Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Záviershnieva



PSICOSIS, LENGUAJE Y LIBRE ALBEDRÍO
Ye.Yu. Záviershnieva
Vоprosy psijológuii. 2019. № 1. P. 101-113
Вопросы психологии. 2019. № 1

Traducción: Efraín Aguilar

Una persona en esencia necesita ayuda, porque siempre está en peligro de perderse y no hacer frente a sí misma. Este peligro está relacionado con la libertad humana. Toda la cuestión de la capacidad de estar enfermo está relacionada con las imperfecciones (Unvollkommenheit) del propio ser humano. Toda enfermedad es una pérdida de libertad, una limitación de las oportunidades de la vida.
М. Heidegger. Seminarios de Zollikon

La psicología moderna tiene muchos puntos de vista sobre la naturaleza de las psicosis, que a primera vista forman una imagen dispar en la que es difícil hallar un radical común. Sin embargo, este radical se puede hallar. Al menos tres áreas principales: psicología cultural-histórica, análisis lacaniano, así como análisis existencial, al desarrollar sus ideas sobre las psicosis, se basan en la capacidad fundamental de una persona para ser libre, en la intersubjetividad de su ser y en el papel fundamental del habla en su desarrollo. En particular, las declaraciones de que la capacidad de autorrealización libre se ve afectada o perdida en casos de desarrollo anormal se puede hallar en L.S. Vygotskiy, J. Lacan, y L. Binswanger. Los objetivos de este artículo no incluyen la reconstrucción de las ideas de estos autores sobre la naturaleza del lenguaje o una descripción de su actitud ante el problema de la norma y la patología, sus puntos de vista sobre el papel represivo o de apoyo de la sociedad en el desarrollo humano; es obvio que las teorías difieren radicalmente en todos estos puntos, al igual que sus fundamentos ontológicos (ver, por ejemplo: Záviershnieva, 2017, pp. 114-115); nuestra tarea se limita a señalar paralelismos en la comprensión de las psicosis, en aislar sus momentos constitutivos.
Los paralelos que se discutirán no son superficiales ni aleatorios; tanto más interesantes son las conversaciones entre los enfoques, cuyo contenido está lejos de deducirse siempre en formulaciones similares; diferentes abordajes revelan una capa común de fenómenos, como si hicieran cortes específicos en ella: al profundizar en sus propias minas, se encuentran con la misma roca sólida. Esta capa general es la que procuraremos considerar, al continuar y ampliar una serie de publicaciones en las que se compara varias disposiciones del psicoanálisis con las ideas de la psicología histórico-cultural (Záviershnieva, 2016a, 2017); en particular, destacamos las características principales de un proyecto del mundo psicótico basado en trabajos publicados y notas personales de L. S. Vygotskiy.

PSICOSIS, LENGUAJE, REALIDAD

Mucho antes de que J. Lacan sugiriera que las psicosis fueran consideradas como una forma especial para que un sujeto ingrese al habla, L.S. Vygotskiy hizo algo similar, quien consideró la psicosis como una violación específica del significado. Pese a que en su práctica hubo varios tipos de psicosis, sus artículos y notas personales están dedicados principalmente a la esquizofrenia (Vygotskiy, 1932; 1933; 1983, p. 284–290, 294–299; 1984, p. 183–196; Cuadernos..., 2017, págs. 373–410; Vygotsky, 1934). Si resumimos su punto de vista, entonces la psicosis es principalmente una alteración de la conciencia holística, de su estructura sistémica y semántica, que es primaria en relación con todas las manifestaciones sindrómicas de la enfermedad (abulia, pensamiento atáctico, empobrecimiento emocional, etc.); así L.S. Vygotskiy se puso junto a S. Freud, quien definió la psicosis como una enfermedad de la conciencia y la neurosis como una del  inconsciente (Cuadernos..., 2017, p. 453; Freud, 1924). La alteración principal que caracteriza el desarrollo anormal, en particular la psicosis, es (1) el colapso de "relaciones semánticas de la experiencia y pérdida de la libertad interior" (Cuadernos, 2017..., p. 369), seguido por (2) colapso de los afectos (Ibid., p. 256), así como (3) acceso a la superficie de trastornos parasemiológicos, es decir asociados con el habla, de la esfera semántica de la personalidad (ibid., p. 389). A pesar de que esta interpretación de la naturaleza de las psicosis es extremadamente generalizada, y L.S. Vygotskiy no discutió en detalle su reflejo específico en casos de enfermedades específicas (con la excepción de la esquizofrenia) y no distinguió cuidadosamente las neurosis y las psicosis de acuerdo con estos criterios; estas disposiciones pueden ser útiles para comparar sus puntos de vista con los del análisis lacaniano y existencial.
Detengámonos con más detalle en las dos últimas características, y luego volvamos a la cuestión de la pérdida de la libertad de comportamiento. Antes argumentamos que por influencia de L.S. Vygotskiy implicaba un amplio conjunto de fenómenos relacionados con la esfera emocional-motivacional de la personalidad; en particular, la fusión primaria de los procesos mentales, a partir de la cual los motivos, las emociones y los pensamientos se diferencian en el proceso del desarrollo, puede llamarse afecto primario (Záviershnieva, 2016b). La regla general que se aplica a cada línea de desarrollo, ya sea filogénesis, ontogénesis o microgénesis, se debe al hecho de que el afecto que se desarrolla de acuerdo con el tipo humano debe pasar por el proceso de convertirse en lenguaje, reflejarse en el Otro y afirmar su significado en el diálogo (o confrontación) con otra persona. El desarrollo requiere al Otro - aquí se acercan L.S. Vygotskiy y J. Lacan, ya que ambos apuntan a fuentes del desarrollo como la sociedad y el ámbito simbólico, la cultura y el idioma, y estas fuentes sugieren cooperación y confrontación, no solo brindan la oportunidad de emancipación, sino que también obstaculizan el desarrollo de la cultura y la sociedad,  patrones que también se requiere superar en el proceso de obtener la libertad de una persona.
La necesidad del Otro como principio humano no natural es captada por el concepto correspondiente del análisis lacaniano, así como por las ideas sobre la zona de desarrollo próximo (ZDP) en la psicología histórico-cultural. Según J. Lacan, la entrada del sujeto en la dimensión humana siempre está autorizada por el Otro y se lleva a cabo en el discurso intersubjetivo,1 donde hay que buscar fuentes de anormalidades del desarrollo mental. Para L.S. Vygotskiy una de las razones para la aparición de las anomalías es que la ZDP no se formó en el momento adecuado, la otra persona no entró en cooperación y los medios culturales de desarrollo no se incluyeron a tiempo, o no se incluyeron suficientemente en él. En esta situación, el afecto permanece sin desarrollar, no liberado, no encaja en el sistema psicológico de otros afectos, no se correlaciona con el plan del campo semántico y el pensamiento, es decir, permanece primitivamente organizado y no tiene sentido. Normalmente, un motivo socialmente significativo surge del afecto primario, que se comunica con otros motivos en la jerarquía de la personalidad; en el caso de un desarrollo anormal, el mismo mecanismo de simbolización, común a la norma y la patología, puede dar un camino curvo hacia el desarrollo, la privación o el crecimiento doloroso del motivo debido a las áreas vecinas (para más detalles ver: Záviershnieva, 2017).

1 "... El sujeto debe lograr el reconocimiento de su deseo por parte de su propia especie, es decir, expresarlo de forma simbólica. <...> Un sujeto, que recibe mutuamente su definición a través de otro, es una de las fases principales en la formación del sujeto humano” (Lacan, 2005, p. 38, 40–41).

El afecto no degenera en experiencia, escribe L.S. Vygotskiy, considerando tanto el desarrollo neurótico como el desarrollo psicótico (Cuadernos..., 2017, p. 369, 452). La demarcación entre estos dos tipos de anomalías surge en el análisis de su génesis y áreas principalmente involucradas en la enfermedad: L.S. Vygotskiy aquí también acepta el punto de vista de Freud, quien creía que la neurosis es un conflicto entre Yo y Ello, mientras que en la psicosis hay un conflicto entre Yo y el mundo exterior (Cuadernos..., 2017, p. 453; Freud, 1924). La neurosis y la psicosis son similares en el sentido que comienzan con el rechazo de un evento inaceptable, pero esto sucede de diferentes maneras. A diferencia de la neurosis, en la psicosis hay una ruptura radical con el mundo exterior y el desplazamiento de lo inaceptable continúa en la construcción de un mundo alternativo. J. Lacan dijo que esto viola la simbolización primaria a nivel de la entrada de una persona al idioma; si recurrimos a la psicología histórico-cultural, aquí podemos hablar de una alteración de la limpieza del afecto primario. El rechazo del mundo exterior en la psicosis asume un carácter trágico, que precisamente describe J. Lacan en su tercer seminario: "... en el caso de la neurosis, lo reprimido regresa in loco, donde fue reprimido, es decir, entre los personajes, en el entorno, en el que la persona está integrada y en el que participa como persona y actor activo. Vuelve, repito, in loco, y vuelve con una máscara. En la psicosis, lo reprimido... regresa in altero, en lo imaginario y sin máscara” (Lacan, 2014, p. 141).
Expliquemos que en caso de una neurosis, el contenido reprimido regresa simbólicamente y permanece sin ser reconocido; un síntoma neurótico es un tipo de registro o "tatuaje" que se puede realizar en el cuerpo del paciente (trastornos psicosomáticos, conversiones), pero sin esfuerzos especiales de interpretación sigue siendo un acertijo incomprensible. Este acertijo puede leerse y borrarse, así como un síntoma de la enfermedad, si la terapia libera el discurso genuino del paciente. En la psicosis, la realidad misma se transforma: “La neurosis [Freud] se opone a la psicosis, donde exactamente en la realidad externa se produce un agujero, una brecha, un fracaso, un boquete en algún momento. Dado que la realidad no se rearticuló por completo en el mundo exterior de forma simbólica, este remanente de la realidad... escapa del tema: el sujeto no puede encontrarse con él cara a cara. En la psicosis, por el contrario, en realidad se abre un agujero en sí mismo, que el mundo de fantasía debe remendar retrógradamente” (Ibid., p. 63).
Hablando sobre cómo se forma este agujero fatal en la realidad, J. Lacan argumentó que el rechazado en la neurosis logra pasar por la etapa de simbolización, es decir, las relaciones con el Otro están atadas, pero luego se suplantan, mientras que el punto de referencia en el caso de la psicosis es en ese evento primario, que no alcanza esta etapa de simbolización inicial y se rechaza antes, en forma asimétrica (Ibid.: 201, 213); la idea inicial de S. Freud, que J. Lacan interpreta aquí, se ve en sus obras "Construcciones en análisis" (Freud, 1997) y "Fetichismo" (Freud, 1992). El Otro se elimina de esta comunicación, el sujeto no puede probarse a sí mismo, no recibe del Otro una respuesta reflejada a sus preguntas, incluso sobre su esencia; el rechazado es suplantado tan radicalmente que no puede regresar en un síntoma neurótico; para él no hay lenguaje en absoluto. Continuando su existencia en una forma asimétrica, regresa no al nivel del habla, sino al nivel de la realidad en la cual ocurre un agujero catastrófico: "... en la psicosis existe la exclusión del Otro - el Otro, donde el ser se realiza en la evidencia del habla" (Lacan, 2014, p. 214). En trabajos posteriores, J. Lacan señala que en la psicosis hay un colapso de la unidad de lo real, imaginario y simbólico, que es la diferencia específica entre psicosis y neurosis o perversión. Su condición principal es el fracaso de la metáfora paterna,2 o la preexplicación (forclusión) del Nombre del Padre (véase, por ejemplo: Lacan, 2002, cap. VIII, IX; comentarios sobre estos capítulos: Miller, 2004, págs. 20–26); lo simbólico se descarta, luego regresa en forma real de delirio (el registro de lo imaginario), que se desarrolla como una compensación por el agujero en el Otro que ocurre en el lugar del Nombre del Padre, sin embargo, la relación del sujeto con el habla, lo simbólico y su propio cuerpo se rompen irreparablemente.

