la palabra. (LEONTIEV, 1991, p. 439-440, énfasis agregado)  

 

En ruso, noté que Vygotski atribuye precedencia genética a la acción (ver VIGOTSKI, 1934/1982, p. 360) y no a la actividad práctica (praktícheskaia diéyatielnost, ver LEONTIEV, 1991, p. 31), que Leóntiev trata como sinónimos. Esta equivalencia no ocurre en Leóntiev (1940-1941 / 2005d, p. 321).

El significado y su carácter mediador en la perspectiva vygotskiana parecen insatisfactorios para Leóntiev (1940-1941/2005d), ya que no serían “contacto con el mundo objetivo” (ídem, p. 345). Realizando una inflexión objetivista en el pensamiento de LSV, Leóntiev sostiene que el significado (znachenie), para eso, separa la conciencia del mundo - forma un velo que envuelve al mundo, externa e internamente, un prisma. Leóntiev (1940-1941/2005d, p. 345) creía que su antiguo maestro consideraba la conciencia como resultado del habla (riech), de la comunicación espiritual; siendo intelectual, no avanzó más allá de la sociología francesa. Este aspecto también fue destacado por Razmuíslov (TOASSA, 2016, en prensa).

En la página 342, también subraya la noción vygotskiana de que el significado es generalización, un reflejo generalizado de la realidad, anticipándose a la definición popular del "Ensayo sobre el desarrollo de la psique" (publicado en 1947 como una reconstrucción de una monografía preparada por el autor a principios de la década de 1940, ver ZAPOROZHETS, 1981). Leóntiev escribe que “el significado (znachenie) es la generalización de la realidad que se cristaliza y se fija en un vector sensible, normalmente la palabra o la frase. Es la forma espiritual ideal de la cristalización de la experiencia y práctica social de la humanidad” (LEONTIEV, 1947 / 1978c, p. 94).

El mismo texto también enfatiza el significado como un reflejo que se “abre” en un sistema de conexiones objetivamente existente, respondiendo a la queja de los críticos estalinistas sobre la falta de la teoría del reflejo de Lenin en la psicología de Vygotski. Así, impone una nueva directriz al pensamiento soviético, en detrimento de la originalidad del materialismo vygotskiano (ver TOASSA, 2014; 2015a; de próxima publicación, 2016). Como resultado, hay un estrechamiento del análisis dialéctico de las relaciones entre pensamiento y lenguaje. También se configura un nuevo tipo de marxismo, más en sintonía con la investigación sobre generalización que evolucionó en Járkov a partir de los “vacíos” detectados en Vygotski.

 

Consideraciones finales

 

Continuando con el texto anterior, dedicado al análisis de la contestación estalinista a Vygotski, este artículo inició un análisis de las posturas críticas de Leóntiev a Vygotski, contribuyendo al “revisionismo” de la narrativa hagiográfica Vygotski-Leóntiev-Luria. En el proceso, fue necesario aclarar una serie de errores teóricos y biográficos. Al debatirlos a través del análisis de textos y observaciones del propio Leóntiev, inicié también el planteamiento del “palabracentricismo” que atribuía a Vygotski, revelando parte de sus repercusiones teóricas y su relación con el contexto histórico soviético. Además, también espero haber contribuido a la comprensión de la génesis de la producción intelectual leontieviana.

Al no haber publicado los “Materiales sobre conciencia” o las “Conversaciones con Vygotski”, Leóntiev no tuvo que prepararlos ni para pasar por los filtros de la censura o la presión institucional, como fue el caso del “Ensayo sobre el desarrollo de la psique” (1947 / 1978c) o “Estudio del medio ambiente en las obras pedológicas de LS Vygotski” (193? / 2005a). Estos aspectos textológicos nos guían para comprender las líneas generales de la crítica de Leóntiev a LSV. También ayudan a desmantelar los intentos de descalificar este último texto por ser el único cumplimiento de un ritual político para la supervivencia del autor en medio de los años del Gran Terror. Volviendo a mi tesis inicial: la crítica de Leóntiev a Vygotski fue recurrente, y los cambios emprendidos en el sistema de pensamiento de este último fueron significativos. Este análisis continuará en textos futuros.

Al pedirle a Vygotski que entendiese el objeto de la industria como objeto de actividades humanas (LEONTIEV, 1940-1941 / 2005d, p. 346), al considerar que la noción de significado separa la conciencia del mundo; Leóntiev deshidrata las ideas fundamentales en la comprensión vygotskiana de las mediaciones psicológicas. Esto culmina con su afirmación de la noción de significado como un “reflejo generalizado de la realidad”, siendo este reflejo una aptitud para reflejar las actividades externas según sus conexiones objetivas. Para él, la conciencia humana es una forma de reflexión dependiente del trabajo, pero la esencia de este concepto y sus implicaciones contemporáneas, debe debatirse mejor.

Desde un punto de vista macroteórico, este alejamiento de Vygotski es uno de los aspectos de la crítica de Leóntiev que más me inquieta porque se acerca teóricamente al marxismo vulgar de Stalin. Recordemos la valoración de Lukács: “La tendencia staliniana es siempre abolir, en la medida de lo posible, todas las mediaciones e instituir una conexión inmediata entre los hechos más crudos y las posiciones teóricas más generales” (LUKÁCS, 1963/1977, p.6). Así surge la actividad como el encuentro directo, sin interpretación, del sujeto con las condiciones materiales de su vida - en una fórmula extremadamente abstracta que se adapta a la naturaleza pragmática y formulista del marxismo estaliniano. Como afirma V.P. Zinchenko:

 

De vez en cuando, Leóntiev se acostumbró a decir que detrás de la actividad está la vida, que a través de su actividad dirigida por objetos el mundo de la vida está conectado, pero estas afirmaciones no dieron más vida a sus esquemas abstractos sobre la actividad. (ZINCHENKO, 2004, p. 37, traducción nuestra)

 

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