Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

viernes, 11 de noviembre de 2011

González Rey

L. S. Vygotski y el problema de la personalidad en el enfoque histórico–cultural
Fernando González Rey
Universidad de la Habana, Cuba y Universidad de Brasilia, Brasil
En: III Conferência de Pesquisa Sócio-cultural. Campinas, Sâo Paulo. Julio de 2000.
Sección: Cultura – A dimensão psicológica e a mudança histórica e cultural
Traduccion: Efraín Aguilar

El tema de la personalidad ha representado un escenario muy controversial a través de la historia de la psicología. Prácticamente todas las escuelas han tenido que abordar el tema en una u otra dirección. En el núcleo teórico de Vygotski no apareció una teoría de la personalidad como inquietud central, tampoco en la teoría de la actividad, que fue considerada por mucho tiempo una extensión importante de la teoría de Vygotski en la antigua Unión Soviética. Sin embargo, considero muy interesantes las ideas de Vygotski para las necesidades habituales en el abordaje histórico-cultural del tema en psicología.

En mi opinión, uno de los errores en el análisis de las ideas de Vygotski en la psicología occidental ha sido aislar la teoría de Vygotski del contexto en que él trabajó y de todo el movimiento intelectual que se generó dentro de la psicología soviética de su tiempo. Vygotski formó parte de un movimiento que se caracterizó por su creatividad y que disfrutó de las contribuciones de muchos otros psicólogos. Al inicio del enfoque histórico-cultural, Vygotski y [Sierguiey Lieónidovich] Rubinshtéin fueron la influencia más productiva y creativa.

Muchos psicólogos soviéticos reconocían que junto a Vygotski había otros aportadores importantes al enfoque histórico-cultural en la Unión Soviética, por ejemplo Leóntiev en la introducción a su libro Actividad, Consciencia y Personalidad escribió que:
“Los problemas metodológicos e ideológicos permanecieron en el centro de atención de la psicología soviética, particularmente en el periodo inicial de su desarrollo, que fue marcado por la publicación de libros fundamentales en sus ideas, tales como Pensamiento y Habla de Vygotski y Fundamentos de Psicología General de S. L. Rubinshtéin” ( 1977, p. 2).
Queda claro de lo escrito por Leóntiev que hay dos importantes temas a discutir: Primero, el papel de los problemas ideológicos en la formación de aquella teoría y, segundo, la crucial importancia de Vygotski y Rubinshtéin para el desarrollo de las bases de la psicología soviética. Tales hechos han sido ignorados por la psicología occidental. Rubinshtéin y seguidores son menos conocidos que los de la teoría de la actividad en occidente.

Entre los seguidores de Vygotski, el nombre de Lidia Ilínichna Bozhóvich ha recibido todavía menos atención que el de los seguidores de la teoría de la actividad. A pesar de que Bozhóvich formó parte del equipo personal de Vygotski, ella fue menos conocida en la psicología occidental. La aceptación de la teoría de Vygotski en la psicología occidental ha sido ajustada por el pensamiento occidental al grado de separar su teoría del marxismo y de otros psicólogos soviéticos.

En este artículo examinaré el tema de la personalidad como un tema importante que influye sobre los diversos cursos tomados por el enfoque cultural-histórico en la psicología actual. La personalidad fue una categoría importante así para Vygotski como para Rubinshtéin. Para este último (1967) indudablemente jugó un papel más importante. El interés teórico e ideológico explícito en los pioneros de la antigua psicología soviética les llevó a buscar una representación completa, compleja y viviente de la psique humana, que no podría ignorar el concepto de personalidad. Esta categoría, como la mayoría de las categorías usadas en esa psicología, debió ser reconstruida para permitir la compleja integración entre las influencias sociales y la psique individual, que es un importante objetivo en la historia de cualquier psicología cultural.

Uno de los principales problemas que los psicólogos histórico-culturales deben afrontar en este momento, es definir el lugar de la historia que a través del tiempo ha sido reemplazada por las influencias sociales actuales. Las influencias sociales en boga son tomadas como factores objetivos que directamente influyen a los individuos, pero las redes sociales complejas y específicas, configuradas a través de los grupos, instituciones, comunidades y otras organizaciones sociales menos formales, han sido menos estudiadas dentro del enfoque histórico-cultural. Ha sido muy interesante que el campo de desarrollo más fuerte de este abordaje ha sido la psicología educativa, mientras que su expresión en psicología social todavía no ha sido reconocida por los psicólogos.

Entender el carácter histórico de la red social es imposible sin entender la constitución histórica subjetiva de la personalidad. En la personalidad las influencias sociales devienen históricas y ello le informa a los investigadores, de muchas maneras, sobre los elementos constituyentes del pensamiento social y su configuración subjetiva y singular en la personalidad.

En las ideas de Rubinshtéin la personalidad jugó un papel clave. En las ideas de Vygotski el uso del concepto de personalidad no jugó la misma importancia en sus categorías centrales. En un análisis previo del trabajo de Vygotski (1) señalé que es necesario diferenciar el núcleo teórico de las ideas organizadas de Vygotski de su representación más general de la psicología, que no pareció tan clara en sus trabajos. Por cierto, esta representación general es muy importante y productiva en las discusiones actuales en psicología. Me parece que la personalidad es parte de una representación más general de la psicología de Vygotski. De eso trata este trabajo.

El tema de la personalidad en el trabajo de Vygotski

No intento atribuir a Vygotski más de lo que hizo en vida, lo que han hecho muchos autores. Creo que idealizar no es tarea de la ciencia, por lo tanto no le doy crédito por desarrollar una teoría de la personalidad, porque esta categoría no fue usada por él a través de su trabajo. Por otro lado, intento hacer un trabajo de investigación sobre las ideas de Vygotski acerca de la personalidad, para mostrar por un lado su pensamiento y por el otro el pensamiento de la psicología soviética. Ambos han sido totalmente mal entendidos en las discusiones actuales de lo histórico-cultural.