2 "... La función del Nombre del Padre dentro del sistema de significantes es designar todo este sistema de significantes en su totalidad, para legitimarlo, para hacer la propia ley. <...>... El discurso está correlacionado con la ley, que está de lado y encarnada, como ya lo he demostrado, en el padre. Esto es lo que constituye la metáfora del padre" (Lacan, 2002, p. 278, 425).

Refiriéndose al famoso esquema de F. de Saussure sobre la relación del significante y el significado, J. Lacan dice que la psicosis rompe el apego de la lengua a la realidad (Lacan, 2014, p. 356). En 1930, L.S. Vygotskiy describió la pérdida de la capacidad de verse culturalmente a sí mismo, sus motivos y emociones de la siguiente manera: "... un esquizofrénico no solo deja de entender a los demás y hablar con los demás, deja de comunicarse consigo mismo de manera verbal" (Vygotskiy, 1982b, p. 127); también menciona la separación del significado de una cosa, es decir una ruptura en la línea de atribución sustantiva de conceptos (ver más abajo). A mediados de la década de 1940 L. Binswanger, al declarar que "nuestro proyecto del mundo está organizado y formado en el lenguaje", llama a un estudio fenomenológico de las manifestaciones del habla del paciente como evidencia de la forma en que "esta forma o configuración de existencia abre proyectos mundiales o el mundo mismo" (Psicología existencial..., 2001, p. 318-319). En particular, observa la misma conexión entre la experiencia de un esquizofrénico y su habilidad para estar en el idioma, como L.S. Vygotskiy: "... es tan difícil para un esquizofrénico elegir palabras para expresar su propia experiencia, porque su mundo... está tan mutado, o incluso desintegrado, que ya no encuentra" puntos de referencia" a los que pueda" asociar" su lenguaje" (Ibid., p. 458; en adelante, todos los extractos en citas pertenecen a los autores de las citas).
Agregamos que el papel fundamental del lenguaje en el desarrollo normal y anormal de una persona no es solo el papel de un medio que detecta los afectos o pensamientos ya existentes; el lenguaje se convierte en su lugar de nacimiento o, según M. Heidegger, el hogar del ser (Heidegger, 1997, p. 203). Es "la apertura original y protegida por el hombre de varias maneras" de la verdad del ser (Heidegger, 1997, p. 203; 2006, p. 207). Al llamar a la apertura para el presente la característica principal de la vida humana, M. Heidegger señala que la privación de la apertura, es decir, su transformación en falta de contacto con el mundo subyace a los trastornos psicóticos, en particular la esquizofrenia (Heidegger, 2006, p. 123).

MANIFESTACIONES EXISTENCIALES DE LAS PSICOSIS

Señalemos las características principales del proyecto del mundo psicótico, mostrando su origen y relaciones comunes y citando paralelos en la comprensión de estas características, tomadas de los trabajos de L.S. Vygotskiy, J. Lacan y L. Binswanger.
1. Pérdida de la libertad de conducta
En el hecho de que la psicosis es una pérdida de libertad de comportamiento, las tres direcciones están de acuerdo (Heidegger, 2006, p. 229). Usando la terminología de Levin, L.S. Vygotskiy escribe que en la psicosis una persona se convierte en esclava del campo, tanto externo como interno (semántico), y en trabajos publicados trata describir los detalles de esta dependencia para la esquizofrenia, así como para la demencia con un componente psicótico (para más detalles ver: Záviershnieva, 2015). Para distinguir entre neurosis y psicosis, J. Needleman, al comentar sobre L. Binswanger, argumenta que en la neurosis vemos la libertad lenta y luchadora, y en la psicosis vemos la libertad como una condición trascendental de la existencia que no se observa (Binswanger, 1999, p. 309). Una persona es incapaz de soportar el ser libre de sí misma y del mundo, capitulando ante una imagen concreta del mundo que ha construido, que gradualmente suprime su existencia (Ibid., p. 307); sigue el camino de rechazar controversias complejas (aporías) del ser para aceptar en su lugar disposiciones simplificadas y construidas que sientan las bases para su proyecto del mundo. De acuerdo con la definición de L. Binswanger, el proceso de empobrecimiento existencial conduce a la solidificación del "yo libre" al estado de un... objeto "infinitamente no libre, autoalienado..." (Psicología Existencial..., 2001, p. 485).
En el psicoanálisis, la libertad se toma en cuenta implícitamente como uno de los pilares del ser de una persona, sin embargo, en el proceso de análisis, parece más una falta de libertad, es decir, privativa: defectuosa en la neurosis y casi reducida en la psicosis. La terapia, según J. Lacan, tiene como objetivo "liberar el discurso del sujeto" (Lacan, 1995, p. 63): del discurso impropio, debe convertirse en un discurso completo, cuya acción "consiste en ordenar la aleatoriedad del pasado, dándole una sensación de inevitabilidad inminente, que vendrá en la forma en que está constituida por esa fracción de libertad por la cual el sujeto la asume en el presente” (Ibid., p. 26). Esta fracción de libertad permanece con el paciente durante el análisis y le da la oportunidad de elegir: seguir al analista o salir del discurso (Ibid., P. 74), sin embargo, las posibilidades de trabajo terapéutico con psicóticos están significativamente limitadas por el hecho de que su capacidad para elegir libremente se reduce o prácticamente no existe.
Según J. Lacan, "el psicótico es... un mártir, martys, de lo inconsciente, lo que significa que la palabra mártires en griego significa testigo". <...> El psicótico... parece estar fijo, inmovilizado en una posición que no le permite restaurar el verdadero significado de lo que testifica, y compartirlo en el habla con otros "(Lacan, 2014, p. 175-176). Desde nuestro punto de vista, la esencia de la psicosis también radica en que el paciente no puede decir (comprender esta palabra en términos generales: decir, hacer, actuar) algo definido, ni de sí mismo; en la esquizofrenia, no puede decir "sí" o "no" al mundo; en la manía se desgarran todas las posibilidades existenciales, también sin tomar una decisión decisiva (Heidegger, 2006, p. 249); en la depresión las rechaza sin entrar en la vida, etc. Recordemos que la fórmula del acto, siguiendo a L. Wittgenstein, se puede denotar en forma de una oración simple: "Todo es así y nada más"; es la fórmula de la declaración, que L. Wittgenstein (como L. S. Vygotskiy) entiende como "una palabra que se ha convertido en un hecho". La negación de la declaración ("nada más") crea un límite del mundo, separando lo que entra en él, cae como un evento, y lo que queda no se cae, no se deja ser.
2. Ruptura de la frontera del Yo y el mundo
La certeza de la declaración crea los pilares del mundo, y con ellos la posibilidad de la libre circulación en él, no factible fuera de las fronteras, medidas, métricas, reglas y su obligación. Si tal salto a la certeza no ocurre, los límites del mundo permanecen poco claros o se establecen artificialmente en el sistema de reglas de vida, prohibiciones o rituales construidos. Todo esto conlleva un desorden del Yo, cuyos límites son borrosos, paradójicamente aparecen demasiado difíciles cuando el predominio de la función protectora los hace poco permeables para una nueva experiencia; se vuelven especialmente frágiles en los casos en que un evento no previsto por el proyecto de mundo (o, por el contrario, inconscientemente esperado, esperado con ansiedad, etc.) entra en un punto de dolor, en lugar del colapso de la personalidad. En ausencia de un Yo formalizado, la localización de los eventos es difícil, por lo tanto, el diálogo interno se puede exteriorizar en forma de voces o pensamientos alucinatorios que se ponen "en la cabeza" del paciente desde el exterior (para más detalles ver: Záviershnieva, 2005, 2015).
3. Trastorno de la personalidad, empobrecimiento de la jerarquía motivacional.
La pérdida de la libertad de comportamiento es también la pérdida de la libertad de diálogo con los demás y con uno mismo, que constituye la base de la personalidad. La desintegración puede expresarse, por ejemplo, en el colapso de la unidad de las subpersonalidades en voces autónomas. L.S. Vygotskiy, siguiendo a K. Marx, al entender la personalidad como la totalidad de las relaciones sociales transferidas al su interior, señala que "un esquizofrénico que pierde las relaciones sociales con los demás pierde las relaciones sociales consigo mismo" (Vygotskiy, 1982b, p. 127). En los cuadernos, despliega esta afirmación: “Es notable que el mecanismo de la asocialidad externa (autismo) y la decadencia de la personalidad (social en nosotros) sean dos lados de la misma cosa: la naturaleza de las funciones psicológicas superiores es social (ver su génesis). <...> Marx: incluso en privado actuamos socialmente. Esto social en nosotros se rompe con la esquizofrenia” (Cuadernos, 2017, p. 378). La pérdida del diálogo y apertura hacia otra persona, según L. Binswanger, conduce a la degradación de la personalidad, su apego a una idea concreta, a menudo ilusoria, de cómo debería ser la vida: "Privado de la communio y la communicatio,3 el Dasein4 ya no puede expandirse, cambiar o revisar su " horizonte empírico" y sigue unido a su "estrechez", es decir, a una posición claramente limitada" (Binswanger, 1999, p. 212).

3 Communio - comunidad, unidad; comunicatio - mensaje (lat.). L. Binswanger conecta la primera con ideas sobre el amor, la segunda, sobre la amistad (Binswanger, 1999, p. 212).

4 Concepto básico de la filosofía y psicología analítica del Dasein, así como del análisis existencial, que en diferentes versiones se traduce al ruso como "he aquí-el ser", "aquí-el ser" o "presencia" (Ajutin, 2000; Boss, 1982, p. 39-55).

La manifestación más notable de la desintegración de la personalidad es la desaparición del "agente" de la acción (el paciente es "una máquina que debe reproducir todas las palabras y pensamientos introducidos en ella" - Ibid., Pp. 178, 258), o el que dice (L. Binswanger: "piensa" el lenguaje para el paciente - Ibid., p. 201). Si seguimos la psicología rusa para entender la personalidad como una jerarquía de motivos y la voluntad como una motivación arbitraria, podemos suponer que la abulia (falta de voluntad patológica), así como un cambio en la jerarquía de la personalidad, más pronunciada en la esquizofrenia, acompañará de alguna manera a cualquier psicosis.
4. Alteración del significado
Al perder la libertad de comportamiento, el psicótico se vuelve cada vez más dependiente del campo externo y semántico, mientras que su pensamiento en vano realiza "salidas vacías, saltando de él" (Cuadernos..., 2017, p. 375). L.S. Vygotskiy observa la pérdida de la libertad de comportamiento, como lo hizo J. Lacan 30 años después, principalmente en alteraciones del pensamiento hablado, en particular en la separación del pensamiento del pensador, en su despegue doloroso, observando la degradación simultánea del pensamiento, que deja de ser una respuesta a la situación única del ser y, por lo tanto, deja de ser un pensamiento: "El esquizofrénico es literal, es decir, no libre, correlaciona palabra y acción. <...> Palabra y obra son un problema: falta de libertad de malentendidos.
<...> La palabra-pensamiento está alejada del hombre mismo... - él es su esclavo...: el despegue, es decir, el fantasma de la absoluta libertad de pensamiento, de la realidad cuando se separa de la personalidad - tiende hacia arriba, se separa y desaparece - en un vacío radiante - cae. Es denkt e Ich denke.5 <...> Este es el cisma en su sentido verdadero, más profundo y más preciso" (Ibid., p. 377). Aquí vemos la decadencia de una medida de la generalidad de los conceptos, en particular, la destrucción de la atribución sustantiva de valores (Ibid., p. 440), que conduce a cambios dolorosos en otro parámetro de valores, de hecho, para desdibujar su significado, es decir, tanto la longitud como la amplitud del concepto cambian (Vygotskiy, 1982a, p. 274). No es un valor individual el que sufre, sino una sección completa de la red de significados y, en última instancia, la configuración general del campo semántico, ya que representa un único sistema semántico dinámico.6

5 Pienso y [se me] piensa (alemán). Enlace al aforismo de G.K. Lichtenberg: "Es denkt, sollte man sagen, so  wie man sagt: es blitz", "Sería mejor decir ‘se piensa’, tal como dicen acerca de los rayos: ‘se destella’".