Pienso que el tema de Ia personalidad no fue muy fácil para la psicología soviética debido a su lugar central en las teorías denominadas entonces como “psicología burguesa”.

Las amenazantes presiones políticas gubernamentales eran muy peligrosas para los psicólogos. A pesar de todo, parece que los psicólogos no estaban siempre en el centro de atención de los oficiales políticos. Los psicólogos soviéticos recibieron importante información teórica del mundo occidental, lo cual era evidente en la introducción de Vygotski y Luria al texto de Freud “Más allá del principio del placer”. También era evidente que Vygotski y otros psicólogos soviéticos usaron la psicología occidental del momento como un recurso intelectual importante para construir la psicología soviética.

Personalidad era un término que no fue desarrollado a profundidad en el trabajo de Vygotski, pero tampoco estuvo ausente en sus ideas. Él estaba muy interesado en los temas centrales de la teoría de la personalidad, tales como la integración de los procesos cognitivos y las emociones, y la compleja mediación de las influencias externas a través de los procesos psicológicos organizados del momento.

Tales procesos fueron vistos por Vygotski como momentos de una organización total de la psique humana. Esto queda muy claro en su concepto de “situación social del desarrollo”. A través de este concepto, Vygotski buscó explicar los procesos complejos que generan nuevos estados cualitativos durante el desarrollo de la vida humana.

El uso de Vygotski del concepto “situación social del desarrollo” integra una vía muy compleja y dinámica de la organización psicológica histórica de los individuos y sus experiencias sociales del momento en cada estadio de su desarrollo psicológico. Las experiencias sociales influyen a los individuos mediante su mundo psicológico interno, de una manera muy similar a las ideas de Rubinshtéin, cuando argumenta que “…los motivos externos actúan mediante las condiciones internas”. El uso y desarrollo del concepto “situación social del desarrollo” debe llegar a ser una base importante para el desarrollo del concepto de personalidad, que fue asumido solo por Bozhóvich y seguidores luego del fallecimiento de Vygotski.

En Vygotski la categoría de “situación social del desarrollo” permaneció incompleta, sólo fue introducida en algunas partes de su trabajo. La categoría sólo fue usada por Bozhóvich mucho tiempo después que fue presentada por Vygotski. Bozhóvich buscó desarrollar el tema de motivación y personalidad con base en las ideas centrales de Vygotski, y ella fue la única entre los seguidores de Vygotski que lo intentó. Los otros intentos en este campo resultaron de otras fuentes teóricas dentro de la psicología soviética.

En consecuencia, un abordaje completo del concepto de situación social del desarrollo en la concepción histórica y activa del individuo pudo hacerse, en tanto que fue una muy importante contribución de la concepción de Rubinshtéin. Por ello, él desarrolló el tema de la personalidad. Rubinshtéin inició un abordaje completamente nuevo de la personalidad, que ha sido continuado por algunos de sus seguidores, por ejemplo Abuljanova, quien ha desarrollado las ideas de Rubinshtéin de una manera que le ha llevado cerca del concepto de subjetividad.

Como se mencionó antes, a pesar de que una de las ideas esenciales de Vygotski fue el énfasis en el carácter histórico-cultural de la psique humana, no desarrolló el papel de la mediación societal en la constitución de los procesos psicológicos individuales. Al contrario, mantuvo sus análisis en la actividad social presente de los individuos, lo que permaneció fuera de la ecuación del fenómeno complejo de la constituida red social dentro de la cual los individuos viven, a diferentes niveles de la organización social subjetiva. Esta organización subjetiva en su complejidad y totalidad es exactamente lo que yo he definido como subjetividad social. Algunos autores como Chaiklin (1994), Duveen (1994) y Elhammoumi (1998) han señalado la ausencia de la perspectiva social en la tradición histórico-cultural.

Desde mi punto de vista, no desarrollar un total y complejo entendimiento del individuo no permite a los psicólogos arribar a una verdadera comprensión de como los hechos sociales son parte de un sistema complejo dentro del cual la personalidad está configurada y donde los individuos devienen sujetos de su experiencia. El medio social es parte de la constitución psicológica del individuo en un proceso complejo. Este proceso está activamente influido por las acciones del sujeto y la personalidad. Durante tal proceso complejo, la experiencia social individual viene a ser fuente de nuevos sentidos subjetivos y significados que tomarán parte activa de la configuración subjetiva de la personalidad. En la subjetivación de las experiencias humanas, es imposible diferenciar entre experiencia externa e interna sobre todo porque esos lados de la experiencia humana no pueden ser distinguidas entre una y otra en términos de la cualidad de la configuración subjetiva del desarrollo. Estos sujetos individuales no resultan de influencias sociales directas, sino más bien el/ella es parte de un sistema social complejo dentro del cual la persona vive y se desarrolla como parte de un sistema social completo en desarrollo.

La categoría de situación social del desarrollo puede llegar a ser un concepto importante para la construcción de este proceso complejo, pero no deberá ser considerado como una categoría aislada.

Esta categoría pudo ser más significativa como parte de un sistema si Vygotski hubiera construido y desarrollado el tema de la subjetividad. Ésta es simultáneamente social e individual, afectiva y cognitiva, intra e interpsicológica, consciente e inconsciente, externa e interna, representando otro orden ontológico en la definición de psique humana.