6 Ver también la declaración de J. Lacan: "... la falta de un significante conduce inevitablemente al hecho de que todo el sistema de significados en su conjunto está amenazado por el sujeto" (Lacan, 2014, p. 270).

L. Binswanger puede revertir un paralelo curioso en su idea del ideal extravagante de los esquizofrénicos; su Dasein ya no puede aceptar el abandono y la antinomia de su existencia y acepta pseudoantinomias: "... la premisa de la extravagancia es el aumento del Dasein a una altura mayor de la que corresponde a la amplitud de su horizonte empírico e intelectual, es decir, una relación desproporcionada de altura y latitud <...> Este concepto arroja luz sobre la desproporción de altura - latitud, que subyace en la posibilidad misma de "ideación maníaca" (Binswanger, 1999, pp. 212-213, 215). Esta interpretación se basa en una comprensión similar a la propuesta por L.S. Vygotskiy: la desviación de la realidad es un componente necesario del pensamiento, pero si degenera en separación de él, esto implica no solo la emasculación del pensamiento en sí, sino también la pérdida de la capacidad de pensar libremente.
5. Alteración de las conexiones sistémicas de la consciencia
Arriba escribimos sobre un cambio en la actitud hacia el mundo de una persona con psicosis; es obvio que su consecuencia será un cambio de conciencia donde, según L.S. Vygotskiy, hay un formato verbal especial de la actitud de una persona hacia el mundo (Zavershneva, 2014). L.S. Vygotskiy creía que: "Una conciencia alterada patológica determina la imagen completa del síndrome esquizofrénico... <...> La alteración de la actividad... de hecho [es] el resultado de una alteración de la estructura semántica de la personalidad" (Cuadernos..., 2017, p. 380). Permitámonos no estar de acuerdo con esta tesis, ya que lo principal es que no debe reconocerse como una transformación de la conciencia, que no es más que un instrumento de la actitud del hombre hacia el mundo; la raíz de todos los trastornos en un sentido psicológico es una alteración de la forma de ser; esta tesis satisface plenamente los principios básicos de la teoría histórico-cultural que, siguiendo a K. Marx, reconoce la primacía del ser y la derivada naturaleza secundaria de la conciencia.
L.S. Vygotskiy señaló que la esquizofrenia es "un cambio patológico en la formación del significado (un sistema semántico de conexiones y organización de la conciencia) y una alteración de las conexiones interfuncionales dentro de la mente" (Ibid., p. 379). Si volvemos a sus ideas expresadas en el informe "Sobre los sistemas psicológicos" (1930), entonces podemos determinar los detalles de las conexiones en los sistemas correspondientes a cada una de las enfermedades mentales. Así, una alteración central en la esquizofrenia, según L.S. Vygotskiy, es la caída de la conexión sistémica entre el discurso y las emociones. Al perder el sujetador del discurso, las emociones se degradan, se exponen capas arcaicas del desarrollo, más precisamente, las emociones se vuelven infantiles, pierden las propiedades de una función mental superior. De modo inestable asociados con el habla, los estados internos y las emociones mismas pierden estabilidad y certeza. El afecto en los conceptos caracteriza a un adulto y su ser libre en el mundo (Ibid., p. 256); cuando desaparece el camino del concepto al afecto, una persona se ve privada de la oportunidad de comprenderse a sí misma, sus motivos y condiciones (Vygotskiy, 1982b, p. 126).
6. Inversión de la relación «cosa–palabra»
Curiosamente, L.S. Vygotskiy y J. Lacan describen este fenómeno de manera similar. Para L.S. Vygotskiy, "en un sueño, los pensamientos se convierten en objetos; en la esquizofrenia, los objetos se convierten en pensamientos sobre ellos" (Cuadernos..., 2017, p. 435). La comparación de psicosis y sueños L.S. Vygotsky no la inventa, ha estado presente en la literatura durante mucho tiempo, y S. Freud también recurrió a ella (véase, por ejemplo, Freud, 1997). En la cita anterior, la tesis se planteó sin revelar disposiciones intermedias, una discusión que se puede encontrar en J. Lacan, quien afirmó que en la psicosis "la realidad misma es golpeada por el significado, se vuelve significativa" (Lacan, 2014, p. 190). L.S. Vygotskiy en este caso, habla de la aparición de un contra-síntoma, es decir, un síntoma en una tendencia opuesta al principal: cuando el pensamiento se separa de la realidad, y la desintegración de la relevancia objetiva del significado, también debemos observar la dependencia del campo del pensamiento, la rigidez de los significados, su ser congelado y muerto. El campo externo en sí tampoco se ve afectado: "... la dinámica del campo real se destruye (las cosas han perdido su efecto inherente - en el esquizofrénico)" (Cuadernos..., 2017, p. 567); "inherente" en este caso puede entenderse como el significado de una cosa, que se establece en el acto de su libre nombre por parte de una persona (sobre la capacidad de "permitir que las cosas" se alteren en la psicosis, ver: Binswanger, 1999, p. 124-125). En el caso de la hiper-significación psicótica de las cosas, ellas están dotadas de un significado no libre, pero con fuerza y ​​crueldad (L. Binswanger: despótico), en el marco de ese proyecto de mundo, que se desarrolla en un intento por mantener el mundo en descomposición, para llenar el agujero semántico primario. La capacidad de decir "sí" o "no" al mundo desaparece del acto del habla; para los psicóticos, alguien ya ha dado el paso decisivo antes de que tenga tiempo de reaccionar a la realidad personalmente, en su propio nombre. En el análisis de Lacan, este paso se define, por un lado, por el gran Otro (el discurso  habla a través de una persona, creando un corto circuito a través de su psique, la cual se quema en este acto), por otro lado, por un otro imaginario, la persona sustituta que compensa la falta en el Otro y asume el papel de padre (véase el estudio de caso del juez Schreber: Lacan, 2014, págs. 275–283).
En la historia de la enfermedad de Lola Voss, que describió L. Binswanger, el lugar central es la transformación de objetos (principalmente ropa) en signos que tienen un significado ominoso constante. "Las cosas para ella no son solo portadores de recuerdos, son recuerdos" (Ibid., p. 173), así como representantes de otras personas, incluida la madre de la paciente. Las cosas, los recuerdos y las sensaciones “ya no son móviles ni controlados; <...> no sucumben a ninguna influencia, se congelaron en una secuencia puramente imaginaria y son insuperables para la existencia" (Ibid.). Una cosa significa más de lo que requiere un evento; siempre lleva la impresión de un significado excesivo, el peso semántico adicional que evita que las cosas se conviertan en otras partes en el acto de nombrar. El significado rígido de la realidad no deja espacio para una relación libre con ella, y el paciente se convierte en un traductor de significados impuestos, en un "espacio de conversación" (J. Lacan), perdiendo su propia voz.