El hecho que Vygotski no haya articulado su visión de la personalidad dentro de una representación más compleja de la constitución social de la psique, fue un punto crucial en el camino que los psicólogos siguieron por este enfoque después de su muerte, particularmente en el desarrollo de la teoría de la actividad. Esta teoría jugó un papel importante en mantener a la psicología lejos del tema de la subjetividad. La ausencia de una representación compleja de un sistema de la psique individual llevó a Vygotski a desarrollar el concepto de internalización, lo que lo que le había alejado del concepto de situación social del desarrollo. Si este concepto hubiera progresado, la comprensión de las vías por las que lo externo deviene interno se habrían entendido de otra forma.

En general, el término interiorización vino a ser piedra angular en el esfuerzo para desarrollar una psicología objetiva. Esta definición conduce a una visión de causalidad determinista unilateral, desde lo externo a lo interno, que ayudó a eliminar al sujeto de este proceso, así como la personalidad de él/ella. La mejor expresión del modo como Vygotski entendió la interiorización fue la comprensión de Leóntiev al respecto. Él escribió:
“Interiorización es, como se sabe, una transición que resulta de procesos externos en su forma, con objetos materiales externos que son transformados en procesos que tienen lugar en el plano mental, sobre el plano de la consciencia; de aquí ellos experimentan una transformación específica – devienen generalizados, verbalizados, condensados y, lo más importante, devienen capaces de posterior desarrollo, lo que excede los límites de las posibilidades de la actividad externa” (p. 58, 1978).

Leóntiev presenta en sus argumentos las operaciones externas con objetos que funcionan como un tipo de “material crudo” que entra directamente en la consciencia individual. Sólo después que el material externo deviene interno, la consciencia comienza a trabajar con el contenido prefabricado, extendiéndose más allá de los límites originales de las operaciones externas.

El sistema propuesto por Leóntiev es muy mecánico y mantiene esencialmente la dicotomía sujeto-objeto, manteniendo la psicología más cercana al objeto. Esto coincide completamente con su preocupación sobre la objetividad del conocimiento. Esta fue una característica común durante el desarrollo de la psicología soviética, precisamente por tomar el carácter objetivo de la psique como una de las piedras angulares de la interpretación marxista.

Vygotski también estaba preocupado por el problema de la objetividad, pero en su representación general de la psicología él mostró explícitamente intereses relacionados con perspectivas más subjetivas del desarrollo psicológico. Esto fue evidente en sus referencias a los temas de la emoción y la personalidad a través de su trabajo.

Las dificultades con el término de internalización reflejan el esfuerzo de muchos autores diferentes para reconceptualizarlo (Wertsch, Valsiner, Pino y otros), por ejemplo Valsiner ha empleado el término como proceso constructivo, pero en mi opinión esto no enriquece mucho la versión original de Vygotski. Al respecto escribe Valsiner:

“Internalización es un proceso por el cual los significados relacionados con el fenómeno, y que son sugeridos para el individuo por “otros sociales” que persiguen sus objetivos personales mientras asumen papeles sociales, son agregados al sistema intrapsicológico individual. Este proceso de “agregación” involucra una modificación constructiva del material “agregado” por la persona”. (1998, p. 115).
Valsiner, en su versión, hace explícita la modificación constructiva del material proveniente de un dominio externo, que también estaba implícito en la definición de Vygotski. La definición de Valsiner persiste en centrarse en la transición de lo externo en interno, enfatizando las operaciones constructivas de un individuo sobre aquellos significados que vienen del “otro social”.

Concentrándose en la cita de Valsiner es posible hacer las siguientes preguntas: ¿Dónde están las emociones de un individuo durante este proceso? ¿Es la modificación de la “agregación” del material solamente definida por operaciones constructivas? ¿La información que viene del “otro social” y que es agregada en el sistema intrapsicológico individual, está preservando la división externo-interno entre esa información y el sistema intrapsicológico? Opino que esas preguntas revelan algunos de los puntos más débiles de Valsiner, los que son interesantes pero similares a los puntos débiles de la versión original de Vygotski.

En ese proceso, las emociones son completamente ignoradas porque son vistas como un sistema de operaciones más que como un proceso complejo y multi determinado. Este proceso complejo es completamente nuevo desde el punto de vista cualitativo de la psique humana, y en él es imposible la distinción entre influencias externas y organización psicológica interna. En sentido subjetivo, ambos momentos están totalmente juntos en una cualidad nueva única de la configuración subjetiva de la experiencia. Este proceso tiene lugar solo como un proceso subjetivo complejo, un proceso de subjetivación que involucra necesidades individuales, que aparecen como emociones, y los procesos constructivos del sujeto. Emociones y procesos constructivos están presentes en el proceso de subjetivación como un todo.

Subjetivación es una condición procesual de la subjetividad, tiene un carácter de desarrollo permanente. Así, para entender esta versión compleja y dialéctica de la subjetividad desde el punto de vista histórico-cultural, es necesario entender mayor su naturaleza procesual, que es continuamente reforzada por una tensión constante entre significados y sentidos, Tal como la permanente generación de esta tensión durante las acciones del sujeto. Personalidad es aquí definida como un sistema de sentido subjetivo en la historia del sujeto. Es parte del curso de la vida del sujeto.