FORMACIÓN Y HABLA INTERIOR

“La estructura misma de los fenómenos asociados con la alucinación del habla sugiere que el sujeto se hace eco de su propio discurso. Estos fenómenos... no tienen sentido, son palabras vacías” (Lacan, 2014, p. 214–215). Quizás uno de los paralelos más interesantes entre J. Lacan y L.S. Vygotskiy es su preocupación por el acceso a la superficie del habla interior, que regresa al sujeto en forma de alucinaciones o habla en el vacío. Y si una persona sana puede mantener una distancia entre el sí mismo efectivo y el sí mismo potencial, así como una distancia con su propio discurso interior, que no lo llena por completo, puede estar de acuerdo o en desacuerdo con él (en particular, el sentido del humor es uno de los más importantes y poderosos medios para mantener esa distancia; ver el trabajo fundamental de S. Freud "El chiste y su relación con el inconsciente"), entonces esta distancia es mínima o ausente en un psicótico. En la conversación que se lleva a cabo a través de él, como persona con libre albedrío, él no existe: "... en la fenomenología de la psicosis, todo, desde el principio hasta el final, está determinado por la actitud del sujeto hacia ese idioma, que, al entrar inesperadamente en primer plano, habla por sí mismo, en voz alta ... Pero si el neurótico reside en el lenguaje, entonces el psicótico, por el contrario, sirve como su morada, está obsesionado... la única reacción que le permite mantener su apariencia humana escapando de él es una declaración continua de sí mismo en comentarios detallados sobre el curso de la vida: texto característico del automatismo mental. Una persona que ha cruzado este umbral puede retener el apoyo semántico que le es familiar solo al comentar continuamente sus propias acciones y gestos” (Ibid., pp. 332, 405). Es característico que con el empobrecimiento de los procesos internos del habla y el pensamiento, que se observa con la esquizofrenia y algunos trastornos causados ​​por el uso de drogas (por ejemplo, en el  síndrome de deficiencia antipsicótica), los pacientes notan la evaporación de los eventos de la vida y un cambio en el transcurso del tiempo. "No pasa nada" cuando el pensamiento no aparece y no toma forma en una declaración, es decir cuando el ser no entra en la luz del habla.
Así, observamos una exteriorización dolorosa del habla interior, que en el psicótico realiza funciones compensatorias; su función principal, llevar el pensamiento, es reemplazada por la función del marco externo, que evita mecánicamente que el yo se descomponga al acumular evidencia de la existencia de este yo; pero en ausencia de un destinatario que lo acepte para su consideración, la conversación degenera en la producción de un discurso enajenado "para nadie". La palabra se vuelve pesada, "material", pierde su naturaleza volátil de indicaciones de pensamiento; el pensamiento está basado en la palabra, empantanado al hablar; las cosas sobresaturadas de significado no lo dejan ir, se mantienen en la red de estructuras lanzadas al mundo. A diferencia del discurso egocéntrico del niño, que se adelanta a la acción y la planifica, el discurso del psicótico siempre está detrás de lo que ya sucedió. Sin embargo, hasta que se haya perdido el impulso del habla, el intento de encontrar un interlocutor que produzca sintomatología productiva es un signo de la lucha por la existencia en el tipo humano, que, aunque de manera defectuosa, continúa y sigue siendo un signo de la búsqueda de la salud. Como escribió S. Freud, "el delirio debe su poder convincente al elemento de verdad histórica, que se inserta en el lugar de la realidad rechazada" (Freud, 1997, p. 14). Este fragmento de la terapia debe ser liberado y enviado de regreso al pasado para permitir que el presente se manifieste aquí y ahora.
Resumiendo todo lo anterior, podemos agregar que una actitud libre hacia el mundo en su significado es un acto violado por la psicosis; los campos externos y semánticos son los componentes del paisaje, que se agota cuando la eventualidad es eliminada del mundo, cuando el discurso interior pierde sus funciones de portador del pensamiento, causando el empobrecimiento del pensamiento mismo. Es aquí, en los eventos, la libertad y el habla, donde convergen las ideas de L.S. Vygotskiy, J. Lacan y L. Binswanger, a partir de las cuales es posible construir una idea general de la naturaleza de las psicosis, basada en ideas sobre el papel constitutivo del habla en el desarrollo de la psique humana y en la intersubjetividad de su ser. A nivel psicológico, estos determinantes del desarrollo se reflejan en todas las teorías bajo consideración, de una forma u otra al reconocer que "El habla... juega un papel crucial: el papel de la mediación. Desde el momento en que tuvo lugar el discurso, la mediación cambia a ambos socios actualmente presentes. <...> No solo crea mediación, sino que crea la realidad como tal” (Lacan, 2005, p. 28-29). Sin embargo, este punto de fuga no se puede encontrar en una sola teoría psicológica; surge cuando se consideran estas teorías en un aspecto filosófico. La posición más prometedora aquí nos parece ser el análisis del Dasein, con el cual se considera que el ser de una persona está en el mundo, está con otros y en una palabra; es decir, cubre todos los puntos clave de la ontología humana. Desde el punto de vista del análisis del Dasein, todos los modos de ser se basan en la apertura del ser o la capacidad de existir libremente, lo cual, según M. Boss, es la capacidad principal y se manifiesta directamente, aunque una persona no puede tener la libertad como su propiedad (Boss, 1983, p. 123-124). Y, sin embargo, es precisamente en ella que el psicólogo puede confiar cuando trabaja con la psicosis, ya que, como señaló M. Boss, "incluso la libertad limitada es una forma de libertad" (Ibid., p. 123).
La capacidad de ser libre define la ontología humana tanto en la psicología existencial como en la analítica del Dasein y cultural-histórica, sin embargo, la interpretación de esta capacidad tiene ciertas diferencias en estos enfoques. Así L.S. Vygotskiy cree que la libertad es primaria ontológicamente, pero no genéticamente: “La naturaleza del hombre como ser natural no implica la necesidad de su transición a la libertad de la esclavitud. La libertad no se da, sino que gana. No es inicial, pero se logra en una difícil lucha interna” (Cuadernos..., 2017, p. 435), y su génesis puede considerarse psicológicamente, vinculándola principalmente con el desarrollo del pensamiento hablado (Záviershnieva, 2015) y mostrando cómo se forma la acción libre a medida que el niño crece en la cultura. No menos importante es el problema inverso: considerar los procesos de la descomposición, lo que indica qué lesiones específicas observamos en las psicosis de diversos tipos de acuerdo con los criterios indicados al comienzo de este artículo: 1) la descomposición de la capacidad de comportarse libremente, 2) la descomposición del afecto superior, 3) el trastorno de la esfera semántica y del habla. Y si L. Binswanger resolvió de manera diferente la tarea de identificar los detalles de varios tipos de psicosis (ver, por ejemplo, historias de casos seleccionados en: Binswanger, 1999, pp. 137-210; Psicología existencial..., 2001, pp. 333-511) así como M. Boss (Boss, 1983, p. 197–239), entonces en el enfoque de L.S. Vygotskiy ella ni siquiera estaba claramente planteada, pero la teoría se basó en la práctica de casos aislados (por ejemplo: Samujin, Birenbaum, Vygotskiy, 1934). Confiar en una idea generalizada de la libertad y su derrota en el caso de un desarrollo anormal, que solo esbozó L.S. Vygotskiy cuando trabajaba en una clínica con tipos específicos de psicosis, es extremadamente difícil, pero en sus ideas sobre el papel del discurso interior en el desarrollo del afecto y el pensamiento, varias teorías de los sistemas semánticos dinámicos pueden servir de puente para construir un diálogo entre estos enfoques. La discusión sobre la conexión entre los eventos, la libertad y el habla, la forma de ver y explorar esta conexión a nivel psicológico, es el tema de una conversación separada, que fue iniciada por los esfuerzos de M. Heidegger y M. Boss en la segunda mitad del siglo XX y que aún no ha recibido una continuación detallada en la psicología moderna.


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lunes, 24 de junio de 2019

Zàviershnieva



HACIA LA DEFINICIÓN DEL CONCEPTO «INCONSCIENTE» EN LA PSICOLOGÍA HISTÓRICO-CULTURAL DE L. S. VYGOTSKIY
E. Yu. Záviershnieva
Voprosy psijológuii. 2017. № 3, pp. 1-17

Traducción: Efraín Aguilar

Se considera que en el desarrollo del problema del inconsciente LS. Vygotskiy no fue más allá de la crítica del punto de vista psicoanalítico. Y de hecho, en las obras publicadas de L.S. Vygotskiy, además de la crítica, se tiene solo indicios vagos y aislados de cómo debe interpretarse el inconsciente: por un lado, es un fenómeno psicofisiológico, posiblemente un sistema de procesos mentales no verbalizados (Vygotsky, 1982, pp. 146-148), por otro lado el inconsciente se entiende "por contradicción": no se desarrolla y "brilla con luz reflejada" (Vygotsky, 1982c, p. 166). Y aunque estas afirmaciones sugieren ciertas reflexiones, claramente no son suficientes para desentrañar la teoría del inconsciente desde el punto de vista de la psicología histórico-cultural.
Los cuadernos de L.S. Vygotskiy contienen información adicional que permite al menos un poco más de cerca realizar esta tarea. Este artículo continúa una serie de estudios relacionados con la reconstrucción de la teoría de los sistemas semánticos dinámicos de L.S. Vygotskiy (Zavershneva, 2015a, b; 2016b). Antes realizamos un reconocimiento histórico metodológico y demostramos que la dinámica de la actitud de Vygotskiy hacia el psicoanálisis estaba determinada por la lógica del desarrollo de la teoría histórico-cultural (THC); en particular, a fines de 1932, Vygotskiy comenzó a desarrollar la teoría de la conciencia, lo que le permitió delinear sus ideas sobre el inconsciente en términos más generales (Zavershneva, 2016а). En este artículo pasaremos del aspecto histórico al aspecto teórico: basándonos en los últimos trabajos de L.S. Vygotskiy (1932–1934), así como en las notas personales del archivo familiar, analizamos su punto de vista sobre la naturaleza del inconsciente y reinterpretamos algunas posturas del psicoanálisis a la luz de la THC, comenzando con las categorías "inconsciente" y "preconsciente". Además de la teoría de Freud también participará en la discusión el psicoanálisis lacaniano, ya que contiene lo explícito de la teoría freudiana que hasta Lacan permaneció a la sombra y, sin embargo, mantuvo la relevancia del psicoanálisis, su vitalidad: la situación del papel mediador del habla en el desarrollo del inconsciente y su naturaleza intersubjetiva. Este paralelo entre los dos enfoques, que son diametralmente opuestos en muchos otros aspectos, estará en el centro de nuestra atención.

HACIA LA DEFINICIÓN DEL CONCEPTO «INCONSCIENTE» ENPSICOANÁLISIS

La definición de Freud del inconsciente incluye dos momentos principales: su actitud hacia la conciencia y la actitud hacia el habla, pero su unidad en la teoría no se refleja: estos momentos se introducen como adyacentes, la relación entre ellos no se discute específicamente.Al inicio el concepto de inconsciente estaba presente tanto en el tema como en la dinámica del psicoanálisis, pero estos aspectos fueron compartidos por Freud en el trabajo «Yo y Ello» (1923), y luego en la «Continuación de las lecciones de introducción al psicoanálisis» (1933), donde el concepto "inconsciente" se aplicó a la calificación dinámica del proceso mental (su capacidad para volverse consciente), mientras que el lugar de los procesos inconscientes, es decir, el área correspondiente del tema, fue declarado el área del Ello y de algunas partes del Yo y del Superyó (Freud, 1991, p. 343–345). Notemos que la definición de inconsciente se da en estos trabajos a través del concepto de conciencia, que es una constante teórica, tomada fuera de los corchetes de la interpretación ("lo que debería llamarse consciente, no necesita explicación, no hay duda" (ibíd.; cf. Lacan, 2004, p. 92)), y se correlaciona solo con el sistema de percepción.1 Y si el proceso del desarrollo histórico de la personalidad y la formación de capas con contenido inconsciente se interpretó en estos trabajos utilizando la hipótesis de la represión, la cuestión del proceso primario (Primärvorgang) acerca de lo que precede a cualquier represión, o nunca atraviesa por ella, o hasta ahora permanece abierta y tiene un carácter pronunciado de aporía.

1 A través de una mirada más cercana,el tema y la dinámica no están completamente divididos y coexisten como gemelos siameses. La expresión "represión al inconsciente", prohibida por la dinámica, se sigue utilizando y la consciencia es declarada "la parte superficial del aparato psíquico" (Freud, 1990, p. 42; 1991, p. 346), que representa un sistema único de "conciencia-percepción". En nuestra opinión, esta posición de Freud apunta a la naturaleza fronteriza de la conciencia, aunque no puede evitar la tautología ni la gramática "espacial": "este sistema se dirige al mundo exterior, media su percepción, durante su funcionamiento surge en él un fenómeno de conciencia”(Freud, 1991, p. 346).

Según una de las definiciones de Freud, "llamamos inconsciente al proceso mental cuya existencia debemos asumir, ya que lo deducimos de sus influencias sin saber nada al respecto" (Freud, 1991,p. 343). En cierto sentido, el inconsciente es como un imán oculto detrás de una lámina de cartón y que agrupa las limaduras de hierro en un patrón característico, es decir, crea un campo de fuerza que determina el comportamiento humano.El proceso primario se manifiesta solo de manera indirecta, a través de la formación de brotes (“descendencia”, Abkömmlinge) en el sistema preconsciente (Freud, 1998, p. 178); al ser la raíz hipotética de este brote, se eleva hasta la frontera de la conciencia e inicia la generación, la producción del proceso secundario (Sekundärvorgang) accesible a la observación, mientras que la misma razón que causó el crecimiento del brote permanece sin ser observada y solo puede obtener una definición de lo opuesto, similar a la apofática2. (Freud, 1991, p. 345–346; 1998, p. 174–175).No es casual que Freud se niegue a responder la pregunta de si la parte primaria del Ello es mental. Esta pregunta se da incorrectamente, ya que no solo lo mental como tal, sino también las leyes de su existencia surgen en la frontera3.

2 Apofática (del griego Οποφατικός, negativo) es un método para explicar un fenómeno al negar todas sus definiciones posibles, es decir, su conocimiento a través de la consideración de lo que no es.

3 Problemas similares se discuten en las ciencias naturales, por ejemplo, en relación con los temas de la actividad atómica de un vacío que genera partículas elementales, o el Big Bang, durante el cual el Universo de un estado singular se transforma en espacio, se establecen constantes universales (como la constante de Planck o el valor de la velocidad de la luz) y las leyes fundamentales de la cosmogénesis.

Tales modelos descriptivos pertenecen tradicionalmente a la categoría de no clásicos: su objeto central es generado por los procedimientos de investigación (Mamardashvili, 1994), y el tema de investigación es la combinación de estos procedimientos ("método de trabajo con el objeto", según VF Vasiliuk). Contrario a la creencia popular sobre el relativismo cognitivo de estos modelos, siempre de una forma u otra -como un apoyo implícito o como una discontinuidad en las cadenas de causa-efecto- toman en cuenta la realidad ontológicamente primaria con respecto a cualquier procedimiento.Con respecto al psicoanálisis, esta tesis puede rastrearse, en particular, en los retornos constantes al tema del proceso primario y al tema de lo real, reunidos o no. Así, al desarrollar la concepción dinámica del inconsciente de Freud, J. Lacan lo presenta como un latido rítmico de apertura y cierre de una brecha, en la profundidad de la cual aparece lo real (Lacan, 2004, p. 34). Al presentar esta tesis, Lacan agrega: “La apertura del inconsciente podría denominarse deontológica. <...> El inconsciente no es ni ser, ni no ser,...el inconsciente no está satisfecho. Ya he hablado en relación con esto acerca del limbo, la morada de las almas por nacer”(ibíd., pp. 35–36). El proceso primario se puede captar "en la experiencia de la brecha entre la percepción y la conciencia, en ese lugar atemporal que... Freud llamó... intermedio entre la percepción y la conciencia" (ibíd., p. 63).
El brillante hallazgo del traductor, que recurre a la palabra reducida "intermedio", presenta sus diferentes significados en el juego: 1) vacío, espacio indefinido ("inter" significa el límite de los campos que no tienen pertenencia), 2) tontería, cercanía, falta de inteligencia. Se puede argumentar que Freud no estudió esta "tierra de nadie" directamente: el tema de la relación entre el inconsciente y el pensamiento descrito por Freud en su primer trabajo "Sobre la afasia" (1888) y luego en el manuscrito "Proyecto de psicología científica" (1895) fue tocado por otros trabajos de diferentes años (por ejemplo: Freud, 1998, p. 191–192), pero no se destacó como una línea de investigación independiente (Wilson, Weinstein, 1992, p. 356).Al pensar en este tema, se puede expresar una tesis que no está presente en el psicoanálisis clásico, pero su ausencia podría convertirse en un tema de análisis: el inconsciente se manifiesta como un vacío, en el que el pensamiento puede nacer. Surge cuando el complejo, la unidad de análisis del inconsciente que, según Freud, consiste de "pensamientos e intereses ricos en afecto" (Freud, 1991, p. 67), este conjunto de experiencias primarias, en las que el pensamiento como tal todavía no existe; se vuelve accesible a la conciencia. Sin embargo, para convertirse en legítimo, el pensamiento debe ser pronunciado: el lenguaje es la primera y necesaria condición para su aparición.
Recordemos que, desde un punto de vista dinámico, el inconsciente se divide en dos tipos: el preconsciente, "que en condiciones que se repiten con frecuencia se vuelve fácilmente consciente, y otro, en el que esta transformación ocurre con dificultad y puede que nunca ocurra", y para el cual, en el sentido estricto de la palabra, se debe reservarel término "inconsciente" (ibíd., p. 344). En el artículo "Sobre el inconsciente" (1915), Freud señala que la transformación se hace posible al combinar las representaciones de los sujetos con las ideas verbales (Freud, 1998, pp. 190–192).La declaración se transfiere "al Yo y al Ello" (donde, en la traducción rusa, las "representaciones verbales" se reemplazan por "representaciones de palabras") y actúa como un criterio para definir el inconsciente, que es sustancialmente diferente del criterio de su relación con la conciencia (Freud, 1990, p. 429).Este criterio se usa no solo en teoría, sino en la práctica analítica también, cuya esencia es crear lo que Freud llama "enlaces de mediación subconscientes" (ibíd.). Al profundizar en las capas arcaicas de la psique y trabajar con el contenido reprimido, el psicoanálisis elige un desvío para construir enlaces simbólicos y reproducirlos en proyección, fantasía, transferencia, es decir, en el preconsciente, donde se crean condiciones especiales para que el sujeto aparezca en un discurso "completo" y para eliminar las brechas en su historia.
Estos espacios, según Lacan, son el lugar donde el inconsciente se hace sentir (Lacan, 1995, p. 29); se forman como resultado del "no encuentro" del sujeto con la realidad y se pueden reponer retroactivamente, si es posible organizar una reunión en la regresión creada artificialmente en la línea del motivo correspondiente. Incluso entonces, cuando la palabra "no es consciente", el proceso secundario, que se desarrolló como una reacción al vacío inconsciente y como un intento de eliminarlo, ya está marcado simbólicamente y está representado por una cadena de significantes; el final de la cadena puede actuar como un síntoma accesible a la conciencia, que sirve como una especie de hilo de Ariadna en el viaje a lo profundo de la historia del sujeto.4 En realidad, el sujeto (él mismo "sujeto", sujetado) consiste de tales cadenas semánticas que contienen omisiones significativas. Y dado que el lenguaje es la condición principal para generar brotes del inconsciente, la "red" estructurante entre el impulso y su articulación; el inconsciente es "la forma en que el habla afecta al sujeto, es la dimensión en la que el sujeto adquiere certeza a medida que el impacto del habla se expande. Como resultado, el inconsciente se construye como un lenguaje”(Lacan, 2004, p. 159).

4 Volviendo a la metáfora de Lacan: lo reprimido no es tanto el alma no nacida como el alma perdida, Eurídice, que debe ser rescatada del Hades.

Pese a que el inconsciente primario se encuentra radicalmente en el otro lado del habla, aún puede responder al llamado "desde afuera": "Lo que llamamos las formaciones del inconsciente... no es más que el crecimiento de algo primario en el lenguaje. <...> El lenguaje impone su sello en esto primario; por lo tanto, es posible decir que el descubrimiento de Freud, el descubrimiento del inconsciente, se preparó al cuestionar esto primario”(ibíd., p. 412). Por lo tanto, el proceso primario puede ser provocado, atraído al habla. De hecho, cualquier escape del inconsciente es una afirmación, y esta definición debe entenderse ampliamente: la afirmación será un acto, un gesto sin palabras y un síntoma psicosomático, que es un registro hecho literalmente en el cuerpo del paciente; una cierta parte de esta declaración permanece inconsciente, tanto en términos de omisiones en su contenido, como en términos de los sistemas simbólicos anteriores y las formas de generar el habla:“El inconsciente es un conjunto de influencias ejercidas sobre el sujeto por el habla, ejercidas en el nivel donde el sujeto está formado por los efectos del significante” (Ibíd., p. 136).
En general, se puede decir que el concepto de inconsciente en el psicoanálisis se define de dos maneras. Por un lado, la actitud hacia la conciencia como un proceso de recibir y vincular impresiones que está bajo la jurisdicción del Yo, una instancia convertida en realidad, manteniendo el orden y el equilibrio energético en la estructura de la personalidad y oponiéndose a las invasiones caóticas del Ello.Según Freud, me distingo por "el deseo de sintetizar mis contenidos, generalizar y unificar mis procesos mentales... El desarrollo se deriva de la percepción de los impulsos para dominarlos, pero esto último se logra solo por el hecho de que la expresión mental de los impulsos se incluye en un sistema más amplio, entra en algún tipo de inter conexión ”(Freud, 1991, p. 347).Por otro lado, el inconsciente se determina a partir de la relación con la palabra, que arrebata el proceso mental del caos, lo nombra e inicia su desarrollo. Curiosamente, mucho antes de la aparición de la versión lacaniana, L. S. Vygotskiy afirma que estos "por un lado" y "por otro lado" son de hecho dos lados de un todo.Él se propone cambiar el aspecto de la consideración: tomar la conciencia como el momento inicial del desarrollo y el inconsciente como un derivado ("el más importante es el posterior" (Vygotsky, 1982c, p. 166)). La teoría de la conciencia que él bosqueja en bruto, reúne ideas sobre el sistema, el dominio y la mediación del habla, el hilo conductor más importante está representado por los estudios sobre el desarrollo del pensamiento hablado.

HACIA LA DEFINICIÓN DE LOS CONCEPTOS «INCONSCIENTE» Y «PRECONSCIENTE» EN LA TEORÍA DE LOS SISTEMAS SEMÁNTICOS DINÁMICOS

En 1932 L.S. Vygotskiy avanza la tesis de que el inconsciente se desarrolla después del desarrollo de la conciencia y contrasta su punto de vista "máximo" con la "psicología profunda" (Ibíd.; Zavershneva, 2016a). Según Vygotskiy, la conciencia tiene naturaleza verbal (cf. el aforismo de Lacan "el inconsciente está estructurado como un lenguaje") y es un sistema semántico dinámico; la teoría histórico-cultural de la conciencia incluye tres aspectos inter relacionados del análisis, de los cuales el aspecto semántico es el principal: está determinado por el nivel de desarrollo de la generalización y es responsable de la configuración sistémica de la conciencia y sus propiedades dinámicas.Por lo tanto, el nivel más alto de generalización (conceptual) se caracteriza por la presencia de un campo semántico bien diferenciado, que es un plan de mediación intra psicológica con capacidades dinámicas arbitrariamente ajustables. El campo semántico crea puntos de apoyo para el nacimiento de la acción libre, en el "zigzag" del cual hay un alejamiento de la realidad y su comprensión en el plano interno, y un retorno a él en la acción práctica (Zavershneva, 2015a, b).Al mismo tiempo, el pensamiento permanece independiente no solo del campo externo, sino también del semántico, eligiendo o conduciendo sus propios caminos en él. En el aspecto sistémico, este nivel de desarrollo corresponde a una configuración de procesos mentales en la que el pensamiento domina, pero los enlaces son móviles, por lo que el pensamiento no es un "dictador", sino que puede dar paso a la función principal de otras funciones psicológicas superiores (FPS):Así, en el caso de la percepción estética o la creatividad, la función principal puede ser la emoción más alta que funciona junto con el pensamiento ("sentimiento inteligente") y se desarrolla en un campo semántico conceptualmente organizado.
A la luz de lo anterior, el inconsciente se puede definir como el polo opuesto de la conciencia, y si el proceso primario se toma como un cero absoluto, entonces las formas del proceso secundario, diferentes en sus características dinámicas, sistémicas y semánticas, se ubicarán entre él y la conciencia.En primer lugar, el inconsciente es una sombra dinámica de la conciencia: “La represión en el inconsciente significa, en primer lugar, desviarse del curso general del desarrollo: un punto fijo en el desarrollo. El inconsciente no se desarrolla (cuaderno"Conferencia sobre temas de investigación", 27-29 de octubre de 1933, archivo familiar (en adelante,"Conferencia"); cfr. también Freud, 1991, pág. 345-346)5.El punto fijo es un cero hipotético de la escala; en el área del proceso secundario, podemos hablar de dinámicas inertes de los procesos mentales o patrones dinámicos como las repeticiones, los deslizamientos a lo largo de la trayectoria equipotencial y la hiper labilidad asociada (como se muestra a continuación, estos fenómenos corresponden al pensamiento no nacido o a su trabajo inactivo, con cero incremento de significado).En segundo lugar, si la conciencia representa el polo del sistema u orden, entonces el inconsciente es el polo del caos, la indiferenciación; los sistemas psicológicos con dominio del afecto primitivo, la motilidad, la percepción, la memoria y la imaginación, están cada vez más ordenados y ágiles, en los cuales el pensamiento, sin embargo, desempeña un papel subordinado y las adhesiones entre las funciones no permiten su uso libre.Tercero, el cero hipotético del inconsciente corresponde al polo de lo inefable, sin nombre; detrás se abre el campo de vinculación semántica de la experiencia, representado por varias formas de generalización pre-conceptual6.

5 Notemos que aquí solo tenemos en mente el desarrollo cultural de lasFPS. La óptica utilizada por Vygotskiy no permite ver otras variantes del desarrollo que pueden estar relacionadas con el campo del inconsciente (ver, por ejemplo, Deleuze, Guattari, 2009), y este punto requiere una discusión por separado.

6 Esto no trata de un aumento uniforme y continuo de las propiedades a medida que uno se acerca al polo de la conciencia, sino de un cambio en los escenarios de la actividad mental, transiciones entre las cuales se produce, entre otras cosas, la aparición de nuevas formaciones.