Para Leóntiev, el entendimiento objetivo e instrumental de la psique fue mucho más radical que en la teoría de Vygotski. Incluso las ideas de Vygotski más orientadas hacia la naturaleza mediacional de los significados, estuvieron menos desarrolladas en la teoría de la actividad. Esta teoría estaba centrada en el carácter objetivo, operacional e instrumental de la actividad humana. Esta fue una de las razones por las que algunos autores, como Zinchenko, han tratado actualmente diferenciar el enfoque histórico-cultural de la teoría de la actividad. Por supuesto, el término actividad en la psicología soviética no puede ser reducido a la definición de Leóntiev. Lektorskiy señaló:

“Pienso que S. L. Rubinshtéin ha señalado algunas verdaderas desventajas de la concepción de A. N. Leóntiev... Su versión no toma en cuenta el papel muy específico e importante de las cosas artificiales, de los objetos hechos por el hombre, en el proceso de la actividad humana”. (1993, p. 48)
Así para Leóntiev, como para Vygotski, el término personalidad fue reemplazado por consciencia como un concepto central para el estudio de la psique. Desde mi punto de vista no representa un simple juego de categorías, fue algo más central, que arrojó importantes consecuencias para el desarrollo posterior del enfoque histórico-cultural. Este re emplazamiento tiene mucho que ver con la interpretación cognitiva y semiótica de Vygotski, que devino dominante en la psicología occidental. En esta interpretación Vygotski es más cercano a Mead y Pearce que a sus colegas contemporáneos y seguidores, en su esfuerzo para desarrollar una psicología nueva.

La consciencia, sin duda, representaba un término más apropiado para apoyar una visión objetiva de la psique. Leóntiev establece:

“La función especial de las imágenes sensoriales de la consciencia es que ellas imparten realidad al cuadro de la consciencia del mundo que se abre frente al sujeto. En otras palabras, al pertenecer especialmente al contenido sensorial de la consciencia, el mundo aparece al sujeto como existiendo no en la consciencia sino fuera de su consciencia – como “campo” objetivo y el objeto de su actividad” (1978, p. 81).
El modo en que el término consciencia es usado mantiene una relación directa entre el mundo externo y objetivo, y la psique. Este uso de la consciencia devino premisa esencial para la comprensión de la psique como un reflejo objetivo de la realidad.

En ese enfoque, la consciencia es analizada como una entidad objetiva, como una realidad en sí misma. La consciencia es presentada como una entidad completamente de-personalizada y de-subjetivada. Al respecto Abuljánova (1973) comentaba que:

“… él [Vygotski] eliminó la condición del individuo como el sujeto de la actividad social, manteniéndolo sólo en la condición de sujeto de la consciencia. El niño sólo es el sujeto de la asimilación de la experiencia social, esto es, esencialmente, el sujeto de la actividad cognitiva, del conocimiento” (1973, p. 134). (2)
La crítica de Abuljánova se refiere principalmente a la aplicación de las ideas de Vygotski en la educación. Las ideas de Vygotski han sido mucho más aplicadas en la explicación del desarrollo cognitivo que como una formulación nueva orientada hacia el desarrollo del estudiante como el sujeto del aprendizaje y de las relaciones sociales en la escuela.

Sin embargo, es muy necesario considerar el otro lado de las ideas de Vygotski sobre la personalidad, así como el lugar de esas ideas en el trabajo de Bozhóvich.

Ella y sus seguidores representaron uno de los enfoques psicológicos aplicados más fructíferos para la práctica educativa y la investigación en la antigua Unión Soviética. Tomando las ideas de Vygotski sobre la personalidad, quiero enfocarme en la manero como él usaba este concepto en su texto “Bases de Defectología”. Cuando Vygotski escribió su libro, estaba explícitamente relacionado con las teorías de Adler y Stern, quienes tuvieron gran influencia en su propio trabajo.

Vygotski ha escrito en relación al análisis de las deficiencias motoras: “El problema de la insuficiencia motora es un bello ejemplo de la unidad alcanzada dentro de la heterogeneidad observada en un niño con defecto. La personalidad se desarrolla como una totalidad única, y como tal reacciona ante la deficiencia, ante la alteración del equilibrio provocado por la deficiencia, creando un sistema nuevo de adaptación y un nuevo equilibrio capaz de reemplazar el otro alterado. Pero debido a que la personalidad representa una totalidad única y actúa como tal, ello define su desarrollo y el avance de diferentes funciones en modos no proporcionales. Estas funciones son relativamente independientes una de otra. Estas postulan, por ejemplo, la variedad de funciones relativamente independientes en el desarrollo y la unidad de todos esos procesos en la personalidad, no se contradicen un al otro y, como lo demostró Stern, se complementan. El elevado e intensivo desarrollo de algunas funciones, por ejemplo las capacidades motoras, refleja la reacción de compensación de toda la personalidad que resulta del defecto de otra función” (1983, p. 14) (Traducción mía).

En la cita presentada arriba, es claro que la orientación de Vygotski fue considerar diferentes funciones psicológicas dentro de la compleja y dinámica organización de la personalidad. Vygotski y Rubinshtéin sabían, desde el principio, que uno de los cambios más importantes para el desarrollo de una nueva psicología era el desarrollo de una representación más integral de la psique. Esto fue explícitamente presentado por Vygotski en “El significado histórico de la crisis en psicología…”, en su llamado a desarrollar una metapsicología capaz de trascender la fragmentación dominante del conocimiento psicológico. Sin embargo, estas interesantes ideas sobre la función de la personalidad no se hallaron en sus trabajos posteriores.

En mi opinión, es necesario redefinir la categoría de personalidad dentro de un enfoque histórico-cultural. Para reconocer que la psique tiene su propia ontología. Es imposible reducirla en una cosa objetiva u operación del mundo externo-material. Este cambio asume la necesidad de reconocer y legitimar el tema de la subjetividad, que ha sido completamente ignorado y rechazado en la versión mecánica, positivista y adaptativa del marxismo, que fue dominante en los principales círculos de las ciencias sociales soviéticas.