El inconsciente en este aspecto es también la ausencia de un campo semántico como plan que media la relación del hombre con el mundo; los niveles intermedios se caracterizan por la presencia de un campo semántico en su forma inter o extrapsicológica, una estructura peculiar de un campo que contiene áreas no diferenciadas, "ilegalmente" superpuestas, insuficientemente jerárquicas, etc. En las etapas intermedias, en el caso del desarrollo normal, el campo semántico es también la base de la acción libre, pero su zigzag está limitado en altura, lo que se expresa en la conexión del comportamiento (1) por el campo externo, cuando el pensamiento está impulsado por la acción o las propiedades visuales de las cosas, y (2) por el campo semántico, cuando el pensamiento se limita a su marcado, por ejemplo, se desliza a lo largo de cadenas semánticas, en las que los enlaces esenciales no tienen prioridad sobre los secundarios.
La posición de los principales riesgos de la escala –los límites de la conciencia- es móvil, ya que está determinada por la norma de edad del desarrollo, así como por la situación específica y el tipo de actividad (por ejemplo, una generalización compleja puede ser suficiente para muchos momentos de la vida cotidiana de un adulto). Como resultado, los tres parámetros mencionados anteriormente nos permiten describir los procesos que son sustrato necesario para la actividad consciente, son preconscientes si utilizamos la terminología freudiana, e inconscientes, si seguimos la tradición nacional.Los métodos para formar estas capas preconscientes no son de ninguna manera reducibles a medidas enérgicas, en particular, a la represión. La mayoría de las cadenas semánticas de un niño normalmente se forman de manera no represiva (ver: Wilson, Weistein, p. 359). Se vuelven a resumir al alcanzar el siguiente nivel de desarrollo, los "registros antiguos" se reescriben sin dolor, se someten a una síntesis secundaria (Vygotsky, 1982a, p. 277-281) y el campo semántico adquiere una nueva configuración.Se puede estar de acuerdo con Vygotskiy en que el inconsciente secundario crece después de la prise de conscience, por el crecimiento de las posibilidades de la consciencia:en las primeras etapas de la ontogénesis, la superestructura de los significantes es tan pequeña como la cantidad de experiencia de los niños, pero a medida que sus horizontes se expanden, la reescritura de la historia se lleva a cabo tanto en la forma de reestructurar lo antiguo a lo nuevo como en la formación de nuevas áreas.Las capas anteriormente formadas comienzan a funcionar como parte de síntesis superiores y de acuerdo con sus reglas (Vygotskiy señala que el pensamiento complejo siempre sigue siendo la base oculta del pensamiento conceptual (Vygotsky, 1984b, p. 169, 175, 187)) y es un nivel necesario de caos a partir del cual se forman sistemas de orden superior en el proceso de ontogénesis y microgénesis.7 Y solo en caso de regresión, es decir, de la división de las síntesis superiores, los niveles subyacentes seaíslan, quedan fuera de las relaciones jerárquicas, capturan los principales niveles de actividad y destruyen la acción libre en ambos enlaces. Al mismo tiempo, se pierde el óptimo de la dinámica, la diferenciación y comprensión peculiar de la acción libre, y las desviaciones del óptimo son posibles en ambas direcciones, tanto en el "más" (hipersensibilidad en la psicosis, aumento de la labilidad del pensamiento, etc.) como en el "menos" (viscosidad de la dinámica, formas complejas de pensar, etc.).

7 En la nota personal “Hacia los casos de Z. y K. Intelecto y dinámica” (aprox. 1934) L. S. Vygotskiy menciona la parte inconsciente del pensamiento (con referencia a E. Hartman) y argumenta que "hay un inconsciente en cada acto consciente" (cursiva de L. S. Vygotskiy).

Inconsciente en el estricto sentido freudiano de la palabra, corresponde solo al área del cero absoluto y se manifiesta indirectamente donde el sujeto (y su trama) está "escondido", por ejemplo, en las rupturas de las redes semánticas que lo forman, a las que Lacan llama lugares de "cuidado del significado". El ejemplo clásico freudiano del "cuidado del significado" es olvidar un nombre que se desactiva de la red de significantes o se desintegra temporalmente, formando fragmentos metonímicos (véase el caso de Signorelli: Freud, 1990, p. 202-203; Lacan, 2002, p. 42-46, 64–68).La ruina del nombre es el enlace en el circuito que funcionó como un fusible que impidió un cortocircuito; la causa de la pérdida del nombre se convierte en otro proceso oculto, tratando de alcanzar la conciencia. Este proceso es activo, requiere implementación, pronunciamiento y "apela al acto creativo, al acto de conferir significado" (Lacan, 2002, p. 67).En un esfuerzo por hacerse realidad, utiliza la red semántica existente, pero la cadena de significantes, a lo largo de la cual se mueve, suele estar determinada por la situación actual, sus circunstancias externas, más o menos aleatorias. “En la búsqueda de un nombre, encontramos esta escasez en el lugar donde este nombre estaba destinado a cumplir su función y donde ya no puede cumplirlo, ya que se necesita un nuevo significado, se necesita un nuevo acto de creación metafórica” (ibíd., p. 68).Para que el brote del inconsciente tome forma, es necesario en el campo semántico no solo tener puntos de referencia en forma de nombres, sino también establecer un nuevo camino a través de ellos; para este propósito, en el caso de Signorelli, S. Freud realiza una investigación especial post factum.8 Es posible reconstruir lo que sucedió, si los fragmentos de un nombre en ruinas (divididos, como lo señaló Freud, mecánicamente y representados por sílabas individuales, imágenes, etc.) están integrados a un nuevo todo, combinando no solo todos los nombres sustituibles que aparecen en la memoria que solicitó el nombre, y esta unión abre el camino para pensamientos no realizados, y en el proceso de ensamblar el sistema introduce un nivel más alto de generalización, un nuevo significado.

8 Tiene éxito en la medida que el proceso oculto ya ha descendido de esta trayectoria semántica; esto se expresa en el hecho que al nombrar una palabra, Freud lo reconoce sin obstáculos  (la destrucción del nombre es reversible). La investigación también tiene éxito porque Freud vuelve deliberadamente al tema que le preocupa y está listo para analizarlo.

En el caso de la terapia de neurosis, el analista tiene también que lidiar con los vacíos en la historia del paciente, alrededor de los cuales los enlaces semánticos, una especie de "tumor de los significantes", han tenido tiempo de crecer (en palabras de Lacan). Como en el caso de analizar una palabra olvidada, el analista construye a propósito vínculos subconscientes en lugares de ruptura, y esta alineación se lleva a cabo dentro del marco de un determinado sistema; el nivel de generalización y el grado de conectividad es mayor que en el caso de un sistema neurótico.Enfatizamos una vez más que no se trata de transferir el conocimiento listo del analista al paciente, sino de jugarlo en el nivel preconsciente y tener en cuenta la estructura individual de la temporalidad de cada caso, ya que el desmantelamiento está sujeto a un complejo sistema de compensaciones, bosques significativos, personas de apoyo, y esto puede llevar a la interrupción del doloroso equilibrio y al colapso de toda la estructura.
La THC proporciona su propio lenguaje y su propia forma de ver procesos inconscientes y preconscientes, tal como el trabajo de un psicoanalista con ellos. Por lo tanto, el inconsciente corresponde a una ruptura en el campo semántico, y las áreas adyacentes se corresponden de una manera específica. Como se mencionó antes, está rodeado por una zona de alienación (censura, de acuerdo con Freud) cuya creación se logra de varias maneras, tanto estructural como dinámicamente. En el caso de la congelación del brote, la brecha desempeña el papel de un muñón y bloquea su crecimiento, y el propio brote se encapsula, pero este escenario está lleno de un gran avance, ya que el impulso actúa como una fuerza constante, manteniendo el nivel de presión sin cambios (Freud 1991, p. 359). Otro escenario común es la formación de una red cerrada de significantes, que se desarrolla horizontalmente, es decir, en el mismo nivel de generalización que detuvo el crecimiento del brote. El proceso queda fuera de la reflexión posterior y permanece en la forma que fue capturado por la palabra, por ejemplo, en la forma de un complejo afectivo, donde el papel de la función generalizadora cumpliócon el afecto, y los componentes de la experiencia formaron un conglomerado representado en el campo sensorial por una serie de áreas semánticas soldadas (por ejemplo, estructuras nucleares y de cadenas complejas). La experiencia se teje en un juego de lenguaje, pero la ley detrás de él no es una ley de alto nivel.En un sentido dinámico, tal dispositivo de la red semántica hace posible desviar la energía de atracción y su circulación a lo largo de una trayectoria relativamente segura en un contorno de sentido horizontal. Al mismo tiempo, el proceso mental no es libre, está conectado por muchas circunstancias, incluido el campo semántico, en el que se complica establecer nuevos caminos.
En total, cerca de las brechas se puede observar los procesos del colapso del campo, su hundimiento desde el punto de vista genético, pero este "retorno a las fuentes" revela el sustrato inconsciente normal y las capas "arcaicas" modificadas:comportamientos emancipados de síntesis superiores y genéticamente tempranos (niños) convertidos en infantiles (lo que previamente impulsó el desarrollo, comienza a conectarse).Los enlaces organizados primitivamente con un bajo grado de generalización conducen a fallas y, por lo tanto, en el trabajo del analista las “representaciones verbales” o fragmentos de palabras (como en el caso de “Signorelli”) son de gran importancia: son aquellos elementos de construcción a partir de los cuales se forman enlaces simbólicos.9 La naturaleza sincrética y compleja de las conexiones se debe a los fenómenos que se observan en las áreas adyacentes a los lugares de "cuidado del significado": condensación, desplazamiento y traslación del pensamiento a una imagen visual con una característica de conexiones lógicas "porque" y similares (Freud, 1991, p. 101): solo se debe traducir los nombres, pero no las conexiones entre ellos, que son una cuestión de pensamiento que busca su camino en el campo semántico.Además, el coágulo sincrético ininteligible restante de la experiencia puede determinar el discurso de la comprensión de nuevos eventos, dando como resultado un fenómeno que Freud y  Lacan denominaron sobredeterminación (Lacan, 2002, p. 538).

9 En este caso, la expresión ambigua freudiana "conexión con representaciones de palabras" puede recibir la siguiente explicación: en el preconsciente, son las representaciones de palabras las que se incluyen en el juego de una u otra forma sub-conceptual, las que se vinculan a cosas, imágenes o acciones(aquí, el significado de fondo de la palabra "representación", con el acto teatral, es también un matiz semántico significativo).

El analista tiene que superar el margen de alienación en el aspecto dinámico: al usar el método de asociación libre, a medida que se acerca al lugar de "cuidado de significado", las asociaciones se vuelven menos comunes, parecen más difíciles y un importante signo diagnóstico para alcanzar el área de la brecha es el silencio, que literalmente rodea el lugar buscado en el campo semántico. Su entorno se caracteriza por una dinámica rígida o, por el contrario, un deslizamiento continuo a lo largo de una trayectoria de preservación con cero trabajo del pensamiento.10 Además, el analista se ocupa de sistemas de funciones mentales poco diferenciadas, de ahí, en particular, los picos entre la memoria y la motilidad, la memoria y la imaginación, que son tan característicos de las neurosis, de los casos de una gran necesidad de motilidad, un síntoma psicosomático, etc., porque la fusión de funciones crea condiciones para su desinhibición dinámica conjunta o, a la inversa, su articulación.

10 El lenguaje proporciona pensamientos con un conjunto de trayectorias equipotenciales, ya que los conceptos en él se definen a su alrededor. Deslizarse sobre las palabras sin pensar es un "discurso vacío", que caracteriza tanto a la persona sana como a la neurótica.

Finalmente, el mismo campo semántico en los lugares de "cuidado del significado" adquiere formas inter y extra psicológicas, es decir, el plan de pensamiento del habla se transforma en un plan de pensamiento primitivo, por ejemplo, el catatímico, que es la forma “arcaica” y centáurica de la coexistencia de percepción, emociones, motivo y pensamiento; en estos planes, el analista deberá ampliar su acción.El estado del campo, en particular, caracteriza la medida de lo común de los conceptos, que muestra cuán libremente un campo semántico puede cambiar su configuración no solo en latitud, en una dimensión semántica, sino también en longitud, a lo largo de su línea con la realidad (Vygotsky, 1982a, p. 273 –277; Zavershneva, 2015a).En los lugares de "cuidado del significado", el campo puede "pegarse" a imágenes, afectos, sensaciones, objetos (catexis objetiva), que cierran las brechas en el campo de valores y actúan como signos que pueden convertirse en un soporte para atar nuevos nodos semánticos. En caso de una terapia exitosa, el campo semántico se separa de los objetos auxiliares y se convierte en un campo independiente de mediación y generalización, y los signos se usan libremente.11

11 Notemos otro paralelo entre el análisis de Lacan y laTHC, esta vez con respecto al tema de la interiorización: “La función simbólica se revela como un doble movimiento dentro del sujeto: la persona primero convierte su acción en objeto, pero luego, en el momento adecuado, restaura esta acción como base”(Lacan, 1995, p. 55).

Contrariamente a algunas afirmaciones de Lacan, la eliminación de las brechas en la historia del sujeto no es el objetivo final del psicoanálisis. En primer lugar, el terapeuta trabaja con el sistema motivacional del individuo, utilizando el campo semántico como instrumento de mediación, que también se restaura durante el proceso de la terapia (su naturaleza instrumental se ilustra por el hecho de que el campo semántico generalmente no se realiza cuando se usa).Recordemos que la causa del crecimiento del brote del inconsciente se convierte, por un lado, en la presión de atracción, en el requerimiento del Otro (medida de lo simbólico, la cultura y el lenguaje), que forma una cavidad que atrae este germen semántico hacia sí mismo (Lacan, 2004, p. 403).Lo preconsciente representa una zona especial en la que se cumplen estos requisitos: se observa tanto en la ontogenia como en la microgénesis en el proceso de desarrollar la necesidad de lo que  Lacan llama deseo, y la psicología rusa motivo. En "Pensamiento y Habla" Vygotskiy señaló que detrás del plan de significados hay una tendencia afectiva-volitiva, cuyo estudio aclarará las regularidades de la formación semántica (Vygotsky, 1982a, p. 352).La teoría de la conciencia seguiría siendo una antítesis a las enseñanzas de Freud, si Vygotskiy no hubiera ido más allá en 1933–1934 de los problemas de la conciencia per se en un contexto más amplio: la teoría de la motivación y la personalidad, incluidos los conceptos de ZDP y pieriezhivania.

REPRESENTACIÓN DEL INCONSCIENTE A LA LUZ DEL CONCEPTO  «PIERIEZHIVANIE»

Dado que la conciencia es una forma de relación activa de una persona hacia el mundo, su funcionamiento depende de quién es el sujeto de esta actividad. La historia de la relación dela consciencia y el inconsciente, dice Vygotskiy, "es la historia de la principal instancia de represión" ("Conferencia"), que no está en absoluto "dentro" de una persona; de naturaleza dialógica, la consciencia siempre presupone, como escribe Vygotskiy (refiriéndose a Feuerbach y Marx), otra persona (y al Otro en general); en su desarrollo, generalización y comunicación van de la mano.El desarrollo debe pasar por una serie de pasos para que las funciones de la instancia de represión se internalicen, por ejemplo, en la subestructura de personalidad que Freud llama súper Yo. La "primera naturaleza", la singularidad que se produce al comienzo del desarrollo, un coágulo no separado de todas las funciones, como el Universo, se rompe cuando un niño ingresa en la cultura, da lugar a la diferenciación de motivo, emoción, acción, pensamiento y otros procesos que no están separados entre sí y entran en síntesis secundarias,12 pero por primera vez nacen como funciones superiores del desarrollo con leyes especiales, únicas para el hombre.El inicio móvil de este desarrollo, su base de energía es el afecto, que se transforma en un sistema de motivos diferenciado, móvil y jerárquicamente organizado, es decir, Personalidad capaz de "elevarse por encima del campo". Y si la conciencia se desarrolla como un sistema de conexiones secundarias (semánticas) entre los procesos mentales, entonces una personalidad emerge a medida que la conciencia se desarrolla como un sistema de conexiones terciarias (Vygotsky, 1982b, pp. 109-131): al  inicio, estos enlaces son motivacionales, en su forma más elevada, volitivos.

12 La conciencia se desarrolla como una gestalt holística, en la que la percepción solo es uno de los procesos sintetizados ("contra consciencia = percepción") ("Conferencia)".

En octubre de 1933 Vygotskiy señala que la formación del inconsciente está directamente relacionada con el desarrollo de la personalidad: “La edad en la psiconeurosis no solo es un factor patoplástico. El desarrollo del lado afectivo y volitivo de la personalidad. El desarrollo del carácter y la inteligencia"("Conferencia"). Formula una serie de tesis, con la ayuda de las cuales se puede construir laTHC del inconsciente y la teoría de las neurosis.Según una de ellas, el criterio para la formación del inconsciente es la transformación incompleta de la experiencia en pieriezhivanie: “Los principales problemas psicológicos de la psiconeurosis son: escisión; afecto y significado; <...> conciencia de afecto; <...>problemas de Lewin: Ersatz [sustitución], motivos inconscientes, conflictos afectivos; el estudio de la actividad interna del individuo; ceguera interna y falta de libertad; el complejo no se convirtió en una pieriezhivanie” (ibid.). Estas tesis son muy fragmentarias, pero en ellas se lee la idea principal de la imposibilidad de la transformación cultural del afecto primario, la detención de su comprensión, el rechazo consciente o inconsciente de la acción libre a lo largo de uno de los motivos y causa la neurosis.
Recordemos que la primera condición para el desarrollo del afecto de tipo humano es que debe estar simbolizado, es decir, aprobado por otro (y el Otro) en su significado, que en la etapa del desarrollo inter psicológico no coincide con la verbalización: el campo semántico distribuido entre el niño y el adulto surge en el campo de la cultura y el lenguaje, pero en el lado del niño actúa principalmente como un campo de actividad, de sensación, percepción, y los significados tempranos se desarrollan en formas pre verbales (Zavershneva, 2016b).En ellas, la experiencia se generaliza por vez primera y es posible la pieriezhivanie, por ejemplo, el tipo de "pra-nosotros" (Vygotsky, 1984a, p. 305). El significado, expresado por la palabra de forma explícita, aparece en etapas posteriores, cuando el campo semántico se convierte en el campo del pensamiento hablado; en estas etapas, la experiencia no solo se puede nombrar, denominar, sino también comprender lo más significativa posible. En las etapas intermedias de la ontogénesis, la comprensión ocurre en proporción al desarrollo de los procesos de generalización, en aquellas formas que para cada edad representan el nivel superior de abstracción. Si la comprensión falla, el afecto sigue siendo un coágulo de experiencia bruta, que no se traduce hasta el final en una declaración y una acción, no se distribuye de manera semántica y práctica (ver la definición freudiana del complejo como la unidad de afecto, pensamiento y motivación).
Tales complejos afectivos congelados en su crecimiento pueden ser el resultado de situaciones en las que la comprensión es impracticable por razones objetivas, por ejemplo, en una situación de shock traumático. Aquí, la zona preconsciente en sí misma no tiene tiempo para abrirse en el momento del evento y la experiencia se apodera en forma de una impresión directa de lo que está sucediendo.13 Sin embargo, la formación de complejos afectivos patógenos ocurre en muchos otros casos en los que se viola la actitud libre ante la situación.Su principal mecanismo es la represión, en la que el motivo creciente se encuentra con un obstáculo en un nivel consciente y se mantiene en un "estado sin palabras". En el lenguaje de la teoría de los sistemas semánticos dinámicos, esto significa que cae fuera del sistema de las funciones superiores, tanto de los enlaces terciarios como de los secundarios, es decir, pierde contacto con otros motivos, así como con otras FMS. Un afecto débilmente simbolizado y no sensible crea una región sin desarrollo en la estructura de la personalidad, se aísla sistemática y dinámicamente de otras regiones y puede cambiar toda la estructura de la jerarquía motivacional. Estos trastornos en el desarrollo de la motivación se reflejan en el corte del pensamiento hablado (el campo del significado) como sus áreas problemáticas, así como en términos de acción práctica.

13 En el curso de la terapia, esta zona preconsciente se despliega en retrospectiva y crea la condición para la construcción exitosa de enlaces semánticos auxiliares.

Los experimentos de K. Lewin mencionados en la tesis de Vygotskiy con la actividad sustituta (Lewin, 1932; y sus otros trabajos) aparecen en este contexto, ya que aclaran los mecanismos de comunicación de los motivos y la posibilidad de su cierre a diversos  objetos (incluido en el campo "surrealista"). Recordemos que en la década de 1930 Vygotskiy recicla una serie de condiciones de la teoría del campo de Lewin con respecto a la estructura y dinámica del desarrollo de la personalidad, y las incluye en la THC (para más detalles, véase: Zavershneva 2015a, b), lo que también crea una perspectiva interesante para comprender los procesos que observan los psicoanalistas en su práctica.En particular, esta es la transformación de la atracción primaria en deseo, descrita por Lacan a través de una especie de montaje semántico. Una vez que la necesidad encuentra su objeto primario y éste es reemplazado por un representante simbólico, comienza el crecimiento de una cadena de significantes, proceso en el cual el deseo puede ir muy lejos de la necesidad que lo originó. Se forma como una instalación de significantes, que puede estar compuesta de cualquier material como la construcción de elementos inter conectados sincréticamente (Lacan, 2002, p. 180-181).Estos cambios semánticos se hacen posibles solo en la medida que los objetos y objetivos relevantes, que se determinan solo en el proceso de desarrollo cultural del individuo, no se asignen inicialmente a la atracción. El mecanismo de objetivación (objetivación primaria y simbolización) y el mayor crecimiento de la necesidad del lenguaje y la acción práctica son los mismos para la norma y la patología (cf. Freud, 1990, p. 360), pero en el caso de la norma, traduce la necesidad en un motivo socialmente significativo, su inclusión en el sistema de la personalidad como un motivo comunicativo atribuido a otros y potencialmente accesible a la conciencia; en caso de un desarrollo anómalo, el mismo mecanismo crea formas para evadir la conciencia (deslizarse a lo largo de la cadena de significantes), deterioro y primitivización del motivo, su empobrecimiento o expansión dolorosa a expensas de áreas vecinas de la jerarquía motivacional. Por ejemplo, el aislamiento del motivo y la formación de contornos relativamente independientes en el campo semántico se pueden sentir como una acción de fuerza inconsciente, "voluntad extraña" perteneciente al "doble" con su propia línea de conducta o una de las áreas divididas del yo (Vygotsky, 1984b, p. 167; Freud, 1998, pp. 156-157).En este caso, el mecanismo de división inherente al desarrollo normal, que entra en vigor a partir de la diferenciación primaria de los procesos y es responsable de la formación de subestructuras de la psique superior, comienza a funcionar de manera anormal, causando falta de armonía en la estructura del Yo o la decadencia de la personalidad.
N.N. Viériesov en su reciente trabajo proporciona un ejemplo del desarrollo normal del afecto y su traducción exitosa en una pieriezhivanie, donde analiza el epílogo de la novela de F.M. Dostoievskiy "Los hermanos Karamázov": una conversación entre Alexéi Karamázov y los niños en el funeral de Iliusha, en el cual el evento de la muerte del niño queda incrustado en su vida futura. “La colisión interpsicológica (drama social) se convierte en un proceso intra psicológico individual (memoria cultural) a medida que la situación social del desarrollo se refracta a través de la pieriezhivanie de los niños” (Veresov, 2016, p. 253).En esta experiencia, los procesos de la memoria no son el único plan para el procesamiento de la experiencia, están entretejidos en un sistema semántico de conciencia común y dinámico, formando una síntesis superior con los procesos de percepción, emociones, acción, imaginación, motivación. En un solo nudo semántico están todos los elementos de la imagen de Iliusha: su apariencia, los rasgos característicos de Alexéi, el recuerdo de su personalidad y acciones, las acciones que unieron a Alexéi y los niños durante la enfermedad de Iliusha y el día de su funeral, etcétera.Estos elementos de la experiencia fueron simbolizados y conectados de manera cultural (habla, ritual, etc.), el evento se reflejó en la experiencia de manera holística en el nivel de las conexiones secundarias y se marcó a nivel personal, como significativo y fatídico; se construyó un nuevo motivo en la dirección del futuro sobre la base ética de la bondad, la amistad, el amor.El evento de la muerte de un amigo que podría causar trauma y crear un doloroso enfoque en la estructura de la personalidad se ha convertido en un recurso que impulsa el desarrollo de la vida. Añadamos que la traducción de afecto en experiencia requería la creación de una ZDP y el desarrollo de una acción intermedia (sobre esto último, ver: Elkonin, 2016).