Intento de avanzar los temas de motivación y personalidad con base en la teoría de L. S. Vygotski: Bozhóvich y seguidores

Lidia I. Bozhóvich fue, sin duda, la persona que mejor entendió el potencial de las ideas de Vygotski en el tema de la personalidad desde una perpectiva diferente dentro del abordaje histórico-cultural. Ella centró su análisis en tres conceptos clave de Vygotski: la situación social del desarrollo, “pieriezhivanie” y la relación entre emoción y necesidades. Otra idea importante de Vygotski, adoptada por Bozhóvich fue el carácter mediacional del signo en la definición de funciones psicológicas superiores.

Bozhóvich introdujo un análisis interesante del concepto “pieriezhivanie”. De acuerdo con Bozhóvich, Vygotski consideraba “pieriezhivanie” como la “unidad” del desarrollo psicológico en el estudio de la situación social del desarrollo para un lapso corto. Más tarde Vygotski definió el término unidad como significado, usado por él en el estudio de la consciencia como significado. La categoría de desarrollo fue un concepto central para ampliar el intento de entender el carácter total de la psique más que el uso del concepto de consciencia que más tarde predominará en la Unión Soviética.

Vygotski entendía “pieriezhivanie” como la integración de los elementos cognitivos y afectivos, lo cual presupone siempre la presencia de la emoción. Este concepto fue usado por Vygotski para enfatizar la totalidad del desarrollo psicológico del niño, integrando los elementos externos e internos a cada estadio del desarrollo. Vygotski había buscado en diferentes momentos una manera de entender las emociones y los elementos cognitivos como una unidad.

Desafortunadamente este esfuerzo no continuó después que tomó otras vías teóricas. Al respecto L. I. Bozhóvich dice: “Al hacer esto, Vygotski cerró el círculo de sus reflexiones. Comenzó por rechazar la interpretación atomística e intelectual de la psique del niño, enfatizando “pieriezhivanie” como totalidad indivisible, como la “unidad” que permitió entender el carácter de la influencia medioambiental sobre el desarrollo psicológico. Más tarde, Vygotski entendió “pieriezhivanie” con base en el desarrollo intelectual... “a través del cual retornó a posiciones intelectualistas”... “La tesis de Vygotski que al final define “pieriezhivanie” por el nivel de generalizaciones es, de hecho, un error” (1981, p. 125) (Traducción mía).

El factor emocional en el desarrollo humano y en la psique humana ha sido muy controversial incluso hasta hoy. Sin embargo, Bozhóvich dio un paso importante hacia adelante al considerar las emociones con relación a las necesidades y no como resultado de cualquier causa externa.

Bozhóvich dice que las emociones son expresión del estado presente de las necesidades y motivos en relación con los actos individuales y aspiraciones. Sobre el tema escribió: “Detrás de ‘pieriezhivanie’ está el mundo de las necesidades del niño – de sus aspiraciones, deseos, propósitos - en su interacción compleja y en su correlación con las oportunidades de satisfacción. Todo este complejo sistema de enlaces, todo este mundo de necesidades y aspiraciones del niño debería ser conocido para entender la naturaleza de las influencias externas sobre el desarrollo psicológico del niño” (1981, p. 128).

Bozhóvich señaló la estrecha relación entre “pieriezhivanie” y la compleja red de estados dinámicos afectivamente constituidos del niño. Ella buscó entender el complejo mundo afectivo en su propia naturaleza constitutiva. Criticó la definición de Leóntiev sobre el motivo, en con lo cual ella escribió: “Al inicio de nuestras pesquisas, seguimos el criterio de A. N. Leóntiev de las necesidades y motivos. Pero desde el inicio tuvimos que cambiar la definición de motive porque era imposible para nosotros trabajar con un término que presuponía siempre un objeto de la realidad objetiva” (1977, p. 20). El tema de la motivación siempre ha sido difícil de entender como un reflejo del mundo externo que deviene interno a través de la interiorización. Leóntiev, en su búsqueda de la objetividad, redujo los motivos a objeto de necesidades, tratando definirlos como un componente más de la actividad.

En el mismo artículo mencionado antes, Bozhóvich estableció: “Cuando procuramos saber cuales necesidades están “cristalizadas” en un motivo concreto, es decir, qué hay detrás de una inclinación del niño hacia un objeto concreto, hallamos una combinación compleja de necesidades, deseos e intenciones del niño, y es muy difícil entender donde están el objetivo y el motivo de la actividad” (1977, p. 29-30) (Traducción mía). Este tipo de reflexiones teóricas llevó a L. I. Bozhóvich y seguidores cambiar su representación de los procesos motivacionales, y sobre esas bases, a comenzar una línea diferente de investigaciones que serían imposibles desarrollar dentro de la idea de Leóntiev.

Siguiendo los principios de Vygotski, L. I. Bozhóvich comenzó a desarrollar el tema de la personalidad. Buscó aplicar las ideas de Vygotski de las funciones psicológicas superiores para el estudio de los motivos elevados de la personalidad. En este camino, definió el concepto de formaciones psicológicas (obrazavanie), que son sistemas de motivo mediados por la consciencia. Ella escribió:

”Sin embargo, los típicos motivos de la conducta humana son sentimientos morales, que conscientemente elaboran propósitos, los que por su génesis son necesidades mediadas por la consciencia”. (1977, p. 32)
Con base en los sistemas emocionales superiores fueron desarrolladas diferentes preguntas interesantes, las que permitieron a Bozhóvich entender aspectos del desarrollo infantil y adolescente que fueron completamente ignorados antes, tales como los relacionados con ideales morales, con reacciones afectivas inadecuadas de la personalidad, y así. Esas preguntas permitieron un mejor entendimiento del lado moral y afectivo del desarrollo como nunca se había hecho en la psicología soviética.

En relación con su entendimiento de la personalidad, Bozhóvich explícitamente tomó una posición que siguió al núcleo central de las ideas de Vygotski relacionadas con las funciones psicológicas superiores. Al respecto ella afirmó: “El estudio de nuevas formaciones psicológicas –funciones y sistemas psicológicos superiores- que surge en relación con el desarrollo de la esfera afectiva-emocional y sus bases, debería conducir, me parece, a la vía desde la cual se pueda estudiar la personalidad “como un sistema superior y más complejo de las formaciones psicológicas por su estructura”.

Como resultado de nuestras pesquisas aplicadas, pensamos que la esfera afectiva - emocional de la personalidad debería seguir los mismos principios del desarrollo cognitivo” (p. 168) (Traducción mía).

Bozhóvich buscó un posterior desarrollo de las ideas de Vygostki acerca de la inseparable unidad entre los procesos afectivos y cognitivos. Bozhóvich llegó a la conclusión, como Vygotski, que los principios guías de los procesos cognitivos y emocionales superiores eran los mismos, lo que en lugar de representar un avance en la comprensión de nuevos fenómenos cualitativos de la psique, llevaron de hecho a un nuevo tipo de reduccionismo cognitivo en la comprensión de la personalidad. En este sentido, los principios de las funciones psicológicas superiores definidos por Vygotski son transformados en nuevos principios universales para explicar la psique.

A pesar de las dificultades teóricas, Bozhóvich superó la comprensión de la personalidad en relación con Vygotski y, sobre todo, estableció varias líneas nuevas en el estudio de la personalidad que le llevaron a una nueva producción teórica en el estudio del tema. Uno de sus seguidores, Chudnovskiy, por ejemplo, comenzó a demostrar la necesidad del tema de la subjetividad para el desarrollo de una teoría de la personalidad.

Desde un punto de vista epistemológico, Bozhóvich demostró la importancia de las ideas de Vygotski para la producción de nuevas zonas de sentido en el estudio del desarrollo humano. La investigación empírica de Bozhóvich y seguidores fue tan importante que trascendió su propia construcción teórica, llegando a ser una rica fuente de nuevas ideas en la definición teórica de personalidad.

Las ideas de Vygotski acerca de la motivación y la personalidad fueron tan ignoradas por Leóntiev que, en el capítulo dedicado a la personalidad en su libro Actividad, Consciencia y Personalidad, no mencionó a Vygotski en ningún momento. A pesar de que Vygotski abandonó sus ideas acerca de la personalidad en sus temas claves de su construcción teórica, ellas han contribuido a desarrollar el tema de la subjetividad dentro de la perspectiva histórico-cultural.

El tema de la personalidad en el contexto de Rubinshtéin

Como Vygotski, Rubinshtéin fue un pionero en el desarrollo de la psicología soviética y ambos tuvieron algunas similitudes, pero también muchas diferencias. Rubinshtéin, igual que Vygotski, entendió la psicología desde una perspectiva histórico-cultural, y también la entendió como una inseparable relación con la actividad. Algunos principios básicos generales de la psicología soviética fueron asimismo comunes a los dos.

Rubinshtéin estaba tan familiarizado con las bases filosóficas de la psicología que principalmente se enfocó en el desarrollo teórico de la misma. Sus contemporáneos le criticaron por esto. Esas críticas, en mi opinión, estaban muy influidas por una orientación positivista oculta que dominaba en la psicología soviética. Tal orientación implícita apareció después con más claridad en el enfoque empírico-experimental de la investigación psicológica. Bajo el nombre de Teoría de la Actividad se hizo notorio el reforzamiento de una tendencia empírica-objetiva en la investigación psicológica.

Mi idea de incluir en este punto a Rubinshtéin tiene que ver con mi objetivo explícito de analizar a Vygotski dentro del contexto de la psicología soviética. En relación al tema de la personalidad sería imposible ignorar a Rubinshtéin. Personalidad fue un concepto clave a través de su trabajo. En su punto de vista la personalidad no era una entidad interna estática, sino un sistema involucrado en la actividad humana. En este asunto Rubinshtéin ha establecido (1959): “La introducción del concepto de personalidad en psicología significa ante todo que en la explicación del fenómeno psicológico tenemos que comenzar desde una existencia real del hombre como un ser material y desde sus relaciones con el mundo material. Todos los fenómenos psicológicos y sus interconexiones pertenecen al hombre concreto, viviente y actuante” (p. 116) (Traducción mía).

Aunque es posible ver en lo anterior la influencia de una representación material, objetiva del ser humano, también se puede ver que Rubinshtéin desarrolló un principio explícito que jugó un papel muy importante en el desarrollo posterior de la categoría de sujeto: la estrecha relación entre personalidad y un individuo concreto y activo.

Este principio fue esencial para superar la representación intrapsicológica de la personalidad que fue tan característica de las teorías psicológicas del momento y aún de hoy día.

La representación de la personalidad como perteneciente a un individuo concreto es un paso importante hacia adelante hacia la comprensión del individuo como un sujeto psicológico. De acuerdo con esta idea, la personalidad es inseparable de la actividad humana, el sujeto psicológico es una condición importante y activa para la comprensión de la constitución social de la psique humana. La introducción de la categoría de sujeto psicológico da un significado nuevo a la personalidad dentro de un abordaje histórico -cultural, y al mismo tiempo representa una opción diferente al concepto de internalización en el esfuerzo de explicar la naturaleza histórico-cultural de la psique humana.