REPRESENTACIÓN DEL INCONSCIENTE A LA LUZ DЕ LA IDEA DE ZDP Y SU PROYECCIÓN EN LA PRÁCTICA

Las tesis que hemos resumido, esbozadas en su primera aproximación, denotan no solo los posibles contornos de la teoría del inconsciente, sino también de la psicoterapia histórico-cultural y al mismo tiempo la distinguen de la terapia psicoanalítica, y el primer límite no está en el nivel de las llamadas aplicaciones prácticas, sino en el nivel de la ontología de los enfoques. En primer lugar, ambos enfoques tratan la conexión entre el inconsciente y el habla de diferentes maneras.En el psicoanálisis, el discurso provoca que el inconsciente se desarrolle, el inconsciente se manifiesta como una brecha peligrosa en la que las fuerzas del caos se precipitan, tienen asimismo carácter creativo como destructivo, y la realización de impulsos tiene el carácter de un compromiso entre los requisitos de la naturaleza, por un lado, y los de la cultura y la sociedad, por otro. Aunque estas últimas crean una oportunidad para la satisfacción y el desarrollo de las necesidades, se introduce como condición principal una serie de prescripciones represivas en el juego; como resultado, cada brote del inconsciente inevitablemente crece torcido.El psicoanálisis, formado en el marco de la metáfora médica, solo pone en práctica los casos en que hay curvaturas pronunciadas en el desarrollo; la norma está en la periferia de la teoría.Considerando la etapa crucial de la terapia, Lacan la describe simbólicamente como la fase en la cual el analista, que provocó la apertura del inconsciente en la regresión, arroja en él el objeto (pequeño) ‘a’ (objet petit‘a’) obtenido durante el proceso de análisis,14 como resultado de lo cual se retrasa el fracaso, se forma una cicatriz y el brote del inconsciente se reduce al "área delo insatisfecho" o se convierte en otra neurosis que tiene la forma de una enfermedad leve (Lacan, 2004, pp. 28-29).15

14. Término clave de Lacan que denota el objeto que es la causa del deseo. La pequeña ‘a’ es un remanente que surge cuando un sujeto se constituye al entrar en la esfera del lenguaje; no se puede simbolizar y representa una carencia fundamental en la estructura del sujeto, lo que indica una pérdida pre edípica.

15 En este ejemplo se puede ver que el psicoanálisis implementa con éxito el mito a la teoría. En este caso, se basa en el mito del monstruo (Minotauro), que solo puede ser propiciado sacrificando alo más querido: la bella joven heroína (o héroe), el objeto del deseo. No menos exitosamente usa el mito del exilio del paraíso y la eterna búsqueda del camino hacia él. Estas técnicas aparentemente extra-científicas efectivamente forman no solo la ontología del psicoanálisis, sino también su práctica.

La THC pone la norma en el centro de la teoría y examina en detalle las leyes del desarrollo normal, que son el punto de partida para comprender las anomalías. Donde el psicoanálisis ve un hueco, la THC apunta a la luz del ser creado por el habla, en el cual el movimiento del pensamiento y el desarrollo en forma humana se hace posible, y de la singularidad primaria se destacan, crecen, cultivan los brotes del enunciado-acción-acto16. Con la ayuda de otra persona en esta brecha, se establecen los límites del mundo de la vida, surgen áreas accesibles e inaccesibles, pero potencialmente alcanzables.El mismo evento, proyectado en diferentes teorías como brecha o luz, se presenta en la THC por la idea del desarrollo de un campo semántico en la ZDP. La ZDP surge claramente en la práctica psicoanalítica y es parcialmente reflejada por Lacan como tal, es decir, como un área inter subjetiva, que se forma solo en la tensión del discurso entre el hablante y el Otro y a través de otro, quien define los límites del sujeto y le permite encontrarse a sí mismo:"Lo que estoy buscando en el habla, es la respuesta de otro. Lo que me constituye como sujeto, es mi pregunta. Para recibir el reconocimiento del otro, hablo sobre lo que sucedió, solo porque será”(Lacan, 1995, p. 69).Según Lacan, este diálogo comienza con el trauma que ocurre simultáneamente con la entrada de una persona en el campo del habla, y luego se desarrolla bajo la amenaza de castración, que se abre en la ley del Otro. En la THC, por el contrario, se enfatiza la función de apoyo de la cultura y las ventajas que la ley del Otro, la ley del significado, da al desarrollo.

16 Tengamos en cuenta que no hay oposición al psicoanálisis con el principio de "o - o". Estos aspectos de la visión son los dos lados de un todo: la cultura y el lenguaje son ambivalentes, limitan los procesos naturales, los introducen en un marco rígido, pero el mismo marco se convierte en los límites del nuevo espacio en el que nace una persona capaz de actuar libremente.

La ZDP entre un psicólogo y su interlocutor se puede entender clásicamente como la diferencia en los niveles de desarrollo de sus participantes, incluidos los niveles de generalización (Vygotsky, 2001, p. 202). Sin embargo, puede entenderse de manera diferente, como una discrepancia causada por la diferencia en las posiciones de vida de los individuos que ingresaron al diálogo, sus formas de participar en el evento de diálogo: aquí se crea un "delta de comprensión" debido a las muchas formas de libre movimiento del pensamiento, que proporciona el campo semántico desarrollado(se ofrece un esquema similar, en particular, por la terapia de dirección humanista y existencial).Guiado por la THC, el terapeuta puede confiar en los medios y los patrones de desarrollo normal tanto en el tratamiento de la enfermedad mental como en el contexto del asesoramiento psicológico, pero no solo en este último, sino que en el primer caso surge la necesidad de crear una regresión artificial en la transferencia.
Dejando esta pregunta abierta, recordamos que en el psicoanálisis, el desarrollo normal es considerado el camino de la sublimación creativa como realización de la energía impulsora para propósitos socialmente aceptables. Pese a la naturaleza problemática de esta definición, sobre la cuestión del papel de la actividad creativa en el desarrollo humano, la THC y el psicoanálisis concuerdan en un radio de largo alcance.La creatividad es inherente al uso activo de las formas de generalización "arcaicas" y simbólicas, su material correspondiente (imágenes, sonidos, movimientos, afectos y cosas), así como las propiedades del campo semántico se adhieren literalmente a la realidad en cualquier lugar y se alejan de él, hallando su desarrollo óptimo.La diferencia entre el proceso creativo y el flujo de campo anómalo en la regresión es que los objetos simbólicos se usan como un medio de apoyo, desde los cuales uno puede empujar libremente para hacer un gesto artístico, digamos, incluirlos como pasos de una escalera en su movimiento; lo mismo hace un niño que primero domina estos soportes.El desarrollo anómalo revela el mecanismo de la actividad mediadora: el patrón de mediación es el mismo, pero los objetos crean puntos de fijación en los que el movimiento se detiene y el neurótico se atasca en un campo semántico sobredeterminado o, por el contrario, débilmente estructurado.
Agreguemos que para comprender estos procesos no es suficiente señalar la función del signo de los objetos auxiliares como herramientas para dominar el propio comportamiento (Wenger, 2006).Al menos debería extenderse a la función de significado: el signo crea un punto de apoyo alrededor del cual se forman conexiones semánticas como condiciones para la libre circulación del pensamiento en el campo del significado y su implementación en la acción.La función del significado, a su vez, se introduce en el juego por su contexto, así como por el motivo que es la fuerza motriz de la expresión (Vygotsky, 1982a, p. 357). Usando estos enlaces auxiliares, la terapia puede transformar un afecto no revelado o revelado sin éxito en experiencia y evaluar el significado del motivo correspondiente en varios aspectos: emocional, intelectual, personal (ético).Freud en este sentido habla de aceptar o condenar el deseo que causó la neurosis como etapa final de la terapia (Freud, 1990, p. 360).Lacan señala que la "penetración en la experiencia" es el objetivo final del análisis (Lacan, 1995, p. 74),  Vygotskiy se mueve en línea con la idea de la educación, que comenzó a desarrollar en la década de 1920: “Los principales problemas del desarrollo en la psiconeurosis son: neurosis en la primera infancia: no hay neurosis hasta los 5 años; carácter e inteligencia; el problema del desarrollo del afecto; el problema del desarrollo ético de los niños; historia de la relación conciencia/inconscientee instancias básicas; respuesta de la personalidad a la psiconeurosis; causas actuales de la enfermedad por edad.<…>Problemas prácticos de estudiar y tratar la psiconeurosis: métodos de investigación de la psiconeuro[sis] en el núcleo y sus zonas individuales; la educación como vía para la autocuración + terapia”(“Conferencia”). Y si la exteriorización del proceso oculto es una cuestión de técnica analítica, entonces una evaluación de su importancia y lugar en el sistema de personalidad es una cuestión de libre elección, no reducible a la técnica como tal. En esta elección libre se basan explícita o implícitamente así el psicoanálisis como la THC, con todas sus diferencia en la comprensión de qué es la libertad y cómo se implementa.17

17 La libertad de Freud se menciona principalmente en el aspecto privativo, pero Lacan habla de ello abiertamente: «la acción del discurso completo es que organiza los accidentes del pasado, al darles un significado de inminente inevitabilidad, surgiendo en la forma que constituye la fracción de libertad por la que el sujeto la cree en el presente» (Lacan, 2002, p. 26).

Las tesis propuestas por nosotros abren la perspectiva de la reinterpretación de otras categorías y patrones clave del psicoanálisis en el marco de la THC. En particular, ya hemos demostrado que el problema del proceso primario incognoscible también fue significativo para Vygotskiy y discutido en sus notas personales (Zavershneva, 2016b).Al continuar con este tema, planeamos discutir el papel del habla y el pensamiento en la transformación del proceso del inconsciente primario en secundario, las ideas sobre los síntomas principales del inconsciente, la naturaleza de la psicosis, etc., esbozando así el marco teórico para dominar la experiencia del psicoanálisis en la THC.

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