El principio de Rubinshtéin de la unidad entre consciencia y actividad, el cual entonces fue tema central en su trabajo, fue una reacción a la interpretación unilateral del principio de actividad de Leóntiev. Él trato de hallar en el concepto de personalidad una vía nueva para entender y desarrollar una visión total y activa del individuo, que fuera capaz de apoyar la constitución social de la psique sin perder su carácter histórico específico. En este sentido, Rubinshtéin tomó un camino diferente en el estudio de la psique en comparación a Vygotski y Leóntiev. Rubinstein no intentó reemplazar la personalidad por la consciencia. Esto hizo una importante diferencia que le acercó al tema de la subjetividad más que ningún otro psicólogo de su tiempo.

El intento de rescatar el carácter activo del individuo fue un objetivo extremadamente difícil para Rubinshtéin y seguidores, tomando en cuenta que a la mitad de 1930 los psicólogos sociales trataban de importar los conceptos centrales de la interpretación de la mente humana directamente de la filosofía. Estos psicólogos sociales buscaron explicar las personalidades individuales usando su status de clase. Esta fue la principal razón por la que los psicólogos sociales no desarrollaron a fondo el tema de lo individual.

Las reflexiones de Rubinshtéin sobre la personalidad fueron combinadas con una comprensión nueva del lugar de los hechos sociales en la psicología. De acuerdo con el artículo de Rubinshtéin “Las tareas de la psicología soviética”, K. A. Abuljánova estableció: “La tesis central formulada por Rubinshtéin en el artículo mencionado, señala que la esencia del enfoque marxista en el tema del hecho social es su comprensión, no como lenguaje, como cultura, comunicación, actividad instrumental, etc., sino como relaciones sociales como un todo. Y es exactamente en esto donde aparecen las diferencias entre la psicología soviética y cualquier otra psicología burguesa” (1980, p. 135) (Traducción mía).

En efecto, el entendimiento del sistema social como una compleja red de hechos que integran al individuo como un sujeto, es una importante condición para la constitución del sistema social. El individuo está constituido por el sistema social y al mismo tiempo es elemento constituyente de ese sistema. Esta idea es muy importante para la comprensión de la subjetividad.

La subjetividad solo puede ser entendida como resultado de una representación compleja nueva de las condiciones individuales y sociales, en la cual ambas estarían estrechamente interconectadas en la definición de un fenómeno ontológico nuevo.

Comentarios finales acerca de la personalidad en el contexto histórico – cultural

El desarrollo del tema de la personalidad en el enfoque histórico - cultural es un requisito para superar la interpretación unilateral de la psique humana. Esto ha tenido una más clara expresión en las tendencias actuales tomadas por la investigación psicológica en diferentes campos de la vida humana. El desarrollo del concepto de personalidad en un abordaje histórico - cultural es, en mi punto de vista, inseparable del desarrollo de la categoría de sujeto.

El sujeto, como fue definido por mí en varios trabajos previos, “es interactivo, consciente, volitivo, y siempre es parte de cualquier contexto actual dentro de su red social” (3). Actualmente, como resultado de nuestro esfuerzo dirigido a desarrollar los temas de la emoción y la motivación como temas importantes en la definición de subjetividad, debo agregar a esta definición el carácter emocional del sujeto porque éste es parte de sus diferentes experiencias, las que portan personalidad, como portador de los sistemas complejos de necesidades y motivos configurados en ello. Esta condición define la participación emocional constante del individuo en cualquier actividad.

Uno de los cambios importantes para el desarrollo del tema de la personalidad desde la perspectiva histórico - cultural, es el desarrollo de una teoría de las necesidades y la motivación irreductible a otras “lógicas”, a la lógica de algo diferente de su propia naturaleza. Desde mi óptica esto ha sido una tendencia muy fuerte a través de la historia de la psicología. Esta tendencia ha tomado diferentes formas de acuerdo con diferentes épocas, en las cuales aparece como nueva versión oculta de racionalismo. La subjetivación no aparece solo como un proceso de lenguaje, de significados, como discurso de cualquier otro fenómeno superior de la cultura. El proceso de subjetivación, al contrario, es un camino para extender un lado cultural-constituyente de la psique, hacia todos los procesos humanos incluido el biológico. En este camino, la constitución compleja de las configuraciones subjetivas de la personalidad no sólo involucra lados discursivos o constructivos de las experiencias humanas. Ello incluye procesos orgánicos que revelan la cualidad de la relación humana a través de otros canales relacionados con el complejo sistema de necesidades y motivos.

Estamos muy lejos de concepciones de necesidades como entidades individuales dadas a priori o de impulsos que son universales a los seres humanos. Al contrario, queremos desarrollar un concepto de las necesidades capaz de revelar la cualidad emocional de la participación social y cultural de los seres humanos. Sobre este tema hemos establecido: “Las necesidades son una combinación compleja de requerimientos actuales de las actividades humanas y de las exigencias de auto organización de las funciones psicológicas, muchas de las cuales se definen durante el desarrollo de la personalidad”. (1999, p. 262). En esta definición las necesidades aparecen como un momento constituyente de la personalidad, no como un momento intrapsicológico y estable, o como un momento que resulta de la participación de la personalidad en la acción del sujeto. Esto significa que las necesidades son expresión de la participación constante del sujeto en la vida diaria, son estados afectivos del sujeto, las cuales cargan emocionalmente diferentes acciones del sujeto, tales como los procesos constructivos y discursivos del sujeto.

Las necesidades devienen fuente importante de las emociones y de los estados afectivos del sujeto. Ellas permanentemente son parte del desarrollo de las configuraciones subjetivas de la personalidad, dentro de la cual se transforman a sí mismas en nuevos sentidos subjetivos cualitativos. El sentido subjetivo es la cualidad emocional que caracteriza el desarrollo continuo de las configuraciones subjetivas de la personalidad en cada uno de sus estadios. El término sentido subjetivo, introducido por Vygotski para definir la unicidad de la experiencia humana en la consciencia, no ha sido totalmente desarrollado después de su muerte. Ha sido relegado a un segundo plano como resultado de la tendencia dominante, entre los investigadores socio-culturales actuales, orientada hacia el análisis de procesos macrosociales y significativos, tales como discursos, “voces” y demás.

A pesar de sus diferentes usos en la psicología soviética después del fallecimiento de Vygotski, sentido subjetivo o personal, tal como ha sido usado por diferentes autores, no se tomó como sinónimo de significado. Así por ejemplo A. N. Leóntiev escribió al respecto: “Por esta razón el movimiento interno de un sistema de consciencia individual desarrollado también está lleno de efecto dramático. Ello es creado por sentidos que no pueden “expresarse a sí mismos mediante significados adecuados, sentidos que han perdido su real base vital y por esta razón algunas veces agonizando se desacreditan a sí mismos en la consciencia del sujeto; finalmente es creado por la existencia de motivos-objetivos que se oponen entre sí” (1978, p. 94).

A pesar de su clara orientación hacia la objetividad en la comprensión de la consciencia, Leóntiev entendió el complejo y contradictorio proceso de los sentidos de la consciencia, los cuales, en sus propias palabras “no se pueden expresar a sí mismos en significados adecuados”, esto es desde nuestro punto de vista una expresión de un reduccionismo completamente racionalista en la comprensión de los sentidos, pero que también lleva la idea de dos procesos diferentes que no pueden reducirse uno al otro.

Las necesidades son aquellos estados dinámicos que resultan de la organización de las emociones como un todo. Esas emociones tienen diferentes orígenes: estados afectivos del sujeto, configuraciones actuales de la personalidad, conflictos, y demás. Las necesidades se integran a sí mismas como un momento de las configuraciones en curso de la personalidad, que participan del momento actual de la actividad social.

En esta condición ellas son parte simultánea de la cualidad de la situación social afrontada por el sujeto y un momento auto organizado del proceso de subjetivación de una nueva experiencia. Es imposible reducir esta complejidad a cualquier tipo de código cultural generador de significado, a pesar de que los significados participan activamente en este proceso.

Hay algunas líneas de pesquisa psicológica en las cuales sería imposible avanzar sin estas construcciones. Así, es imposible entender los lados subjetivos de las enfermedades humanas sin una nueva representación de las necesidades y emociones, que dé significado a situaciones que son imposibles de ser conceptualizadas en términos de discursos, significados o voces. Lo que el sujeto necesita es existir no solo en términos comunes de cualquier “otro social”, sino como parte de una historia individual que está subjetivamente configurada en una red muy compleja de procesos, entre los cuales la emoción tiene su propio sentido.

Emociones, necesidades y motivos no representan categorías aisladas, ellas marcan los procesos de la totalidad sujeto-personalidad que integran la subjetividad individual. En esta visión, los motivos son la configuración de diferentes necesidades, valores, creencias y representaciones que se integran uno al otro en el curso de la vida cultural del sujeto dando sentido a sus expresiones en los diferentes campos de la vida. Por lo tanto, ninguna expresión humana resulta de impulsos biológicos o sociales por sí mismos. Ellas siempre son la expresión de la red emocional compleja que aparece como la síntesis de la vida cultural individual.

Los lados afectivos constituyentes de la subjetividad humana abren nuevos espacios heurísticos en el estudio del ser humano y de la vida social, que no se entenderían desde otros ángulos del estudio de la psique. Si realmente estamos convencidos que en términos de conocimiento científico no es posible monopolizar la verdad en ninguna tendencia concreta o concepto, el debate acerca del tema de las emociones y la personalidad sería fructífero si permite producir nuevo conocimiento y preguntas que no existen bajo otras perspectivas actuales establecidas.

La psicología está llena de intentos de explicar cualquier cosa mediante un estrecho grupo de categorías, lo que ha llegado a ser una especie de “círculo epistemológico” de moda que ha dominado en diferentes momentos del pensamiento psicológico. Me parece que en este momento nuevos círculos como esos están apareciendo en las tendencias dominantes actuales de los enfoques histórico-culturales, en los que discursos, voces y significados, parecen ser los únicos términos cualificados en la explicación de la psique humana. Como parte de este ciclo el término narrativa también aparece como discurso. Este término es común a variantes de abordaje histórico-cultural, psicología discursiva y construccionismo discursivo.

Hoy es posible afirmar que hay en curso un proceso de integración de diferentes teorías psicológicas, lo que puede marcar un importante momento cualitativo en el desarrollo del conocimiento psicológico, pero en este proceso de diferentes tendencias que coexisten bajo el mismo nivel teórico habría que hacer distinciones. Así, coexisten muchas diferencias dentro del enfoque histórico–cultural. Deberían hacerse explícitas de modo que pudiéramos conocerlas mejor. Me parece que los temas de la personalidad y la subjetividad pueden llegar a ser muy importantes en el desarrollo de este enfoque, el cual tuvo sus orígenes en el núcleo teórico de sus pioneros.

Notas

[1] González Rey. F (1997) L. S. Vigotsky: presencia y continuidad de su pensamiento en el centenario de su nacimiento. En Psicología y Ciencia Social. Vol 1. No 1. 1997. México.
[2] Esta declaración fue tomada de la versión al español del libro de Abuljánova y traducido para mí al inglés. La versión al español aparece al final del presente trabajo.
[3] La categoría de sujeto apareció en términos más organizados en González Rey F y Mitjans A “La personalidad: su educación y desarrollo”, pero aparece en inglés en mi trabajo Personality, Subject and Human Development: The Subjective Character of Human Activity”. (1999) Esta referencia es parte del presente trabajo.

Referencias

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